Comentarios en "Radio Monumental"
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1984-01-09-LAS RELACIONES ECONÓMICAS DE COSTA RICA CON NICARAGUA
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LAS RELACIONES ECONÓMICAS DE COSTA RICA CON NICARAGUA
Comentario en Radio Monumental, 09 de enero de 1984.
Hace unos cuantos meses, con un gran destaque en los distintos medios de comunicación, nuestras autoridades encargadas de los asuntos económico-financieros de Costa Rica con Nicaragua; específicamente, del Banco Central y del Ministerio de Hacienda enfatizaron el grave problema que surgía del endeudamiento de Nicaragua con Costa Rica por el no pago de nuestras exportaciones hacia ese país.
En ese entonces, aseveraron nuestras autoridades que el elevado monto de tal deuda, que ascendía a casi cien millones de dólares, debería ser el límite máximo de crédito que Costa Rica podía darle a ese país.
Por supuesto, como es frecuente con nuestras autoridades, tal limitación nunca se puso en práctica, puesto que, ahora, en días recién pasados, esas mismas autoridades nacionales han recibido a las nicaragüenses para ver cómo se arregla su deuda con nosotros, que ya asciende a 140 millones de dólares.
Si ya de por sí era increíble que un país como el nuestro, endeudado hasta los codos, y que incluso no hacía frente a sus obligaciones con aquellos que nos habían prestado fondos, estuvieran financiando a un país, Nicaragua, cuyos gobernantes mostraban y muestran una casi continua hostilidad hacia la manera de ser costarricense, más sorprendente resulta que ese endeudamiento de Nicaragua con nosotros haya continuado sin límites y que, a la fecha ,no se le haya puesto coto a ese dispendio sin paralelo.
A mí me parece, como dice nuestro pueblo con ese gran sentido de las cosas, que estamos en presencia de un enorme perro amarrado; pero, por supuesto, amarrado por nuestros vecinos del Norte, pero muy suelto por nuestros gobernantes. Si estos fueran agentes cobradores de alguna empresa, su fracaso en recuperar las platas les hubiera significado, desde hace tiempo, que les cortaran el rabo. A no ser que ̶ y he aquí la gran incógnita ̶ que no quisieran en verdad recoger esos fondos. Recuérdese que, después de todo, las exportaciones nacionales a Nicaragua son pagadas por medio de la Cámara de Compensación, lo cual se traduce en que sea el Banco Central de Costa Rica quien les da, en última instancia, la plata a los exportadores. Y ésta proviene del lugar más fácil: la posible emisión de dinero, lo cual va a significar que la población costarricense, a través de la inflación, será la que va a pagar el perro amarrado. Ahora sólo falta que nuestras autoridades incluyan dentro de nuestra reservas, el cobro de lo que Nicaragua nos debe: así hacen que lo malo, aparezca como bueno.
1984-01-16-LOS VIAJES DEL PRESIDENTE MONGE
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LOS VIAJES DEL PRESIDENTE MONGE
Comentario en Radio Monumental, 16 de enero de 1984.
En una de las calles de San José, me encontré a un amigo, quien me dijo muy molesto, que era un relajo tanta viajadera del Presidente Monge. Él esperaba que yo le manifestara mi acuerdo con lo que me decía, pero se sorprendió cuando le dije que, en algunas ocasiones, tales viajes más bien brindaban un gran servicio al país. Le ofrecí que, posteriormente, haría un comentario en el cual le mostraría, con un ejemplo, por qué yo estaba en lo correcto.
A mediados de enero, el Presidente Monge viajó al Ecuador para participar en unas reuniones en ese país, a las cuales no es del caso referirse. Cuando estaba allá dijo algo que, en verdad, me hizo recordar aquello de que “bien valió el boleto”. Según la información periodística, el mandatario mencionó allá que en diferentes tonos la crisis que vive Costa Rica es la misma que sufren los países de América Latina. Y el Presidente Monge agregó una crítica velada cuando dijo que “…uno duda que la efectiva comprensión de los interlocutores (posiblemente se refería al Fondo Monetario Internacional), quienes pareciera sólo interesar la vigencia de ideas y de modelos de desarrollo que también están en crisis y que han fracasado tanto en América Latina como en los países desarrollados”.
Me imagino que algunos ex presidentes se han debido regocijar, pues, entonces, la crisis no se debía a tal o cual ”presidente” que había destruido lo que tal o cual ”partido” había creado para “bien” del pueblo. Esto es, si el fenómeno es general en Latinoamérica, éste no puede atribuirse a una persona específica, particular, gobernante de turno en algún país de América Latina. El problema son las ideas, no las personas; son las decisiones políticas, de conducción de la cosa pública, no de nombres y apellidos. Por ello, creo que el viaje del Presidente Monge al Ecuador fue muy valioso: la crisis no es algo sólo nacional, provocado por cierta persona específica; es algo que sufren las naciones de Latinoamérica, aunque antes el Presidente Monge afirmaba todo lo contrario.
En la crítica velada de nuestro Presidente al Fondo Monetario, pierde la perspectiva. El fracaso de ideas y de modelos de desarrollo que él atribuye les interesa a esos interlocutores, más bien es a la inversa, como lo explica la propia posición del actual gobierno. Han sido los malos modelos proteccionistas, estatizantes, dirigistas, los que están fundamentalmente en crisis. El Estado devoró a los social-estatistas, entre ellos a los criollos, que aunque afuera no lo reconocen, adentro, aquí, cada rato nos lo recuerdan. El Presidente Monge debe viajar más.
1984-01-30-SOBRE EL TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONES
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SOBRE EL TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONES
Comentario en Radio Monumental, 30 de enero de 1984.
No interesa el nombre de las distinguidas personas que asistieron recientemente a una reunión política en la casa del ex Presidente Figueres. Lo que a mí me preocupa profundamente es la decisión del Tribunal Supremo de Elecciones por la cual se decide que no es cierto que funcionarios públicos asistieron a esa reunión político- partidista, sino que se trataba de un reunión de otra naturaleza.
Ta vez se trata de que sea otro costarricense quisquilloso más, pero me parece que dicha reunión en casa de don Pepe, más política no podía ser. Es más, en diversos medios de comunicación se afirma que, antes de que ésta se realizara, que no se trataba de una kermesse o un turno o una reunión de aficionados al póker o a la canasta. Quedó muy claro que el objetivo del aquelarre era tratar el tema de la fórmula mágica, que, en buen cristiano ̶ ese que todos entendemos, excepto, parece, los magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones ̶ es, ni más ni menos, un problema político-electoral interno del Partido Liberación Nacional.
Días después, esos mismos medios nos informaron a plenitud, y muchas veces directamente los mismos participantes en la reunión, del carácter político-electoral de ella. Incluso un señor allí presente, tratando de hacerse el simpático a la Figueres, dijo que fue allá “a comprar un pedacito de tierra en la nueva casa de don Pepe”. Cree, tal vez, que aquí todos somos tonticos de nacimiento, pues no podemos imaginar en las andanzas en que estaba. No quiero, tal vez por no entrar en problemas con la censura, calificar con el término que correctamente defina esta actitud de desprecio al costarricense.
Sin embargo, no son estas actitudes de prepotencia las que me preocupan. Lo que de veras me provoca un verdadero malestar en mi conciencia, es la actitud asumida por el Tribunal Supremo de Elecciones ante dicha reunión, en la cual fue clara la violación de la ley que prohíbe la participación política partidista de ciertos funcionarios públicos.
Exonerar a esos políticos de turno, quienesquiera que fueran, de haber incumplido la ley vigente ̶ buena o mala ̶ simplemente debilita la alta estima pública sobre la conducta imparcial que siempre ha mantenido, en las últimas décadas, el Tribunal Supremo de Elecciones. Espero que este comportamiento, tan sorpresivo a los ojos del ciudadano, no sea un presagio del desmoronamiento de una de las instituciones más apreciadas por los conciudadanos.
1984-02-06-SANDECES
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SANDECES
Comentario en Radio Monumental, 06 de febrero de 1984.
Recientemente, la acuciosa periodista de La Nación, doña Lidiette Brenes de Charpantier, le comentó al ex Presidente Figures, que, al argumentar éste que sólo los factores externos son los que han repercutido en la situación nacional, limpia de culpa a elementos internos como el modelo liberacionista, que según expertos es responsable de una parte sustancial de los problemas.
La respuesta de Figueres no se hizo esperar y señaló que “la triste realidad es que el consumo de Costa Rica es más grande que la producción y no tiene que ver nada con esas frases estúpidas como ‘los modelos’”. En los Estados Unidos, dijo Figueres, “están acostumbrados a oír hablar de modelos y si allá les duele la cabeza, aquí nos tiene que doler también. Aquí tenemos que aplicar las soluciones apropiadas o erróneas que se usen en los Estados Unidos”. Y añadió: “Todo, todo lo repetimos; parecemos más loros que seres pensantes. ¡Sandeces!”.
A mí me sorprende escuchar estas afirmaciones del ex Presidente, pues o son atribuibles a problemas derivados de la salud de una persona muy mayor o bien son simples deseos de insultar a tirios y troyanos que se atreven a pensar distinto de lo que él hace. Calificar de tontera, estupidez, simplicidad o necedad las afirmaciones acerca de la palabra modelo proferida por alguna otra persona, posiblemente más educada o culta que él o que, al menos, está más en la época, simplemente refleja la poca altura del José Figueres de hoy.
Por ejemplo, don Oscar Arias es una persona bastante educada e inteligente, aún cuando no comparto su visión social-estatista del futuro de nuestro país. Don Oscar nos habla de “modelos” en múltiples artículos y libros por él publicados. Yo no me atrevo a afirmar que don Oscar dice sandeces; más bien, nos habla de situaciones que exigen pensar a un hombre medianamente culto.
Sin embargo, para que no se interprete que esta exposición tiene algún fin electorero o de trastrocar fórmulas mágicas de no tan aprendices de brujos, también otra de las personas más educadas en el Partido Liberación Nacional, el actual Ministro de las Exportaciones, don Mario Carvajal, recientemente, en un seminario patrocinado por ANFE y CINDE se refirió a nuestro modelo de sustitución de importaciones en contraposición con uno de exportaciones. Don Mario frecuentemente nos habla en tales términos, como también lo hace don Fernando Naranjo, otro estudioso liberacionista, entre otros.
