EL PAPEL DEL EMPRESARIO EN EL ANÁLISIS ECONÓMICO:
8.- EL APORTE DE SCHUMPETER

Por Jorge Corrales Quesada

El aporte de Schumpeter acerca del papel del empresario en una economía

Hemos visto cómo el empresario de Menger, Mises y Kirzner representa las fuerzas dinámicas de la economía y que, ante malos ajustes, ante desequilibrios, mediante su accionar conduce a que el equilibrio se restaure. Hayek tiene un concepto similar, sólo que, si bien hay fuerzas que impulsan al empresario hacia una condición de equilibrio, ante la posibilidades de que surja un cambio inesperado, ya había señalado acerca de “un equilibrio a largo plazo que en un mundo siempre cambiante nunca puede ser alcanzado.” (Friedrich A. Hayek, The Use of Knowledge in Society, en Friedrich A. Hayek, Individualism and Economic Order, Chicago, The University of Chicago Press, 1958, p. 101).

Para Joseph Schumpeter, por el contrario, el empresario es claramente un factor de desequilibrio; de ruptura de la armonía personificada en el equilibrio del mercado. De acuerdo con J. Patrick Gunning,

“J. A. Schumpeter fue el primer economista austriaco en desarrollar explícitamente lo que puede ser llamado una teoría de la empresariedad. En su libro de 1911 [La Teoría del Desarrollo Económico] esclareció el concepto de empresario, mediante el contraste de su imagen en una economía real de mercado con la de un equilibrio general estático. Schumpeter expuso que esta última contenía el elemento de interacción económica, pero no el de invención ni de innovación (‘el llevar a cabo nuevas combinaciones’). Él utilizó el término empresariado para representar estas actividades.” (J. Patrick Gunning, “The theory of entrepreneurship,” en Willem Keizer, Bert Tieben y Rudy van Zijp, editores, Austrian Economics in Debate, New York: Routledge, 1997, 178. Los paréntesis cuadrados son míos.)

El concepto de destrucción creativa está asociado con el nombre de Schumpeter. De acuerdo con esta teoría, el empresario se convierte en un elemento que altera el equilibrio existente en un cierto momento dado, en donde las acciones y planes individuales son compatibles. Como en dicha instancia de equilibrio general no existen utilidades, pues éstas, en términos de Mises, resultan sólo de la existencia de un desequilibrio, no se dan incentivos para que el empresario, en una situación de equilibrio, actúe ante un reconocimiento o descubrimiento de nuevas oportunidades. Pero tratará de crear nuevas oportunidades (ganancias) mediante la innovación en nuevos productos y métodos de producción. El empresario-que-actúa ante la existencia de utilidades de Mises, es sustituido por el empresario Schumpeteriano, creador de oportunidades de ganancias. A diferencia del empresario de Mises, quien descubre y actúa ante las nuevas oportunidades indicadas por la existencia de ganancias, el empresario Schumpeteriano crea las nuevas oportunidades, mediante la puesta en marcha de innovaciones; esto es, nuevas combinaciones de recursos, tanto en el caso de productos como de procesos productivos. Esas nuevas oportunidades creadas por el empresario, dan lugar a una disparidad entre los planes iniciales previos en equilibrio de los diferentes individuos, lo cual genera para el empresario innovador la oportunidad de obtener ganancias.

Otra diferencia que hay entre el empresario de Mises (así como del empresario de Kirzner) y el de Schumpeter radica en que, en tanto que el primero puede ser cualquier actor en la economía, pues posee como característica esencial y, a la vez, asequible en mayor o menor grado a cualquiera, el atributo de estar alerta ante posibilidades de lograr ganancias, el empresario Schumpeteriano es muy peculiar. Swedberg lo describe de la siguiente manera:

“La empresariedad, en breve, representa un tipo muy especial de cambio económico –más precisamente una forma de cambio que consiste de una nueva combinación que es trasladada a la realidad por un líder. Todos los otros cambios en la economía carecen de un elemento dinámico y son fundamentalmente pasivos, Aquí, como en todo lado, el Hombre de Acción es separado de la Persona Estática, por un vacío cuyo puente es inexistente.” (Richard Swedberg, Rebuilding Schumpeter’s Theory of Entrepreneurship, conferencia acerca de Marshall, Schumpeter y la Ciencia Social en la Universidad Hitotsubashi, Japón, 17 y 18 de marzo del 2007, p. 11).

Este contraste (al que se refiere y transcribe Swedberg, Ibídem, p. 26) entre el empresario al cual llama Hombre de Acción y lo que se denomina como la Persona Estática, lo presentó Schumpeter en el siguiente cuadro comparativo:

“El Hombre de Acción: La Persona Estática:
Dinámico Estático
Rompe de un equilibrio Busca un equilibrio
Hace lo que es nuevo Repite lo que ya ha sido hecho
Activo, energético Pasivo, baja energía
Líder Seguidor
Reúne nuevas combinaciones Acepta las formas existentes de hacer las cosas
No siente resistencia interna al cambio Siente fuerte resistencia interna al cambio
Batalla contra la resistencia a sus acciones Siente hostilidad por las nuevas acciones de otros
Efectúa una elección intuitiva entre una Efectúa una elección entre alternativas
multitud de nuevas alternativas existentes
Es motivado por el poder y la alegría de la creación Es motivado exclusivamente por las necesidades y
se detiene cuando éstas son satisfechas
No dispone de recursos, pero pide prestado en un banco No dispone de recursos y no tiene usos para
nuevos recursos”

Si bien el empresario es tan actor como el de Kirzner, el empresario de Schumpeter tiene como característica esencial su posibilidad destructora de la situación vigente, pero que, a la vez, es creadora, entendida ésta, no por la disponibilidad de información acerca de invenciones y descubrimientos, que es algo relativamente fácil de obtener, sino por su voluntad y capacidad de convertir ideas novedosas en innovaciones concretas que lleva a cabo. El empresario de Schumpeter es el actor del proceso de Destrucción Creativa.

