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Tema: Artículos publicados en "Diario Extra"

  1. #1

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    Última edición por Elisa; 24/06/2015 a las 08:42

  2. #2
    2008-01-02- LA RECIENTE DECISIÓN DEL BANCO CENTRAL

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    LA RECIENTE DECISIÓN DEL BANCO CENTRAL


    La Extra, 02 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 17-18.

    Es importante que el costarricense entienda a plenitud el significado económico de la reciente decisión del Banco Central, pues potencialmente tiene y tendrá importantes impactos sobre los ingresos familiares, y también porque en torno a ella se han externado opiniones no muy exactas.

    ¿En qué consistió la decisión reciente del Banco Central sobre nuestro marco cambiario? Se tenía un régimen llamado de banda cambiaria dentro de la cual oscilaría el tipo de cambio según variaran la oferta y la demanda de dólares (o de divisas). Pero resulta que, en los últimos tiempos, el tipo de cambio del colón con respecto al dólar se había apegado al límite inferior de dicha banda, lo cual obligaba al Banco Central a adquirir dólares en el mercado para que el tipo de cambio no cayera por debajo del límite preestablecido para la banda cambiaria.

    Ello ocasionaba que el Banco Central emitiera muchos colones, lo cual alimentaba una inflación que había sido muy superior a la esperada por los costarricenses y también por el Banco Central. El problema radicaba en que el colón estaba subvaluado (o sea, el dólar estaba sobrevalorado) o, lo que es lo mismo, que, en comparación, en el país había muchos más dólares que colones, al tipo de cambio antes existente (alrededor de ¢520 por dólar). La señal que en ese momento mandaba el mercado era muy clara: el colón estaba subvaluado y se requería, para restaurar el equilibrio, de su revaluación. Es decir, que quienes recibían su salario en colones estaban siendo pagados menos que lo que valían en términos de dólares y, a la vez, que quienes recibían sus ingresos en dólares, estaban recibiendo más colones de la cuenta.

    Algunos especularon a que, en vez de una revaluación del colón, a corto plazo más bien se devaluaría, con lo cual perdieron mucha plata con el ajuste que el Banco Central practicó a la banda cambiaria. Otros ganaron ante una creencia en contrario, creencia sustentada en la realidad cambiaria de la economía. Lo que tal vez sorprendió fue que el Banco Central tomó la medida en diciembre, en vez de hacerlo en enero, como algunos estimábamos, pero lo cierto es que, más bien, se había demorado mucho tiempo en tomar la medida correcta, cual era revaluar el colón.

    ¿Qué cabe esperar por ahora? En primer lugar, ser vigilantes del comportamiento del Banco Central; que, por ejemplo, no se le vea intervenir significativamente para impedir otra revaluación del colón, lo cual al momento parece indicar el mercado. En segundo lugar, no hacer loco procediendo a cambiar monedas para evitar una nueva pérdida, sino decidir concientemente de que se está tomando un albur y que las transacciones entre monedas tienen un costo (la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de la divisa). En tercer lugar, observar lo que va suceder con las tasas de inflación entre Costa Rica y, principalmente, los Estados Unidos. En cuarto lugar, tener presente el comportamiento del crecimiento de la economía norteamericana y los posibles impactos que pueda tener en los influjos de inversión extranjera en el país, así como de las tasas de interés. En síntesis, lo que pueda ir pasando con las ofertas y las demandas de divisas y de los colones. El tema debe ser tratado con mucho cuidado y la prudencia al actuar es buena consejera.

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    2008-01-08-LA SEGURIDAD CIUDADANA

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    LA SEGURIDAD CIUDADANA


    La Extra, 08 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 19-20.

    Hace más de doscientos años Adam Smith escribió una de las obras más importantes del pensamiento occidental, La Riqueza de las Naciones. Este libro no sólo sentó las bases del pensamiento económico moderno –algunos la consideran el primer libro de Economía- sino que también, basado en la observación de la vida ordinaria del pueblo inglés, describe cómo una nación puede desarrollar su economía. La clave el éxito radica no en la acción interventora por doquier del Estado, sino todo lo contrario: éste debe limitarse a realizar ciertas funciones esenciales para que la acción libre de los individuos, al buscar su propio beneficio, redunde en el máximo beneficio para todos nosotros.
    Para Smith, el Estado debe llevar a cabo tres funciones básicas dictadas por el sentido común. Primero, proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes; esto es, la defensa externa. Segundo, proteger en lo posible a cada miembro de la sociedad de la injusticia y la opresión por parte de cualquier otro miembro de esa sociedad; es decir, establecer la administración de la justicia. Y tercero, erigir y mantener ciertas obras públicas e instituciones que a los individuos no les interesa llevar a cabo.