El contraste más evidente surgió al escuchar en Radio Monumental al Segundo Vicepresidente de la República, don Armando Arauz, referirse en una reunión del INCAE al agotamiento de nuestro modelo de sustitución de importaciones y cómo debemos orientarnos a otro de exportaciones, que se contrapone al concepto de Figueres acerca de quienes dicen esa frases estúpidas.
¿Serán todas esas las sandeces a que se refiere Figueres? ¡Qué tristeza debe dar ser miembro de un partido en donde su presidente confiere categoría de sandeces, tonteras, ligerezas, estupideces, necedades a las expresiones de algunos de sus connotados miembros! y eso que se les considera de la intelligentsia de su mismo partido político.
1984-02-13-DOS TÓPICOS IGUALMENTE SIGNIFICATIVOS
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DOS TÓPICOS IGUALMENTE SIGNIFICATIVOS
Comentario en Radio Monumental, 13 de febrero de 1984.
Este día quiero referirme brevemente a dos tópicos que considero revisten suma importancia. El primero de ellos trata algo que sucedió con mi correspondencia y, el segundo, el tan traído tema de la sobre y subfacturación en el comercio exterior de Costa Rica.
Suelo recibir correspondencia del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, que es una agencia del Banco Central de los Estados Unidos. Usualmente esta me llegaba directamente desde los Estados Unidos; sin embargo, me imagino que por motivos económicos ̶ idea que tal vez se le podría ocurrir a nuestro sistema de correos ̶ ese banco probablemente envía un gran bulto de correspondencia a Guatemala (lo cual, se supone, resulta más barato) y de ahí la correspondencia individual se distribuye a distintos lugares. Pues bien, me llegó a mi casa un sobre con la revista del Banco, que decía lo siguiente: “ABIERTO Por Causas Especiales. Entregado Abierto”. No sé por qué alguien, aduciendo quién sabe qué razones y basado en qué leyes, decidió abrir mi correspondencia. No hay causas especiales que expliquen esa violación de mi privacidad, garantizada por las leyes de este país. Se está así en presencia de una grave irrupción a mis derechos, que, de haber sucedido en Costa Rica, debe ser explicada ampliamente por las autoridades de Correos de Costa Rica, pues aún están vigentes nuestras garantías constitucionales,
Sobre el otro tema, el de la supuesta defraudación de dividas en el país, ya había efectuado un comentario en La Nación hace varios meses, en el que ponía en duda la veracidad de las cifras dadas por los gobernantes, en donde se hablaba de una evasión multimillonaria de nuestros exportadores e importadores.
Recientemente el asunto ha tomado un giro que me tiene muy preocupado. Por ejemplo, don Eugenio Rodríguez, Ministro de Educación, dijo hace poco en una entrevista televisada, que, ante la alteración supuesta de las notas de los estudiantes de secundaria para poder ingresar a la Universidad de Costa Rica, si había faltas en los colegios él tenía que denunciarlas, pues de no hacerlo cohonestaría un delito.
Bueno, bueno. Por otra parte, autoridades del gobierno han manifestado que han existido subvaluaciones de las exportaciones y sobrevaloraciones de las importaciones, lo cual constituye, según tengo entendido, un delito que incluso, según esas autoridades, va a dar origen a nuevas leyes (¡qué originales!) para evitar, supongo, en mayor grado esos delitos. Me pregunto, antes de ponerme a pensar que mi amigo el importador y mi amigo el exportador son delincuentes genéricos, que, si hay delitos, alguien debe haberlos cometido y, por tanto, ¿por qué no los denuncian ante las autoridades correspondientes? Esto me recuerda aquél dicho de la época de la Revolución Mexicana: “Primero disparen, después pregunten ¿quién va?”.
1984-02-20-ACERCA DEL PLAN DE EMERGENCIA
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ACERCA DEL PLAN DE EMERGENCIA
Comentario en Radio Monumental, 20 de febrero de 1984.
Desde hace ya un buen rato, se escucha a ciertos funcionarios gubernamentales advertirnos acerca del excesivo gasto público y de cómo podría originar una situación desastrosa para la economía nacional.
Estos neoliberales ̶ que me recuerdan a algunas de las prédicas de la ANFE ̶ sin embargo, parece que casi siempre hacen lo contrario de lo que predican. Un ejemplo es el reciente acuerdo legislativo para aprobar la llamada ley para el equilibrio financiero del sector público, la cual incluso tuvo la aprobación de ciertos grupos empresariales, los que, supuestamente, representarían los intereses de los sectores productivos del país.
Lo que me temo es que dicha ley, si bien logra el equilibrio financiero del sector público, lo es a costas del desequilibrio financiero del sector no-público del país. Esto se debe a que, si bien hay una reducción del gasto público como consecuencia de dicha ley, en realidad lo es de un gasto que previamente había sido inflado por ese mismo Estado. De esta manera, primero el gobierno manda un gasto sumamente elevado para la aprobación de la Asamblea Legislativa, para, poco después, reducirlo un poco, e intentar así rodar a los ticos con el cuento de que efectivamente ya hay disciplina en las finanzas del Estado.
Pero, eso no es todo: por otra parte, el famoso proyecto, pronto a ser convertido en ley, carga de impuestos al país. Este es el meollo del asunto: se siguen poniendo impuestos de todo tipo, lo cual, tarde o temprano, nos hará volver a la tierra en cajita blanca. No se puede estabilizar a un país sobe el cadáver de su economía. No se puede estabilizar a una economía si se impide llevar a cabo actividades productivas. No se puede estabilizar una economía si se incita a la “italianización” del pago de los impuestos. No se puede estabilizar una economía si la manutención del sector público se logra a cambio de la quiebra de las actividades privadas.
¿Y eso que aún el nuevo gobierno no ha puesto el nuevo gravamen sobre la gasolina? Pero, estimado radio-oyente, no se desespere, pues este nuevo impuesto de seguro que pronto nos llegará. Esto es lógico, pues, tal como sucedió con el gasto público, que primero lo aumentaron mucho para luego bajarlo un poquito, ahora utilizan la misma estratega con la gasolina. Primero el gobierno anunció que al aumentaría en un 25% y, luego, como concesión de los dioses del Olimpo, que tan sólo se elevaría en un 10% y, por ese acto dadivoso, debemos de estar totalmente agradecidos con nuestros gobernantes.
Esto me recuerda el “tirillo” de un paisano, quien primero subía los precios de sus productos, para anunciar después una rebaja, pero resulta que ésta era de un monto inferior al que los había aumentado, por lo que los incautos compradores se mostraban felices por la rebaja de los precios . Igual nos lo receta este gobierno.
1984-02-20-ACERCA DEL PLAN DE EMERGENCIA
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ACERCA DEL PLAN DE EMERGENCIA
Comentario en Radio Monumental, 20 de febrero de 1984.
Desde hace ya un buen rato, se escucha a ciertos funcionarios gubernamentales advertirnos acerca del excesivo gasto público y de cómo podría originar una situación desastrosa para la economía nacional.
Estos neoliberales ̶ que me recuerdan a algunas de las prédicas de la ANFE ̶ sin embargo, parece que casi siempre hacen lo contrario de lo que predican. Un ejemplo es el reciente acuerdo legislativo para aprobar la llamada ley para el equilibrio financiero del sector público, la cual incluso tuvo la aprobación de ciertos grupos empresariales, los que, supuestamente, representarían los intereses de los sectores productivos del país.
Lo que me temo es que dicha ley, si bien logra el equilibrio financiero del sector público, lo es a costas del desequilibrio financiero del sector no-público del país. Esto se debe a que, si bien hay una reducción del gasto público como consecuencia de dicha ley, en realidad lo es de un gasto que previamente había sido inflado por ese mismo Estado. De esta manera, primero el gobierno manda un gasto sumamente elevado para la aprobación de la Asamblea Legislativa, para, poco después, reducirlo un poco, e intentar así rodar a los ticos con el cuento de que efectivamente ya hay disciplina en las finanzas del Estado.
Pero, eso no es todo: por otra parte, el famoso proyecto, pronto a ser convertido en ley, carga de impuestos al país. Este es el meollo del asunto: se siguen poniendo impuestos de todo tipo, lo cual, tarde o temprano, nos hará volver a la tierra en cajita blanca. No se puede estabilizar a un país sobe el cadáver de su economía. No se puede estabilizar a una economía si se impide llevar a cabo actividades productivas. No se puede estabilizar una economía si se incita a la “italianización” del pago de los impuestos. No se puede estabilizar una economía si la manutención del sector público se logra a cambio de la quiebra de las actividades privadas.
¿Y eso que aún el nuevo gobierno no ha puesto el nuevo gravamen sobre la gasolina? Pero, estimado radio-oyente, no se desespere, pues este nuevo impuesto de seguro que pronto nos llegará. Esto es lógico, pues, tal como sucedió con el gasto público, que primero lo aumentaron mucho para luego bajarlo un poquito, ahora utilizan la misma estratega con la gasolina. Primero el gobierno anunció que al aumentaría en un 25% y, luego, como concesión de los dioses del Olimpo, que tan sólo se elevaría en un 10% y, por ese acto dadivoso, debemos de estar totalmente agradecidos con nuestros gobernantes.
Esto me recuerda el “tirillo” de un paisano, quien primero subía los precios de sus productos, para anunciar después una rebaja, pero resulta que ésta era de un monto inferior al que los había aumentado, por lo que los incautos compradores se mostraban felices por la rebaja de los precios . Igual nos lo receta este gobierno.
1984-02-27-MI POBRE CARRO
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MI POBRE CARRO
Comentario en Radio Monumental, 27 de febrero de 1984.
Adquirir un vehículo nuevo en esta época significa deshacerse de todos los ahorros presentes y, casi, de lo que se espera tener durante los próximos cuatro años. Me imagino que en esto no sólo tiene que ver la devaluación de la moneda, sino, también, la voracidad fiscal que considera a cualquier carro como un lujo digno de faraones y no una posibilidad de que el ser humano esté mejor que en la edad de las carretas.
Ese costo tan elevado de los vehículos nuevos nos ha obligado a muchos costarricenses a cuidar con más ahínco el cacharro que hoy tenemos. Sin embargo, con la misma crueldad con que el paso del tiempo acaba con las vanidades de tanto ensoberbecido y de tanto fatuo, nuestros carritos se van acabando, lentamente. Y aquí viene la tragedia…
A mi pobre Fiat se le reventó el cable que abre la tapa del motor, el cual quedó cerrado, sin posibilidades fáciles de ser abierto. Corrí a la agencia que trae los carros Fiat para ver si allí tenían el famoso cable, para encontrarme con la desagradable sorpresa de que no tenían, ni sabían cuando dispondrían de él. Me sentí frustrado, pues cuando compré le Fiat siempre creí que la agencia brindaría los repuestos necesarios, lo cual tomé muy en cuenta al hacer la adquisición. Es más, eso mismo se lo aseguran a cualquiera que piense adquirir dicho carro. Finalmente, logré resolver el problema gracias a un buen artesano nacional.
