EL ESTADO INEFICIENTE-¿PAGAR DOS VECES POR LO MISMO?
Por Jorge Corrales Quesada

Un reportaje del diario La Nación del 25 de mayo, bajo el titular “Corte pagará 2 veces planos de edificios por atraso de 17 años: Diseño original de obra en Hatillo costó ₡222 millones; ahora desembolsará ₡325 millones más,” parece indicar un desperdicio con los recursos públicos.

Resulta que hace 17 años (1999), el Poder Judicial colocó la primera piedra de un edificio de tres torres, que construiría para acoger una nueva sede en Hatillo 1. Pero, a la fecha no hay nada, aunque ahora se planean llevar a cabo dichas instalaciones. Hace 17 años se había pagado ₡222 millones en planos y ahora se tienen que actualizar a un costo adicional de ₡325 millones, con lo cual tan sólo los planos de las tres torres tendrían un costo de ₡547 millones. (No hay una comparación del costo estimado en aquel momento y ahora se habla, aparentemente, de $50 millones). Vale la pena recordar que estos son recursos públicos, de todos nosotros los ciudadanos.

La Corte argumenta que esos planos se tienen que actualizar, porque los anteriores no contemplaban cosas tales como accesos para discapacitados, diseños antisísmicos actualizados y salidas de emergencias, entre otras cosas, y que, si hoy se contratara a una empresa distinta de la que en aquella época hizo el diseño, el costo de hacer los nuevos planos sería de ₡1.378 millones. Tal contratación parece ser razonable, por lo que sería mejor aprovechar la misma empresa que hizo los planos en el pasado, que contratar una nueva, pero la verdadera pregunta es otra ¿por qué no se hizo la obra en el momento en que se contaba con los primeros planos, en 1996?

La respuesta del magistrado Rivas, presidente de la Comisión de Construcciones de la Corte, es que dicho rezago se dio “porque desde el año 2000, el presupuesto del Poder Judicial se vio disminuido y aumentó la planilla, lo cual provocó que los planes de construcción se estancaran”, lo cual podría servir de explicación. Pero, entonces, ¿por qué, desde que se puso la primera piedra a principios de 1996, hasta el momento en que ‘se disminuyeron los presupuestos y aumentó la burocracia’, no se edificó nada de nada del proyecto?

De acuerdo con el magistrado Rivas, “fue creciendo la planilla del Poder Judicial -a la fecha es de unos 12.000 empleados- hasta ocupar el 87% del presupuesto. Queda un 13% para labores de administración y desde luego esas partidas son grandes y han hecho imposible la posibilidad de construir,” por lo cual se ha acudido a negociar un fideicomiso con el Banco de Costa Rica, aprobado tanto por la Corte como por la Contraloría. Todo parece estar muy bien, pero la pregunta es ¿por qué las autoridades de la Corte escogieron contratar mucho más personal desde aquel entonces, a un grado tal que no hay campo para ubicarlos, en vez de dedicar los recursos a construir los edificios, que incluso habían sido planeados para la realidad de hace 20 años?

Me parece que esa expansión irresponsable de personal, que incluso ya no cabe en las instalaciones que se tienen y que ha provocado un enorme crecimiento en el pago de alquileres por el Poder Judicial, debe ser asumida por las autoridades pertinentes, pues no está bien que se haya desperdiciado el tiempo, que se hayan gastado fondos, para que hoy no se tengan edificaciones aparentemente esenciales, aunque hasta de ello tengo mi duda, porque, si tanto lo eran, se habrían construido a partir de la inauguración de la primera piedra hace 17 años.

Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 11 de agosto del 2016.