De acuerdo con Schumpeter,

“La apertura de nuevos mercados, extranjeros o domésticos, y el desarrollo de organizaciones, desde fábricas artesanales a consorcios como la U. S. Steel, ilustran el mismo proceso de mutación industrial –si se me permite usar un término biológico- que incesantemente revoluciona desde adentro a la estructura económica, incesantemente destruyendo la vieja e incesantemente creando una nueva. Este proceso de Destrucción Creativa es el hecho esencial del capitalismo.” (Joseph A. Schumpeter, Capitalism, Socialism and Democracy, New York: Harper, 1942, p. 83.)

En su objetivo de lograr explicar cómo es que se produce el desarrollo económico, Schumpeter enfatiza que surge del cambio que se da a partir de una situación de equilibrio, cambio que surge desde adentro de la economía, iniciado por el empresario que innova mediante nuevas combinaciones de recursos. La innovación se puede dar mediante la introducción de nuevos bienes o de una nueva calidad de los ya existentes o bien mediante la incorporación de nuevas tecnologías de producción, la apertura de nuevos mercados, la conquista de una nueva fuente de recursos o la creación de una nueva organización, con nuevos métodos administrativos o de distribución. Al así hacerlo, destruye la situación inicial de equilibrio, pero luego se llega a una nueva situación de equilibrio, que también estará sujeta a las mismas o similares fuentes de cambio antes citadas.
En el empresario Schumpeteriano se destaca la virtud del liderazgo, que permite que se salga de la rutina de la economía y que dé lugar a una nueva combinación de factores que sustituya la previa. Esto es, no sólo crea la disrupción en los mercados, sino que es también el que logra hacer las cosas nuevas. Se trata de unos individuos especiales, con la intuición necesaria para detectar las posibilidades de innovar, pero también que disponga de la capacidad de hacer que las nuevas combinaciones de recursos funcionen mejor, que las anteriores desplazadas.

Estas características son bien descritas por Ebner, quien resalta al empresario Schumpeteriano como el agente del cambio económico, que impulsa el progreso, el crecimiento y el desarrollo económico. Según Ebner,

“Schumpeter trata la innovación como la fuerza interna del cambio evolucionario discontinuo, llevado a cabo por medio del liderazgo empresarial. En efecto, el empresario Schumpeteriano deberá reflejar el impacto del liderazgo basado en la acción recíproca de la imaginación y la creación, identificada como la fuente endógena más relevante de todo cambio socio-cultural, en general, y del desarrollo económico, en particular (Joseph Schumpeter, Theorie der wirtschaftlichen Entwicklung, Berlin: Dunckerund Humblot, 1912, p. 124n). El papel del liderazgo empresarial se deriva de la disrupción innovadora de las rutinas del flujo circular, cuando la novedad es impuesta sobre la mayoría de los agentes económicos (Ibídem, p. 185n). Efecto del liderazgo empresarial surge una agrupación de innovaciones, pues las pioneras amplían las oportunidades para que haya nuevas empresas (Joseph Schumpeter, Business Cycles: A Theoretical, Historical and Statistical Analysis of the Capitalist Process, 2 vols., New York: McGraw-Hill, 1939, p. 100n).” (Alexander Ebner, Hayek on entrepreneurship: competition, market process and cultural evolution, en Jürgen G. Bachaus, editor, Entrepreneurship, Money and Coordination, Northampton, Mass.: Edward Elgar, 2005, p. 134). (Los paréntesis en el texto son del autor del artículo).

Ciertamente la nueva combinación es solo temporalmente exitosa, pues el proceso de destrucción creativa es un fenómeno constante. Una vez que el empresario creador logra una combinación exitosa, innovadora, muy posiblemente será imitado por otros, con lo cual los mercados convergerán a un nuevo equilibrio… hasta que surja, como es inminente, otra innovación destructora y, a la vez, creadora de una nueva y mejor combinación.

Pero en el proceso de destrucción creativa, debido a que, una vez que el empresario en busca de utilidades ha innovado, pronto será seguido en ello por imitadores,

“No podemos determinar, a priori, si es que la imitación empresarial inicialmente empuja los mercados aún más lejos del equilibrio o si la imitación brinda un proceso inmediato de regreso al estado de equilibrio general…Sugiere Schumpeter que, una vez que el equilibrio es conmocionado, puede bien representar un período de inestabilidad antes de que el nuevo equilibrio, en sí potencialmente inestable, regrese a un estado de equilibrio general… Schumpeter nunca se preocupó por mostrar cómo se revierte a sí mismo el proceso…” (David Prichytko, Was Schumpeter an Austrian?, puesto en el sitio Coordination Problem el 30 de marzo del 2009.)

Publicado en el sitio de ASOJOD el martes 26 de junio del 2012.