A la semana siguiente algún pillo intentó abrir la joroba de mi carro, con la consiguiente destrucción del llavín. De nuevo acudí a la agencia de la Fiat en busca del aparato. Otra vez me dijeron que no tenían ese repuesto y que, tal vez, dentro de una semana podrían traerlo. Se supone que, durante ese lapso, debería de andar abierta la joroba de mi carro, para que se robaran todo lo que ahí podía caber… Una vez más, un amigo desmanteló un viejo Fiat y trasplantó su cerradura al mío.
A la tercera va la vencida. Para evitar una incómoda revisión, volví a la Fiat a ver si allí tenían un “stop” trasero. Por supuesto, tampoco lo había y, entonces, les pedí que me lo dieran por escrito para poder apelar a la buena conciencia del tráfico si algún día me quisiera multar, por andar con el “stop” roto.
Muchas conclusiones pueden sacarse del mal servicio que esa empresa está brindando a los dueños de carros Fiat ̶ pude darme cuenta de que son muchas las personas que hemos sufrido estas cosas. En primer lugar, me parece que los dueños de la agencia están esperando que algún diputado populachero venga con su consabido proyecto de ley por el cual se obligaría a las agencias a tener todo tipo, y en todo momento, de repuestos. En segundo lugar, cuando uno compra un vehículo, confía, presupone, que habrá los repuestos necesarios para mantener su inversión de capital, pero la realidad es otra. En tercer lugar, me pregunto si ¿puede cualquier ciudadano adquirir los repuestos Fiat en el extranjero e importarlos al país, porque no hay acuerdos de exclusividad entre el actual distribuidor y el proveedor extranjero? Finalmente, ¿no se le ocurre a la apreciada Cámara de Comercio que una intervención o excitativa suya en este campo puede ser muy útil para protegernos a nosotros, más o menos desvalidos consumidores?
1984-03-05-UN VERDADERO PODER POPULAR
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UN VERDADERO PODER POPULAR
Comentario en Radio Monumental, 05 de marzo de 1984.
No hace mucho, escribí en el periódico La Nación un artículo en el cual proponía a las autoridades del Banco Popular que se sometiera a la voluntad del pueblo de Costa Rica, la responsabilidad de que esa institución continuara operando o no, después de 10 años de controvertida existencia. Tuve la esperanza de que los interventores ̶ esos seres que están de moda ̶ tomaran en cuenta esta idea, pues, después de todo, creo que ellos, tal vez más que Usted o yo, proclaman que las mayorías son las que deciden en la cosa pública.
Me parece que me equivoqué, pues o esos señores están, pero tan, ocupados, que no pierden el tiempo leyendo las cosas que se le ocurre sugerir a este ciudadano o bien padecen de ese virus, más infeccioso que la roya y que el sida, que está atacando a este gobierno: el silencio total. La norma de este gobierno parece ser dejar que los “pleitos” sean sólo entre ellos, principalmente por la serruchadera de piso pre-electoral en Liberación, y responder cuando ya es imposible callar. Pues yo insisto, aunque sea tan sólo para que Usted y yo, amigo radioescucha, ejerzamos ese derecho al berreo que el Estado aún no ha podido castrar. ¿Qué es lo que les puede preocupar tanto a las autoridades del Banco Popular, como para evitar que el costarricense ̶ obligado a cotizar por la fuerza ̶ pueda decidir, después de 10 años de triste e infame memoria, si el Banco Popular debe o no vivir otra década más de desprecios, abusos, malquerencias, malas inversiones, prepotencia y colocadera de partidarios de turno?
Tengo la impresión de que sé cuál es la verdadera razón por la cual que los políticos de turno se oponen hasta el grado de ni siquiera considerar la posibilidad de que haya un plebiscito, para preguntar a los trabajadores cotizantes de Costa Rica si desean la continuidad del Banco Popular. La razón es que el pueblo votaría por el cierre de esa entidad, lo cual mostraría al desnudo el fracaso de los politiqueros de turno, quienes quieren utilizar los dineros del pueblo en cosas que la gente no quiere que se hagan. Es a la pérdida de prestigio a lo que temen los políticos. Creo que si los actuales administradores del Banco someten a la opinión popular la vigencia de esa institución, aunque signifique su cierre, ganarían prestigio por ese simple hecho: dejar que el pueblo exprese su opinión libremente. A ver si ahora consideran una idea sería como la que he propuesto.
1984-03-12-LAISSEZ FAIRE LAISSEZ PASSER
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LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER
Comentario en Radio Monumental, 12 de marzo de 1984.
Hace un par de años cayó en mis manos un pasaporte de un funcionario de las Naciones Unidas. Lo que me interesó fue que en la carátula del documento se leían una parte de las palabras cabalísticas del los iniciados liberales: LAISSEZ PASSER.
De inmediato le pregunté a ese funcionario ¿por qué sólo ponían LAISSEZ PASSER?; esto es, “dejadnos pasar” y eliminaban el resto de la expresión clásica; o sea, LAISSEZ FAIRE, que quería decir “dejadnos hacer”. Él no supo dar respuesta a mi crítica, no tan velada, al reconocido estatismo que actualmente caracteriza a las Naciones Unidas.
Traigo esta pequeña historia a colación porque, recientemente, algunas personas han caracterizado al liberalismo por el lema LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER, pero lo traducen por DEJAR HACER, DEJAR PASAR. Lo que esas personas no hacen, en primer lugar, es traducir bien, pues debía ser DEJADNOS HACER, DEJADNOS PASAR. En segundo lugar, ese acomodo de palabras sirve para sustentar un prejuicio ideológico, más que un sano análisis del origen de la expresión.
En cierto momento de la historia, el hombre común y corriente se vio impedido por el estado feudal de movilizarse para comerciar; esto es, no podía realizar algo tan simple y útil al ser humano como el intercambio de bienes y servicios, ni tampoco trabajar en lo que él deseaba. Ante tal imposibilidad, el deseo de libertad para realizarlo se plasmó en la expresión: LAISSEZ FAIRE, LASSEZ PASSER.
De igual forma, existía en esa época pre-industrial la costumbre impuesta por los gobernantes de que los hijos sólo podían practicar el mismo oficio de los padres (una especie de herencia), pero ello servía para que se le impidiera a otras personas no elegidas que pudieran hacer tales esas mismas tareas. Esto es, se generó una enorme argolla o gremio (se llamaban guildas), que servía para proteger un privilegio laboral. Los que deseaban romper ese odioso monopolio, lo expresaron con la frase LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER.
Sin embargo, esa expresión no gustó a los socialistas, a los paternalistas, a los dirigistas, a los social-estatistas y, por supuesto, menos a los señores feudales. Por eso fue que después corrompieron expresión terminó siendo corrompida. Así lo hacen al traducir mal, pues tergiversan, alteran su sentido, al decir: DEJAR HACER, DEJAR PASAR, que “suena mal”, en vez de DEJADNOS HACER, DEJADNOS PASAR, que sí suena bien. Pero, por más que quieran alterar las palabras no podrán cambiar ese deseo innato del hombre, cual es el de ser libre.
1984-03-19-DOS COMENTARIOS ALREDEDOR DEL ARROZ
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DOS COMENTARIOS ALREDEDOR DEL ARROZ
Comentario en Radio Monumental, 19 de marzo de 1984.
Muchas cosas se podrían decir en relación con el debatido tema de los subsidios a la producción de arroz y de otros granos básicos, así como sobre las enormes pérdidas que, a causa de estos y otras cosas, ha tenido el Consejo Nacional de la Producción.
Sin embargo, en esta oportunidad quisiera referirme a un par de aspectos. En primer lugar, es necesario aclarar por qué nuestro país ha tenido una cosecha tan abundante de arroz en este año y, en segundo lugar, por qué es inconveniente que haya tanta producción de arroz.
Cada vez que el Estado fija un precio de sustentación por el cual garantiza al productor que le comprará a ese precio cualquier cantidad que produzca y si ese precio de sustentaciones mucho mayor que el precio que equilibra el mercado; es decir, cuando el precio de sustentación es mayor que aquel precio que equilibra los deseos de los consumidores con los de los productores, el resultado es inevitablemente seguro: a ese precio mayor de sustentación habrá una producción más elevada que la que, a ese precio, desean los consumidores. De aquí que el resultado sea un exceso de producción de arroz. Ahora bien, ese exceso tuvo lugar gracias a la poca inteligencia de las autoridades que fijaron ese precio tan elevado, lo cual provoca que el empresario y el agricultor se dediquen a satisfacer ese deseo premeditado del burócrata de turno y respaldado por el dinero de más que tenemos que pagar los restantes costarricenses.
Ahora bien, imbuidos en ese espíritu chocarrero de “volvamos a la tierra”, entonces, ¿por qué no exportamos ese exceso de producción nacional de arroz? Simplemente porque sale muy caro con respecto al precio internacional. Si se quiere venderlo, dará lugar a pérdidas para el fisco, que terminan siendo para toda la ciudadanía. Sin embargo, este resultado es muy común que ocurra cuando el precio económico determinado por el mercado es sustituido por el precio político que fija el social-estatista.
Si aún continuamos tratando de resolver la torta, podríamos alegar ̶ tal como me lo comentó un alumno en mis clases de Economía en la Universidad de Costa Rica ̶ que no importa el exceso de producción de arroz si lo que, en realidad, es significativo es que haya mucha producción. Ese alumno debería tener presente el concepto básico de la Economía, cual es que, al hacer una cosa, se deja de hace otra. Lo que el economista denomina costo de oportunidad muchas veces se olvida por las autoridades que fijan precios, por periodistas a veces desconocedores de Economía y, generalmente, que no tanto lo olvidan como lo dejan de lado, por aquellos que están viviendo del privilegio por gracia del Estado concedida.
