2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (TRES: LES DIJE QUE VENÍA CARGADA)
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (TRES: LES DIJE QUE VENÍA CARGADA)
Tomado de la entrevista de Hugo Espinoza, periodista de Noticieros Columbia, a
Rodolfo Cerdas: los paréntesis son míos.
Dice Cerdas:
"...hemos llegado a una situación todavía muy lamentable, en el sentido de que
integrantes de las cúpulas políticas van a estos organismos internacionales [ya
sabemos a cuáles se refiere] a sugerir que nos pongan condiciones todavía más
duras, para acelerar cierto tipo de políticas que corresponden a sus esquemas
ideológicamente fosilizados, que no siempre coinciden con los intereses y las
características de la sociedad costarricense. Por otra parte hay que decir que
la situación es todavía má lamentable, porque los propios organismos
internacionales han venido cambiando en sus políticas y en sus recomendaciones.
Ellos lo que hacen es condicionar, en virtud de los resultados negativos que han
obtenido en muchos países en donde han aplicado esas políticas y, entonces, han
tenido que rectificar. Pero aquí muchos de los decidores [sic] políticos han
sido incapaces de entender que esas rectificaciones están siendo introducidas,
que ellos también tenían que cambiar las cosas, y que lo que se necesite esté
claro, en qué tipo de modelo de desarrollo necesitamos. Nosotros necesitamos un
modelo de desarrollo costarricense como siempre lo hemos tenido, nacido aquí,
hecho con café con leche, hecho con banano, y con los productos que este país
produce, con frutas, etcétera; quiero decir, enraizado en el suelo costarricense.
¿Y por qué se necesita eso?; bueno, se necesita porque usted nunca podrá negociar
con otra persona, si usted mismo no sabe lo que quiere. Si usted va a defender
los intereses y el punto de vista del otro que viene a negociar con usted, usted
está entregándose en los brazos del otro y eso es lo que ha pasado con muchos de
nuestros negociadores, que tienen en mente los esquemas, la mentalidad, e incluso
los intereses de esos sectores internacionales y no los intereses de Costa Rica.
Y yo creo que es muy importante que tengamos nuestro propio modelo de desarrollo
[¿cuál, cómo] , no solamente porque así podemos negociar con los sectores del
extranjero, con los grandes intereses económicos internacionales, que están
legítimamente defendiendo sus intereses. Nosotros lo que tenemos que hacer es
defender lo nuestro, sino porque ha llegado la hora de que hagamos lo que hizo
posible que Costa Rica sea Costa Rica, y es que sus dirgentes se atrevieron a
pensar con su propia cabeza. Una de las grandes tragedias que hemos tenido en
los últimos años es que nuestros dirigentes salieron como esos chiquillos
copiones en las escuelas, viendo a ver qué se hace en el exterior y cómo se
copian esos modelos y han sido incapaces de pensar en su propia cabeza [ellos, no
yo], como lo hizo don Braulio Carrillo, como lo hizo don Juan Rafael Mora, como
lo hizo el General Guardia, como lo hizo don Jorge Volio, como lo hicieron las
personas que iniciaron la reforma social en los años 30 y 40, como lo pensó el
Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales y el país a finales de los 45
a los 50, y hemos hecho simplemente imitación. No se trata de agotar, se trata
de adaptar [¿entonces?], es decir, ver qué es lo que se está haciendo y adaptarlo
a las condiciones específicas de Costa Rica [¿y no se así, lo que al final del
camino siempre hacemos o hacen las personas?] Pero nuestros dirigentes dejaron de
pensar con su propia cabeza y se dedicaron a imitar y en consecuencia estamos
pagando un alto precio por sus errores [aplicar el concepto de costo de
oportunidad].
Saludos
Jorge Corrales Quesada
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (el cuarto; gracias a Eduardo Lizano)
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (el cuarto; gracias a Eduardo Lizano)
Tomado de David Dollar and Aart Kraay, "Spreading the Wealth," Foreign Affairs,
January-February, 2002, p.p. 120-121.
"Primero, una tendencia global a largo plazo hacia una mayor desigualdad
prevaleció por lo menos durante 200 años; tuvo su máximo hacia 1975. Pero, desde
entonces, se ha estabilizado y posiblemente aún hasta revertido. La principal
razón para este cambio ha sido el crecimiento acelerado de dos países grandes e
inicialmente pobres, China e India.
