1990-05-23-MÁS EFICIENCIA Y MENOS GASTO

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MÁS EFICIENCIA Y MENOS GASTO


La Nación, 23 de mayo de 1990.

Antes que a los costarricenses nos “aturucen” con más impuestos, es necesario practicar una profunda revisión de los múltiples formas en que el Estado gasta nuestros recursos. Como creo que algunos miembros del gobierno recién entrado toman en serio el problema de su ineficiencia, tal vez las sugerencias, a continuación expresadas, no caerán en el basurero de ideas en el cual generalmente terminan por reposar.

En el sector del comercio exterior del Poder Ejecutivo existe una duplicación y hasta triplicación notoria de funciones. Me refiero a que, además del Ministerio del Comercio Exterior, en el de Economía funcionan dos direcciones que claramente deberían integrarse al primero. En concreto, las de Comercio Exterior y de Integración Económica realizan funciones que más bien son pertinentes al Ministerio de Comercio Exterior.

No tiene caso tener un cuerpo gubernamental especializado en asuntos de comercio internacional, a la vez que casi una cuarta parte del personal, y tal vez la función más importante del Ministerio de Economía, trata de asuntos de comercio exterior. El cuerpo más capacitado en la administración pública para representar al Estado en las negociaciones arancelarias, está, precisamente, en el Ministerio de Comercio Exterior, el cual debería ser el encargado de este asunto y no el de Economía, como actualmente sucede.

Adicionalmente, como parte de los asuntos de comercio exterior existe el Centro para la Promoción de las Exportaciones (CENPRO), el cual realiza funciones muy similares, y tal vez hasta idénticas, a las que lleva a cabo el Ministerio de Comercio Exterior. En el CENPRO existe, además de su excelente dirección, un personal sumamente calificado en estos temas, el cual podría ser integrado plenamente al de Comercio Exterior.

Algunos alegarán que las funciones no son idénticas y que existen leyes especiales que les dieron su origen institucional, pero éstas son excusas para mantener la actual estructura administrativa. SI es cierto que el gobierno desea reconvertir al Estado (con todo y un flamante Ministerio para eso), pues que en serio haga realidad sus palabras: las funciones que les son propias se podrían desempeñar más eficientemente y, estoy casi seguro, a un costo menor que el actual. Sólo falta voluntad política para que los costarricenses no desperdiciemos nuestros escasos recursos. Antes que poner más impuestos, primero se debe reducir el gasto público e introducir una mayor eficiencia en los asuntos del Estado.