Obviamente a los que nos han venido proponiendo la adopción de un sistema económico y político socialista en nuestro país y que tanto -menos últimamente, en verdad- este humor negro no les hará gracia. Ya sabemos que pronto nos dirán que los resultados observados en la realidad en Venezuela no son los de un socialismo verdadero, tal como nos lo decían que lo era cuando cantaban loas al “socialismo” del siglo XXI. Al final de la jornada vemos cómo aquellos que decían buscar la eliminación de la pobreza, lo han ido logrando, al provocar la salida de los pobres de esa nación y la muerte por hambre en muchos casos. Todo por el socialismo en Venezuela.

EL HUMOR NEGRO DEL INFERNAL HUECO SOCIALISTA DE VENEZUELA

Por Daniel J. Mitchell

Fundación para el Desarrollo Económico
Martes 26 de setiembre del 2017


Algunas veces necesitamos reírnos, aunque sea sólo por no llorar.

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, le indica cómo lograrlo, si es de su interés. O bien, puede verlo en https://fee.org/articles/dark-humor-...-of-venezuela/

Allá en el 2015, me burlé (mocked) del socialismo venezolano porque condujo a la escasez de casi todos los productos, incluyendo al papel higiénico.

Pero, tal vez eso no importa. Después de todo, si la gente no tiene nada que comer, probablemente no tenga mucha necesidad de tener que ir al baño.

El Washington Post reporta (reports) que los agricultores están produciendo cada vez menos alimentos debido a la intervención gubernamental, aun cuando la nación está llena de gente con hambre.

“Venezuela, cuya economía opera bajo su plano especial de disfuncionalidad. En un momento en que hay supermercados vacíos y un hambre extendida, las granjas agrícolas están produciendo menos y menos en vez de más, dando lugar a que el déficit calórico sea peor. Maneje a las afueras de la capital, Caracas, y encontrará todo lo que necesita un agricultor: tierra fértil, agua, luz del sol y gasolina a 4 centavos de dólar el galón, la más barata del mundo. A pesar de ello, allí las familias se observan tan escuálidas como los venezolanos en los tugurios capitalinos, esperando en filas para conseguir pan o buscando entre la basura para obtener sobras de alimentos. ...’El año pasado tenía 200.000 gallinas,’ dijo Saulo Escobar, quien administra una granja avícola y porcina en el estado de Aragua, a una hora de distancia de Caracas. ‘Ahora tengo 70.000.’ Varios de sus cavernosos gallineros se mantienen vacíos, debido a que, dijo Escobar, no puede pagar para adquirir más gallinas o alimento para aves. Los controles de precios del gobierno han hecho que su negocio deje pérdidas... el país está enfrentando una calamidad alimenticia. Con medicinas escasas y una mala nutrición que se dispara, más de 11.000 bebés murieron el año pasado, elevando la tasa de mortalidad infantil hasta un 30 por ciento, según el ministerio de salud de Venezuela. ...La hambruna en niños en partes de Venezuela es ya una ‘crisis humanitaria,’ de acuerdo con un reporte de la organización de caridad católica Caritas, que encontró que un 11.4 por ciento de niños con edad menor a 5 años, sufre de una mala nutrición que va de moderada a severa... En una encuesta reciente de 6.500 familias venezolanas realizada por importantes universidades del país, tres cuartas partes de los adultos dijeron que habían perdido peso en el 2016 –un promedio de 19 libras. A la caquexia colectiva aquí se le llama irónicamente ‘la dieta de Maduro,’ pero, es un nivel de hambruna que casi nunca se había visto... el desastre de Venezuela es ocasionado por el hombre, señalan economistas –el resultado de las nacionalizaciones de las granjas, las distorsiones monetarias y la absorción por el gobierno de la distribución de comida. ...Los controles de precios se han convertido en un poderoso desincentivo en la Venezuela rural. ‘No hay ganancias, de forma que producimos con pérdida,’ dijo un lechero.”

Es aquí en donde derivamos una lección de economía. Cuando a los productores no se les permite obtener ganancias, ellos dejan de producir.
Y, cuando se trata de la producción de comida, eso significa que habrá gente con hambre.

Incluso lo ha notado (noticed) el periódico izquierdista inglés, Guardian.

“El hambre persiste en Venezuela, en donde un gobierno que alega gobernar para los más pobres ha dejado sin comida, a muchos de forma desesperante, a la mayoría de sus 31 millones de personas... Adriana Velásquez se alista para su trabajo, saliendo de casa hacia una incierta oscuridad, tal como lo ha hecho desde que el hambre la obligó a entrar al único trabajo que podía encontrar a sus 14 años. Fue presentada a la dueña de un prostíbulo por un amigo hace más de dos años, después de que su madre, progenitora soltera, fue despedida y a las dos se les acabaron los alimentos. ‘Era muy duro, pero nos íbamos a dormir sin comer,’ dijo la joven, cuyo nombre se ha cambiado para protegerla. ...La crisis de Venezuela se ha profundizado, el número de mujeres que trabaja en el prostíbulo se ha duplicado y sus edades se han reducido. ‘Yo era la más joven cuando empecé. Ahora hay muchachas de 12 o 13. Casi todas nosotras estamos allí debido a la crisis, debido al hambre.’ Ella gana 400.000 bolívares al mes, alrededor de cuatro veces el salario mínimo, pero, en una época de hiperinflación, aquello equivale a alrededor de $30, apenas lo suficiente para que ella se alimente, su madre y un nuevo bebé hermanito.”
Eso es realmente entristecedor.