    Aprovecho estas reflexiones esenciales de Adam Smith para referirme a lo que considero es el abandono más notorio que el Estado costarricense ha hecho de sus funciones esenciales: la de proteger a la ciudadanía de la violencia que otros ciudadanos puedan ejercer contra todos nosotros. En sencillo, el ciudadano está desprotegido ante el crimen y la delincuencia que azotan al país. Lo más preocupante es que la lucha contra la delincuencia en nuestro país parece ir en declive, mientras uno observa que el Estado costarricense se nos aparece hasta en la sopa, pretendiendo realizar más y más tareas, muchas nuevas y diferentes, en donde diversos grupos de interés se movilizan para que ese Estado realice funciones que les beneficien particularmente, pero que sean costeadas por toda la ciudadanía.

    No hace mucho tiempo escuché a una prominente diputada señalar que la onda de criminalidad en el país era una invención de los medios de comunicación, pero lo cierto es que los hechos han demostrado todo lo contrario (y creo que esa misma diputada ha ido cambiando su equivocación original): somos muchísimos los ticos que hemos sido golpeados por la delincuencia, ya sea directamente o nuestros familiares, de las maneras y formas más diversas. Pero el Estado costarricense, en vez de destinar más recursos para darnos seguridad, y no destinarlos a cosas menos importantes, simplemente parece que se queda mirando para el ciprés, al tiempo que crece la delincuencia y no actúa para frenarla con la urgencia requerida.

    Es posible que la seguridad sea un asunto de todos, pero cuando se carece de una buena administración de la justicia, es poco lo que puede progresar un pueblo. Al observar cómo otras naciones sufren aún más en este sentido y cómo sus ciudadanos emigran o no invierten en nuevas actividades económicas debido al auge de la delincuencia, no queda sino llamar la atención a los gobernantes para que cumplan con esa función esencial que debe llevar a cabo el Estado, la de protegernos ante el crimen, en vez de meterse en cuanta otra cosa se le vaya ocurriendo.

  4. #4
    2008-01-10-MÁS Y MÁS COMERCIO INTERNACIONAL

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    MÁS Y MÁS COMERCIO INTERNACIONAL


    La Extra, 10 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 21-22.

    Hace más de 200 años Adam Smith demostró cómo los países aumentaban su bienestar gracias a la especialización en su producción y al intercambio comercial entre los países. Con éste se consiguen bienes más baratos. De haber barreras al comercio, los países se especializarán menos, elevando los precios domésticos y los consumidores nacionales empeorarán. Las preguntas, entonces, son, si el comercio internacional es algo tan bueno, ¿por qué no hay más de él? Si, en la actualidad, las exportaciones mundiales equivalen a más o menos el 25 por ciento del valor del producto mundial, ¿qué factores impiden que el comercio entre naciones sea mucho mayor?
    Para responder, debe considerarse dos tipos de costos en el comercio internacional. Unos relacionados con la existencia de fronteras, tales como impuestos a la importación, cuotas y papeleo en las aduanas, además de los que tienen que con diferencias entre países, como monedas, idiomas y leyes sobre la vigencia de contratos. Por otra parte, hay otros costos que tienen que ver con el transporte de los bienes, como son todo tipo de fletes y el tiempo que toma trasladarlos de un lugar a otro.

    Costa Rica tiene mucho camino por andar para lograr los beneficios plenos de la especialización y el intercambio global. La clasificación previa permite referirse, aunque brevemente, a las decisiones que el país deberá tomar.

    En lo que trata de barreras al comercio debido a fronteras, el país aún conserva una elevada protección (impuestos para importar que nos elevan los precios), especialmente en sectores como lácteos, azúcar, granos básicos, carnes de distinto tipo, entre otros. Si bien no parece que persistan cuotas para importar (un gran avance), hay barreras por restricciones en el etiquetado, frenos por razones fitosanitarias, entre otras medidas que no parecen sino tener un fin limitante del comercio. Asimismo, el papeleo aduanero sigue siendo elevado, aunque debe reconocerse esfuerzos para promover el comercio, como ventanillas únicas, pero en sectores como el agrícola y el de salud aún hay una tramitología onerosa, que poco alienta un aumento del comercio entre países.

