UNA DÉCADA HACIA EL DESPEÑADERO, PRIMERA PARTE
Por Jorge Corrales Quesada


Es muy interesante el resumen que el periódico La Nación hace de los ingresos y gastos del Gobierno Central durante casi una década –lo sucedido en tres administraciones: la segunda de don Oscar Arias, la de doña Laura Chinchilla y lo que va de la de don Luis Guillermo Solís; esto es, desde el 2008 al 2017. El comentario lo presenta la edición del 14 de agosto, bajo el título “Gastos crecieron el doble que ingresos en una década: Presupuesto del Gobierno Central subió un 83%, mientras que los ingresos, en un 42%.” Esa es la fuente de dos comentarios que haré del tema.

Su lectura es crucial para explicar lo sucedido en los últimos años -camino al despeñadero, le llamo- para darnos cuenta del origen de la crisis fiscal actual, que tal vez sólo se profundizará, si no se le pone freno al origen del problema, como lo he señalado en otros comentarios previos, como es el excesivo gasto gubernamental.

Repito, el problema no es el déficit en sí, es el gasto en exceso, pues es lo que el gobierno sustrae de la actividad privada, para sus propios objetivos -aunque las preferencias personales de los gobernantes se ejerzan en nombre de todos los ciudadanos- impidiendo de esa forma que la economía crezca más y el consiguiente beneficio para las personas. Un recurso que gasta el gobierno, es uno que no se puede usar para propósitos productivos, lo cual es lo que aumenta la riqueza de una nación.

En esta primera parte me referiré a los números generales durante la década pasada a la fecha y, en una segunda, a los acontecimientos fiscales de cada una de las administraciones de ese período.

Lo que de entrada señala el artículo citado debería de sorprendernos, pero, en verdad, no es inaudito para quienes hemos seguido el proceso de gastos e ingresos del gobierno, por más asombroso que pueda parecer. Me refiero a que “los gastos del Gobierno Central trepan dos veces más rápido que sus ingresos. A lo largo de la década, las obligaciones aumentaron en un 83%, mientras que el dinero disponible sólo subió un 42%.” Antes que nada, lo que se cita como obligaciones no es muy cierto, pues, de hecho, no todo gasto es obligado por leyes concretas o algo similar, sino que hay una parte importante de él que los políticos gastan según sus preferencias.

También, antes de que alguien piense que esos incrementos están influenciados por la inflación, esto es, que son comparaciones nominales, es necesario señalar que el efecto de la inflación durante esos diez años no ha sido muy elevado (de hecho, sólo entre abril del 2015 a julio de 2017, bajo la nueva serie de medición de la inflación que presenta el Banco Central, ésta ha sido poco mayor de un 1%). Además, señala el medio, que “las cifras (están) expresadas en colones de hoy, lo que permite ver los crecimientos por encima de la inflación.” Los economistas decimos que no son datos nominales, sino ajustados por la inflación; esto es, son datos en términos reales.

Mientras que en el 2008 los impuestos financiaban el 70% de todos los gastos del Gobierno Central, ya en el 2017 sólo alcanzaban para financiar el 50%, siendo necesariamente cubierta la diferencia por medio del endeudamiento (una emisión en exceso del Banco Central para que la gaste el gobierno, también podría llenar, por un tiempo, el hueco en el Gobierno Central).

Si comparamos en términos reales, los ingresos reales aumentaron de ₡3.4 billones en el 2008 a ₡4.9 billones; esto es, un aumento del 44% en ese lapso, mientras que los gastos reales pasaron de ₡4.9 billones en el 2008 a ₡8.9 billones a la fecha; es decir, un aumento en el gasto real de un 82%. Esto es, los gastos reales crecieron en casi el doble de los ingresos reales en tal lapso (exactamente un 86% más).

El artículo señala que “los gastos obligatorios según la Constitución (educación, Poder Judicial y deuda política) pasaron de representar un 27.7% a un 33.8%” del presupuesto. Pero, entendamos algo al respecto: por ejemplo, definir qué porcentaje del PIB se dedica a educación estatal -que pasó de un 6% del PIB hasta el 2010 y que llegara luego a un 8% del PIB en la actualidad- requirió de una decisión legislativa que modificó la Constitución, lo cual debería haber previsto el efecto fiscal de ella –y ahora es parte del problema actual de un gasto desmesurado. O sea, fueron políticos quienes decidieron efectuar tal incremento sustancial del gasto.

El gasto en educación significó un 23% del presupuesto total del Gobierno Central en el 2008. Para el 2017, había ascendido a casi un 29%. El gasto del estado en educación de alrededor de ₡1.3 billones en términos nominales en el 2010, equivale, actualizado a hoy en términos reales, a ₡1.7 billones. Al comparar esta última cifra con los ₡2.5 billones en el 2017, significa que el aumento real en ese lapso del presupuesto gubernamental para educación fue de casi un 50%, aunque en términos nominales fue de cerca de un 100%.

Pero, veamos más. Lo que suelen llamar “gastos de destinos específicos”, lo cual incluye, como por ejemplo, las transferencias que el Gobierno Central le hace a otros organismos estatales -como a FODESAF, el PANI, el CONAVI o las municipalidades- pasaron de ser un 6.9% del presupuesto en el 2008, a un 9% casi diez años después.

Por su parte, a partir del infograma presentado en el artículo en mención, las remuneraciones en términos reales durante el 2008 fueron de alrededor de ₡1.8 billones (nominalmente en ese año fueron de más o menos ₡0.9 billones), mientras que las equivalentes en términos reales en el 2017 fueron de cerca de ₡3.8 billones. Esto significaría que, en el lapso 2008-2017, el crecimiento real de las remuneraciones en términos reales en el Gobierno Central aumentó en aproximadamente un 110%.

Todos estos datos nos confirman el aumento tan fuerte de los gastos en el período de análisis, en comparación con el incremento habido en los ingresos, lo que sin duda significa un fuerte y creciente déficit con el paso del tiempo. En la segunda parte, que espero poner en Facebook el día de mañana, me referiré a algunos de los más importantes acontecimientos en cuanto al comportamiento del gasto gubernamental en las tres administraciones citadas.

Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 6 de setiembre del 2017.