EL ESTADO INEFICIENTE-SE OXIDAN BOTADOS LOS PUENTES BAILEY
Por Jorge Corrales Quesada

¿Se acuerdan cuando hubo una denuncia en los medios de comunicación acerca de que los puentes Bailey que compraba el gobierno los adquiría de un solo proveedor, presuntamente de forma indebida porque decía la información que no se disponía de ofertas competitivas? Pues bien, nada parece haber sucedido desde aquel entonces. Por ello me llama la atención de que ahora vuelva a salir el tema de los puentes Bailey, solo que esta vez no se refiere a compras a un solo proveedor, sino que las autoridades de gobiernos no cuidan bien lo que tanto costó.

Así lo informa La Nación del 8 de enero del 2015 en su comentario “Contraloría halla descuido en manejo de puentes ‘bailey’: Señalamientos a MOPT y CONAVI”. La diferencia es que esta denuncia no proviene de ciudadanos, como es el caso arriba recordado, sino de la propia Contraloría General de la República. De acuerdo con el periódico, un informa de la auditoría de gestión de este tipo de estructuras señala que “los puentes Bailey que el MOPT y el CONAVI usan frecuentemente para atender emergencias, se almacenan en predios con escasa vigilancia y expuestos al deterioro por sol y lluvia”. Esto es, como si no hubieran costado nada, como si los costarricenses no hubiéramos tenido que pagar un platal por ellos (dice La Nación que “sólo entre el 2011 y el 2014, el MOPT y el CONAVI adquirieron 40 de este tipo de estructuras, con un costo de $12.8 millones”), como si a los ciudadanos nos hubieran costado “chumicos”, como si el estado no tuviera que explicarle a los ciudadanos por su buen uso y buen mantenimiento.

La Contraloría indica que aquellas entidades del estado no son garantes de su “conservación y seguridad” y que en CONAVI los puentes se mantienen depositados en propiedades privadas, sin que haya una formalización de documentos “que permitan garantizar su custodia y debida disposición”. En sencillo; los puentes están tirados incluso en propiedades que no son del estado. Además, señala La Nación que “La Contraloría también consideró que hay ‘deficientes controles’ por parte del CONAVI en la construcción y administración de estos puentes armables, pues carecen de documentos que acrediten estudios de ingeniería y diseño previo a su colocación.”

En resumen, nunca logramos saber si los puentes Bailey fueron debidamente comprados o no y ahora sabemos que los tienen tirados como bien de difunto y que ni siquiera se tenga estudios de ingeniería y diseño antes de colocarlos. Como los administradores no son los dueños, no les importa lo que pase con esos puentes. Es éste otro ejemplo más de la ineficiencia con que el estado maneja las cosas que los ciudadanos le hemos dado en delegación, en comisión, de encargo para que las cuide.

Publicado el 23 de abril del 2015.