Cada hora-hombre de trabajo, cada máquina cada pedazo de tierra, cada instante de esfuerzo empresarial que se dedica a la producción de arroz no se emplea simultáneamente en la de frijoles, maíz, carne o de lo que sea. Esto es, la producción de arroz utiliza recursos, factores productivos, escasos, que, entonces, en un momento dado, no se pueden usar en alguna otra cosa, Producir por producir no tiene sentido. Lamentablemente, los proponente de los precios de sustentación altos, utilizados para justificar el éxito en la “vuelta a la tierra”, se llevan en banda al país entero y estas tonteras y privilegios tendrán que ser pagados por el resto de los costarricenses.
1984-03-26-EL FMI Y CIERTOS POLÍTICOS
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EL F. M. I. Y CIERTOS POLÍTICOS
Comentario en Radio Monumental, 26 de marzo de 1984.
En estos días he tenido el placer de escuchar a un par de políticos, supuestamente de diferentes bandos, pero que, de acuerdo con los hechos mas no sus palabras, en realidad ambos muy social-estatistas, referirse al Fondo Monetario Internacional como una especie de ser sin alma que lo único que procura es ocasionar males a los pueblos, especialmente de países pobres o subdesarrollados.
La creencia de esos políticos no refleja sino un deseo, casi patológico, de atribuir los males a aquel quien nos dice cuál es la cura, en vez de mirar hacia el verdadero origen del problema, que muchas veces se encuentra atesorado en el seno esas mismas personas.
Un país llama al Fondo Monetario Internacional cuando su situación financiero-económica se ha deteriorado a un grado tal que nadie en la comunidad internacional está dispuesto a prestarle más fondos, a no ser que previamente quiera poner su casa en orden. Esto es, se le llama cuando se es, o casi, insolvente. La historia reciente de Costa Rica así lo comprueba. De esta manera, si Costa Rica desea arreglar su desastre financiero, a fin de que los bancos, gobiernos o ahorrantes extranjeros le puedan prestar fondos, está en capacidad de hacerlo sólo o bien bajo la aprobación del Fondo Monetario. Claro que si desea arreglar por sí mismo su situación económica, es muy factible que los posibles prestamistas extranjeros esperen a ver los resultados. Por otra parte, si una nación acude soberanamente ̶ nadie la obliga ̶ a que el Fondo monetario sea vigilante de que las políticas económicas aplicadas sean conducentes a una mejoría, esto moverá de nuevo los fondos o ahorros del exterior hacia Costa Rica.
El Fondo Monetario Internacional es como una especie de médico: cuando se está enfermo ̶ quien está enfermo es uno ̶ se acude al médico para que éste lo cure. Por supuesto, mi enfermedad es la que deseo que sea curada; por tanto, el médico no debe ser responsabilizado por mi enfermedad, aunque sí por mi curación, si sigo sus instrucciones.
A los políticos no les gusta, en especial cuando muchas veces esa enfermedad fue causada por sus acciones, que alguien les diga cómo deben de comportarse para poder sanar. Por ejemplo, a los pobres politiquillos no les gusta que alguien les diga que, si gastan más de lo que tienen y puesto que nadie les presta, terminarán por enfermar a su nación. De aquí que, cuando se les oye quejarse de que el Fondo es inmisericorde porque pide al enfermo que tome cierta medicina, en verdad es porque les ha dicho que, si quieren seguir en la gastadera vacilona de siempre, ellos tendrán que conseguir los recursos para poder hacerlo así.
Cuando era niño y estudiaba ̶ hace ya bastante rato ̶ en la Escuela República Argentina existía un día trágico, cual era cuando la maestra nos pedía que trajéramos de la casa media naranja para ayudar a bajar el oprobioso aceite de castor, medicina purgante que en ese entonces se usaba para matar los bichos estomacales. Cuando me lo tragaba, malquería a mi pobre y buena maestra, pues creía que ella era la culpable de mi mal rato. Creo que algo similar les pasa a estos políticos de quienes les he venido hablando: le echan los muertos al Fondo por la fea medicina que debe de tomar, a fin de poder mantener la salud económica del país. En mi caso, dicha equivocación es atribuible a mi infancia ignorante; en el caso de ellos, se debe a una ignorancia distinta: la del temor de reconocer los frutos de sus propias acciones.
1984-04-02-SUBSIDIOS
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SUBSIDIOS
Comentario en Radio Monumental, 02 de abril de 1984.
Hace poco tiempo escuché a un apreciado amigo decir, en un programa de televisión, que, bajo ciertas condiciones que el enumeró, estaría de acuerdo en que se otorgara un subsidio a la cultura. El invitado al programa es un destacado promotor de actividades relacionadas con el arte en el país y, en muchas ocasiones, ha abogado porque el Estado les otorgue un subsidio.
Cierto gremio de agricultores, no tan pequeños, aunque esa categoría dentro del universo del “pobrecito” abre el camino para el privilegio, también solicitó que el Estado les otorgara subsidios por una serie de razones.
Los maestros, como casi siempre, en apariencia más preocupados por asuntos de exigencias económicas y menos por la calidad de la educación que se brinda, enviaron a grupos de estudiantes a manifestarse públicamente para que se les conceda un subsidio para el pago de las tarifas de los camiones (o buses, como se les llama ahora).
Los autobuseros, por otra parte, han clamado porque se les pague el subsidio que el Estado les adeuda, pues de no entregarse tendrían que elevar el costo de las tarifas de transporte urbano.
Los precios de sustentación mayores que los precios de equilibro constituyen un apetecido subsidio por ciertos grupos organizados, quienes alegan que, de no existir, no habría producción en el país.
Todos los anteriores son ejemplos de nuestra vida económica real, en la que la norma es la proliferación de subsidios para cuanta cosa se les ocurre a los grupos de presión, con la santificación estatal, por supuesto.
Evidentemente a las argollas políticas les encanta otorgar subsidios, puesto que, después de todo, quienes los reciben creen que estas son merecidas dádivas gratuitas. Esto es, creen que reciben una donación gratis y, por tanto, en las próximas elecciones votarán agradecidos con aquellos quienes les regalaron los subsidios. La gratuidad es cierta para los recepcionistas, pero no para toda la colectividad: la posterior y segura pasada de la factura mediante impuestos al ciudadano, es la mejor muestra de que no existe nada gratis.
También los grupos organizados pugnarán por obtener un pedacito de subsidio, pues creen que con él están logrando algo para su beneficio proveniente del resto de los costarricenses.
Ante la infección de subsidios que sufre el país, mantengo la esperanza de que una especie de cura homeopática restaure nuestra salud económica. Por una parte, los programas de subsidios tienen un costo. Para entender esto, imaginemos que el Estado nos saca la plata del bolsillo derecho (la pagada del subsidio) y nos la mete en el izquierdo (la entrega del subsidio). Pero por ese acto de prestidigitación, el Estado no deja de cobrarnos por realizarlo, por administrarlo. En la pasada de un bolsillo al otro se desperdicia plata, se quedan recursos. Tengo la esperanza de que la colectividad logre darse cuenta de este cobro, más o menos disimulado.
En segundo lugar, como no se puede subsidiar a todo mundo al mismo tiempo, y como ya, según pintan las cosas, se está llegando al subsidio universal en Costa Rica, en dicho momento nos daremos cuenta de que, lo que por alguna razón cada uno de nosotros recibe como subsidio, está saliendo del bolsillo de algún otro grupo de personas.
Por supuesto que en ese instante nuestro político ya no podrá seguir repartiendo privilegios.
1984-04-09-LA ADMINISTRACIÓN MONGE-ARAUZ
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LA ADMINISTRACIÓN MONGE-ARAUZ
Comentario en Radio Monumental, 09 de abril de 1984.
De acuerdo con recientes informaciones periodísticas, nuestro Presidente constitucional, don Luis Alberto Monge, estará ausente durante un buen rato de sus ocupaciones normales como Presidente de la República. Se ha comentado que se dedicará durante casi 15 días a la preparación del informe a la nación del 1º de mayo y, luego, partirá por un mes a “decir la verdad” en Europa.
Requerir 15 días para la preparación del informe a la Asamblea Legislativa puede deberse a varios hechos preocupantes. Por una parte, a que no desea quedarse atrás en la extensión de los informes del ex Presidente Carazo. Si así lo fuera, la extensión de la palabrería habrá de provocar la salida del país de más de un diplomático extranjero, aterrorizado por tener que sentarse tres o más horas obligado a escuchar el sainete. Bueno, no todos los asistentes a dicha sesión de la Asamblea son aficionados al masoquismo.
Sin embargo, la versión anterior no da muestras de ser cierta. Parece serlo más aquella que dice que es una tarea larga y tediosa tener que dar un informe lógico y consistente de la labor de un gobierno, cuyos principales funcionarios tienen como característica contradecirse entre ellos, eso cuando no se serruchan el piso para complacer a alguno de los múltiples precandidatos de Liberación Nacional. ¡Pobrecito don Luis Alberto: su obra magna del año será el resultado del sogueo de una manada en estampida; Dios lo ha de ayudar en esa abusiva tarea de 15 días!
El viaje de la verdad, como los botellones públicos insisten en llamarle, en verdad que reviste máxima importancia: especialmente para aquellos quienes van al periplo.
Honestamente creo que este viaje es conveniente para el país. Después de todo, más de un gobernante miembro de la internacional socialista ̶ amigos del gobierno filo-comunista de Nicaragua ̶ no entiende cómo un presidente liberacionista ̶ partido también perteneciente a la internacional socialista ̶ no se ha doblegado ante los piricuacos vecinos. Esta falta de comprensión de los socialistas europeos también la tenemos muchos ticos, a quienes nos gustan las cosas claras y francas y no las ambigüedades del “jet set” de la politiquería internacional.
Independientemente de las consideraciones anteriores, me parece que al casi Presidente don Armando Arauz, se le ha hecho poca justicia en esta administración del nuevo amanecer, porque es él quien ha tenido que jinetear la burra durante bastante tiempo (Don Alberto Fait no cuenta: él trabajó para su candidatura). Por ello, para remediar la injusticia hecha a don Armando, ¿por qué no nombramos a esta administración de gobierno, administración Monge-Arauz? O, tal vez, ¿Arauz-Monge?
1984-04-16-DEVUÉLVANNOS A DON CHUZ
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DEVUÉLVANNOS A DON CHUZ
Comentario en Radio Monumental, 16 de abril de 1984.
El reenviado embajador de Costa Rica a Nicaragua, don Jesús Fernández, no había calentado aún el asiento del avión que lo conduciría a la nación vecina, cuando las fuerzas armadas nicaragüenses hacían prisioneros a dos inermes buques pesqueros costarricenses.
