EL ESTADO INEFICIENTE-JUSTICIA SOCIAL Y SALARIAL EN LA UCR
Por Jorge Corrales Quesada

En este caso, eximo de entrada del cargo de ineficiente a la Contraloría de la Universidad de Costa Rica, quien advirtió oportunamente en setiembre del 2013, que “los sobresueldos (en esa entidad) podrían causar un colapso económico si no se toman acciones en el corto plazo”. Ello se cita en un comentario de La Nación del 13 de octubre, que tiene como título “Finanzas de la UCR peligran por exceso en incentivos salariales: Sobresueldos consumen el 52,5% del total de remuneraciones de esa institución”.

Es posible que ese “colapso económico” ya no se vaya a dar con la lluvia de plata que este gobierno le dio a dicha universidad -además de a otras- que dicho sea de paso es plata de todos nosotros. Podrán haber resistido el embate por el momento -haber sobrevivido por un cierto lapso- pero no quita el hecho de que, en este año, la Universidad habría pagado del total de gastos por salarios de ₡156.939 millones un monto de ₡82.392 millones en pluses, tales como ascensos y anualidades y por el régimen académico (investigaciones) –cinco veces más por lo primero que por lo segundo- lo cual daría que el 52.5% del total de remuneraciones se debió a pagos por pluses.

Señaló el contralor de la UCR, señor Glenn Sittenfeld, que “los pluses actuales son elementos que distorsionan el salario, porque lo elevan a un monto superior a la inflación. Si la situación sigue así, las finanzas podrían colapsar…” Uno podría pensar que alguien que haya afirmado creer en la “justicia social” y que haya logrado arribar a la presidencia de la Federación de Estudiantes de la UCR, se indignaría por una barbaridad como ésta, pues es una clara transferencia de ingresos de un pueblo que paga impuestos y que en promedio tiene menores entradas hacia la burocracia universitaria, presuntamente de mayores ingresos que el promedio nacional.

Pero, además, que, como lo consigna el señor Sittenfeld, esos pluses generan una enorme inequidad entre profesores que apenas inician su labor en esa entidad, en comparación con quienes tienen más de 30 años de estar allí. Dice lo siguiente: “El salario base no es competitivo. Un funcionario nuevo, sin anualidades ni escalafones, gana un salario muy bajo. Los salarios se hacen competitivos con los escalafones. El problema es que después de 20 años de servicios, se hacen salarios ya muy altos con respecto al resto del mercado. Si usted está en la UCR 40 años, gana cuarenta anualidades. Esto hay que corregirlo.”

En otras palabras, hay otra enorme “injusticia social” que el justiciero del Frente Amplio debe ver cómo pasa antes sus propios ojos y no ignorarlo o hacerse el maje. Ya sé, me dirán que la solución no radica en introducir la competencia en los salarios del sector público (en los últimos 4 años los salarios de las universidades estatales han crecido un 37%, si se les compara con los sueldos del resto de la administración pública). Para ellos la mesa ya quedó servida: del llamado Fondo Especial para la Educación Superior (FESE), que no es sino plata nuestra que el estado le transfiere a las universidades estatales, al menos en la Universidad de Costa Rica un 65% será usado para el pago de la planilla de los profesores. Esto es, de los ₡236.858 millones que recibirá la UCR en el 2015 provenientes del FESE, ₡132.640 millones se irán a pagar planillas. De paso, de los 5.146 profesores, 1.792 son en propiedad -los más afortunados posiblemente- y 3.354 interinos. Se espera que en el 2015 los salarios aumenten en un 4.5%, con alzas de ₡27.601 para un profesor interino bachiller, hasta ₡49.682 para un catedrático.

Lo interesante es que, por concepto de anualidad, la Universidad de Costa Rica paga un 5.5% del salario base a cada uno de sus empleados, con lo cual, tan sólo por este factor del aumento de salarios, significará un alza superior a la inflación esperada de un 5.2% en el 2015. Como lo señala el comentario de referencia, “Los incentivos salariales son la causa de que las erogaciones suban el 8% de forma automática (sin incluir inflación) cada año”. Es decir, 8% más 5.5%, dará un total aproximado del 13.5% en aumento nominal este año. Casi más de dos veces y medio del aumento esperado de la inflación.

Los sindicatos de la UCR, quienes dicen tener tanta conciencia social como el dirigente estudiantil del Frente Amplio, ya saben bien cuál es el camino para mantener fluyendo el óleo: seguir luchando, incluso en las calles, porque el aporte del FESE siga creciendo año tras año. Saben, además, que este gobierno ha sido manga ancha con el financiamiento a las universidades estatales. Así es como esos sindicatos y líderes estudiantiles entienden la “justicia social”: unos llenarse los bolsillos de salarios desproporcionados pagados con el dinero del pueblo y los otros, los estudiantes, pagando un monto ínfimo de lo que en verdad cuesta la educación superior. En todo caso, se da la reversión perfecta de la “justicia social”: transferencia de recursos de un pueblo relativamente más pobre hacia una burocracia que es más rica y de ese mismo pueblo a niños ricos (muchos de ellos, obviamente no todos), quienes también reciben esa transferencia de pobres a ricos. ¡Que viva “mi” justicia social”!

Publicado el 07 de diciembre del 2014.