A nuestros amigos izquierdistas les gusta inventar teorías descabelladas acerca de cómo se activa la prostitución, las cuales van desde los impuestos bajos (low taxes) hasta el calentamiento global (global warming).

Sin embargo, en el mundo real, el socialismo impulsa a las jovencitas (e incluso menores que ellas) a trabajar en prostíbulos.

Ese es un pensamiento que deprime, tanto que cambiamos el tópico de regreso al hambre y el papel higiénico.

Especialmente puesto que ya el dictador está fanfarroneando ¡que la escasez del papel higiénico en el país ya ha sido resuelta!

Esa definitivamente es una versión oscura de la sátira.

Pero Venezuela está sumida en un desastre tal, que es difícil saber adónde dibujar la línea entre lo que es burla y lo que es realidad.

Por ejemplo, he aquí otro “beneficio” de la escasez de alimentos. Si usted no come, no es necesario cepillarse los dientes.

Y es en el paraíso socialista de Venezuela, lo que hace una virtud de una necesidad, pues -sorpresa- hay escasez de pasta de dientes.

El Washington Post tiene los detalles sombríos (the grim details).

“Ana Margarita Rangel... gasta todo lo que gana para repeler el hambre. Sus zapatos están hechos jirones y rotos, pero no puede pagar por unos nuevos. Un tubo de pasta de dientes le cuesta la mitad del salario de una semana. Siempre me ha gustado cepillarme mis dientes antes de ir a dormir, quiero decirles, esa es la regla, ¿verdad?’ dijo Rangel. ...’Ahora tengo que escoger,’ dijo. ‘Así que sólo lo hago en las mañanas.’ El gobierno impone precios máximos sobre algunos artículos básicos para la alimentación, tales como pasta, arroz y harina. ...esos ítems usualmente tan sólo pueden ser obtenidos estando en filas por horas o firmando para recibir una caja subsidiada de alimentos cada mes de parte del gobierno... Desde el 2014, la proporción de familias venezolanas bajo pobreza se ha catapultado de un 48 por ciento a un 82 por ciento... Cincuenta y dos por ciento de las familias viven en pobreza extrema, de acuerdo con la encuesta, y alrededor del 31 por ciento sobrevive con dos comidas al día como máximo.”

¡No es maravilloso el socialismo! ¡Usted tiene el lujo de escoger entre dos comidas al día o una comida al día más pasta de dientes!

A propósito, los planificadores centrales tienen un plan.

Aunque no alegraría mucho al Conejo Bugs.

¡Ahora el conejo está en el menú! He aquí algunas porciones de un reporte (report) de CNN.

“Dejad que coman conejos. Ese fue básicamente el mensaje del presidente Nicolás Maduro a los venezolanos que pasan hambre y luchan en medio de severas escaseces de alimentos... Los líderes venezolanos... recomendaron que la gente críe conejos en la casa para que sirvan como fuente de alimentación. ...El ministro de agricultura aseveró que los conejos se reproducen rápidamente y son una fuente de proteína. También les recomendó a los ciudadanos que consideraran crear y hacer crecer a otros animales y vegetales en sus hogares. Es ese tan sólo el último intento de tratar y resolver el problema de escasez de comida. El gobierno obliga a sus ciudadanos a que recojan los comestibles en ciertos días de la semana, dependiendo de los números de los carnets de seguridad social.”

Caramba, no es eso maravilloso. El gobierno paraliza a los mercados de forma que no pueden funcionar y luego recomienda a la gente que viva como campesinos medievales.

Tal vez la ropa debería tener precios controlados, a la vez que su distribución se encarga al gobierno. Eso arruinará igualmente a los mercados, de forma que la gente pueda hacerse sus propias ropas con pieles de los conejos.

Me pongo a pensar si cierto legislador estadounidense [Nota del traductor: se refiere a Bernie Sanders] ¿no estará reconsiderando su alabanza (his praise ) a la política económica de Venezuela?

Basado en lo que él dijo tan recientemente como el año pasado (he said as recently as last year), la respuestas es que no.
Reimpreso de International Liberty

Daniel J. Mitchell es compañero sénior del Instituto Cato, quien se especializa en política fiscal, particularmente en reforma tributaria, competencia internacional en impuestos y en el peso económico del gasto del gobierno. También sirve en el directorio editorial de Cayman Financial Review.