Segundo, una fuerte correlación liga, por un lado, a una incrementada
participación en el comercio y la inversión internacional con, por el otro lado,
un crecimiento más rápido... Los economistas son cautos acerca de derivar
conclusiones que tengan que ver con causalidad, pero en su mayoría están de
acuerdo en que la apertura al comercio internacional y a la inversión (junto con
reformas complementarias) explican el mayor crecimiento de los países que
participan de la globalización.
Tercero, y al contrario de la percepción popular, la globalización no ha
resultado en una mayor desigualdad a lo interno de las economías. La desigualdad
ha aumentado en algunos países (tal como en China), pero se reducido en otros
(tal como en las Filipinas. Pero estos cambios no están sistemáticamente ligados
a medidas globalizadoras, tales como comercio y flujos de inversión, aranceles y
la presencia de controles de capitales. Más bien, los cambios en la desigualdad
surgen más por políticas acerca de la educación doméstica, los impuestos y las
políticas sociales. Por lo general, las tasas de crecimiento mayores en los
países en desarrollo que se han globalizado, se han trasladado en ingresos más
elevados para los pobres...
Aunque la globalizaciópn puede er una fuerza poderosa para reducir la pobreza,
los resultados beneficiosos no son algo inevitable..."
Jorge Corrales Quesada
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA DOS (¿stá cargada!)
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA DOS (¿stá cargada!)
De Monseñor Oscar Rodríguez en Telenoticias de mediodía del 11 de febrero del
2002.
"Etica pública es inseparable de la ética privada. No se puede suponer que en
una misma persona concurran las facetas de un corrupto público y un honesto
privado, así como tampoco es posible encontrar a alquien que sea un honesto
público y un corrupto privado. Quien es corrupto u honesto en una dimesión, lo
es también en la otra."
Jorge Corrales Quesada
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (No hay quinto malo este día)
2002-02-18 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (No hay quinto malo este día)
Tomado de Thomas Larsson, The Race to the Top: The real story of globalization,
Cato Institute, 2001, p. 39. El libro fue escrito originalmente en 1999 en sueco
Världens klassresa y publicado por el instituto liberal de ese país, Timbro.
Actualmente lo estoy leyendo (en inglés, por supuesto)y si alguien quiero leerlo
dentro de un tiempo, nada más me lo pide, y se lo presto con caracter devolutivo.
Es de lectura relativamente sencilla y bastante descriptivo de experiencias en
diferentes países resultantes de la globalización. Los paréntesis -y la
traducción- son míos.
"[Pat] Buchanan exagera enormemente su oposición [a la globalización]. Pocos
miembros de la élite política y económica de los Estados Unidos -o, en general en
el mundo occidental- son proponentes, sustentados en principios, de la política
económica liberal. En efecto, el libre comercio no se ha beneficiado siquiera de
un único defensor consistente en la política de los Estados Unidos. Los
críticos, por la otra parte, abundan, tanto a la izquierda como a la derecha."
Jorge Corrales Quesada
2002-02-19 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (¿qué será, el sexto?)
2002-02-19 PENSAMIENTO DE LA SEMANA (¿qué será, el sexto?)
A propósito de los escritos recientes de Luis Di Mare y Oswald Céspedes, tomado
de Tomas Larsson, The Race to the Top: The real story of globalization, antes
referido.
"El periodista Daniel Singer, en su libro ¿El Milenio de Quién? ¿El de Ellos o
el de Nosotros?, sugiere que la izquierda europea occidental tendrá que crear una
alternativa radical o ceder. El mismo quiere revivir el espíritu utópico de
1968: 'No estamos atados al sistema,' escribe 'y nadie puede impedirnos mirar más
allá del horizonte capitalista. Simplemente no podemos lavarnos nuestras manos y
pretender. No estamos condenados por el destino a la impotencia y a la
inacción.'