    En lo posible debe disminuirse los costos originados en diferencias entre países. Concretamente, en cuanto a monedas, una dolarización en Costa Rica contribuirá significativamente a bajarlos, dado que el dólar suele ser la base para realizar la mayor parte del comercio mundial. En el caso de los idiomas, debe profundizarse el esfuerzo para enseñar inglés, pero hay que extenderlo a otros, en particular, al mandarín. En cuanto a vigencia de los contratos, la firma de diversos tratados de libre comercio ha impulsado una modernización de la contratación comercial, pero sin duda Costa Rica debe mejorar su marco legal general.

    Sobre costos en el transporte, es posible que su reducción se origine en cambios tecnológicos a nivel global, pero el país debe mejorar a corto plazo sus facilidades portuarias, aeroportuarias y de caminos internos, que muestran un claro retraso.

    Reducir significativamente todas estos costos, aumentará el comercio internacional y así se beneficiará aún más tanto a consumidores como a empresas. Pero lograrlo dependerá de la fuerza política del proteccionismo que intentará mantener el statu quo.

  5. #5
    2008-01-22-COSTA RICA ANTE LA RECESIÓN

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    COSTA RICA ANTE LA RECESIÓN


    La Extra, 22 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 25-26.

    Muchos han escuchado que la economía estadounidense está a punto de entrar en recesión. ¿Qué se entiende por recesión? Surge cuando el producto nacional bruto de un país desciende por seis meses o más sucesivamente. En recesión una economía muestra un decrecimiento importante extendido a la generalidad de sus sectores y que dura cierto tiempo. Aumenta el desempleo, disminuyen las utilidades de las empresas y se reduce la inversión. Si la recesión es muy profunda o dura por largo tiempo, se convierte en depresión, como la de la economía mundial en los años treintas.

    Oficialmente Estados Unidos aún no entran en una recesión, pero la probabilidad es alta de que así será en un futuro cercano. ¿Y qué tiene que ver eso con nosotros los costarricenses? Dependiendo de su magnitud, un descenso en el crecimiento de la economía estadounidense nos impactaría de diversas maneras. Se afectaría el comercio internacional entre nuestros países, el cual es muy importante (exportamos e importamos mucho desde ese país). Una recesión en los Estados Unidos tendría un impacto negativo sobre lo que les exportamos (alguien estimó que por cada 1% que baje su crecimiento provocaría un descenso de un 1% en nuestra exportación). Una baja de las exportaciones afecta el crecimiento de nuestro país y posiblemente hasta su tasa de empleo. También se reducirían nuestros ingresos, que se reflejaría en un descenso en las importaciones desde Estados Unidos (y de otros países). Todo esto tendría impactos en los tipos de cambio de nuestra moneda.

    El segundo efecto es en la entrada de capitales para inversión, aunque su efecto ya no es tan claro. Menores utilidades en aquel país afectarían negativamente sus inversiones en el nuestro, pero podría ser que, al ubicar algunas actividades aquí, disminuyan sus costos globales de operación, mitigando el descenso de utilidades en los Estados Unidos. Pero lo más probable es que su menor riqueza afectará los flujos de inversión hacia el país.

    También hay que tomar en cuenta la posibilidad de que la recesión estadounidense contagie al resto del mundo, cuyo crecimiento se vería afectado, con un impacto negativo global que incidiría en nuestro país.

    Más preocupante es la reacción que suele darse en países al entrar en recesión: buscan retornar al proteccionismo y aislarse del comercio internacional. Las recesiones alientan las fauces de proteccionistas (y políticos) interesados en que sus gobiernos tomen medidas que impidan la competencia más barata desde el extranjero. Con ello trasladan el mayor costo a sus consumidores, aumentando sus rentas o ganancias monopólicas. Se pierden las ventajas que para las personas tiene el libre comercio y –así ha sucedido históricamente- puede culminarse en cruentas guerras comerciales que han asolado a la humanidad. Esta es la mayor amenaza que enfrenta nuestro país por la recesión estadounidense. Por eso hay que vacunarse rápidamente: debemos acelerar un acuerdo de libre comercio con China y explorar ya uno con India, países cuyo crecimiento económico sigue siendo elevado. Debe proseguirse el TLC con Europa, pero necedades políticas en que insiste ese continente hacen que su culminación vaya para largo. Nuestras posibilidades de progreso se asientan en un mundo en que rija el libre comercio.

