2002-04-01 EL LIBRO DEL MES DE ABRIL DEL 2002

De Paul Collier y David Dollar, "Globalization, Growth, and Poverty: Building an
Inclusive World Economy", una publicación conjunta del Banco Mundial y la Oxford
University Press, 2002. Traduzco a continuación el preámbulo escrito por el
Vicepresidente y economista principal del Banco Mundial, Nicholas Stern, quien
además supervisó la obra. Los paréntesis cuadrados son míos. Este libro, en
idioma inglés, también puede ser bajado del siguiente sitio:

http://econ.worldbank.org/prr/struct...77&st=&sd=2857

"La globalización -la integración creciente de las economías y de las sociedades
alrededor del mundo- es un proceso complejo que afecta muchos aspectos de
nuestras vidas. El ataque terrorista a los Estados Unidos el 11 de setiembre
[del 2001] fue uno de los aspectos de la globalización. El crecimiento rápido y
la reducción de la pobreza en China, India y otros países que fueron pobres hace
20 años es otro aspecto. El desarrollo de la internet y la más fácil comunicación
y transporte alrededor del mundo son un tercer aspecto. La extensión del SIDA es
parte de la globalización, tal como lo es el desarrollo acelerado de tecnologías
que posibilitan extender la vida. Algo tan complejo no puede ser analizado en
un solo libro y nuestro objetivo es más humilde que examinar todos los aspectos
de la globalización. El enfoque de nuestra investigación es el impacto que tiene
la integración económica sobre los países en desarrollo y especialmente sobre los
pobres que viven en esas naciones. Cerca de una quinta parte de la población del
mundo vive con menos de $1 al día y eso es inaceptable en un mundo con tal
abundancia. Las preguntas claves que formulamos son si la integración económica
ayuda a reducir la pobreza y cómo puede hacerlo más efectivamente.

Nuestra investigación rinde tres hallazgos principales que tienen que ver con
debates actuales sobre políticas acerca de la globalización. En primer lugar,
países pobres, con alrededor de 3 billones de personas, han irrumpido en los
mercados globales de manufacturas y servicios. Mientras que hace 20 años la
mayoría de las exportaciones de los países en desarrollo era de bienes primarios,
ahora predominan las manufacturas y los servicios. Esta integración exitosa
generalmente ha ayudado a reducir la pobreza. Ejemplos pueden encontrarse en las
provincias de China, en los estados de India y en países como Bangladesh y
Vietnam. Los 'nuevos globalizadores' han experimentado una reducción de la
pobreza en gran escala: durante los años noventas, el número de sus ciudadanos
que estaban en la pobreza declinó en 120 millones. La integración no habría sido
posible sin una gama amplia de reformas domésticas que cubren la gobernabilidad,
el clima de inversión y la provisión de servicios sociales. Pero también
requirió de la acción internacional, que proveyó acceso a los mercados externos,
tecnología y ayuda.

El segundo hallazgo tiene que ver con la inclusión tanto entre países como a lo
interno de ellos. Una de las tendencias globales de las dos últimas décadas que
mayor perturbación causa es que países con cerca de 2 billones de habitantes
están en peligro de quedar marginados de la economía mundial. Los ingresos en
estos países han estado cayendo, la pobreza ha estado creciendo y hoy día
participan menos en el comercio [mundial] en comparación a como lo hicieron hace
20 años. En el extremo, algunos de estos son estados fracasados, tales como
Afganistán o la República Democrática del Congo. El mundo tiene un gran interés
en juego para así ayudar a estos países a integrarse a la economía global y
nosotros destacamos un rango de medidas que podrían facilitarla y conducir a una
mayor inclusión de países en la globalización contemporánea. Estas medidas
oscilan desde un mejor acceso a los mercados de los países ricos hasta mayores
volúmenes de ayuda externa, pero mejor administrada.

Dentro de los países que han tenido éxito en irrumpir en los mercados globales
de manufacturas, la integración, típicamente, no ha conducido a una mayor
desigualdad en los ingresos. Sin embargo, en la globalización existen tanto
ganadores como perdedores. Tanto los dueños de firmas como los trabajadores en
sectores protegidos es posible que pierdan por la liberalización y a causa de la
existencia de una economía más competitiva, mientras que los consumidores y
aquellos quienes encuentren trabajo en las nuevas empresas, estarán entre los
ganadores. Es importante contrarrestar los riesgos de pérdida por medio de la
protección social y tales medidas pueden ser financiadas [affordable] en el
contexto de las ganancias económicas que están experimentando los nuevos países
globalizadores.

Un tercer tema tiene que ver con la estandarización u homogeneización. Encuestas
en diversos países revelan ansiedad acerca de que la integración económica
conducirá a una homogeneización institucional o cultural. Sin embargo, las
sociedades que ya están plenamente integradas a la economía global difieren
enormemente. Entre las naciones más ricas, Japón, Dinamarca y los Estados Unidos
son cada una muy diferentes en términos de cultura, instituciones, políticas
sociales y desigualdad. Entre los países globalizadores en desarrollo, es también
impactante que países como China, India, Malasia y México hayan tomado rutas
diversas hacia la integración y permanecen con características muy propias en
términos de cultura e instituciones. La diversidad puede ser algo más robusta de
lo que popularmente se imagina. Sin embargo, algunos desarrollos recientes en el
intercambio global y en el régimen de inversiones están empujando a los países
hacia una estandarización indeseable. Es importante que los acuerdos de comercio
global y de inversión respeten las libertades de los países, en un rango de áreas
que van desde los derechos de propiedad intelectual, bienes culturales y
protección del medio ambiente, hasta políticas sociales y estándares laborales.
La globalización no necesita de la homogeneización y es importante que la
diversidad sea respetada en los acuerdos internacionales. Existe también el
peligro real de que la imposición de estándares globales pueda ser usada como la
excusa para que resurja el proteccionismo en los países ricos.

En resumen, la integración económica global ha ayudado a reducir la pobreza y no
deberá ser echada atrás. Pero la economía mundial podría ser más incluyente: el
crecimiento de los mercados globales no deberá continuar dejando de lado a 2
billones de personas. Las naciones ricas pueden hacer mucho, tanto a través de
ayuda como con políticas comerciales, para ayudar a que los países actualmente
marginados ingresen en el camino de la integración, el cual ya ha probado ser tan
efectivo para los nuevos globalizadores.