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Tema: Artículos publicados en Diario La Nación 1970-1979

  1. #11
    1973-11-08-EL EXCESO DE DINERO CAUSA AUMENTO EN LOS PRECIOS

    EL EXCESO DE DINERO CAUSA AUMENTO EN LOS PRECIOS

    La Nación, 08 de noviembre de 1973.

    Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría. El periodista Bosco Valverde realizó la edición de este artículo.

    ̶ Gobierno principal culpable de la inflación
    ̶ Doctores Miguel Ángel Rodríguez y Jorge Corrales, demuestran que la inflación no es importada
    Por Bosco Valverde.

    El problema de la inflación en nuestro país es uno de los más graves que se viven en la actualidad, especialmente por parte del consumidor que depende de un salario, como es el caso de la mayoría de costarricenses.

    El significado del término “inflación” no es otra cosa que un alza sostenida en el nivel general de precios. O sea, que el valor de las cosas ̶ de todos los artículos ̶ sube hoy sí y mañana también, hasta alcanzar niveles impredecibles.

    Pero, ¿es importada la inflación? He aquí la gran interrogante. Mientras algunos economistas afectos al Gobierno aseguran que ella nos llega de afuera, otros entendidos en la materia sostienen la tesis de que su mayoría es generada localmente. Pero estos últimos aún no habían dado una prueba fehaciente de su afirmación.

    PRESIONES INFLACIONARIAS

    Un estudio realizado por los doctores en economía Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, no deja lugar a dudas de que la inflación es producto local, en su mayor parte. El contenido de su análisis es la primera evidencia de esta afirmación.

    Aseguran los doctores Rodríguez y Corrales que “las presiones inflacionarias en Costa Rica parece que se han generado en dos fuentes fundamentales: el exceso de gasto público sobre la recaudación de impuestos por parte del gobierno y en el aumento artificial del circulante de dinero”.

    DÉFICIT DEL SECTOR PÚBLICO

    Explican en su estudio que “el déficit del sector público se define como el total de gastos del Gobierno, menos el total de ingresos corrientes, y que la oferta de dinero o medio circulante comprende el numerario en poder del público (o sea, la plata de que dispone la gente) y los depósitos en cuenta corriente”. “Ambos factores ̶ añaden los citados economistas ̶ originan el proceso inflacionario, tal como lo establece la teoría económica”.

    LA MONETIZACIÓN

    “Se ha argumentado ̶ dicen los doctores Rodríguez y Corrales ̶ que debido a factores externos a la economía costarricense, el aumento de la oferta de dinero o masa monetaria se explica en su mayor parte por la necesidad de crear dinero para la adquisición de divisas”. Y explican a renglón seguido: “En efecto, el aumento de la masa monetaria se explica tanto por el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, como por la monetización crediticia; o sea, el financiamiento por expansión del crédito bancario. La monetización crediticia, a su vez, se divide en monetización crediticia externa, que resulta de la conversión en moneda nacional de fondos obtenidos en préstamos en el exterior por sectores no bancarios de la economía y en monetización crediticia interna, que resulta de los préstamos que los sectores no bancarios de la economía obtienen del sistema bancario nacional.”
    ¿QUÉ ES MASA MONETARIA?

    Masa monetaria no es otra cosa que la cantidad de dinero en poder del público consumidor. Esta puede crecer por diversos medios, pero en nuestro país, según lo muestran los autores del estudio que sirve de base para este reportaje, se origina en el aumento del crédito interno. Al haber más masa monetaria en poder del público, es decir, al tener medios disponibles para comprar todo tipo de cosas a precios prohibitivos, se está creando inflación, porque los precios automáticamente suben. Es uno de los defectos del exceso de circulante: pone al consumidor en capacidad de pagar lo que se le cobre y, ante la escasez de la producción, los precios serán lógicamente muy elevados.

    AUMENTO DE LA CANTIDAD DE DINERO

    El incremento de la citada masa monetaria ha sido extraordinario en los años que van de 1967 a 1972 y en especial en el período 71-72, como se puede ver en el cuadro que sirve de ilustración a estos comentarios.

    CUADRO ESTADÍSTICO QUE DEMUESTRA EL AUMENTO
    EN LA MASA MONETARIA
    Detalle 1967 1968 1969 1970 1971 1972
    Aumento de la
    masa monetaria 94.7 121.6 101.1 87.5 176.0 229.9
    Déficit corriente de
    la balanza de pagos -292.6 -237.7 -304.5 -441.7 -741.4 -609.8
    Aumento en la monetización +387.3 +359.3 +405.5 +529.2 +917.4 +839.7
    Aumento en la monetización
    crediticia externa +455.3 +304.8 +415.8 +363.3 +871.9 +636.0
    Aumento en la monetización
    crediticia interna -68.0 +54.5 -10.3 +165.9 +45.5 203.7
    Fuente: Banco Central de Costa Rica. Cifras en millones de colones.

    En el año 1967 la masa monetaria era de ¢94.7 millones y en 1972 está situada en ¢229.8 millones. O sea, ha habido un incremento de ¢135.2 millones en término de seis años. Y si se toman para comparar los últimos años, 1970 al 72, se verá que la curva de crecimiento es mucho más pronunciada.
    Entre tanto, el aumento del déficit corriente de la balanza de pagos, ha ido de ¢292.6 en 1972 a ¢609.8 en 1972 y la monetización ha registrado un aumento de ¢387.3 millones a ¢839.7 millones en el periodo objeto de estudio, según se puede apreciar en el cuadro adjunto.

    PRESIÓN SOBRE LOS PRECIOS

    Este precipitado incremento no hace sino ejercer presión sobre todos los precios, no sólo de los artículos no indispensables, sino también sobre los de consumo popular. La política seguida por el Sistema Bancario Nacional, de incrementar excesivamente el crédito es ̶ a juicio de los autores del estudio ̶ uno de los factores fundamentales del exceso de masa monetaria.