Lo anterior es casi anecdótico, si no fuera porque hace un par de días antes nuestro flemático Presidente se había dado por satisfecho con la reapertura de las agriadas relaciones entre los dos gobiernos, ante la carta de gobernantes nicaragüense en donde le reiteraban el deseo de ese país de no mortificar más al nuestro.
En cierta forma me gusta que nos pasen estas cosas, por soplas, como dice el pueblo. La pretendida neutralidad de Costa Rica tiene, como uno de sus elementos, como fundamento para su vigencia, que las otras naciones no sólo de palabra sino de hecho así lo reconozcan. Nicaragua continúa empecinándose en demostrar que la neutralidad de Costa Rica es puro cuento, No se respeta a lo que no se quiere respetar.
Creo que la verdad del origen de la llamada neutralidad está en tratar de calmar el ánimo del costarricense, ante su creciente preocupación por su seguridad histórica a causa de la comunización del gobierno nica y su inquietud por los compromisos del partido gobernante con la internacional socialista, la cual ha apostado entusiastamente por el régimen de los nueve comandantes.
Se juega el papel de anticomunistas, que es el que nos gusta y deseamos los costarricenses, al tiempo que se deja campo a los instintos expansionistas y dictatoriales del comunismo.
La importancia de la declaración de neutralidad radica en que presupone que esa expansión se va a detener por nuestra bella cara, cuando la realidad es que un pueblo amante de esa libertad que comprende a la civilización occidental, se encuentra totalmente inerme e incapaz de hacer frente a un potencial destructor de nuestra nacionalidad.
Cuando Costa Rica, casi todo, vio con beneplácito la caída del dictador Somoza, fue por representar un victoria de la libertad y una derrota de la abyección. Hoy día, al igual que como sucedió con Somoza, el costarricense desea la desaparición de la nueva dictadura, no sólo por ese mismo principio de amor a la libertad, sino también para asegurarse su supervivencia histórica, como pueblo civilizado y que ama su libertad.
Lamento decir que creo que nuestro gobierno erró en este asunto: ha hecho de nosotros un pueblo indefenso, inseguro de su vigencia ante el expansionismo comunista. La neutralidad que proclama este gobierno ante el conflicto de América Central equivale, ante el totalitarismo comunista, al grito de virginidad de una doncella en un aquelarre de sátiros. Mejor nos devuelven al embajador Fernández.
1984-04-23-LEÍDO EN LA SEMANA SANTA
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LEÍDO EN LA SEMANA SANTA
Comentario en Radio Monumental, 23 de abril de 1984.
Aprovechando los días de la Semana Santa, me dediqué a leer un libro, el cual, primero que todo, me permito recomendar con entusiasmo a mis amigos radioyentes. Se trata de El Espíritu del Capitalismo Democrático del teólogo Michael Novak.
Tal vez no encuentren esa obra en nuestras librerías, pues ellas, la mayoría de las veces, prefieren distribuir aquellas de conocida filiación izquierdista. Pero, después de todo, ello es resultado de esa virtud del sistema de mercado a veces no entendida por los que más bien protege, cual es satisfacer los deseos de los consumidores, quienes posiblemente más bien quieran leer obras contrarias a ese libre mercado, que es el que les garantiza la provisión de sus lecturas.
El gran mérito de la obra del señor Michael Novak radica en que la descripción usual del capitalismo democrático es ampliada del campo de la economía al de la moral y la política. Específicamente, efectúa un análisis del sistema capitalista democrático fundamentado en la inquietud del teólogo.
El método anterior reviste una importancia crucial en el momento histórico en que vive nuestra nación, cuando más de un sacerdote, con sorprendente facilidad, conmina a un pueblo cristiano, y por ende creyente en la libertad, a que abrace sistemas socialistas que conducen al primitivismo pre-cristiano.
Pero mayor es aún la importancia de su análisis, cuando nuestra mente recuerda las expresiones de Juan Pablo II contrarias a la denominada Iglesia Popular de Nicaragua (y, en general, de toda América), que, bajo el pretexto de liberar al hombre de la opresión, más bien lo impulsa hacia la esclavitud socialista, dejando de lado valores básicos de la tradición judeo-cristiana.
En este libro los enfoques de la denominada teología de la liberación quedan muy malparados, por lo cual su lectura es esencial para el estudioso, creyente o no.
Tal como nos señala Novak, “… tratar de considera una sociedad de este mundo como ‘una sociedad cristiana’, es confundir una apreciada esperanza con una triste realidad, Aún los más devotos y serios cristianos no siempre actuarán como se supone que deben hacerlo los cristianos, bajo el imperio y el impulso de la gracia de Dios. Un sistema político basado en esas expectativas, forzosamente terminará en una catástrofe; un sistema económico basado en ellas, necesariamente confundirá ilusión con realidad”.
Una obra como esta debe ser leída por el mayor número posible de costarricenses, deseosos de ampliar su conocimiento y su educación. Su lenguaje sencillo, que no tata de los fríos temas del economista, nos muestra en toda su claridad las virtudes del capitalismo democrático. La lectura de este libro es un manjar para el cristiano, para el amigo del sistema de mercado y, en general, para todo quien se atreva a salir un poco de la mediocridad intelectual en que a veces se sumerge nuestro medio pensante.
1984-04-30-LA NEUTRALIDAD TRAICIONADA
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LA NEUTRALIDAD TRAICIONADA
Comentario en Radio Monumental, 30 de abril de 1984.
Recientes declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores, don Carlos José Gutiérrez, publicadas el 22 de abril en el periódico La Nación, obligan a cualquier ciudadano interesado en el futuro de nuestro país a pronunciarse acerca de ellas.
No se trata de evaluar la gestión del Canciller como timorata, tímida o débil, sino de señalarle que, tal como ha sucedido muchas veces, las alturas del poder a veces impiden al gobernante evaluar correctamente el deseo del ciudadano.
Así, entre los críticos de la neutralidad en la que ha embarcado al país, el Canciller observa la dualidad de los “buenos” y los “malos”. “Buenos”, según el Canciller, son aquellos quienes, en última instancia, no cuestionan la neutralidad como tal, en tanto que “malos“ son quienes la combaten.
Como mi preocupación no radica en que el Ministro me ubique entre los buenos o entre los malos, sino en buscar los resultados de la política externa que considero insensata, continúo mortificando al gobernante que está decidiendo sobre mi futuro y el de mi familia.
No se trata, como lo cree el Canciller en las declaraciones antes mencionadas, que los críticos busquemos provocar un conflicto con Nicaragua. El que no nos gusten, ni sus modales, ni sus maneras, ni sus principios, ni sus ideas, no significa que las vayamos a hacer la guerra por ellas, y traicionar así al país, como señaló irónicamente el Canciller. Al igual que como no nos gustó Somoza en el pasado (y tampoco le gustó a la OEA, ni al gobierno de los Estados Unidos, ni a los países de Europa, ni a los de la internacional socialista, ni a muchos de Liberación, quienes también, como muchos otros, ahora quieren quitarse de su responsabilidad histórica), pues bien, tampoco nos gusta el gobierno de los nueve camaradas de Nicaragua. Pero, por ese simple hecho, no se concluye que se quiera mandar a costarricenses, ignorantes de las armas, a un matadero en Nicaragua.
Lo que muchos estamos pensando es bien distinto. Los pueblos gobernados por comunistas son expansionistas, por definición. Ellos no pararán ante una ininteligible neutralidad de un país vecino, amante de la libertad y la tradición occidental. El problema está en que la incoherente neutralidad ha hecho de los costarricenses un pueblo indefenso. Extravagantemente, el propio Canciller, en la crónica antes citada, nos dice que “No tenemos miedo a defender, con las armas si es necesario, nuestra soberanía…” Aviados estamos: ¿con nuestras flechas y lanzas y cachiporras y mazas…? ¿Es la misma política de indefensión, a que nos ha empujado este gobierno con la denominada neutralidad, la que nos permitirá hacer frente, con las armas que menciona el Canciller, a las fauces amenazadoras del vecino?
El engaño en que nos han metido es de absurda y asombrosa proporción. Esa política de los modernos Chamberlains conducirá a que nuestro país se convierta en un postre para el marxismo internacional, como ya nos lo han anunciado.
1984-05-05-UN DÚO DE TEMAS DISPARES
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UN DÚO DE TEMAS DISPARES
Comentario en Radio Monumental, 05 de mayo del 1984.
En esta oportunidad deseo tratar dos temas muy diferentes, como son el de la deuda de Nicaragua con Costa Rica y el mal uso del lenguaje en nuestro país. Aunque aparentan ser muy distintas, ambas situaciones tienen algo en común: una tergiversación del verdadero significado de las cosas.
Recuerdo que uno de mis primeros comentarios en Monumental versó acerca de la también monumental deuda de Nicaragua con Costa Rica, la que, en ese entonces, ascendía a casi cien millones de dólares. Ah, y es más, en esa época ni siquiera se había documentado apropiadamente.
Las autoridades de ese entonces, y ahora precandidatos y Presidentes del Banco Central, señalaron, con su evidente silencio, que la cosa no era tan preocupante y que tan sólo se trataba de un pequeño problema que se podía arreglar documentándolo debidamente.
Ahora nos salen con rostros medio desencajados a decirnos que el “buldog” nicaragüense va ascendiendo a casi ciento cincuenta millones de dólares (y quien sabe que tan bien documentada esté esa deuda). Cuando el entonces Presidente Ejecutivo del Banco Central tuvo la oportunidad de poner algo de orden en tan colosal endeudamiento, prefirió que fura el pueblo costarricense, como un todo, el que tuviera que apechugar con el can nicaragüense, pues, en tanto se le pagó con dineros nacionales al grupo exportador de privilegio, fue a cambio del endeudamiento de todos los costarricenses. La política de siempre: el pueblo, como un todo, absorberá la pérdida. El grupo de privilegio sí recibió el producto de sus exportaciones a Nicaragua y el candidato quedó bien con ese grupito, pues todo el resto del país en ese momento no se dio cuenta de que lo que se repartió fue su deuda.
La situación es ya tan grave que hasta el propio presidente de la Cámara de Exportadores, el ingeniero Guillermo Constenla, señaló recientemente que los exportadores a Nicaragua deben asumir el resultado de su propia gestión empresarial y no que el pueblo costarricense sea el que tenga que pagar las ganancias y riesgos de los exportadores.