Singer está en lo correcto, al menos en que el futuro no es algo ordenado. Hoy
día mucha gente parece pensar que el 'nosotros' del liberalismo clásico -con el
respaldo de la globalización- ya ha ganado el debate ideológico contra el
socialismo. Hay una complacencia peligrosa entre los proponentes tradicionales
de la economía de mercado. Paradójicamente bien puede haberse sustentado en una
visión Marxista de la historia -la noción de ciertos cambios económicos y
tecnológicos que hacen una necesidad histórica de la economía de mercado,
liberal, globalizada... De que habrá menos nacionalismo y más globalismo, menos
colectivismo y más individualismo, menos estado y más mercado.... A pesar de sus
concesiones retóricas a favor del mercado, la social democracia europea no es un
liberalismo disfrazado. El colapso del totalitarismo comunista no trajo tan
buenos augurios para la democracia liberal y para la economía de mercado como
algunos supusieron al principio. El Marxismo-Leninismo puede haber fracasado,
pero es tan sólo uno de los muchos enemigos ideológicos de la economía liberal de
mercado...Y esa hostilidad al mercado cuesta que muera...
Claramente, el colapso del Marxismo no significa que el colectivismo y el
irracionalismo hayan sido desraizados de una vez por todas. Es todavía muy
pronto para que los proponentes del capitalismo y la globalización proclamen la
victoria. Contra todas las probabilidades, se ha tenido mucho progreso en el
frente de la liberalización de Europa en los últimos 20 años. Pero los
proponentes del mercado tienen aún mucho trabajo por hacer. Los conflictos
ideológicos esenciales perdurarán, cualesquiera que sean las etiquetas. El
sentimiento nacionalista persistirá, como lo será la lucha entre quienes quieren
derribar muros [el autor se refiere al de Berlín] y quienes quieren mantenerlos
erguidos.
Sí, mañana el sol volverá a levantarse. Eso sí es seguro."
Jorge Corrales Quesada
2002-03-04 Pensamiento de la semana
2002-03-04 Pensamiento de la semana
Don Jorge Corrales que continúa con problemas de Correo Electrónico me solicitó que enviara a "Palestra" este PENSAMIENTO DE LA SEMANA.
Luis Di Mare
PENSAMIENTO DE LA SEMANA
Me parece apropiado dedicar este pensamiento de la semana a quienes
consideran la existencia del "fracaso del mercado" y la inexistencia
del "fracaso del gobierno". Nótese que proviene de uno de los más
destacados "intervencionistas", Alfred Cecil Pigou, The Economics of
Welfare, Londres, MacMillan, 1920, p.p. 331-332 (tomado de una edición
anterior) y mencionado en David Henderson, The Changing Fortunes of
Liberalism: Yesterday, Today and Tomorrow, Londres, The Institute of
Economic Affairs, 1998, p. 114. La traducción es mía. Los paréntesis
cuadrados son míos.
"En cualquier industria [actividad económica], en donde haya razón para
creer que el libre juego del interés propio ocasionará que se invierta
una cantidad de recursos diferente de la cantidad requerida por los
mejores intereses del dividendo nacional, hay prima facie un caso en
favor de la intervención pública. Sin embargo, el caso no puede ser
más que uno prima facie sino hasta que no hayamos considerado las
calificaciones que las agencias gubernamentales deban poseer, a fin de
que puedan intervenir ventajosamente. No es suficiente con contrastar
los ajustes imperfectos de un sistema de empresa privada sin
restricciones [unfettered] con los mejores ajustes que los economistas
puedan imaginar en sus estudios. Puesto que no podemos esperar que
cualquier autoridad pública logrará, o aún buscará con todo su corazón,
ese ideal. Tales autoridades, de la misma manera, estarán sujetas a la
ignorancia, a presión de sectores y a la corrupción personal del
interés privado."
Jorge Corrales Quesada
2002-03-04 Pensamiento de la semana
2002-03-04 Pensamiento de la semana
En Panorama, programa de la Cámara Nacional de Radio del día lunes 25
de febrero, se hizo referencia a algunas cosas de Stiglitz que me
parece rayan en la injusticia:
"Fue un economista de primera línea del Banco Mundial. Hoy, Joseph
Stiglitz, da entrevistas denunciando cómo su antiguo patrono, con el
Fondo Monetario Internacional y su accionista mayoritario, el Tesoro de
los Estados Unidos, manejan la economía mundial. Así lo declaró al
semanario inglés The Observer y a la BBC de Londres. Allí, Joseph
Stiglitz, el 'desertor de la globalización', explicó los pasos que el
Banco Mundial sigue en cada país.