    Esto por cuanto, según se verá en una próxima entrega, dicho exceso tiene orígenes internos en su mayor parte y externos en una mínima proporción.

  2. #12
    1973-11-09-NO SÓLO CON CRÉDITO SE ESTIMULA LA PRODUCCIÓN

    NO SÓLO CON CRÉDITO SE ESTIMULA LA PRODUCCIÓN


    La Nación, 09 de noviembre de 1973. Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría. El periodista Bosco Valverde realizó la edición de este segundo artículo de la serie.

    ̶ Muchas veces es perjudicial para la economía del país.
    ̶ Uso excesivo de los préstamos por parte del Gobierno Central.
    Por Bosco Valverde.

    La inflación en Costa Rica motivada por el aumento excesivo en la masa monetaria (el dinero en poder del público) se debe a factores internos, según demuestran los doctores Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, en su estudio sobre el problema de la inflación en nuestro país.
    El gráfico que ilustra este reportaje, presenta claramente, tanto en números absolutos como porcentuales, el fuerte predominio de la monetización por causas locales, ante la originada por causas externas. Mientras las causas locales ̶ en 1972 ̶ eran de 88.6 por ciento, las causas externas apenas llegaban a 11.4 por ciento.

    ORIGEN DEL AUMENTO DE LA MASA MONETARIA
    (Cifras absolutas en millones de ¢)
    Detalle 1967 1968 1969 1970 1971 1972
    Aumento de la masa
    monetaria 94.7 121.6 101.0 87.5 176.0 229.9
    Causas internas de la
    monetización -68.0 54.5 -10.3 165.9 45.5 203.7
    Causas externas de la
    monetización 162.4 67.1 111.3 -78.7 130.5 26.2
    % de la monetización por
    causas internas -71,8% 44.8% -10.2 189.6% 25.8% 88.6%
    % de la monetización por
    causas externas 171.8% 55.2% 110.2% -89.6% 74.2% 11.4%
    Fuente: Cuadro del primer comentario de esta serie

    Del cuadro se desprende que en los años 1968, 1970, 1971 y 1972 el factor interno contribuyó al aumento de la masa monetaria. Más importante todavía es que en el año 1970 el factor interno explica en más de un cien por ciento el aumento de la masa monetaria, en tanto que para 1968 dicha proporción es de 44.8 por ciento; en 1971 alcanzó 25,8 por ciento y para 1972 de nuevo asciende a la cifra elevada de un 88.6 por ciento.

    ENTREDICHO

    En una parte de su estudio, los doctores Rodríguez Echeverría y Corrales Quesada dicen: “Por lo tanto, el argumento de que la inflación es importada; es decir, que el aumento sostenido en el nivel general de precios tiene un origen externo, queda en entredicho puesto que el aumento en la cantidad de dinero es una de las vías por la cual se origina la inflación en Costa Rica. Podemos afirmar, por tanto, que en 1970 y 1972 el aumento de la masa monetaria debido a la expansión del crédito interno es la principal fuerza explicativa de los aumentos en los precios y que en 1971 refleja una cuarta parte del aumento de la oferta de dinero. De esta forma, la inflación costarricense en los últimos tres años no parece tener origen externo, sino interno”.

    PROCESO CONTINÚA

    Para demostrar que el proceso inflacionario continuará si las causas se mantienen, los autores del estudio transcriben consideraciones contenidas en un informe de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano, titulado “Análisis de los problemas de política monetaria de los países centroamericanos en el año 1973”, el cual señala que, para este año, “Costa Rica registrará otra vez el nivel más alto de exceso de demanda en la región” y “en comparación con 1972, este exceso de demanda tenderá a traducirse en mayores aumentos de los precios en Costa Rica, mientras que en los otros cuatro países del istmo, se reflejará más bien en importaciones excesivas”.

    Concluyen afirmando a este reportero los doctores Rodríguez y Corrales: “Nuestros resultados comprueban la afirmación del Consejo en que ‘en el caso de Costa Rica… hay un estrecho paralelismo entre la creación monetaria y la expansión del crédito interno’”. “Es decir ̶ añaden ̶ han sido las políticas proseguidas por el Estado las que, en los últimos tres años, han ejercido presiones inflacionarias en la economía costarricense”.

    EL CRÉDITO

    De la tesis esbozada por los doctores Miguel A. Rodríguez y Jorge Corrales, se desprende que la apertura de las llaves del crédito, por parte del Sistema Bancario Nacional, ha sido uno de los factores fundamentales para que todo esté tan caro, como constantemente lo dicen las amas de casa al poner el grito en el cielo por la constante elevación de precios.

    Cuando en 1970 el Banco Central anunció el incremento del crédito dijo que se deseaba estimular al productor. Pero el camino se equivocó porque, si bien es cierto que es conveniente darle medios financieros a la producción, es un hecho también que estos deben ser adecuadamente controlados, para que el crédito no tome un rumbo torcido.

    Además, la tesis de los economistas es en el sentido de que los precios deben servir como indicador, para determinar en qué áreas se debe estimular la producción. Y a este respecto, el Dr. Corrales nos decía, al momento de hacernos entrega del informe que hemos venido debatiendo, que “en Costa Rica en realidad no hay estímulo para el productor”. Nos puso como ejemplo, el hecho de que “en nuestro país una tierra ociosa paga menos tributos que un terreno sembrado porque se obliga a este último a pagar impuestos sobre lo que produce”.

    ESTÍMULO

    De lo anterior se desprende que la tesis del Sistema Bancario, al defender su política de “manos sueltas” en el crédito, no es muy valedera, porque no es solamente así como se estimula la producción: hay otros métodos que a la larga vienen a resultar más justos y equitativos.
    En este momento, por ejemplo, si el Estado o el Sistema Bancario o a quien corresponda, desean evitar que la inflación continúe, deben proceder a estimular la producción de ciertos artículos, como la carne, por ejemplo, cuyo costo se ha encarecido en forma alarmante.