  6. #6
    2008-02-05-QUEDARNOS SIN GAS

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    QUEDARNOS SIN GAS


    La Extra, 05 de febrero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 27-28.

    Una reciente decisión de ARESEP se las trae: está a punto de provocar que los ticos nos quedemos sin gas. Los consumidores pasamos a segundo plano, pues a ARESEP más le importa que el mercado se organice según sus apetencias, a que los costarricenses tengamos un adecuado suministro.

    Para ARESEP el mercado de distribución del gas es monopólico y señala que dos empresas en el país satisfacen casi un 80% (muchas empresas privadas en el país poseen una proporción mayor de sus mercados). Para presuntamente poner orden en ese mercado, quita la concesión a esas dos firmas, lo que hará que en un par de meses los consumidores nos quedemos sin suministro de gas. Se requiere recordarle a ARESEP aquella famosa frase: ¡No me defiendas, compadre!

    También se hace necesario mencionarle que generalmente un monopolio surge cuando el Estado (del que ARESEP forma parte) impone medidas que frenan la entrada de terceros a ese mercado. Hoy día no hay nada que impida dar una concesión a cualquier otra empresa que quisiera entrar, pero debe serlo siempre y cuando cumpla con los mismos requisitos que deben llenar todas las otras empresas. No se puede acusar de monopolistas a las firmas existentes, pues aquí cualquier otra empresa es libre de entrar a competir en ese mercado.

    Característica esencial de un monopolio es que, al disminuir su oferta, logre un precio mayor que el que tendría en competencia. Esta capacidad de elevar el precio no existe en el mercado del gas, pues éste lo controla el mismo Estado (¡la misma ARESEP lo fija!). Las distribuidoras de gas en Costa Rica son muy controladas por el Estado, gracias al monopolio estatal de su importación por RECOPE –verdadero monopolio- y al contubernio práctico de ARESEP, que fija el precio obligatorio a que RECOPE vende a las empresas distribuidoras y que están obligadas a pagar.

    Además, la misma ARESEP controla el margen de ganancias de las empresas distribuidoras, pero no satisfecha con ello, también fija el precio final a que deben vender el gas al consumidor. Asimismo, ARESEP establece qué costos se aceptan como deducibles para efectos de determinar el margen de ganancias permisible. Entonces, ¿en dónde queda la capacidad de las distribuidoras de gas de elevar su precio en virtud de un presunto monopolio?

    El meollo del asunto es que aparentemente ARESEP quiere que el Ministerio de Energía viole un derecho ampliamente reconocido por nuestra Sala Constitucional, que bien documenta el abogado constitucionalista Dr. Rubén Hernández Valle en su libro reciente La Propiedad del Gas Licuado de Petróleo (GPL), Cilindros Portátiles de Uso Domiciliar y Comercial, cual es la propiedad de los cilindros que posee cada empresa distribuidora de gas, para que pasen a ser un bien común que cualquier firma pueda usar. Tal intención es confiscatoria de la propiedad privada y enviaría una grave señal sobre cómo arbitrariamente el Estado acabaría con ella, medida absurda y grave que, de tomarse, sólo permitiría que algunos obtengan ganancias al usar una inversión hecha por otras empresas. Con ella cualquiera podría ser distribuidor de gas, pues no tiene que realizar la elevada inversión requerida. En este absurdo, ¿quién invertiría en una actividad económica si por decisión del Estado sus activos pasan a ser propiedad de todos… y, a la vez, de nadie?

  7. #7
    2008-02-12-DOLARIZACIÓN YA

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    ¿DOLARIZACIÓN YA?


    La Extra, 12 de febrero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 29-30.

