1976-03-19-OTRO PAQUETAZO MÁS

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OTRO PAQUETAZO MÁS


La República, 19 de marzo de 1976.

Con el fin de justificar un aumento de los impuestos que paga el pueblo costarricense y que son excesivos, el gobierno pretende alegar que, con dicho aumento de gravámenes que ha presentado a la discusión de la Asamblea Legislativa, los grupos de personas de bajos ingresos que pagan impuesto sobre la renta, se verán beneficiadas a costa de los aumentos a los tributantes de elevados ingresos.

No sólo es discutible esta posibilidad de redistribución de la carga tributaria, sino que el argumento me recuerda aquellos dulces que les dan a los niños y que sirven para encubrir una desagradable purgación. En los últimos tiempos casi todas las medidas económicas tienen un dulce purgante: los impuestos del Banco Central y la pretendida promoción de las exportaciones. Ahora los nuevos impuestos se presentan en forma de un paquete tributario, que se dice grava “menos” a los de menos ingresos.
Pero, ¿cuál es el timo del paquetazo que, una vez más, busca el gobierno dar a los costarricenses?

Que simplemente los ciudadanos costarricenses que supuestamente se verían beneficiados, al estar en los grupos de ingresos relativamente más bajos de los que pagan el impuesto sobre la renta, son un numero pequeño, ínfimo, desconcertadamente minúsculo, si lo comparamos con la población costarricense trabajadora, que ni siquiera tiene ingresos anuales de más de ¢26.000, que los exime de pagar impuestos sobre la renta. O sea, la gran mas trabajadora costarricense no se ve beneficiada con este “paquetazo”. Al contrario, es muy posible que esos trabajadores que no van a recibir ningún beneficio se vean perjudicados con este “paquetazo” del gobierno.

Es más, por una razón muy simple se puede esperar que los trabajadores pobres sean lo perjudicados, pues muchas empresas, que son las fuentes de trabajo nacional, van a disminuir sus actividades o, más rigurosamente, van a cesar sus operaciones. Entonces, esos pobres que ni siquiera tienen el honor de entrar en el “privilegio” de pagar impuestos sobre la renta, pueden encontrarse sin trabajo y sin ingresos.

Esta posibilidad de que se desestimule no sólo la formación de nuevas empresas, sino la disminución o cierre de las existentes, con el consiguiente efecto sobre el empleo nacional, no ha sido analizada y, mucho menos, resuelta por el gobierno. Mientras tanto, nos quedaremos escuchando la demagogia y palabrería usual y seguiremos sufriendo más y más impuestos.