EL ESTADO INEFICIENTE-PENSIONES A CARGO DEL ESTADO Y DESIGUALDAD
Por Jorge Corrales Quesada

Con suma frecuencia hay gente que expone sus posiciones alegando que lo que los mueve a defenderlas es su pasión por la justicia social, por la cual entienden que se da una distribución igualitaria o más igualitaria de los beneficios de esas políticas.

Para demostrar que esa motivación de ciertas personas puede estar muy sesgada, es que vale la pena resaltar el hallazgo estadístico de un estudio recientemente realizado por la Superintendencia de Pensiones (SUPEN), según lo consigna La Nación del 22 de setiembre del 2014, en un comentario titulado “Hacienda financia sistema de jubilación más desigual del país: SUPEN halló gran disparidad entre pensiones incluso en un mismo fondo”.

El estudio de la SUPEN fue efectuado para cinco regímenes de pensiones diferentes: el del Magisterio Nacional, tanto el de reparto como del llamado colectivo; el de exdiputados y de Hacienda; el del Poder Judicial y el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja. Se obtuvo lo que los estadísticos y economistas conocen como curvas de Lorenz, que miden el grado de equidad del reparto entre porcentajes de una población y los recursos que perciben con pensiones.

Obviamente un esquema solidario como el de la Caja, en donde hay un tope a las pensiones y una transferencia hacia las más bajas, reflejará una mayor equidad. Este sistema, que no depende de pagos del ministerio de Hacienda, muestra la siguiente característica: el 20% de los pensionados con pagos de jubilación más altos, se lleva el 50% de los recursos y el 80% restantes de jubilados, el otro 50%.

En contraste, el sistema de pensiones de los exdiputados y el de Hacienda, el 20% de los pensionados (unas 4.000 personas) se lleva un poco más del 60% de los recursos, en tanto que el 80% restante de jubilados, se lleva el 40% de los recursos.

Asimismo, en el del Poder Judicial, un 20% se lleva algo más del 50% y el 80% de jubilados que resta, toma el otro 50% de los recursos.

Por su parte, en el régimen colectivo del Magisterio, que está conformado por relativamente pocos pensionados, un 20% se lleva un poco más del 40%, en tanto que el 80% que falta se lleva el 60% de los recursos. En tanto que el 20% del régimen de reparto del magisterio toma más del 43% del total, el restante 80% toma cerca del 57% de los fondos.

Igualmente interesante es el rango de pensiones de los diferentes sistemas. Mientras que la pensión más alta del régimen de exdiputados y de Hacienda es de ₡16.3 millones mensuales, la más baja es de ₡600 mil mensuales, en el régimen de la Caja, la pensión más alta es de ₡1.2 millones al mes y la más baja de ₡200 mil al mes. Es decir, la más alta del sistema de Hacienda y de los exdiputados es 13.5 veces más elevada que la mayor de la Caja. A su vez, la menor del sistema de Hacienda y de los diputados es 3 veces mayor que la de la Caja.

También el diferencial entre la pensión más alta del régimen de reparto del Magisterio es elevado: la más alta asciende a ₡11.2 millones al mes y la más baja es de ₡1.1 millones mensuales. Esto es, la pensión más alta del régimen de reparto del Magisterio es 9.3 veces más alta que la mayor de la Caja; asimismo, la menor pensión del régimen de reparto del Magisterio es 5.5 veces más alta que la más baja de la Caja.

Si se compara al sistema de pensiones del Poder Judicial con el de la Caja, la pensión más alta del primero es de ₡9 millones, mientras que la más baja es de ₡1.9 millones, lo cual significa que la más elevada de las pensiones del Poder Judicial es 8.3 veces más elevada que la equivalente de la Caja y la pensión menor del Poder Judicial es 9.5 veces más elevada que la menor pensión que otorga la Caja.

Lo más interesante es lo que se señala con respecto a estos sistemas desiguales de pensiones, cual es que somos los contribuyentes quienes, por medio de los impuestos que pagamos a Hacienda y que se destinan al pago de pensiones de los regímenes antes citados excepto el de la Caja, los que estamos financiando esa desigualdad. El resultado es obvio, dado que la Caja tiene un tope máximo a la pensión y el del Magisterio un sistema de aportes adicionales, en tanto que con los otros regímenes no algún mecanismo similar de autocontrol. Por ello, el Superintendente de Pensiones, don Edgar Robles, explicó al periódico “que la forma más efectiva de frenar las pensiones de lujo es imponiendo topes al monto máximo de jubilación.” Ante estas palabra es hasta aquí que llegó la proclama de solidaridad y de búsqueda de justicia social para algunos… evidentemente prefieren que seamos los contribuyentes quienes sigamos pagando los montos sabrosos que se pagan en esos sistemas de pensiones.

Publicado el 06 de noviembre del 2014