Por Jorge Corrales Quesada

El Banco Internacional de Costa Rica (BICSA) es propiedad de todos los costarricenses. Formalmente sus dueños son el Banco de Costa Rica y el Banco Nacional, en un 49 y un 51%, respectivamente. Pero esos dos bancos son, supuesta y formalmente, propiedad de todos los ciudadanos, razón por la cual he escrito que BICSA es propiedad de todos nosotros.

BICSA se creó en 1972, con el objetivo de favorecer el financiamiento del país desde el extranjero, como medio de ampliar las exportaciones, que empezaban a presentarse, en el imaginario de los políticos de aquel momento, como un elemento importante para el desarrollo del país, si bien el país estaba sumido en un marco proteccionista totalmente adverso al comercio internacional.

Es interesante indicar que, también, en esa época la banca internacional era casi inexistente en el país y no fue sino tal vez un par de décadas después de la creación de BICSA, cuando muchos bancos internacionales empezaron a operar físicamente en el país, en mucho facilitando el financiamiento externo del sector productivo nacional, tanto para la producción doméstica como la dirigida a la economía nacional, además de brindar crédito a muchos consumidores del país. BICSA también tuvo originalmente como función suya la de obtener recursos externos para el país, por ello amplió su posicionamiento en diversos mercados internacionales.

Pero, en la actualidad, se puede decir que BICSA ha dejado de tener la importancia o trascendencia financiera que tuvo en su momento. Asimismo, se empiezan a revelar ciertas prácticas de gasto, que sin duda preocupan a muchos ciudadanos, quienes miran con ojos muy abiertos cómo se usan recursos que son de toda la ciudadanía.

Una de esas revelaciones la formula el periódico La Nación, en su artículo del 8 de julio titulado “Sesión de Directiva de BICSA cuesta el triple que la de BCR: Banco Internacional gasta $27.000 por reunión; Banco de Costa Rica, $7.000.” De entrada, esto puede parecer algo lógico, porque “se tiene” que viajar o a Miami, en donde opera, o a Panamá, ciudad en que posee su domicilio legal. Me imagino que sería posible, dado que sus dueños “viven” en el país, que muchas de tales reuniones se realicen aquí: para hacerlas no sería muy difícil obtener facilidades en alguno de los dos bancos “dueños” de BICSA.

Es útil una comparación que al respecto se hace en el artículo arriba citado: “mientras una reunión de los siete directores del Banco de Costa Rica costó el año pasado un promedio de $7.344, una de los nueve directivos de BICSA implicó $27.359”, considerando dentro de tales gastos a “las dietas para los nueve directores, el personal que les da apoyo, las asesorías externas, boletos aéreos, viáticos, capacitaciones y refrigerios.” El monto total gastado en el 2015 por BICSA por tales reuniones ascendió a $766.063. De paso, BICSA experimentó una fuerte reducción de sus utilidades desde aproximadamente un poco más de $20 millones en el 2014 a alrededor de $15 millones en el 2015, la cifra más baja de utilidades en cada año del período 2011-2014. Esto es, en el 2015 se dio una caída del 28% respecto a las del 2014. Para este año BICSA “presupuestó 17 salidas de sus directivos por un costo total de $244.521. Dicho monto es el doble del 2015, cuando ascendió a $100.000.

En el contraste de dietas de las juntas directivas del BCR y las de BICSA, en este último los miembros obtienen ₡202.800 por participar en sus sesiones y ₡101.400 por “hacerlo en los comités de Auditoría, Riesgo, Cumplimiento y Tecnología,” -aun cuando el artículo periodístico no muestra el pago de cada directivo del BCR- ni en el Costa Rica ni en el Nacional, “se pagan dietas por participar en los comités.”

Veamos el desglose de los gastos de la directiva de BICSA en el 2015, que ascendió a $763.063:

-Sueldos del personal de apoyo: $301.370.
-Dietas de los 9 directivos: $146.530.
-Alquiler de oficinas en Costa Rica: $121.380.
-Viáticos (supongo que para los directivos y viajeros): $50.680.
-Pasajes y visas: $49.832.
-Asesorías externas: $49.155. (En el comentario no se indica a qué se refiere esta partida).
-Otros gastos de personal: $21.833. (El artículo del medio no indica qué comprende).
-Otros gastos: $18.537. (No se desglosa en qué se gastaron)
-Combustible y refrigerios: $6.746. (Lo más probable es que incorpore la alimentación de los visitantes, quienes por otra parte reciben viáticos).

Asimismo, mientras que los directivos del BCR viajan a las reuniones de BICSA usando la clase económica de los vuelos, los del Nacional lo hacen en clase ejecutiva, que es más cara y “mejor” que la anterior. O sea, pobrecitos los directivos del BCR quienes así son discriminados vis a vis los del Nacional.

Creo que el problema de fondo tiene solución: BICSA no es necesario para el país, pues sus servicios ya se brindan aquí por numerosos bancos extranjeros y nacionales privados establecidos en Costa Rica. Si se vendiera mediante una oferta internacional -dicen que lo más valioso de BICSA es que posee una licencia para operar en los Estados Unidos y en Panamá, lo cual tiene un valor relativamente alto- los recursos obtenidos podrían usarse para reducir el alto déficit gubernamental, en vez de proponer casi como única alternativa cargarnos de más impuestos. El efecto de su venta posiblemente no ocasionaría mayores problemas a sus clientes, quienes con relativa facilidad podrían cambiar de ente financiero e incluso la cartera actual de BICSA sería propiedad del adquiriente, lo cual me parece que la valoraría positivamente.

Ya en el BCR y el BN se ha anunciado reducciones en gastos de viajes, en el número de directivos que asisten y similares, pero la verdad es eso es una bicoca comparado con el problema existencial del BICSA. Las medidas anunciadas siguen sin llegar a la raíz del cacho, podando ramitas por aquí y por allá, como algunos pretendiendo que simplemente se convierta en un departamento del banco (de Costa Rica), pero dejando en vida a una entidad que agrega relativamente poco valor a la economía nacional (excepto, perdonen mi franqueza, da lugar a mucha viajadera bonita y bien pagada al exterior; claro, cancelada por la ciudadanía dueña del banco).

Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 05 de octubre del 2016.