En lo referente al segundo tema, me duele criticar a una empresa privada, la Compañía Mercantil, por utilizar en su comercial la palabra “enllantizar”. Si bien creo que muchos de nuestros agentes de publicidad y empresarios han recibido clases de maestros a quienes más les mueve dedicar su tiempo a lo que denominan “simposios o seminarios o talleres o lo que sea), en vez de instruirles, creo que una sana excitativa a la Compañía Mercantil para que retire ese adefesio del idioma, haría mucho en la eliminación de algo de tanta estupidez.
Si no lo hacen así, alternativamente prometo que lucharé por la creación del Premio Nacional de la Enllantización. Es más, tengo hasta un candidato: el Ministro Fernando Berrocal, quien en una amorosa y estrecha ligazón con el régimen de los nueve comandantes sandinistas, aprovechó hace poco para criticar a miles de costarricenses quienes deseamos la caída de Somoza y ahora somos escépticos de la tan traída neutralidad, que nos ha desnudado ante el peligro comunista de Nicaragua. Por la veleidoso y circular, y dar tantas vueltas y vueltas, propongo al Ministro Berrocal para el Premio Nacional a la Enllantización.
1984-05-11-UNA CORRECCIÓN Y ALGO PARA HABLAR DE ELLO
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UNA CORRECCIÓN Y ALGO PARA HABLAR DE ELLO
Comentario en Radio Monumental, 11 de mayo de 1984.
A diferencia de lo que sucede con nuestro gobierno, el cual usualmente, cuando alguien le formula una crítica o enjuiciamiento de su gestión, da la callada por respuesta, mi comentario de la semana pasada acerca del, creí, mal uso de la palabra “enllantización” empleada en la propaganda de la Compañía Mercantil, provocó la amable llamada de un amigo de esa empresa, quien me aclaró que, al contrario, dicha palabra era correcta y aceptada por la Real Academia. Bueno, reconozco que me equivoqué, aún cuando no me gusta decir “enllantización”, por lo cual les deseo el mayor éxito en su promoción. [Muchos años después, en el 2011, busqué la palabra “enllantización” en la versión electrónica de la vigésima segunda edición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia y transcribo la respuesta que me dio: “Aviso. La palabra enllantización no está en el diccionario”. Así que no sé qué decirles, tal vez que me rodaron, como también nos lo suele hacer el Estado].
En todo caso, el tema que hoy deseo tratar se refiere al estado de la campaña política en los Estados Unidos. Es interesante notar lo profundamente dividido que se encuentra el Partido Demócrata. Por un lado, el aparente vencedor, después de una reñida contienda interna, el ex Vicepresidente Walter Mondale, no ha mostrado el brío o vigor electoral que presumiblemente mostraría. En realidad, dos oscuros contendientes del Partid Demócrata le han agriado su victoria en la elección primaria, a pesar de que ya casi está definida a favor del señor Mondale. Esto hace temer a los dirigentes del Partido Demócrata que el candidato Mondale será un fácil oponente del cada vez más fuerte Presidente Reagan.
Un caso interesante es el de otro candidato demócrata, el Senador Gary Hart, quien de la nada había mostrado que, con poco más de una sonrisa fotogénica y aires de jovencillo galán, era factible obtener un buen porcentaje de los votantes del Partido Demócrata. Eso parece ser un síntoma de la poca creatividad intelectual que ha caracterizado en años recientes a dicho partido. Al igual que ahora le sucede al Partido Liberación Nacional en Costa Rica, el estruendoso fracaso del estado paternalista en los Estados Unidos, fundamentalmente auspiciado por el Partido Demócrata, intelectualmente cobra ahora sus víctimas, pues el liderazgo de ese grupo político no facilita satisfacer los deseos de los ciudadanos estadounidenses, ansiosos de que el Estado deje de entrometerse tanto en sus vidas. Por ello, llama la atención que, más que ideas, lo único que Hart puede ofrecerles son sonrisas.
Pr su parte, el señor Jesse Jackson, otro de los precandidatos, intentó forjar una coalición de grupos distintos al de los anglosajones protestantes, a fin de obtener un número suficiente de votos que le permitiera obtener la nominación demócrata. Sin embargo, lo que se denominó “coalición del arco iris” terminó únicamente con el apoyo de la población negra de los Estados Unidos. Esto parece confirmar que los candidatos que de una u otra forma apelan a segmentos particulares de la población de los Estados Unidos, tienen pocas posibilidades de triunfar electoralmente.
Para dicha de los costarricenses, quienes apreciamos la defensa que el Presidente Reagan ha hecho de los valores de nuestro país, la reelección del mandatario parece inminente. Esto porque, durante mucho tiempo no hubo un presidente de los Estado Unidos que ofreciera sus ciudadanos un sentido de firmeza y adhesión a los principios que hicieron grande a esa nación. Lamentablemente para los social-estatistas, los de allá y los de acá, parece que el señor Reagan continuará su lucha en todos los frentes encarando al imperialismo soviético en todas sus diferentes, pero mal disimuladas, presentaciones.
1984-05-21-POR LA INDEFENSIÓN
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POR LA INDEFENSIÓN
Comentario en Radio Monumental, 21 de mayo de 1984.
Fue algo sorprendente ver una reciente foto publicada por el periódico La Nación, en la cual se mostraba los rostros complacidamente sonrientes de ciertos jerarcas del Partido Liberación Nacional, a la par de la faz, aún más alegre, del diputado piricuacófilo Sergio Erick Ardón. Esa fotografía, que muchos costarricenses guardamos con poco afecto, nos dice más, pero mucho más, que todas las palabras que piden pronunciarse en relación con la marcha por la entrega del país.
Dentro de mucha de la insania del estatuto de indefensión en que nos ha colocado este gobierno ante los comandantes sandinistas, está la falacia, arduamente propalada y difundida, tanto por ciertos elementos del Gobierno como por extremistas de izquierda, de que si un ciudadano está en contra del estatuto de neutralidad es porque desea provocar la guerra contra Nicaragua. Esta mentira, lanzada a los cuatro vientos por elementos de la Juventud Liberacionista, parece más bien haber surgido de las catacumbas ideológicas del Ministerio de Propaganda nazi, que de costarricenses, con la cual se pretende hacer ver al pueblo que la única opción que nos queda ante el armamentismo nica, es permanecer absurda e irreparablemente indefensos.
A los costarricenses no nos interesa meternos a pelear con los sandinistas. Deseamos seguir bregando en paz, pero no en la paz malentendida, la del cobarde que no sabe defender ideales ni cosas. Más bien, al contrario, según declaraciones recientes de Ortega Saavedra, se deduce de ellas que lo que a los sandinistas les conviene es una Costa Rica igual a Finlandia, en donde nuestra soberanía quede supeditada a la de Nicaragua. Y para lograrlo, ¡qué mejor forma que mantener a Costa Rica totalmente indefensa!
La vocación por la paz no es sinónimo de inclinación por la estupidez, aunque si bien ciertos sicarios de la internacional socialista lo único que buscan es, por medio de esas marchas, embaucar a costarricense bien intencionados, Sus miradas de zopilotes ensoberbecidos reflejan el alma vacua que ocasiona su entreguismo de la nación. No pasará mucho tiempo para que esos mismos directores de orquesta, cedentes del país, apelen a que coordinemos con aquellos que mancillan nuestra integridad territorial. Su vocación de rendición es prolija de argucias. Hoy es por la paz, mañana por el comunismo y, pasado mañana, por cualquier cosa. ¡Cuántos frutos no dan ciertos árboles!
El costarricense debe estar presto a no escuchar a los engatusadores cánticos de sirena, ni el de los piricuacófilos ni el de los tontos útiles, ni el de los lerdos de ideas. Que esos pretendidos sobornos intelectuales no oculten, con frases que pretenden aplacar al ser costarricense, la diáfana diferencia entre el amor a la paz y la libertad y la entrega de nuestros valores, haberes y familias, a los primitivos comandantes sandinistas. La quinta columna es hábil por naturaleza. Pero los ciudadanos debemos ser más astutos para reconocer su falsedad, logrando así evitar la mordida de la serpiente.
1984-05-28-EL VIAJE DE JOHNNY
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EL VIAJE DE JOHNNY
Comentó en Monumental el 28 de mayo de 1984.
La gira a Europa del ex cura Javier Solís, del profesor William Reuben, de alguien llamado Orlando Rojas, con el compañero de viaje Johnny, el ex Ministro de Seguridad y tan parecido al actual, tiene como objetivo contribuir a la defensa del gobierno sandinista, en tanto que, al mismo tiempo, se continúa con la traición a la democracia costarricense.
Estos piricuacófilos, quienes estoy segurísimo marcharon y tuvieron una participación sumamente activa en la recientemente efectuada marcha por la paz, en la cual desfilaron muy apretaditos con altos jerarcas del Partido Liberación Nacional, han tomado la decisión de adelantarse unos días al viaje a Europa del Presidente Monge, para, deslealmente, tratar de boicotear la posición internacional de Costa Rica.
Esta decisión de los amorosos y afectos amigos de los sandinistas no es sino el resultado lógico de la indefinición en política internacional y, en especial, acerca de Centro América, que ha caracterizado a este gobierno, con su debilitadora posición de neutralidad, la cual se ha traducido en la indefensión de este pueblo ante los “Johnnys” del Norte.
Mortifica ver a estos malos costarricenses anteponer sus intereses filo-comunistas a los nacionales, pues su salida a enlodar el viaje del presidente de los costarricenses, lo que logra, en última instancia, es debilitar a la nacionalidad ante los otros países.
En cierta forma me agrada que esto suceda, pues tal vez ahora, tal como lo indicaron don Frank Marshall, don Francisco Peralta o don Vicko Starke, ya don Johnny Echeverría no recibirá las llamadas de Managua de don Fernando Berrocal, conspicuo ministro allegado a don Luis Alberto Monge, y quien se ha caracterizado por su posición antagónica a don Fernando Volio en su gestión como Canciller y al vice Ministro de Gobernación, señor Chacón. Hay cosas que con el tiempo se van aclarando: cría cuervos y te sacarán los ojos.
Sin embargo, estoy seguro que esos malos costarricenses, correveidiles en la vecindad europea, serán recibidos con beneplácito por los camaradas de Europa, en tanto que los pueblos amantes de la paz les brindarán el mismo desprecio que los costarricenses le otorgamos a los chismosos del honor nacional.