    DÉFICIT DEL GOBIERNO CENTRAL

    Los doctores Rodríguez y Corrales se fundamentan en un estudio del Lic. Róger Churnside, en su tesis “Análisis de las rentas del Gobierno Central de Costa Rica”, para afirmar que “en términos porcentuales, el crecimiento del déficit es, aproximadamente, un 430 por ciento más alto en el período 1970-72 en comparación con el período 1967-68”. Además ̶ dicen ̶ debe señalarse que en el período 1970-72 los ingresos aumentaron porcentualmente más que en el período 1967-68. Sin embargo, el crecimiento porcentual mayor de los gastos corrientes durante el período 1970-72, en comparación con el inmediatamente anterior, explica el grave problema de la irresponsabilidad fiscal en los últimos tres años”.

    CONCLUSIONES

    Los autores deducen que “no podemos atribuir a presiones inflacionarias importadas el aumento relativamente reciente en el nivel general de precios sufrida en nuestro país. Al contrario ̶ advierten ̶ en los últimos tres años, y en especial en 1970 y 1972, las presiones inflacionarias muestran principalmente un origen interno debido a la exagerada expansión del crédito interno por parte del Sistema Bancario Nacional.

    POLÍTICA FISCAL

    “Además ̶ señalan ̶ es descorazonadora la política fiscal seguida por el Estado en los últimos tres años, en los cuales el gasto excede desproporcionadamente a los ingresos, coadyuvando a mayores presiones sobre los precios”.
    Y destacan en seguida que un porcentaje mayor del crédito total ha sido destinado a financiar al gobierno central. En efecto, dicho porcentaje ̶ según se aprecia en el gráfico ̶ ha pasado de -39.1 por ciento en 1979 a 28.3 por ciento en 1972.

    CRÉDITO TOTAL Y AL GOBIERNO CENTRAL
    (Cifras absoluta en millones de colones)
    Detalle 1967 1968 1969 1970 1971 1972
    Crédito Total 104.3 81.2 38.3 166.3 547.6 328.1
    Crédito al
    Sector Público 54.2 35.5 0.1 -65.1 58.3 92.8
    Porcentaje 52.0% 43.7% 0.2% -39.1% 10.6% 28.3%

    RESTRINGIR EL CRÉDITO

    De este cuadro se desprende que, con excepción de los años 1968 y 1970, el aumento del crédito interno se ha dirigido a financiar, en gran parte, las demandas de préstamos por parte del Estado. “Cuando lo deseable ̶ concluyen los doctores Rodríguez y Corrales ̶ por lo menos en los años finales del período analizado, en el que las presiones inflacionarias han arreciado, es restringir el crédito y, por lo menos, atenerse a la política discrecionaria del estado moderno, exigida en situaciones de presión de alza general de los precios”.

    PAPEL PREPONDERANTE

    Finalizan afirmando, con base en los argumentos técnicos señalados, que “la política fiscal y monetaria de los últimos tres años tiene un papel preponderante en las causas de la inflación en Costa Rica”. Y agregan que “no existen políticas conducentes a controlar la inflación, sino que, al contario, más bien han contribuido a generar la inflación”.

  3. #13
    1973-11-14-SUPERÁVIT EN VEZ DE DÉFICIT

    SUPERÁVIT EN VEZ DE DÉFICIT

    La Nación, 14 de noviembre de 1973.

    Los doctores Miguel Ángel Rodríguez y Jorge Corrales nos señalaron que en el artículo titulado “Exceso de dinero causa de aumento en los precios”, publicado el 8 de noviembre en curso en la sección “B” de este periódico, debe hacerse una corrección, ya que se usó la palabra “déficit”, cuando en realidad debió decirse “superávit”.

    En realidad, en la columna número tres de dicho artículo se lee: “En efecto, el aumento de la masa monetaria se explica tanto por el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, como por la monetización crediticia.”

    Dicho párrafo debe leerse como sigue: “En efecto, el aumento de la masa monetaria se explica tanto por el superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, como por la monetización crediticia.”

    Señalan, a su vez, los doctores Rodríguez y Corrales, que esta corrección no invalida ni afecta en nada a las consideraciones y conclusiones por ellos esbozadas en su estudio.

  4. #14
    1973-11-22-QUISIMOS SEPARAR INFLACIÓN DOMÉSTICA DE IMPORTADA

    QUISIMOS SEPARAR INFLACIÓN DOMÉSTICA DE IMPORTADA

    La Nación, 22 de noviembre de 1973.

    Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

    Los doctores Miguel A. Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, contrarreplican declaraciones de la Oficina de Planificación, con las que se trató de desvirtuar afirmaciones anteriores.

    El siguiente es el comentario que formulan al respecto:
    El pasado 165 de noviembre, la Oficina de Planificación efectuó varias observaciones sobre un estudio que realizaron los suscritos. Por la importancia de los comentarios de OFIPLAN, consideramos indispensable responder a dichas afirmaciones, con el fin de dilucidar las implicaciones de los resultados que obtuviéramos acerca del proceso inflacionario en Costa Rica.

    En primer lugar, la Oficina de Planificación afirma que el estudio no demuestra que el incremento en la cantidad de dinero sea el factor preponderante en el aumento de los precios. Por lo tanto, consideramos indispensable explicar cómo y por qué el aumento en la cantidad de dinero en exceso de las necesidades derivadas de la producción, origina un aumento de los precios.

    El dinero, tiene, entre otras funciones, el servir como medio por el cual se intercambian entre las personas las mercancías y los servicios. La utilidad del dinero está dada por lo que se pueda adquirir, tanto en el presente como en el futuro. En un momento dado existe una cantidad de dinero en la economía que se utiliza en la compra y venta de las mercancías y servicios producidos en la economía. Cuando se aumenta la cantidad de dinero en una cantidad mayor que la que aumenta la cantidad producida de bienes y servicios, entonces, los precios aumentan, de manera tal que ese excedente de dinero es absorbido en mayores costos de adquisición de los productos.