    Como parte de la conmemoración por sus 50 años de fundación, ANFE celebró el pasado miércoles 30 de enero, un foro titulado ¿Dolarización ya?, el cual contó con una nutrida participación de personas interesadas en conversar sobre este régimen cambiario.
    ¿Por qué es importante tratar este tema en Costa Rica? Hay diversas razones, algunas de las cuales mencionaré. Primera: son muchos los años de una inflación permanente que el país no ha podido dominar. Desde el enorme crecimiento de precios sucedido en la administración Carazo hace casi 30 años, con tasas anualizadas cercanas a un 80 por ciento en 1982, el país tan sólo en raras ocasiones ha logrado tasas anuales inferiores a un 10 por ciento. En el 2007 llegó a casi un 11%, aunque el Banco Central había anunciado que sería cercana a un 8%. La creación excesiva de dinero en el país es la causa del fenómeno inflacionario, sobre cuyos dañinos efectos no comentaré en esta ocasión. La dolarización ofrece una alternativa viable para contener la inflación.

    Segunda: la dolarización reduciría muchos costos en que hoy en día incurren tanto importadores como exportadores al realizar diversos cambios de monedas al llevar a cabo su comercio con terceros países distintos de los Estados Unidos. Por ejemplo, al comerciar con Japón es necesario convertir de colones a dólares y luego a yenes, mientras que con una dolarización se eliminaría la primera transacción. Además, permitiría una integración más eficiente del país en sus diferentes acuerdos de libre comercio.

    Tercera: en una economía dolarizada se reducirían las tasas de interés al eliminar lo que se conoce como riesgo país, al dejar de existir una moneda doméstica riesgosa (si bien puede permanecer la moneda local como sucede en Panamá). Pero, más importante aún, al igual que como sucede en esa nación dolarizada, los créditos se podrían otorgar a plazos más largos: tal es el caso con préstamos para vivienda en donde es usual un plazo de treinta años.

    Cuarta: hay una buena oportunidad de llevar a cabo un adecuado proceso de dolarización. La dolarización efectuada en varios países se ha hecho bajo situaciones críticas (problemas serios de balanzas de pagos y grave escasez de reservas internacionales para enfrentarlos). Por fortuna esta no es la situación actual de Costa Rica, lo que permite minimizar cualquier costo al pasar de un régimen soberano de emisión hacia una dolarización.

    Quinta: con una dolarización hay mayores posibilidades de estabilidad en la economía, con lo cual se elevaría la inversión y el país podría aumentar su crecimiento y su nivel de empleo. Es el manipuleo del Banco Central, como en la actualidad sucede con nuestro régimen cambiario, lo que introduce una inestabilidad inconveniente.

    Por último, porque a largo plazo habría mayor probabilidad de garantía de valor de la riqueza de las personas así como de su trabajo, si se denominan en una moneda relativamente estable como es el dólar, comparado con lo que podría suceder a largo plazo con el colón. Con razón se puede afirmar que hoy esto es lo contrario en Costa Rica, pero es posible que sea tan sólo en el corto plazo y que, una vez que la divisa haya alcanzado un verdadero valor en el mercado, las cosas volverán a su normalidad; un dólar potencialmente fuerte y un colón en potencia relativamente débil.

  8. #8
    2008-02-19-INSEGURIDAD JURÍDICA

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    INSEGURIDAD JURÍDICA


    La Extra, 20 de febrero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 31-32.

    El filósofo de la libertad David Hume en 1739 señaló algo crucial para el pensamiento moderno: Fue “la necesidad de la sociedad humana” lo que hizo que circunstancialmente surgieran “las tres leyes fundamentales de la naturaleza” aquellas de “la estabilidad de las posesiones, de su transferencia por consentimiento y de la realización de las promesas”. Escribió Hume que “de la estricta observancia de estas tres leyes dependen la paz y la seguridad de la sociedad humana, y no es posible establecer un buen sistema de relaciones entre los hombres cuando estas son descuidadas.”

    ¿Y a qué tan sonora introducción? Porque en Costa Rica, en estos momentos, en ciertos círculos gubernamentales se “descuidan”, por no decir “abandonan”, estos principios básicos que definen la propiedad privada y, por ende, la justicia. Me refiero a la pretensión de un sector del Estado de obligar a empresas propietarias de cilindros de gas a entregar su propiedad a un fondo del uso público sin mediar razones claras de orden público, como sería, por ejemplo, la seguridad ciudadana.

    Las reglas de Hume enmarcan la voluntad de las personas de realizar una inversión de su propiedad, pues ese sistema les garantiza que ésta es sólida, duradera, permanente, que sólo con la voluntad del propietario se la puede transferir y que las promesas que, entre otras, tienen que ver con la propiedad, deben cumplirse.

