2002-11-27 LIBRO DEL MES DE DICIEMBRE DEL 2002

Stephen Moore y Richard Noyes, editores, "Dollars and Nonsense; Correcting the
News Media Top Economic Myths" (Alexandria, Virginia: Media Research Center,
2001).

En los Estados Unidos existe el Centro para Investigación de los Medios (Media
Research Center), el cual tiene como uno de sus objetivos tratar de "corregir
concepciones erradas en los medios de comunicación acerca de la libre empresa" y
proveer "la verdad acerca del sesgo que existe en los medios de comunicación del
sistema ["establishment"] contra la libertad de empresa."

Resulta interesante destacar algunos de los encabezados que han aparecido en
importantes medios de comunicación en los Estados Unidos y que, en opinión del
autor del capítulo introductorio, Stephen Moore, constituyen ejemplos de carencia
de sentido (el que hayan aparecido en los Estados Unidos, no significa que no
exista un paralelo en nuestro país: en ambos se cuecen habas):

· La economía crea un número récord de nuevos empleos; el reporte causa serias
preocupaciones en Wall Street.
· Aumentan los salarios; los economistas advierten acerca de un resurgimiento de
la inflación.
· Se dispara el gasto de los consumidores: el Banco Central de los Estados
Unidos (Fed) se preocupa por un recalentamiento de la economía.
· Alza en el dólar tiene nerviosos a los economistas sobre un déficit en el
comercio internacional.
· La caída en el dólar es un signo bienvenido de que una economía tórrida se
está enfriando.
· Descenso en el crecimiento del sector manufacturero puede permitir al Banco
Central (Fed) mantener bajas las tasas de interés.
· La venta de nuevas viviendas cae a su nivel más bajo en cinco años; analistas
se sienten aliviados al ver ahora un aterrizaje suave de la economía.
· Recortes tributarios podrían hacer más daño que bien a la economía de los
Estados Unidos.

Como observarán, algunos de estos titulares nos "parece" que tienen sentido, de
manera que resulta interesante ver lo que este pequeño librito nos comenta al
respecto. Pero, antes de mencionar los breves ensayos de destacados economistas
que la obra contiene, vale la pena plantearse una pregunta que se hace Moore:
¿Qué es lo que explica la mitología económica que en estos días pasa por ser
noticia? Un factor que él señala es una especie de mentalidad de horda que se
observa entre periodistas (dicho sea con todo respeto), puesto que ideas
claramente erradas son sumamente extendidas, pero la culpa suele recaer en los
propia profesión de los economistas, en mucho porque no han sabido enseñar las
lecciones universales básicas de esa disciplina.

Es por ello que esta publicación se propone "proveer algunas directrices
prácticas que ayuden a reporteros y editores de medios escritos, radiofónicos y
de televisión, para que mejoren su cobertura de la economía moderna de los
Estados Unidos" (y de Costa Rica también).

Moore señala la existencia de cuatro categorías de error periodístico en las
cuales caen esos mitos. A una de ellas la denomina "un sesgo poderoso hacia el
pesimismo," en que el problema radica, no en que las noticias no sean cubiertas,
sino que son distorsionadas, de manera tal que destacan el lado malo de noticias
buenas. En respaldo de esta categoría, cita la apreciación (estén o no Ustedes
de acuerdo con ella) del destacado periodista Michael Prowse, del diario
londinense Financial Times, quien dijo una vez que "Los Estados Unidos tenían una
reputación peor que la que se merecen. La televisión comercial y el cine
presentan una imagen grotescamente distorsionada de la vida moderna en los
Estados Unidos. La tendencia de los extranjeros de golpear a este país se ve
estimulada por la misma apertura de la sociedad, la cual asegura que cualquier
vicio posible -que va desde la corrupción política hasta las bajas calificaciones
logradas en los exámenes escolares- es mostrado en un desfile por todo el mundo.
Otros países tratan de esconder sus pecados en el interés del progreso. Los
gringos toman un gran deleite en exponer los suyos."