    En síntesis, la expansión de la cantidad de dinero es absorbida por mayores precios con el consiguiente abaratamiento de la moneda. Si la cantidad de dinero crece más rápidamente, respecto al ingreso, que la cantidad que la gente desea mantener de dinero, ésta deseará gastar ese exceso, elevándose los precios. El crecimiento de la producción en el largo plazo es independiente de los cambios en la cantidad de dinero; el crecimiento es determinado por factores básicos de crecimiento, tales como una capacidad productiva creciente, el crecimiento de la población, mejoras tecnológicas y recursos naturales, incluyendo humanos.

    Dadas las consideraciones anteriores, queda en entredicho la habilidad de utilizar la expansión de la cantidad de dinero para aumentar la producción y, más bien, a lo que conduce es a un aumento en el nivel general de los precios, tal como ha sucedido recientemente en Costa Rica.

    Lo que la Oficina de Planificación pretende ignorar es el hecho elemental de que el individuo, al tener un exceso de medios de pago, acude a cambiar ese dinero por artículos y servicios, lo cual es conducente a la elevación de sus precios.

    El segundo argumento que la Oficina de Planificación esgrime contra nuestro estudio se basa en que “existen factores más importantes que explican el aumento en los precios… En efecto, su reciente aumento es un fenómeno universal”. Realmente no entendemos el discurrir de la lógica de los autores del trabajo de OFIPLAN. Nuestro estudio señala que los factores internos, en el período 70-72 y con énfasis especial en los años 1970 y 1972, son los causantes principales del aumento de la masa monetaria, la cual afecta el nivel general de precios. Es como demostrarle a OFIPLAN que dos más dos son cuatro y que, luego, la OFIPLAN diga que no, que son cinco, sin explicar por qué no son cuatro. Parece un acto de fe de la Oficina de Planificación el señalar que no son razones internas las principales fuerzas causales del proceso inflacionario en Costa Rica.

    Se nos tienta a señalar que lo que se busca es echar la culpa a los extranjeros para encubrir las incapacidades de nuestras autoridades monetarias y fiscales en controlar la inflación nacional. Culpar a otros es una manera fácil de eludir la responsabilidad en el problema de la inflación, cosa muy conveniente, en especial, cuando los conceptos de “externo” o “fenómeno universal” son tan difíciles de particularizar, de manera tal que se les pueda señalar como responsables de los problemas inflacionarios de Costa Rica, sin temor a la réplica o comprobación de error por parte de estos entes anónimos.

    Baste señalar lo dicho en un informe del Banco Central en su Boletín Estadístico Mensual de agosto de 1973, para brindar más luz sobre la naturaleza del problema: “Al analizar el índice de precios al por mayor según la procedencia de los artículos, se observa un cambio en su estructura. Ciertamente, los artículos de origen extranjero contribuyeron con un 28.9 por ciento y los nacionales con un 71.1 por ciento, cifras que contratan con la de un año antes, cuando fueron de 18.3 por ciento y 81.7 por ciento, en el mismo orden. En la consecución del cambio general fueron los bienes importados los más dinámicos, aunque en definitiva el ascenso estuvo determinado primordialmente por los bienes de origen nacional”. (P. 8; el énfasis es nuestro).

    Según proyecciones basadas en el comportamiento del índice general de precios al por mayor en los últimos nueve meses, éste ascenderá en 1973 a una tasa de crecimiento de 23.5 por ciento anual, lo que indica, una vez más, la gravedad del problema, el cual exige una acción decidida para obtener un equilibrio en los precios.

    Pero, al contrario, según las últimas cifras de expansión de la cantidad de dinero, provenientes del Banco Central, estimamos que el proceso inflacionario continuará en el futuro con mayor intensidad.

    La Oficina de Planificación, en una tercera afirmación acerca de nuestro trabajo, señala que la política redistributiva del Estado es un factor causal de la inflación. Realmente no existen datos que muestran que, efectivamente, hayan existido políticas redistributivas del ingreso en los últimos años.
    En efecto, el estudio más reciente y único realizado en forma directa de la distribución del ingreso en Costa Rica es el efectuado por el Prof. Víctor Hugo Céspedes, con información de 1971 y el cual no se puede comparar con ningún otro estudio de distribución del ingreso, puesto que no existe algún otro trabajo comparable. Por lo tanto, hablar de redistribución del ingreso por parte de la acción pública, es hablar sin base empírica.

    Nosotros tendemos a creer que, al contrario de lo que dice OFIPLAN, sí ha existido una redistribución del ingreso, pero de los grupos de ingresos fijos, tales como pensionados, trabajadores asalariados, receptores de rentas fijas, ahorrantes, tenedores de bonos, hacia aquellos que pueden, en forma relativa, ajustar más fácilmente los ingresos ante presiones inflacionarias.

    Dadas las consideraciones que hemos señalado, queremos, una vez más, indicar que el objeto de nuestro estudio fue el de determinar los cambios en el nivel general de precios separando la inflación importada de la doméstica. Aún estamos en espera de un análisis serio que demuestre el error de nuestro estudio.”

  5. #15
    1973-12-08-IMPORTANTE PAPEL DEL DINERO EN LA ECONOMÍA

    IMPORTANTE PAPEL DEL DINERO EN LA ECONOMÍA

    La Nación, 08 de diciembre de 1973.

    Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

    “Mucho nos extraña la simpleza con la cual el Dr. Fernando Naranjo analiza la teoría cuantitativa del dinero”, dicen los doctores Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, en un artículo por medio del cual contestan apreciaciones del Dr. Naranjo.

    Las manifestaciones del señor Naranjo se produjeron a raíz de dos reportajes que publicó La Nación, basados en un estudio de los doctores Rodríguez y Corrales, en el cual sustentaban la tesis de que la excesiva circulación de dinero es la principal causa en el aumento del costo de la vida.