1984-06-04-LOS NUEVOS IMPUESTOS A LA GASOLINA
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LOS NUEVOS IMPUESTOS A LA GASOLINA
Comentario en Radio Monumental, 04 de junio de 1984.
Los costarricenses aún no nos sobreponíamos del susto que nos había pegado este gobierno al anunciarnos un aumento; o sea, un nuevo impuesto, a la gasolina de un 25%, cuando, más fresco que una lechuga, el entonces presidente Fait nos dijo que habría un incremento en el precio de la gasolina del 15% con el fin de allegar recursos para nuestras flácidas fuerzas de la policía.
Tal vez le sirva de contento la posterior aclaración de que el alza no sería de un 40%, tal como habíamos sumado, sino que el incremento era de tan sólo un 25% y que, de éste, el gobierno se apropiaría de un 15% para dedicarlo a equipar nuestras fuerzas de defensa. Sin embargo, este juego de números y de ideas da nauseas, al ver cómo las autoridades gubernamentales pretenden manipular a la opinión pública.
En primer lugar, ya es conocido cómo nuestros políticos, al hablar de impuestos ̶ lo cual se ha hecho harto frecuente en estos últimos dos años ̶ primero nos anuncian un fuerte aumento, para poder luego, como gracia de los dioses, reducirlo un poco, con posterioridad a “arduas negociaciones” con ciertos gremios privados, que se especializan en poner por delante sus intereses en vez del bien común. En el giro del comercio, a este cuento se le conoce como “el tiro del polaco”, aunque en realidad estos caballeros no monopolizaron la costumbre. Se trata de elevar el precio a que se vende el producto al cliente, para quien, antes de que se va vaya a comprar a otro lapo, luego se le ofrece una jugosa rebaja. Al fin, de cuentas, el precio resulta ser mayor, aunque rebajado, no solo en comparación con otros lados, sino sobre todo comparado con el precio original previo al aumento inicial.
Sí nos la hace el Estado: primero ofrece un impuesto muy elevado, negocia, rebaja algo a los negociadores, algunos de ellos arrogándose su nombre, quienes ante ello se sienten como victoriosos salvadores de la Patria, en tanto que el Estado se sale con la idea originalmente suya en cuanto al aumento de gravámenes.
En segundo lugar, el presidente-por-un-rato busca, para sus fines, utilizar esa fibra de patriótica preocupación que sentimos los costarricenses con el actual gobierno ante la presencia del totalitarismo nicaragüense. Aducir que el 15% del nuevo impuesto se dedicará a financiar nuestras necesidades de defensa es un camino fácil por el cual el gobierno busca evadir la responsabilidad de ordenar su gasto. En ningún momento el presidente en ejercicio nos sugirió la posibilidad de reducir el gasto público en otras áreas, mucho de él innecesario, a fin de dedicar esos recursos liberados al fortalecimiento de nuestras fuerzas de seguridad. Lo que la actitud descrita refleja es una ausencia total de definición en las prioridades de gasto público, ante lo cual se acude al supuesto barril sin fondo que es la producción de todos los costarricenses.
Si se observaran disciplina en el gasto estatal, un deseo de no gastar con el exceso actual, una sana preocupación por no esquilmar aún más el casi vacío bolsillo de los ciudadanos, entonces, estoy seguro de que se vería a las personas deseosas de colaborar con un esfuerzo para defender a la nación. Sin embargo, lo que se mira es todo lo contrario y la conscripción forzosa de recursos de los nacionales es lo único que le queda a un irresponsable y gastón gobierno.
1984-06-11-UN CASO DE MEDIOCRACIA
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UN CASO DE MEDIOCRACIA
Comentario en Radio Monumental, 11 de junio de 1984.
Los mediocres creen que, si se les otorga algún nombre sonoro o rimbombante, ello les brindará un reconocimiento público muy por encima de aquél que actualmente poseen. Tal vez el mejor ejemplo de ello nos la ha brindado cierto partido político, de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que usted tanto como yo lo conocemos de sobra, en el cual es frecuente esa estrategia de auto-engrandecimiento. Pero, como la mona, mona se queda, aunque la vistan de seda, creo que es bueno airear un poco est autobombo.
Los famosos cuadros de estudio en ese partido político son una muestra excelente del engaño al pueblo, que al mismo tiempo satisface la mediocridad de los actores. Los cuadros de estudio surgen en la campaña, en la cual ciertos sabios ̶ sí, al algunos los llaman “sabios” ̶ retoman viejos programas de acción política, a los que agregan algo que esté de moda o que al momento quieran escuchar los electores, y le quitan aquellas ideas dogmáticas que ahora estorban sus propósitos electoreros. Por supuesto, una vez pasada la elección, desaparecen, se esfuman, los cuadros de estudio.
Ahora la mediocridad prepara otro golpe contra la conciencia de los medianamente inteligentes, creyendo, una vez más, que la autocomplacencia es sinónimo de reconocimiento meritorio. Debido al pleito entre las facciones de cierto partido, la Asamblea Legislativa navega al garete. El jefe de la bancada de ese partido cometió un pecado de lesa majestad al darle en forma notoria, evidente y sonora, el respaldo a un precandidato de su partido. Esto dentro de la lógica de las facciones, provocó la reacción airada a los diputados afectos a otras tendencias. Ante el problema, surgió la gran solución: que haya una junta de notables que se encargue de dirigir a dicha fracción en la Asamblea Legislativa. A mí no me importa ese pleito de perros y gatos, sino la pedantería de llamar “junta de notables” a una reunión de ciertos diputados fieles exponentes de la mediocracia intelectual que campea en ciertos aires del Congreso.
De nuevo, lo que se pretende es que, creen ellos, con llamar junta de notables a dicha reunión de congresistas, que de notables no tienen nada, aunque sí de notorios, eso elevará el prestigio del arroz con mango que caracteriza a esa fracción legislativa. No olvidemos el pedido de Presidente Monge en campaña: “Necesito muchos diputados para gobernar”. Pues bien, el pueblo se los dio y a lo que han ayudado es a desgobernar.
La junta de notables de nada le va a servir al país, en tanto siga ese canibalismo político del faccionalismo electorero que caracteriza al Congreso. La mediocridad no desparece con echarse flores, con usar términos rimbombantes. Tal vez el viejo proverbio latino que dice que “quien yace sobre el suelo no pude caer más bajo” no tomó en cuenta que el prestigio de cierta fracción legislativa podría descender aún más: cuando regresa a la tierra… santa.
1984-06-18-EL ESPÍRITU DIRIGISTA
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EL ESPÍRITU DIRIGISTA
Comentario en Radio Monumental, 18 de junio de 1984.
Casi ha pasado inadvertido un decreto reciente publicado en La Gaceta del 11 de junio de este año, en el cual se ordena que los licores, que incluyen cerveza, vinos y cualquier bebida que contenga alcohol, lleven pegados una leyenda que advierta que “tomar licor es nocivo para la salud”.
El decreto firmado por el Presidente Monge y el Ministro de Salud, doctor Juan Jaramillo, es, en mi opinión, una muestra más de la mentalidad dirigista propia de ciertos funcionarios de nuestro gobierno. Si bien se puede aceptar que el consumo exagerado del licor puede ser malo para la salud (e incluso tomar un poquito para ciertas personas para quienes el licor es letal), creo que yerran el Presidente y el Ministro, al pretender paternalmente que los ciudadanos nos cuidemos del abuso del licor.
En nuestras vidas todos los días hacemos infinidad de cosas que, si se exageraran serían seriamente nocivas para la salud. Por ejemplo, muchos ticos corren todas las mañanas, pero si llevaran su esfuerzo a ciertos límites, probablemente terminen enfermos en sus casas. También quienes comemos mucho sabemos que el exceso de ingestión de alimentos acorta nuestras vidas. Quienes manejan saben que si abusan de la velocidad probablemente dejen su sangre en una carretera. En fin, se si se exagera en ciertas cosas es muy posible que dañen a las personas quienes así lo hacen.
Lo interesante es que los gobernantes consideran necesario etiquetar todo tipo de bebidas alcohólicas con aquel ominoso recordatorio. Así, deberíamos poner leyendas a los corredores, a los comelones y a quienes manejan carros. En síntesis, como lo que le preocupa a los gobernantes es el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas, a los costarricenses, como si se tratara de niños irresponsables, se considera necesario recordárselos, sin ponernos a pensar de que se trata de adultos que son responsables de sus propios actos.
Lo anterior es lo que me molesta, pues si deseo tomar una copa de vino o una cerveza o un traguito de ron, tendré enfrente mío el triste recordatorio, como si fuera un bebito, de que ello es dañino para la salud, lo cual no pasa de ser, como tanto en la vida, tan sólo un asunto de grado. Es más, en ciertos, momentos, en ciertas circunstancias, hay médicos que aconsejan la virtud y bondad del consumo moderado del licor. Me imagino a tantos monjes medievales preocupados en los cielos al leer el decreto de los puritanos en acción. Creo que tan absurda decisión merece ser recordada con un brindis, en que se enfatice las bondades del vino. Después de todo, lo que más se abusa en su uso, es en la promulgación de decretos sonsos y paternalistas, por lo que tal vez se requiere que tengan una leyenda al pie que diga: “El abuso de la publicación de decretos es nocivo para la salud”. Alzo mi copa y brindo por la salud.
1984-06-25-LA LEY DE LA MONEDA
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LA LEY DE LA MONEDA
Comentario en Radio Monumental, 25 de junio de 1984
Considero que es muy importante que el amigo radioescucha conozca algunos detalles acerca del trámite de la denominada Ley de la Moneda. El problema surgido en la Asamblea Legislativa tuvo su origen en que ciertos diputados de Liberación Nacional, encabezados por el dentista doctor Julio Jurado, apoyados por los comunistas y los no tan independientes, se opusieron a que los fondos provenientes de los préstamos de la AID fueran cedidos al Banco Central en dólares, para que esa entidad, a la vez, los prestara a los bancos comerciales en colones ,los cuales, al mismo tiempo, lo harían en esta moneda a las personas o empresas nacionales.