    Imagínese, amigo lector, que Usted fuera un inversionista extranjero o incluso uno nacional, y quisiera invertir en nuestro país. ¡Qué tan grave sería si el Estado no le garantiza su derecho de posesión sobre su propiedad o si, de repente, alguien contra su voluntad, decide disponer de ella o, si les prometió algo, ahora decide no cumplirlo!

    En el caso de los cilindros de gas reiteradamente los tribunales nacionales han dictado que son propiedad de los dueños y que los usuarios poseen un derecho de uso.

    Pretender establecer un fondo común de uso de los cilindros mediante un decreto gubernamental implica una simple y llana expropiación, sin que medie siquiera la indemnización del caso. Tal medida gubernamental sería un golpe al primer principio de “estabilidad de las posesiones”. La política pretendida iría contra el segundo principio de Hume, pues trasferiría la propiedad privada sin el consentimiento de su legítimo dueño. Y, en cuanto al tercer principio de realización de las promesas, lo cierto es que los inversionistas en el sector del gas han puesto aquí sus recursos bajo la modalidad de una concesión, en donde se les garantizaba su derecho a la propiedad y a la libertad de su transferencia.

    En resumen, ese acto va en contra de los fundamentos básicos que rigen nuestro sistema de propiedad privada y, por tanto, causaría un gravísimo daño a todo el esfuerzo nacional por atraer inversiones al país, pues daría muestra clara de que en Costa Rica no se respeta la propiedad privada del inversionista. Esa pretensión lo que causará es una enorme incertidumbre, tanto en el país como en los mercados internacionales, acerca de si aquí respetamos o no la propiedad privada y los contratos. Claramente tendrá un impacto altamente negativo sobre la inversión ya establecida en el país, así como aquélla que está contemplando establecerse. Los países prosperan cuando los derechos de propiedad se respetan y se hacen valer.

  9. #9
    2008-02-26-LA ECONOMÍA COSTARRICENSE EN EL 2008

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    LA ECONOMÍA COSTARRICENSE EN EL 2008


    La Extra, 27 de febrero del 2008

    Hoy 26 de febrero de 6 a 7 y media de la noche, como parte de la celebración del 50º aniversario de la fundación de ANFE, en sus instalaciones 200 metros al oeste de la Casa Italia se celebra un foro sobre “Perspectivas de la Economía Costarricense en el 2008”. La entrada es gratuita y abierto a todo el público, aunque se requiere reservar campo en los teléfonos 253 4460 y 224 7350. Dicho foro será coordinado por dos economistas de esa institución, el Dr. Juan Muñoz Giró y el Dr. Jorge Corrales Quesada.

    Es un tema de gran importancia actual, pues no sólo nuestra economía deberá enfrentar este año un enfriamiento en el crecimiento de los Estados Unidos y de otros importantes países industriales, lo cual, es de prever, tendrá efectos en el desempeño del nuestro, pues en parte dependemos de un sector externo dinámico, en donde deberíamos competir con base en productividad y no por subsidios que sólo significan que Costa Rica “exporte pobreza”.

    También es importante considerar los efectos que puede tener la prosecución de la política cambiaria del Banco Central, mediante la cual, tozudamente, insiste en mantener artificialmente un tipo de cambio del colón con respecto al dólar, fijándolo al tipo inferior de la banda cambiaria. Para impedir que el dólar caiga por debajo de ese límite, el Banco adquiere los dólares excedentes de la banca comercial, lo cual se traduce en un exceso en la emisión de dinero. Los problemas con esta medida van desde tratar de corregir un problema cambiario no ajustando el tipo de cambio, como debería serlo, sino manipulando los tipos de interés pagados domésticamente, hasta concluir en generar un serio problema inflacionario en los meses futuros, debido a la creación excesiva de medios de pago, así como estimular la creación de una burbuja de consumo, a causa de esa rebaja artificial de intereses, cuya ruptura en su momento tendrá efectos muy negativos para el país.