Primero, la famosa "Estrategia de Asistencia" es diseñada por expertos
que nunca salen de sus hoteles de cinco estrellas.
Después, los expertos del Banco Mundial se reúnen con cada Ministro de
Finanzas de un país pobre, al cual obligan a firmar un machote con
cuatro pasos, que ya viene redactado.
El primer paso es el de la "privatización", que los gobernantes locales
acogen de muy buena gana, pensando en las comisiones que se van a ganar
por la venta del patrimonio de sus naciones. Y lo mejor es que podrán
decirle a sus críticos que la culpa se debe a las presiones del Banco
Mundial.
El paso dos es la "liberalización del mercado de capitales" que, en
teoría, permitirá la llegada de millones de dólares en inversiones.
Pero, como en Indonesia, Brasil y una larga lista de países, el flujo
es enorme, pero para afuera y, según Stiglitz, el único dinero que
entra es dinero caliente; o sea, capital especulativo. Y para atraer
inversionistas, el Fondo Monetario Internacional recomienda subir las
tasas de interés desde un treinta a un ochenta por ciento, lo que
destruye el valor de la propiedad, saquea la producción industrial y
drena los tesoros nacionales.
El paso tres es "precios basados en el mercado"; o sea, el fin de los
subsidios para las tarifas de los servicios básicos, lo que encarece la
vida a los más pobres, causando protestas y motines, como en Indonesia,
Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Y el paso número cuatro es "la estrategia de reducción de la pobreza
mediante el mercado libre." Pero que, según Stiglitz, este comercio
sólo es libre en un sentido, porque como la estructura de precios la
dominan las grandes potencias, termina aumentando la desigualad
económica entre los países, y dentro de los países pobres crea una
categoría de "súper pobres."
Según el periodista inglés, Greg Palatz, Joseph Stiglitz, el "desertor
de la globalización," además de economista "top-gun" del Banco Mundial,
fue Presidente del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Bill
Clinton."
¿Cómo se comete tanta injusticia?
Jorge Corrales Quesada
2002-03-05 PENSAMIENTO DE LA SEMANA
2002-03-05 PENSAMIENTO DE LA SEMANA
Tomado de una conferencia de Adrian Wooldrige, corresponsal de The
Economist en Washington D.C. el día 15 de enero del 2002 en ocasión del
Foro sobre el libro de Tomas Larsson, "The Race to the Top: The Real
Story of Globalization," p. p. 16-20, celebrado en el Instituto Cato de
la ciudad de Washington. Los paréntesis cuadrados son míos.
"Porque pienso que una de las cosas que realmente ha fallado en todo
este debate sobre la globalización, es que la gente pro-globalización,
la mayor parte de la gente pro-globalización, de hecho no piensa que
vale la pena defender a la globalización. Debido a que piensan o que
la globalización es un fait acompli o que es algo automático; que es
algo que es manejado por la tecnología; que es algo que no puede ser
revertido, y que por tanto no se requiere que usted la defienda. Que
defenderla es como defender el hecho de que el sol sale cada día -que
usted no lo necesita hacer; que es un hecho acerca del mundo.
Pienso que este es un error profundo, peligrosamente profundo, debido,
al menos, a tres razones. La primera es la naturaleza en sí de la
globalización. Pienso que la globalización es un proceso complejo y
contradictorio, que tiene todo tipo de contracorrientes que van contra
la corriente principal... Porque las perspectivas [de los medios, de
los periodistas, de los colegas] son profundamente locales... [son
medios] que empujan a gente inteligente, educada, informada, a que, de
hecho, en algunas de sus maneras, sean bastante provincianos acerca de
sus preocupaciones... El segundo problema real con ese argumento es en
lo que puede ser llamado la política de la globalización. Y eso es que
toda la política, como se ha dicho a menudo, es global. La gente se
involucra en la política local y poseen una perspectiva local... Hay
una historia preciosa de Adam Smith en su libro "La Teoría de los
Sentimientos Morales" en la cual compara el dolor que usted sentiría si
corta su dedo meñique con el dolor que sentiría si se destruyera la
nación China entera... lo que él nos dice es que los sentimientos
locales son mucho más poderosos y que ejercen mucha mayor presión. Y
pienso que siempre este es el caso con la globalización...
