2011-11-29-QUÉ MONTÓN SE REDUJO

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¡QUÉ MONTÓN SE REDUJO!


Publicado en el sitio de ASOJOD el 29 de noviembre del 2011.

Este domingo se terminó de cocinar el presupuesto de gastos de este gobierno para el 2012. El resumen es muy sencillo: La reducción acordada por la Asamblea Legislativa a dicho presupuesto gubernamental ascendió a ¢25.000 millones. El presupuesto que inicialmente presentó el gobierno era de ¢5.900.000 millones. Es decir, la rebaja acordada equivale a un 0.004%; esto es, un 0.40% de un 1% del presupuesto en mención. Ese es el monto que, con el voto de Liberación en contra de esa reducción y el cual es lo importante para mi argumentación, el gobierno se ha visto obligado a aceptar.

Por otra parte, el paquete tributario disfrazado de solidaridad que dicho gobierno pretende que se apruebe, con el apoyo del voto del PAC, se ha estimado que ascenderá a un 2.5% del Producto Interno Bruto del 2012. Como éste se ha calculado en ¢22.674.334.9 millones, aquel 2.5% equivale a ¢566.858.4 millones de recaudación de gravámenes esperada con la aprobación del paquetazo.

Si comparamos lo que el gobierno espera lograr de nuevos impuestos con el paquete, se nota que la rebaja del gasto presupuestado de ¢25.000 millones aprobada el domingo 27 de noviembre, es apenas de, aproximadamente, un 4,4% del total de la recaudación que el gobierno espera lograr con su propuesta tributaria.

En términos del valor de lo que se espera produzcamos de bienes y servicios finales en la economía del país en el 2012 (mejor conocido como el PIB), mientras que el gobierno con su paquete de impuestos piensa obtener un 2.5% de aquél, lo que sufre de rebajo por la decisión de la Asamblea Legislativa es de tan sólo un 0.011% del PIB; esto es, un poquito más de una décima de un 1% del PIB. Y aún así los diputados del gobierno se han opuesto a ese “enorme sacrificio” que se ven obligados a hacer por la decisión de los diputados de esta Asamblea.

Ante esta rodada pretendida, los diputados libertarios en buena hora se avisparon y votaron en contra -sí, en contra- de la reducción del gasto público, no por las razones de Liberación, que se opone a cualquier rebaja que alguien proponga, sino por ser la rebaja acordada ridículamente baja, como lo muestran estos números.
La avaricia de los diputados liberacionistas, de ni siquiera aceptar la más mínima reducción de su presupuesto de gastos, los muestra tal como son: redomados y arrogantes gastones de fondos públicos, que sólo piensan en sacarle la plata a los ciudadanos que trabajan muy duro para generar sus ingresos, para simplemente gastarla como si nada costara ganársela.

Y claro no tarda en aparecer el que dice verlo todo, quien en realidad se hace como el que no ve nada, ni siquiera los números, cuando nos dice “que han aparecido en el escenario nacional legiones de abanderados de los pobres ‘contra la voracidad fiscal’… almas pías angustiadas por la condición de los pobres”, como si no fueran aquellos autollamados solidarios tributarios, aunque tan sólo sean “asesores”, los que dicen siempre actuar en el nombre de “los pobres”… quienes son los que en verdad terminan pagando, al final de cuentas, toda la alzada de impuestos, ya sea con mayor inflación o menor empleo.

Y para remachar, alguien quien sí siempre se ha preocupado por “los pobres”, el diputado Villanueva, jefe de fracción de Liberación, ya nos anunció que apenas tenga chance nos impondrá un nuevo presupuesto, sólo que uno extraordinario (tal vez cuando reconquisten el directorio legislativo), de forma que les permita cubrir lo que ahora quedó descubierto… pues esos ¢25.000 millones, que hay que gastarlos a como dé lugar.

La bola está en la cancha del PAC, ahora que se deben haber dado cuenta, al quedar al descubierto el juego de Liberación una vez que ya ha obtenido la vía rápida para la aprobación del paquetazo de impuestos, de que su intención de reducir el gasto era sólo por una bicoca, una insignificancia, una nimiedad, en comparación con lo que obtendrían si logran que se apruebe el monto de impuestos que se cargaría sobre los hombros de los ciudadanos.

¿Acaso valdrá de consuelo para el PAC lograr un rebajita de ¢25.000 millones, a cambio de un aumento de los impuestos por ¢566.858.4 millones? La lógica me inclina a decir que no, pero eso está por verse: si es que Liberación los agarra otra vez de buenazos, una vez que ya logró de ellos que le aprobaran la vía rápida, pues claramente ha mostrado y muestra que no está dispuesto a que se reduzca el gasto estatal en nada o casi nada. Sólo lo que les entre y nada de poner orden en el exceso de gasto: ese es su mantra.