¿CUÁLES CARRETERAS?

¿CUÁLES CARRETERAS?
Por Jorge Corrales Quesada

Un concepto básico en el análisis económico es del costo de oportunidad. Esto es, que cada vez que se hace alguna cosa, tiene como costo de oportunidad la mejor alternativa en que se pudieron alternativamente usar esos recursos económicos escasos. Por eso, si hablamos de carreteras, como economistas, no necesitamos como requisito ser ingenieros para opinar sobre el mejor uso de los recursos. La elección subjetiva siempre es básica en economía: casi siempre la persona se ve obligada a escoger una cosa en vez de otra.

Igual debería de suceder con gastos que hace el gobierno. Por ejemplo, ante su gestión obtuvo algo que no fue un regalo ni una imposición, sino un préstamo creo que de $350 millones del Banco Interamericano; el monto exacto para el caso es lo de menos. Éste será utilizado en remozar, ampliar, mejorar, construir ciertos puentes y una “ciclovía,” en la zona norte de la carretera interamericana (Puntarenas y Guanacaste). Pero, en cierto momento, el gobierno (todos los costarricenses) tendremos que pagar ese préstamo al Banco, como debe ser, con todo e intereses.

Lo conveniente es usar esos fondos en la mejor alternativa. En el caso concreto, podrían emplearse, si así lo hubiera propuesto el gobierno, en la reparación o habilitación de la carretera que es económicamente más rentable para el país, que casi no tengo dudas se trata de la carretera a Limón, que es por donde pasa la mayor parte del comercio de entrada y salida del país (lo cual es mucho decir). Pero esta carretera –lo pueden atestiguar muchos costarricenses, no sólo ingenieros amigos con quienes he hablado al respecto- es estrecha, con muchas curvas y pendientes, con falta de iluminación vial especialmente útil en la mucha neblina que le caracteriza, además de que, bien sabemos, una vez entrado el invierno, casi cada 22 días o un mes hay un derrumbe que afecta el tránsito por pocas o muchas horas, provocando todo un enorme incremento en el costo de transporte, que debe ser pagado por toda la ciudadanía. Me parece que la interamericana norte, si bien tiene algunos otros problemas, son pocos en comparación con los de la vía a Limón.

Pero, además, la decisión de usar tales fondos del BID en la nueva o ampliada carretera significa que todos, pero todos, los ciudadanos pagaremos por su construcción, ya sea mediante impuestos, inflación o mayor endeudamiento, en vez de serlo por quienes la usan, como sucede con una importante porción en la carretera a Limón. Ahora, quien utilice la nueva vía ampliada y mejorada no pagará nada por su uso y quien no la usa, pagará por esa carretera a través de impuestos o inflación. Así, unos pocos se sirven de lo que todos los otros pagan.

Sé que dirán que ya “pronto” se va a hacer algo con la de Limón, pero ese no es el tema, que se refiere a una decisión ya tomada, caracterizada por el sin sentido y la irresponsabilidad en el uso de los recursos escasos. En cuanto a quién paga las cosas, sí es hora de que quienes la usan, paguen y que quienes no la utilizan, no tengan que hacerlo por aquellos.

Publicado en La Extra del 05 de junio del 2012.