    Naranjo refutó la teoría citada. La contrarréplica de los autores del estudio no se produce sino hasta ahora en vista de que uno de ellos, don Miguel Ángel Rodríguez, se encontraba fuera del país.
    Por ser un poco largo el artículo que nos enviaron, lo publicaremos en tres partes, de las cuales ofrecemos hoy la primera:

    “El pasado 21 de noviembre el Dr. Fernando Naranjo V. remitió al periódico La Nación una serie de opiniones y aclaraciones sobre un trabajo efectuado por nosotros. Con el fin de responder a sus afirmaciones, procedemos al análisis de los puntos a que hizo mención el señor Naranjo.

    1.- El critica nuestra afirmación de que el déficit del sector público y la emisión de dinero originan el proceso inflacionario y menciona que tan sólo un grupo reducido de economistas extremadamente conservadores, que pertenecen a la escuela de Chicago, siguen defendiendo la validez de la teoría cuantitativa del dinero.

    Nos extraña la simpleza con la cual el señor Naranjo analiza la teoría cuantitativa del dinero. Nos atribuye la creencia de que existe una relación una a una entre la cantidad de dinero y el nivel general de precios. La situación es más compleja. Los entendidos en moneda no mantienen, tal como se lo atribuyen algunos post-keynesianos, que el dinero sea la única influencia sobre las magnitudes reales o nominales.

    Cabe señalar al Dr. Naranjo la existencia de numerosos tratadistas, y no sólo de la Universidad de Chicago, que cada vez le dan un lugar más importante al papel del dinero en la economía. Es más, los mismo modelos econométricos de los Estados Unidos que siguen la tradición keynesiana, tales como el Wharton del Prof. L. Klein y el del MIT-FRB del Prof. F. Modigliani, han incorporado el efecto de los saldos monetarios reales y, el último de los mencionados, demuestra que, tal como lo afirman los entendidos en moneda, los cambios en la cantidad de dinero en el largo plazo, influyen en el nivel general de precios.

    Pero no vayamos muy lejos, aún economistas nacionales, como el Dr. Naranjo, han afirmado que “en cuanto a la política monetaria, aunque sea un punto en el que ya se ha insistido mucho y sobre el que he comentado en otras oportunidades, es necesario que en los próximos años se siga una política cautelosa en materia del crédito bancario. De otra manera, si se continúa con un aumento rápido del crédito, necesariamente se ejerce una presión, muy fuerte sobe la balanza de pagos por medio del aumento de las importaciones”. (La Nación, 11 de noviembre de 1972) y “algunos economistas hemos venido insistiendo en que la desacertada política fiscal y monetaria que se ha venido siguiendo en los últimos años, unida a algunos factores estructurales de nuestra economía, conduciría irremediablemente a una aceleración del ritmo de crecimiento de los precios (La Nación, 12 de diciembre de 1972). Ambas son afirmaciones que muestran, aún para estructuralistas como el señor Naranjo, la importancia que tiene el dinero sobre la demanda agregada, el nivel de precios y la producción. Ese, Dr. Naranjo, es nuestro enfoque y si usted desea bautizarlo como un enfoque monetarista, a nosotros no nos preocupa el apelativo que se le quiera adscribir.

    Un ejemplo del uso de modelos econométricos, utilizando un enfoque monetarista para un país subdesarrollado con una economía sumamente abierta, caso específico de México, es el presentado por un economista del Banco de México, el señor Gilberto Escobedo, en una investigación para el Banco de la Reserva Federal de San Luis, en la cual concluyó que “La cantidad de dinero, que posee un influencia grande y rápida (tres trimestres) sobre el gasto total, es una variable muy importante en la política monetaria de corto plazo. A niveles de empleo elevados el gasto incrementado se reflejará rápidamente en precios domésticos más altos y en importaciones incrementadas. (Revista del Banco de la Reserva Federal de San Luis, marzo de 1973, p. 19). De manera que, señor Naranjo ¿para qué seguir presentando pruebas de la importancia del dinero en la economía? Esto, creemos, es un hecho elemental que usted tiende a olvidar en su artículo reciente, aunque no en los que escribió el año pasado.

    2.- No nos interesa probar a teoría cuantitativa del dinero. Lo que no comprendemos son las afirmaciones del Dr. Naranjo acerca de que “es una teoría muy superada por desarrollos recientes de la teoría monetaria”. Nos parece que ignora el estado actual de la evolución de la teoría monetaria.

    Señalamos previamente las tendencias en los modelos econométricos de los Estados Unidos, de origen keynesiano, de incorporar variables monetarias. Pero, para no ser injustos con el señor Naranjo, nadie defiende la teoría cuantitativa cruda de Hume, que sí está superada por la evolución de la teoría monetaria. Lo que sí tiene importancia es destacar que la teoría cuantitativa moderna, tal como está expresada en los trabajos de Milton Friedman, Philip Cagan, Anna J.

    Schwartz. William F. Gibson, Karl Brunner, Thomas Mayer, etc., goza cada vez más de la respetabilidad científica del mundo académico. Pero es más, dentro del análisis keynesiano la moderna teoría de la demanda monetaria como un problema de “selección de cartera” (Baumol o Tobin), no lleva a resultados distintos en cuanto a las variables que determinan esa función. Se puede probar que un enfoque de la demanda de dinero, siguiendo la tradición keynesiana, conduce a resultados similares en cuanto a la forma general de la función a los obtenidos en un enfoque moderno cuantitativo, que considera al dinero como un activo o bien de capital y explica la demanda en función de los servicios que presta. Ver Miguel Ángel Rodríguez, “Individual Supply of Funds and Demand for Money”, Working Paper 189, Center for Research in Management Science, University of California, Berkeley, setiembre de 1966.