La siguiente categoría es bautizada por Moore como "una confianza excesiva en
fuentes no confiables". Dice que el problema no es solamente que se acude a
personas que tienen pocos resultados en su haber ("track records") sino que
también se accede a expertos falsos en lo que concierne a la cobertura de temas
tales como el medio ambiente, la población, la escasez de recursos y la
producción mundial de alimentos. Moore cita, como ejemplo, la referencia que se
suele hacer de un artículo escrito en 1981 por Lester Brown, del Worldwatch
Institute, en el cual afirma que "se acabó el período en que había seguridad en
la oferta mundial de alimentos. Al continuar presionando la demanda contra la
oferta, inevitablemente los precios reales de los alimentos aumentarán," cuando
lo cierto ha sido que más bien han bajado los precios reales de los alimentos.
Otro caso de malos expertos frecuentemente usados por los periodistas, al cual se
refiere Moore, es el de Paul Ehrlich, quien una vez dijo que "la batalla por la
humanidad se había terminado. Cientos de millones de personas se van a morir de
hambre." Esto me trae a colación la famosa predicción (entre otras similares)
hecha en los años sesentas por el Club de Roma, el cual dijo que en el año 2000
el precio del barril de petróleo excedería a los $100, afirmación que en su
momento aparecía hasta en la sopa de los medios y que hoy han dejado en el
olvido, no por lo grotesco de tal aseveración, sino porque ya no es una noticia
que impacte.

La tercera categoría la denomina Moore como "un sesgo en favor del
intervencionismo gubernamental." Dice que los periodistas generalmente acuden a
preguntar a los burócratas en Washington sobre cómo resolverían ellos los
problemas, ya sean reales o imaginarios, al tiempo que dejan de lado las
opiniones de personas que no creen en el intervencionismo gubernamental, quienes
usualmente son vistos como retrógrados o caarentes de compasión. En el campo
internacional, cuando los medios cubren a otras naciones, suelen hacer énfasis en
su fe en los resultados positivos de la actividad del estado y de la poca
confianza que tienen en los mercados libres. El autor pone como ejemplo de ello
un comentario en la CNN de su reportera estrella Christiane Amanpour, diez años
después de la caída del socialismo soviético, quien en 1999 dijo: "muchos están
diciendo que el capitalismo desenfrenado que siguió al comunismo ha desatado la
miseria sobre ciudadanos quienes previamente habían tenido satisfechas todas sus
necesidades sociales, especialmente en la antigua Unión Soviética." Moore señala
que "el fracaso de los medios para explicar rutinariamente las deficiencias y las
consecuencias no previstas de la intervención del estado posiblemente se
catalogue como uno de los mayores pecados por omisión de nuestros tiempos."

La última categoría de Moore, en la cual encajan los mitos económicos usualmente
perpetuados por los medios, es "un fracaso en captar las nuevas reglas de la
economía en la era de la información." Aquí yo difiero del autor en cuanto a
enfatizar que los periodistas (así como muchos economistas) no se han dado cuenta
que las viejas reglas de la economía han cambiado. Por el contrario, considero
que las reglas siguen siendo básicamente las mismas, si bien algunas
instituciones han evolucionado.

Finalmente, el autor deja a los reporteros siete sencillas reglas que les
permitirían entender lo que Moore denomina como una nueva economía (en mi
opinión, no se trata de nada nuevo, puesto que muchos economistas y pensadores ya
las habían señalado mucho tiempo atrás):

· "la inflación es siempre y en todo lado un fenómeno monetario," es una
sencilla regla de política monetaria acuñada por Milton Friedman hace unos
cuarenta años y que hoy en día tiene más validez que nunca.
· Los salarios aumentan al aumentar la productividad.
· Cuando usted le pone impuestos a algo, obtiene menos de ello; cuando usted
grava menos a algo, obtiene más de eso.
· Una moneda fuerte es signo de una economía fuerte.
· Eso de déficit comercial no tiene sentido.
· El crecimiento económico es algo bueno (No existe tal cosa como una curva de
Phillips por la cual se puede optar entre inflación y crecimiento).
· Los mercados funcionan: el modelo de planificación central es un fracaso.

