EL MINISTRO DE GOBERNACIÓN Y EL SERVICIO DE CORREOS

La Nación, 17 de setiembre 1974.

En declaraciones del Ministro de Gobernación, Sr. Edgar Arroyo, que fueron reproducidas en el periódico La Nación del día 9 del presente mes, éste señaló que, dados los gastos tan elevados en el transporte de la correspondencia en avión y camiones del aeropuerto, propondrá que se “obligue al transporte automotor a traer la correspondencia sin costo para el Estado”.

No deja de causar sorpresa tal declaración, puesto que desafía nuestro conocimiento de las reglas del juego de la economía el que, aduciendo razones de altos costos, el Estado obligue a que una persona o empresa le trabajen gratuitamente.

Si así lo fuera, en múltiples ocasiones funcionarios públicos se han quejado de lo oneroso que resultan para el presupuesto de la República, las partidas correspondientes al Ministerio de Educación. Entonces, perfectamente siguiendo la lógica del Sr. Ministro de Gobernación, su colega de Educación podría proponer que se obligue a los maestros a que trabajen, sin costo alguno para el Estado. O bien, tal como me comentaba un amigo, si la idea del Ministro de Gobernación se debe a que su dependencia no tiene servicio propio de transporte y por ello fuerza a empresas o individuos particulares a que transporten el correo, entonces eso equivaldría a pedir a las personas que tienen pistolas a que disparen a los delincuentes, aduciendo que nuestros policías no tienen pistolas.

Evidentemente, las declaraciones del Sr. Ministro de Gobernación no tienen la intención de obligar al “transporte automotor” a traer la correspondencia sin costo del aeropuerto al correo. No sabemos a qué transporte automotor se refiere puesto que, me imagino, aquellos que hemos pagado ¢2,50 por el estacionamiento de nuestro vehículo automotor en el Coco, no tendremos la obligación de hacer de carteros y menos gratuitamente al regresar a San José, por lo cual deduzco que se trata de usar los camiones de transportes de carga, lo cual los hace sujetos, por la medida propuesta por el Ministro de Gobernación, de la coerción estatal en la libre disposición de su producto.

Recientemente el Ministerio de Economía, Industria y Comercio decretó que los productores de cuero están obligados a entregar cuotas de su producto a cierto grupo de tenerías. Ahora se perfila un caso semejante en contra de la libertad de comercio, puesto que habrá alguien que se verá obligado, y aún peor, porque será sin costo para el Estado, a realizar el transporte del correo. Los síntomas son muy malos, pues en este último caso significan ni más ni menos que una forma de eliminación de la propiedad privada, pues se obliga a la persona a trabajarle gratuitamente al Estado. Dado lo anterior, estoy seguro que el Sr. Ministro de Gobernación tiene que haber dicho otra cosa, diferente de lo indicado en sus declaraciones.
Si así fuera, hay más de una cosa que está resultando muy cara para el erario y no tan sólo el transporte de los paquetes de correo desde el Coco al centro de San José.