    Dado que la oferta monetaria depende en buena medida de factores institucionales, el hecho de que se llegue con diversos enfoques a funciones de demanda monetaria similares, conlleva, al menos en este sector, una participación igual de los factores monetarios dentro de modelos teóricos. Es más, si esos modelos resultan de un proceso de agregación que no es arbitrario y se parte de un análisis de preferencias y de la teoría de la producción, esa participación de las variables monetarias es igual en los diferentes enfoques. Esto, por supuesto, no es cierto cuando el modelo resulta simplemente del capricho de juntar varias funciones.

  6. #16
    1973-12-09-NUESTRO COLEGA NO ENTENDIÓ EL TRABAJO

    NUESTRO COLEGA NO ENTENDIÓ EL TRABAJO

    La Nación, 09 de diciembre de 1973.

    Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

    Esta es la segunda parte de la respuesta que los doctores Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, dan a un comentario del Dr. Fernando Naranjo, hecho con base en un estudio en que estos afirmaban que el exceso de liquidez monetaria es la causa del alza en los precios.

    “Es extraño leer a don Fernando Naranjo cuando afirma que la teoría cuantitativa “no tiene prácticamente ninguna aplicabilidad en los países subdesarrollados muy abiertos al comercio internacional”. Realmente este dicho desafía nuestra fe en que las afirmaciones del Sr. Naranjo se fundamentan en un conocimiento de lo que es la teoría cuantitativa. Para hacer un poquito de historia, debemos mencionarle que los economistas ingleses John Locke, John Law, Richard Cantillon, David Hume, David Ricardo y John Stuart Mill, quienes estudiaron los problemas derivado del papel del dinero en la economía, se referían en sus estudios a una nación sumamente abierta al comercio internacional, como lo era la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, por lo cual no comprendemos por qué el Sr. Naranjo enfatiza que la teoría cuantitativa es aplicable tan sólo a economías cerradas, ignorando de esta manera la historia de las doctrinas económicas.

    3.- El Dr. Naranjo menciona que nosotros podemos constatar en cualquier libro introductorio de Economía, que, entre mayor sea el déficit corriente de la balanza comercial, mayor será la desmonetización. El Sr. Naranjo no leyó o no quiso leer o no vio La Nación del 14 de noviembre en la que los autores realizamos la corrección de la palabra déficit por superávit. Pero ahí afirmamos que “esta corrección no invalida ni afecta en nada a las consideraciones y conclusiones” de nuestro estudio. Es más, el Sr. Naranjo no vio o ignoró el cuadro publicado en nuestro artículo original, en el cual el déficit aparece con un signo negativo, lo cual, si menos por menos se convierte en más, consiste en un superávit para efectos de cálculo. Sr. Naranjo, no es apropiado de un profesor el querer vestir de ignorancia un simple y obvio error al escribir.

    4.- El Dr. Naranjo dice que “es realmente increíble que dos economistas de sólido prestigio profesional ignoren en su análisis de la inflación costarricense el efecto del aumento de precios en los mercados mundiales…”

    Para nosotros es aún más increíble que nuestro colega no entienda nuestro trabajo. Por supuesto que sí tomamos en cuenta el impacto de efectos externos a la economía costarricense. ¿No es tomar en cuenta un efecto externo el introducir el comportamiento de la cuenta corriente de la balanza de pagos y su influencia en el aumento de la cantidad de dinero? ¿No es un factor externo la variable que hemos llamado monetización crediticia externa, que es la conversión en colones de los fondos obtenidos en el extranjero por los sectores no bancarios de la economía?”

  7. #17
    1973-12-10-DR. NARANJO DEJA LA ECONOMÍA Y SE METE A CLARIVIDENTE

    DR. NARANJO DEJA LA ECONOMÍA Y SE METE A CLARIVIDENTE

    La Nación, 10 de diciembre de 1973.

    Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

    Publicamos hoy la tercera parte del trabajo de los doctores Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, con el que contestan apreciaciones del Dr. Fernando Naranjo, quien criticó un estudio en que ellos demostraban que el exceso de liquidez causa aumento en los precios.
    “Por lo tanto, Sr. Naranjo, es evidente que Ud. no leyó cuidadosamente nuestro trabajo, si nos acusa de ignorar efectos externos sobre la inflación nacional. Para abarcar directamente la influencia de precios del exterior es de interés observar los de varias naciones, de las cuales obtenemos la mayor parte de nuestros productos industriales y materias primas importadas.

    INDICE DE PRECIOS AL CONSUMIDOR
    (Porcentaje de aumento)
    PAÍS 1971 1972 1973
    Estados Unidos 4.2 3.5 5.1
    Canadá 3.0 4.7 6.5
    Japón 6.0 4.5 9.3
    Francia 5.5 5.7 6.3
    Gran Bretaña 9.0 7.1 9.0
    Alemania 5.1 5.7 9.3
    Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), citado en Comercio Exterior, México, setiembre de 1972, p. 882.

    Nadie en Costa Rica cree que los precios hayan ascendido en nuestro país a tasas promedias de 4 a 10% anual. Según nuestras estimaciones para el caso de Costa Rica, el alza en el índice general de precios al por mayor asciende en 1973 a un 23.5% anual. ¿No esperaría Ud. que el alza de los precios de Costa Rica sería semejante al de los países de los cuales se importa la mayor parte de los artículos? Sin embargo, nuestros precios crecen más rápidamente. ¿Por qué en nuestro caso ese multiplicador externo de la inflación sí opera?

    El Consejo Monetario Centroamericano señala que para Centroamérica, en 1973, “el aumento en el nivel de precios atribuible a los referidos factores externos sería de sólo el 2.5 por ciento. A nivel de países… el incremento neto en 1973 puede estimarse así: 8.8 por ciento para Costa Rica…” y el Banco Central de Costa Rica en su informe de agosto de 1973 indica que “en la consecución del cambio general (en los precios) fueron los bienes importados los más dinámicos, aunque en definitiva el ascenso estuvo determinado primordialmente por los bienes de origen nacional”. Creemos que ya esta evidencia satura los deseos del lector de saber en dónde está el impacto principal que origina la inflación en Costa Rica.