A continuación se indican los breves y diferentes ensayos, que el libro denomina
como "Mitos de los Medios", así como quienes son sus autores:

· Capítulo 1: "El gasto y los déficit gubernamentales estimulan a la economía",
por Milton Friedman (Premio Nóbel en Economía).
· Capítulo 2: "El crecimiento económico causa inflación", por Lawrence Kudlow
(Comentarista de asuntos económicos para la CNBC).
· Capítulo 3: "La reducción de impuestos siempre ocasiona un descenso en las
recaudaciones tributarias", por Arthur Laffer y Stephen Moore (Laffer fue asesor
del Presidente Reagan y Moore es miembro del Instituto Cato).
· Capítulo 4: "Los déficit en el comercio internacional son malas noticias para
la economía de los Estados Unidos", por Brian Wesbury (Autor del libro "The New
Era of Wealth", editado por McGraw-Hill)..
· Capítulo 5: "Hay mucha gente y pocos recursos naturales", por Nicholas
Eberstadt (Miembro del Centro para Estudios sobre Población y Desarrollo de la
Universidad de Harvard).
· Capítulo 6: "Los Estados Unidos deberían ser más como Europa", por William A.
Niskanen (Presidente del Instituto Cato).
· Capítulo 7: "Una clase media en proceso de desaparición", por W. Michael Cox
(Vicepresidente del Banco de Reserva Federal de Dallas).
· Capítulo 8: "La desregulación daña a los consumidores", por Robert W. Crandall
(Miembro del Instituto Brookings).
· Capítulo 9: "Los Estados Unidos están sufriendo de una crisis de insuficiencia
de ahorros", por William G. Gale (Miembro del Instituto Brookings).
· Capítulo 10: "¿Por qué los economistas estadounidenses no pueden predecir el
futuro?", por David Hale (Economista principal del Zurich Group).

Posiblemente con la lectura de estos breves ensayos Ustedes terminarán por estar
en descuerdo con algunos de los aspectos allí tratados (tal vez yo no tanto),
pero ciertamente les obligará a pensar, lo cual es siempre muy conveniente.

A quienes tengan interés en leer este libro de Moore y Noyes, con gusto se los
puedo prestar con carácter devolutivo. Para ello, ya saben cómo y adónde se me
localiza. Además, continúan a su posible disposición los siguientes libros del
mes que han sido objeto de comentario en palestra:

Febrero, 2002: David Henderson, "The Changing Fortunes of Economic Liberalism:
Yesterday, Today and Tomorrow"
Marzo, 2002: Roger Garrison, "Time and Money: The Macroeconomics of Capital
Structure"
Abril, 2002: Paul Collier and David Dollar, "Globalization, Growth and Poverty:
Building an Inclusive World Economy"
Mayo, 2002: David Conway, "Classical Liberalism: The Unvanquished Ideal"
Junio, 2002: Lawrence E. Boland, "The Foundations of Economic Methodology"
Julio, 2002: Gary Becker y Guity Nashat Becker, "The Economics of Life"
Agosto, 2002: Xavier Salá-i-Martín, "Economía Liberal para no Economistas y no
Liberales"
Setiembre, 2002: Geoffrey E. Wood, editor, "Explorations in Economic Liberalism:
The Wincott Lectures"
Octubre del 2002: James Bovard, "Freedom in Chains: The rise of the sate and the
demise of the citizen"
Noviembre del 2002: David Boaz, "Toward Liberty: The Idea That is Changing the
World".


Jorge Corrales Quesada