Y pienso que una tercera cosa son las lecciones de la historia. La
lección de la historia, muy pero muy poderosa, es que la globalización
no es un proceso inevitable. Es un proceso que puede ser revertido...
La noción es que la globalización es un hecho acerca del mundo, y que
vamos a tener más y más de ella porque es empujada por la tecnología.
Pienso que eso no es cierto. La globalización descansa sobre un
consenso político, sobre argumentos políticos, y nosotros necesitamos
continuar articulando el caso a favor de la globalización... "
Jorge Corrales Quesada
2002-03-05 PENSAMIENTO DE LA SEMANA
2002-03-05 PENSAMIENTO DE LA SEMANA
Tomado de David Henderson, The Changing Fortunes of Economic
Liberalism: Yesterday, Today and Tomorrow (Londres: The Institute of
Economic Affairs, 2001), p. p. 122-123. La traducción y los paréntesis
cuadrados son míos.
"...en comparación con el semi-consenso de los economistas, la Economía
de su Propia Iniciativa -EPI- ["Do It Yourself Economics"] es
fuertemente intervencionista. Sostiene, por ejemplo, que los
productos, las industrias y las actividades pueden ser caracterizadas
como 'esenciales' y 'no esenciales', u ordenadas [ranqueadas]
prioritariamente con independencia del deseo que haya de pagar en el
margen; que la autosuficiencia nacional en productos básicos es un
objetivo clave, el cual los gobiernos son responsables de lograr; que
cuando las transacciones se realizan a través de las fronteras, el
estado está necesariamente involucrado, de manera que la competencia
internacional es básicamente un asunto entre estados; que las
exportaciones representan una ganancia para cada uno de los países y
las importaciones, una pérdida; que los saldos comerciales bilaterales
entre países son apropiadamente asuntos de preocupación y acción
oficial; que las tarifas, las restricciones a las importaciones y los
subsidios a las exportaciones sirven para incrementar el empleo total;
que las acciones administrativas para reducir o limitar el tamaño de la
fuerza de trabajo -tales como reducciones obligadas de las horas de
trabajo, retiro anticipado obligatorio o restricciones más fuertes a la
inmigración- están dirigidas a aliviar el problema del desempleo; que
las acciones llevadas a cabo con el propósito de obtener ganancias o,
más ampliamente, a partir del interés propio [self-interest], son
cuestionables como tales; que cuando los mercados aparentan que no
funcionan bien, el remedio yace en su regulación directa; que los
procesos de mercado son a menudo, si no inherentemente, caóticos,
disruptivos e injustos; y que la responsabilidad para asegurarse
resultados justos y efectivos, sobre una base amplia de casos
particulares, yace con los gobiernos. Todos esto fundamenta una agenda
regulatoria indefinidamente grande."
Si no fuera por lo nociva que resulta, por su aplicación, la ignorancia
en Economía (con esto del "Do It Yourself Economics"), la cita me
encanta, pues sirve como una guía para los exámenes de los estudiantes
de Fundamentos o Principios de Economía. Entre otros usos...
Jorge Corrales Quesada
2002-03-06 PENSAMIENTO DE LA SEMANA
2002-03-06 PENSAMIENTO DE LA SEMANA
De Milton y Rose Friedman, Two Lucky People: Memoirs (University of Chicago
Press, 1998):
"Juzgados por la práctica, hemos estado, a pesar de algunos éxitos, del lado
perdedor. Juzgados por las ideas, hemos estado del lado ganador. El público de
los Estados Unidos se ha dado cuenta, de manera creciente, que el gobierno no es
la cura ideal para todos sus problemas, que las medidas gubernamentales, tomadas
con las mejores intenciones y los mejores propósitos, a menudo, sino típicamente,
se desbocan y hacen daño en vez del bien. Se ha detenido el crecimiento del
gobierno, y parece estar al borde de la declinación, como una fracción de la
economía. Estamos en la corriente principal del pensamiento, no como era hace 50
años, miembros de una minoría despreciada."
Jorge Corrales Quesada