EL ESTADO INEFICIENTE-BUENA DECISIÓN DEL GOBIERNO
Por Jorge Corrales Quesada

Los directivos de la Junta de Protección Social (JPS –la de la lotería) y del Patronato Nacional de la Infancia (PANI –supuestamente vigilante del bienestar de la niñez), pretendieron en estos días aumentarse las dietas de sus juntas directivas. La gestión fue realizada por la presidenta de la JPS, la ex diputada Delia Villalobos, y por la presidenta del PANI, Ana Teresa León.

Resulta que arguyen, tal vez con razón, que son las dietas peor pagadas de cualquier directiva de algún este estatal del sector llamado social y que, por tanto, deberían de ser aumentadas en un estimado anual de ₡4 millones. Se pasaría el monto anual pagado en dietas en ambas directivas de ₡19,1 millones a algo más de ₡23 millones. Actualmente lo que cada directivo recibe por sesión es de ₡28.000.

La información aparece suministrada en el artículo de La Nación del 27 de mayo, bajo el titular “JPS Y PANI intentaron subir dietas a directivos: Jerarcas argumentaron que pagan a sus juntas la retribución más baja del sector social.”
Afortunadamente el gobierno, en una sesión de Consejo, “rechazó la solicitud… al juzgarla contraria al discurso de austeridad del Poder Ejecutivo”. ¡Qué bueno!, pero ¿qué mosquito (sin dengue ni zika) le habrá picado al Consejo de Gobierno, pues uno no ha visto tal comportamiento indispensable en muchos otros gastos del gobierno?

Me imagino que la decisión se debe a que, tal vez, alguien del Consejo tiene buena memoria: cuando esos cargos, por la importancia que tenían en el ejercicio de la caridad bien entendido, eran brindados ad honorem por ilustres abuelos, quienes hoy han de gozar del regazo de Dios. Sí, en el pasado era honra para la persona que desempeñaba esos cargos y funcionaba perfectamente aquello de que “si hay paga no hay gloria”. Uno entiende que los tiempos han cambiado, pero tal vez no tanto cuando se entera de muchos actos de caridad que se realizan privadamente por personas con algún grado de riqueza que se los permita.

Ciertamente, si es que se puede llamar a las funciones de la JPS y del PANI un ejercicio de la caridad, sólo que en manos del gobierno o estado, a uno le da la impresión que más bien ambos se han convertido en un par de agencias burocratizadas, en donde lejos de la frugalidad, son ahora actividades que se realizan en amplios edificios y con una mucho más extensa cantidad de empleados, incluso algunos gozando de privilegios estándares de entidades públicas y que, me imagino, no deberían de existir en entes que supuestamente luchan por ayudar a pobres o para proteger a la niñez.

Creo que los salarios de los principales ejecutivos han de ser muy similares a los de otros entes del gobierno y que la divergencia viene por el poco pago de las dietas. Por ello se interpreta que tal es la situación cuando la presidenta de la JPS señala que “El puesto de presidente de la JPS fue concebido como el máximo honor que se le podía conceder a un ser humano (repito las palabras del insigne ex-presidente de la República: don Julio Acosta García: “Si hay paga no hay gloria y si hay gloria no hay paga.”)… A mí, por ser presidenta de la Junta, me pagan en dietas 155,000 pesos (sic) al mes, pese a todo el trabajo que hay que hacer.”

Bien por la decisión que tomó el gobierno; es tan buena que debería ser aplicada a todo tipo de gasto que realiza el gobierno con los recursos de los ciudadanos.

Publicado en Facebook el 14 de agosto del 2016.