2008-07-01-LA TORMENTA DESALMADA

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LA TORMENTA DESALMADA


La Extra, 01 de julio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 65-66.

Alma: tormenta desalmada que no sólo nos causó un enorme daño, sino que también nos descubrió los chingos. Destrozó obras en la planta hidroeléctrica de Pirrís, que ahora requerirán de al menos un año más. Eso es sumamente grave, porque se esperaba que supliera las necesidades de energía eléctrica del país a partir del 2010. Ahora, se tendrá que contratar plantas termoeléctricas que usan diesel, cuyo costo sabemos por dónde anda.
El ICE venía desde hace rato usando plantas movidas con diesel, en vez de emplearse la forma más barata de electricidad producida por agua. Tal práctica ha resultado ser sumamente onerosa y desde ya el ICE anuncia que la nueva decisión, ante el retraso de Pirrís, incidirá en nuevos y mayores aumentos del precio de la electricidad.

Si en la vida no se tiene opciones, no queda más alternativa que usar la única posible, pero, en cuanto a electricidad, el país ha tenido la de producir energía hidroeléctrica, de no ser por algunas y notorias cabezonadas del estado costarricense, representado tanto por el ICE como por MIRENEM y ARESEP y la Asamblea Legislativa, que la han obstaculizado últimamente.

Desde hace rato es posible que la empresa privada supla parte de la energía eléctrica que demanda el país. En su momento el ICE se opuso, tal vez obnubilado por haber firmado en el pasado otros contratos que, por su naturaleza leonina, la Contraloría frenó por inconvenientes. El ICE no contrató nuevamente con productores privados. Sus jerarcas del momento adujeron que el costo de la electricidad que debía pagarles era mayor que el que tendría si él construyera las plantas. Pero el costo de la electricidad de esas nuevas plantas del ICE (en su medición consideraba a las viejas ya depreciadas), era mayor que el de las pequeñas privadas, además de que la alternativa termoeléctrica que escogió, resultó tuvo al final de cuentas un altísimo costo de producción.

Con Alma, que literalmente nos ha puesto el agua hasta el cuello, no hay más opción que seguir usando el caro diesel. Eso sí, en su momento tal medida se tomó con el orgullo estatista de impedir que empresarios privados produjeran una oferta complementaria de electricidad. No importó que tal decisión contribuyera a la ruina y miseria de los consumidores; lo importante era que el monopolio no se viera afectado por competidores privados, aunque hasta en eso se falsificaba la verdad.

Este gobierno, en que la política energética anda manga por hombro, simplemente trasladará a los usuarios el mayor costo de su decisión, al tiempo que pone en práctica medidas de dudosa eficiencia en el control del gasto energético. Mejor haría con dedicar sus esfuerzos a que el ciudadano tenga alternativas más baratas ofrecidas por el sector privado.

Hace pocos años, una empresa nacional intentó hacer una planta hidroeléctrica que vendiera su producto al ICE (en Costa Rica la venta directa al público es casi imposible, por si se olvida). Le negaron el permiso, por lo que se fue a Panamá a hacer allá su planta. Esa electricidad producida fue luego vendida al país, por medio del ICE, que ha tenido que pagar precios superiores a los que podría haberla comprado si dicha planta se hubiera instalado aquí. ¿Verdad que dan ganas de llorar? Bueno, literalmente lo haremos cuando nos pasen las cuentas por sus torpezas.