2010-08-17-EL LIBERALISMO ES ANTI-ECOLÓGICO- PARTE I
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EL LIBERALISMO ES ANTI-ECOLOGICO- PARTE I
La Extra, 17 de agosto del 2010.
Un fenómeno surgido a fines del siglo pasado es el incremento en la demanda de calidad del medio ambiente, demanda que en sus distintas expresiones (aire y agua más limpias, preservación de especies en peligro de extinción o áreas de conservación) no es distinta de la que se ejerce sobre otros bienes o servicios: conforme aumenta su nivel de ingreso, la gente desea adquirir más bienes asociados con un medio ambiente de calidad. La relación empírica encontrada entre bienes medioambientales y el ingreso per cápita sigue lo que se llama un patrón “J”, en donde “a niveles de ingresos muy bajos, la calidad del medio ambiente puede ser muy elevada porque no se producen emanaciones. Después de que los ingresos se elevan por encima de cierto mínimo, los contaminantes aumentan y se deteriora el medio ambiente. Pero luego, al llegar los ingresos per cápita a aproximadamente unos $5.000 al año, la calidad del medio se convierte en un bien de lujo.” (Terry L. Anderson y Donald L. Leal, “Enviro-Capitalism vs.
Environmental Statism,” en Regulation, Vol. 17, No. 2, Primavera de 1994, Sección Letters, p. 3. Un bien de lujo es aquél que, ante un aumento porcentual en el ingreso, se da un aumento superior a dicho porcentaje en la demanda del bien. En este caso, un 10% de incremento del ingreso ocasiona un aumento entre 30 y 50% de la demanda de calidad del medio ambiente).
El crecimiento en los ingresos generados por las economías de mercado es un factor importante que explica el incremento en la demanda de bienes medioambientalmente limpios.
Se debe señalar que el “medio ambiente” no es un bien que se consume del todo o nada. La gente difiere fuertemente en sus gustos acerca de la magnitud de sus preferencias de esos bienes. Hay implícito un intercambio (trade-off) en las preferencias de las personas. No puede considerarse a priori que un bien medioambiental tenga preeminencia sobre otro de su misma naturaleza o bien comparado con otros no ambientales, por los que se pueden tener mayor o menor preferencia. Los valores son múltiples, no únicos.
Dice Scarlett, “La gente busca abrigo, alimentación, salud, seguridad, aprendizaje, justicia, compañía, libertad, y comodidad personal junto con protección al medio ambiente.
En algunas ocasiones, incluso puede buscar bienes medioambientales que compiten entre sí.” (Lynn Scarlett, “Evolutionary Ecology,” en David Boaz, ed., The Libertarian Reader: Classic and Contemporary Writings from Lao-Tzu to Milton Friedman, New York: The Free Press, 1997, p. 401).
El “medio ambientalismo de libre mercado” o “ecología evolucionaria” es un aporte de ideas liberales aplicadas a la contaminación del medio ambiente. Un libro interesante de Terry L. Anderson y Donald R. Leal, Free Market Environmentalism (Medio Ambientalismo de Libre Mercado), presenta una visión alternativa basada en los mercados para resolver problemas medio ambientales. Parten de la necesidad de disponer de un sistema bien definido de derechos de propiedad sobre los recursos naturales, visión que contrasta con otra que suele considerar como causa de los problemas ambientales a la excesiva utilización en los mercados de los recursos naturales y que, para su solución, requiere de una activa participación estatal.
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