    La credibilidad del Banco Central está en juego. Lo que podrá suceder de ahora en adelante es que se profundice la pérdida de fe en esa institución. El Banco efectúa unas apuestas muy riesgosas, como que las tasas de inflación de este año serán significativamente menores a las del año pasado, que logrará controlar la entrada de capitales volátiles en el país (ya echó a volar las campanas al cielo alegando que con sus recientes medidas compra sólo la mitad de los dólares que venía comprando para mantener el colón subvaluado), que aumentará significativamente la importación del país (pero contradictoriamente sostiene un colón con respecto al dólar más caro del que define el mercado), y sobre cosas de esta naturaleza. Al tiempo, el Banco Central castiga al ahorrante, con tasas reales negativas cercanas a un menos 4% (provocando lo que el respetado economista Dr. Claudio González Vega llamaba “una represión financiera”), así como daña al asalariado costarricense, pues hoy se le paga menos colones de lo que podría percibir, si el tipo de cambio se dejara ajustar libremente. Eso es lo que significa “exportar pobreza”.

    Preocupa el enredo en sus propios mecates en que está el Banco, pues definirá en mucho las posibilidades de un crecimiento real no inflacionario en este año. Por eso el foro que esta noche realiza ANFE es clave para que el costarricense se dé cuenta de los embrollos que nos aguardan.

  10. #10
    2008-03-04-EL ZIGZAGUEO DEL BANCO CENTRAL

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    EL ZIGZAGUEO DEL BANCO CENTRAL


    La Extra, 04 de marzo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 33-34.

    La política monetaria que hoy sigue el Banco Central resalta la importancia de llevar adelante políticas consistentes, pues, en contrario, una pérdida de credibilidad en la institución hará muy difícil el logro de objetivos deseables como es el primordial del Banco (y que hoy parece olvidar, aunque alega que es algo momentáneo), cual es controlar la inflación.

    A fines del 2006 el Fondo Monetario Internacional llamó la atención acerca de potenciales problemas que podía tener el país ante una creciente dolarización. Poco después el Banco Central le dijo a los costarricenses que, para recuperar su capacidad de controlar la emisión monetaria (y, en consecuencia, la inflación) el país proseguiría un sistema de bandas cambiarias. Así podría controlar los agregados monetarios que, al momento, no podía hacerlo por la preferencia de los costarricenses de tener crecientemente sus activos financieros en dólares y no en colones.

    En dos palabras, el Banco empezó a proseguir políticas monetarias orientadas a restaurar la vigencia del colón vis a vis la preeminencia que el dólar había venido logrando. El mensaje que nos mandó fue claro: vuelvan al colón; dejen de lado al dólar. Así el Banco tendría una política monetaria propia que le permitiera controlar la inflación.

    Como parte de esa estrategia, si bien con característico zigzagueo pues en su momento hizo lo contrario, el Banco ha venido reduciendo paulatinamente las tasas nominales de interés, pero no ha logrado controlar la inflación, que en el 2006 fue de aproximadamente un 11%. Ello es crucial para el ahorrante, pues significó que, quien en el 2006 ahorró algo, salió por dentro. Esto el economista lo llama tasas reales de interés negativas. Y eso sigue a la fecha…

    Intentaré explicarlo. Suponga que cada mango cuesta ¢500. Si al principio del 2006 Usted tenía ¢500.000, podía adquirir 1000 mangos. Asuma que Usted ahorró esos ¢500.000 por ese año y le pagaron intereses del 8%. Al final del año tendría ¢540.000 (los ¢500.000 originales más ¢40.000 de intereses). Dada la inflación del 11% anual, ahora cada mango al final del 2006 costaría ¢555. Esto quiere decir que con los ¢540.000 que a fin de año tiene sólo podrá comprar 973 mangos. Salió por dentro en 27 mangos. Por ello, Usted perdió en términos reales. La tasa real de interés que obtuvo en el 2006 fue de -3% (aproximadamente): la diferencia entre la tasa nominal de interés que recibió de un 8% y la inflación del año del 11%.

    Hoy el Banco Central nos dice que no ahorremos, que gastemos, al tiempo que estimula a buscar otras monedas que den un rendimiento mejor que el que da el vilipendiado colón, gracias a la voluntad del Central. La señal que manda es: regresen al dólar, olvídense del colón. El resultado es dolarizar de nuevo la economía; revitalizar la vieja demanda de dólares. Cree así evitar el problema que causa el mismo Banco en su propósito de mantener artificialmente subvaluado al colón: la gran emisión monetaria cuando compra dólares excedentes en el mercado nacional. Según el Banco, si aumenta la demanda de dólares, no tendría que adquirir tantos de esos dólares sobrantes. De aquí el extraño zigzagueo seguido por el Banco Central. Este, tarde o temprano, cobrará una víctima además de nosotros: la credibilidad que debe ganarse un buen Banco Central.

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