    Y ya que el Dr. Naranjo cita a los países centroamericanos, lo referimos al trabajo de don Jorge González del Valle, del Consejo Monetario Centroamericano, titulado “Inflación y Desarrollo: Una Dualidad Imposible”, en el cual se menciona que “desde el punto de vita de los factores internos, me atrevo a asegurar que, con la posible excepción de Costa Rica, la presente situación inflacionaria de los países centroamericanos no ha sido generada por una excesiva expansión del crédito bancario”, (p, 17). Por lo tanto, el Sr. González del Valle está dando razón a nuestra opinión de que el crédito bancario, para el caso de Costa Rica, es el factor interno más importante de nuestra inflación.
    En todo caso, para usar otra fuente externa a nuestro estudio, en un memorándum del 5 de octubre de 1973 del Banco Central de Costa Rica, la opinión de un destacado técnico del mismo sobre la inflación en Costa Rica, dice “puede concluirse, aunque con reservas, que no forzosamente el aceleramiento en el alza de los precios es, durante 1973, un fenómeno mundial, pues una tercera parte de las naciones para las cuales se tiene información, están experimentando este año incrementos de precios inferiores a los de 1972”. Y luego añade, “a partir de 1970, la causa fundamental, reforzada en 1971 por el aumento de las reservas, fue el incremento del crédito concedido por el Sistema Bancario Nacional (p. 8).
    Entonces, ¿en qué quedamos, Sr. Naranjo? ¿Por qué nos atribuye cosas que no afirmamos? ¿Qué hay de diferencia cuando afirmamos que en 1970 y 1972 el aumento de la masa monetaria debido a la expansión del crédito interno es la principal fuerza explicativa del aumento en los precios?
    5.- En nuestro estudio no utilizamos datos para 1973 puesto que no tenemos información de la balanza de pagos en cuenta corriente para este año. Pero ya don Fernando nos ha hecho el favor de presentarnos una tabla que muestra las fuentes del cambio en el medio circulante en 1973. Perfectamente puede deberse este cambio a la recuperación de las reservas monetarias internacionales. Sin embargo, debemos señalar, en primer lugar, que eso no invalida a la teoría cuantitativa del dinero, lo cual nos muestra, una vez más, que el Dr. Naranjo tiene un concepto totalmente equivocado, producto, tal vez, del desconocimiento de lo que es la teoría cuantitativa. Ud. bien sabe, Dr. Naranjo, que la hiperinflación española del siglo XVI es uno de los ejemplos más popularmente empleados por los economistas cuantitativos para explicar el alza de los precios y Ud. muy bien sabe que eso se debió al fuerte ingreso de metales preciosos provenientes de las Indias, y eso, Sr. Naranjo, es un factor externo a la economía europea, lo cual lo explica la teoría cuantitativa.
    Segundo, lo importante es que, para 1973, según el memorándum de un técnico del Banco Central antes citado, “en el programa monetario crediticio para 1973 se señaló un aumento del 9.9 por ciento (del medio circulante)” y “esta tasa de crecimiento… va a ser ampliamente superada por los resultados al final el presente año” en una cifra “superior en ¢40 millones a la fijada como meta en diciembre”. Eso, Sr. Naranjo, es lo importante, y nada vale el que Ud. busque cubrirlo con una terminología despectiva acerca de la teoría cuantitativa del dinero. El aumento del circulante por causas externas obligaría a una política interna más cuidadosa de creación de liquidez.

    6.- Aquí el Dr. Naranjo deja la Economía y se mete a clarividente, al afirmar que nuestro trabajo busca un fin político. Por razones profesionales deseamos dejar este aspecto de lado, recordando que fue él quien el 12 de diciembre de 1972 se quejaba del problema general de los precios y es él quien hoy se calla para decir muy orondamente, en tan sólo dos páginas escritas a doble espacio, que el tema no puede tratarse en 8 páginas escritas a máquina a doble espacio. Lo único político de nuestro artículo es la reacción que ha provocado en personas de conocida filiación, quienes en lugar de analizar y probar que la inflación tiene origen externo preponderantemente, como lo manifiestan, se dedican a hacer afirmaciones en el aire y no atinentes al punto que creemos haber demostrado, de que en 1970 y 1972 los factores principales de aumento de la liquidez se originaron en elementes internos y no en causas importadas.”

  8. #18
    1973-12-22-INTERPELA A LOS ECONOMISTAS

    INTERPELA A LOS ECONOMISTAS

    La Nación, 22 de diciembre de 1973.

    El Director recibió esta carta:

    Solicito que se me permita expresar las siguientes opiniones:

    El miércoles 19 de diciembre de 1973, el periódico La Nación señaló, en su primera página, que los economistas señores Jaime Solera, Raúl Hess, Fernando Naranjo y Miguel A. Rodríguez “todos coinciden en que el tipo de cambio que se establezca (con la unificación cambiaria) debe ser superior a ¢8”. La información mencionada aclara, en las páginas interiores del periódico, que el Dr. Rodríguez señala “que el tipo de cambio debe ser el que llegue a determinar el mercado mediante la libre fluctuación del dólar”. De lo anterior se deduce que la recomendación del Dr. Rodríguez no implica necesariamente un tipo de cambio superior a ¢8 por dólar, tal como se menciona en la primera página del periódico, sino aquél determinado por las fluctuaciones de la oferta y demanda de dólares.

    Aclarado lo anterior, quisiera preguntar a los economistas lo siguiente: Al Lic. Jaime Solera, ¿por qué y basado en qué criterio determinó él que el tipo de cambio fuera de ¢8,50 por dólar? Al Lic. Raúl Hess: ¿con qué razón determinó, según lo expresa el artículo de La Nación, que el tipo de cambio fuera superior a ¢8 por dólar? y, al Dr. Fernando Naranjo, ¿por qué el tipo de cambio deberá unificarse entre ¢8,20 y ¢8,60 por dólar? Las anteriores preguntas las formulo porque aún no he podido obtener una explicación de por qué se han determinado esos números mágicos del tipo de cambio del colón por el dólar.
    Jorge Corrales Quesada

  9. #19
    1974-03-01-UNIFICACIÓN CAMBIARIA E INFLACIÓN

    UNIFICACIÓN CAMBIARIA E INFLACIÓN

    La Nación, 01 de marzo de 1974. Columna de la ANFE.

    El miércoles, tal como lo anunciamos, el doctor Jorge Corrales hizo una exposición de la unificación cambiaria y la inflación en Costa Rica, en la primera reunión de una serie que hemos programado para exponer diferentes temas de interés actual. Las próximas serán dedicadas al proyecto de asignaciones familiares y al precio de los combustibles, Finalmente, este último tema era el que íbamos a tratar de primero, con el propósito de insistir en lo que dijimos en recientes declaraciones para la prensa, en el sentido de que el precio de la gasolina que se decretó en Costa Rica es excesivamente alto en relación, no sólo con precios de otros países en las mismas condiciones del nuestro, sino en relación con los costos de producción. Pero hemos preferido aplazar un poco este tema para dar tiempo a que el señor Ministro de Economía conteste la pregunta principal que hicimos: a qué se deben estas alzas desmedidas.

    El doctor Corrales sostuvo en su exposición que es necesaria la reunificación cambiaria porque es una arbitrariedad que el gobierno fije distintos tipos de cambio. Pero ̶ dijo ̶ tan arbitrario como eso es fijar a priori el nuevo tipo de cambio.

    Para llegar a la unificación de cambio real sólo hay una forma y es dejar que sea el mercado el que determine ese cambio.
    La receta que nos aplicaron de los cambios múltiples y de otras fórmulas de política monetaria, ha sido un experimento que hemos tenido que pagar a un costo muy elevado. Ese costo se llama inflación.

    “La política de incrementar el almacenamiento de dólares en las arcas del Banco Central ha sido uno de los factores más importantes en la generación del proceso inflacionario de la economía costarricense, porque permitió una creación de dinero mayor que la que existiría alternativamente puesto que, con un tipo de cambio mayor que ¢6.65, se aumentó la liquidez por cada dólar que compraba el Banco Central. Esto causa, por ende, un aumento general de precios”. Esto ̶ dijo el doctor Corrales ̶ lo demostré muy claramente en conjunto con el doctor Miguel Ángel Rodríguez en varios artículos publicados en La Nación a fines de 1973.

    El actual gobierno devaluó parcial e innecesariamente el colón a la vez que impuso medidas fiscales y monetarias que también contribuyeron a crear inflación. Esto provocó un aumento de las presiones internas que, de otra manera, se podrían haber canalizado, por lo menos en parte, hacia mercados externos.
    A lo anterior hay que agregar el “costo” que se deriva del entrabamiento burocrático, el que unido al aumento del poder discrecional del gobierno puede engendrar corrupción y favoritismo.

    Se refirió también a lo errado que es la acumulación de reservas. Pero esto lo dejamos para resumirlo mañana.

  10. #20
    1974-03-02-EL ERROR DE LAS ALTAS RESERVAS DE DIVISAS

    EL ERROR DE LAS ALTAS RESERVAS DE DIVISAS

    La Nación, 02 de marzo de 1974. Columna de ANFE.

    El Dr. Jorge Corrales insistió, en la exposición que hizo el miércoles en la reunión-almuerzo que organizamos como la primera de una serie de este tipo, en algo que hemos dicho aquí repetidamente.

    En el error que significa el considerar que es conveniente que el Banco Central acumule grandes reservas de divisas.

    Con base en ese error hay quienes se sienten muy satisfechos ̶ y esto incluye a algunos economistas ̶ de que en estos momentos haya más de 70 millones de dólares acumulados.

    Es difícil explicarse cuál es el propósito de esta práctica.

    La única explicación que tiene, como tantas veces lo hemos dicho aquí, es la mentalidad mercantilista que primó en Europa entre los siglos XV y XVIII, cuando se consideraba que la riqueza era por sí misma el oro y los metales preciosos. Hoy día no se acumula oro, pero se acumulan divisas extranjeras a manera de sustitución. Podría llamársele a esto neo-mercantilismo, pero la mentalidad que hay detrás de éste es la misma que hubo en esos siglos pasados en el viejo continente.

    La consecuencia de esta práctica ̶ que no es sistema ni doctrina ̶ es la de abstenerse de comprar a los extranjeros más de lo que se les vende, con el fin de poder acumular las divisas. ¿Por qué? Porque en el fondo quienes así proceden, asimilan divisas a riqueza y creen que el acumular divisas evita el empobrecimiento. Típico mercantilismo; no hay otra explicación.

    Pero la verdad es que esto es un error. De nada sirve acumular divisas e ir agradando una reserva.
    Para las economías subdesarrolladas como la nuestra, este mantenimiento de reservas en las arcas de los bancos tiene un enorme costo, como lo explica muy bien el Dr. Corrales.

    Cualquier propietario de un almacén ̶ dijo ̶ sabe que si mantiene un inventario guardado sin venderlo, sufre un costo muy elevado, que es el costo de tener dinero ocioso que no está cumpliendo misión alguna ni produce utilidades.
    Cuando esto lo hace un empresario particular, es cosa suya ese costo. Pero, cuando eso se hace nacionalmente desde el Banco Central, el costo por el empantanamiento lo paga toda la población.

    Y en ese proceso estamos. Hace unos pocos años se consideraba adecuada una reserva de veinte a treinta millones de dólares. Ahora la reserva es mayor de setenta millones y parece que no basta. Sería importante que las autoridades monetarias informaran hasta dónde piensan llevar dichas reservas.

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