Ante esta situación, los oponentes al partido de gobierno y sus compañeros de viaje, formulan una pregunta que, a simple ̶ más bien, simplona ̶ vista asusta a quienes la escuchan. Dicen: ¿por qué, ante una devaluación, si el país como un todo tiene que pagar por medio del Banco Central las pérdidas ocasionadas por esas deudas contraídas en dólares, los beneficiados con los préstamos (los bancos comerciales y quienes les piden prestado) pagan sus deudas en colones al Banco Central sin asumir cualquier pérdida cambiaria? Por la forma en que plantean la pregunta, obviamente que se da a entender que se está en presencia de una gollería a favor de los bancos comerciales y de quienes les piden prestado, en tanto que todos los ticos pagaríamos la posible pérdida por una devaluación. Evidentemente ello no nos parece que sea algo correcto y, más bien, es a todas luces chocante.
Pero la versión correcta no parece ser así .Lo que sucede es que el gobierno, por medio del Banco Central, ha buscado de distintas maneras que se impida la libre contratación entre las partes en una moneda distinta del colón. Esto es, que los costarricenses no podamos contratar en dólares y nos veamos forzados a hacerlo en colones. Ante esto, el Banco Central no permite que los bancos comerciales presten en dólares a las personas o empresas, ni tampoco le presta esos fondos en dólares a los propios bancos comerciales.
Esto último supone que la estabilidad en el valor del tipo de cambio debe de estar garantizada por el Banco Central, pero que de no ser así, entonces, ¿por qué se empecina en imponer que las contrataciones se admitan sólo en colones? Este es el meollo del asunto: los diputados antes mencionados, así como el gobierno, piensan logar un sueño imposible, cual es garantizar la estabilidad cambiaria al mismo tiempo que no garantizan que así va a ser, pues no dejan que surjan acuerdos en monedas distintas al colón.
Todos los demás pleitos de perros y gatos en la Asamblea Legislativa, en que diputados de una fracción le bajan el piso a los de otro equipo, son simples expresiones folclóricas de una ignorancia mucho mayor, cuyo daño trasciende a las tiendas políticas de Castillo, Arias o Fait. Lamentablemente nos afecta a todos los costarricenses, aunque las facciones opongan el interés de sus grupúsculos al de los connacionales, El dogma, la ignorancia y la politiquería facciosa una vez más conspiran contra el bien común.
1984-07-02-DOS RECIENTES AMENAZAS A NUESTRA LIBERTAD
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DOS RECIENTES AMENAZAS A NUESTRA LIBERTAD
Comentario en Radio Monumental, 02 de julio de 1984.
No puedo evitar tener que refirme a dos hechos sucedidos recientemente en nuestro país que falsean dos pilares da la libertad que ha caracterizado nuestra vida ciudadana durante muchos, pero muchos, años. Me refiero, específicamente, en primer lugar, a la expulsión del periodista nicaragüense señor Leonardo Montalbán, por órdenes del Consejo de Seguridad del Gobierno de Costa Rica y, en segundo lugar, al ametrallamiento de una nave aérea de parte de nuestras fuerzas policiales. Ambos tienen mucho en común, especialmente confirmado por dos pobres declaraciones al respecto del Ministro de Seguridad, don Ángel Edmundo Solano.
Voltaire nos dijo una vez que él podría estar en desacuerdo con nuestras ideas, pero daría su vida por defender nuestro derecho a expresarlas. Tan noble posición ante la defensa del derecho ajeno, es nefastamente olvidada por nuestras autoridades gubernamentales, quienes alejándose del derecho de libre expresión, se lo conculcan a un hombre libre deseoso de criticar hechos que no le parecen correctos. En las declaraciones del señor Montalbán nunca critica la política interna costarricense, sino, más bien, a las actuaciones del denominado Grupo de Contadora. El presunto alegato de nuestras autoridades para expulsar al señor Montalbán, de haber ofendido a un gobierno amigo, no tiene sustento moral por dos razones fundamentales: primero, que no parece que tal ofensa exista y, si la hubiere, nuestros preceptos legales de libertad con responsabilidad, poseen mecanismos para ponerles coto. En segundo lugar, la soberanía nacional no puede supeditarse a los deseos de otras naciones, por más que sean amigas, queridas y afectas, como aparenta haber sucedido en este caso.
Pero, además de estas dos razones, existe la tradición en Costa Rica de que se brinda libertad a los extranjeros de expresarse libremente, siempre que no violen las leyes, al igual que a todo costarricense.
Lamentablemente, don Ángel Edmundo Solano, el Johnny de este gobierno, le hace un flaco servicio a la inteligencia y al mantenimiento de las libertades fundamentales que poseen los seres humanos. Se dejó decir, en esta emisora, que “pensando en voz alta, ¿quién sabe si los mismos grupos que hoy protestan por la expulsión del señor Montalbán, harían lo mismo si el expulsado fuera uno de Xinjua, la agencia periodística de China Roja, o de alguno de la izquierda? Ofende el pensamiento del Ministro de Seguridad a la observancia de los derechos humanos que por mucho tiempo hemos mantenido los costarricenses, pues nadie está expulsando a ningún periodista de izquierda, quienes, más bien, con suma frecuencia utilizan nuestros medios de comunicación para exponer cuanta solidaridad filo-comunista desean expresar las izquierdas. Los costarricenses somos fieles testigos de toda la propaganda comunistoide y piricuacófila que se expresa libremente en nuestro país, incluso en los medios más sorprendentes.
La segunda amenaza involucra directamente al Ministerio de Seguridad. La libertad de movimiento en nuestro país no está restringida ni limitada. Recientemente, en pleno mediodía, autoridades gubernamentales efectuaron disparos que pusieron en peligro a la vida de los tripulantes de una avioneta que volaba cerca de nuestra frontera norte. Esta avioneta había salido de Pavas y fue forzada a aterrizar, con impactos de bala, en las playas de nuestro Atlántico Norte.
Este hecho, recordatorio del derribo del jumbo coreano por el desalmado ejército de la Unión Soviética, es más sorprendente aún que el de los rusos, pues ellos tenían prohibido que se realizaran vuelos sobre su país, mientras que en el nuestro nadie había dicho que la libertad de movimiento estaba prohibida.
Don Ángel Edmundo, de nuevo, piensa y dice que “El Ministerio no asume ni asumirá ninguna responsabilidad por el derribo de aviones”. Esta filosofía a lo Pancho Villa, de “primero disparen y después viriguan quien vive”, no tiene fundamento ético, moral y legal en nuestro país. Al contrario, la asunción de responsabilidades por los actos de los funcionarios públicos está plenamente establecida tanto en nuestra tradición como en nuestras leyes. Si el Ministro Solano no asume ni asumirá esas responsabilidades, lo mejor que puede hacer es irse para su casa y que otra persona, quien haya jurado ante la Constitución, responsabilidad por el cumplimiento de nuestras leyes, mejor tome su lugar.
1984-07-09-LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD REVISITADAS
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LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD REVISITADAS
Comentario en Radio Monumental, 09 de julio de 1984.
Hace casi 10 años escribí un artículo en la página 15 de La Nación al cual bauticé con el nombre de “Libertad y Responsabilidad”. Lo empecé con una cita de George Bernard Shaw, de su libro Hombre y Superhombre: Máximas para los Revolucionarios, la cual dice así: “La libertad significa responsabilidad, por eso la mayoría de los humanos la temen.”
Hechos recientes que giran en torno a las declaraciones de cierto ministro, por dicha transitorio, como todo en la vida, le dan nuevos bríos a los conceptos esenciales de la libertad del hombre y la responsabilidad que esta conlleva.
Creo que es muy importante recordar a ciertos funcionarios la esencia del concepto de libertad: aquel estado o “condición de los hombres en cuya virtud la coacción que algunos ejercen sobre los demás, queda reducida, en el ámbito social, al mínimo”. En resumen, “independencia frente a la voluntad arbitraria de un tercero”.
La libertad es una, universal, aunque muchas veces le agregamos como libertad de expresión o de prensa o de movimiento; pero, en general, entendemos libertad únicamente con referencia a la coacción. El Estado tiene el monopolio de ésta, precisamente porque la amenaza de su coacción es lo que evita que se ejerza la de un individuo sobre otro. Por ello, simultáneamente queremos que la coacción que puede ejercer el poder público, sea la mínima posible y que quede sujeta a normas generales aceptadas y conocidas, a fin de proteger al individuo de la coacción del Estado.
¡Basta de disquisiciones filosóficas! En general, los costarricenses sentimos que, dentro de nuestra libertad, podemos movilizarnos en nuestro territorio sin que ninguna autoridad, representante del ejercicio de la coacción estatal, nos lo impida. Por supuesto, esto en tanto entendamos que no estamos poniendo en peligro la libertad de otros o la existencia del Estado, entre otras cosas. Si así fuere, se supone que hay normas que el Estado debe proseguir para impedir, en este caso de referencia, el movimiento de las personas por el territorio nacional. (Esto sería una suspensión de garantías constitucionales o algo por el estilo).
En Costa Rica las garantías constitucionales no están suspendidas. Tenemos libertad para movilizarnos dentro de nuestro territorio, de aquí que la reciente acción contra un avión nacional, efectuada por autoridades estatales, no es ni puede ser justificada por ese mismo Estado. Es inmoral presuponer que la libertad de un ciudadano es mayor que o menor que la de otro ciudadano. No se trata ̶ ¡oh demagogia! ̶ de escoger entre la libertad de un aviador y la de un humilde policía, si no de la libertad del ciudadano ante la coacción indebida ejercitada por el Estado.
Tal vez a ese funcionario no le quedó otra alternativa que tratar de deshacerse de la responsabilidad de actos como los sucedidos, que hieren en su fundamento a la vida en libertad de los costarricenses. Esto es explicable: si el concepto de libertad no es entendido, ¿cómo va a entender el de ser responsable de los actos ejercidos libremente?
Creo que a ciertas personas les hace falta una bequita en nuestras universidades, donde tal vez don Fernando Volio o don Fernando Guier les expliquen un poco de lo que es libertad y responsabilidad.
1984-07-16-EL AUMENTO EN LAS SOBRETASAS A LA IMPORTACIÓN
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EL AUMENTO EN LAS SOBRETASAS A LA IMPORTACIÓN
Comentario en Monumental, 16 de julio de 1984.
El aumento reciente en las sobretasas a la importación llevado a cabo por nuestro triste Banco Central, tiene la virtud de mostrar al pueblo costarricense un serie de facetas que permiten ver, en todo su esplendor, el grade de avance que ha tenido el Estado sobre la vida ciudadana. Se encuentra, como dijo una vez don vez don Alfonso Carro, resumido en que “Hay una penetración tal en todas las esferas de la vida que solamente es típica del Estado totalitario, que por propia definición es un Estado que no deja margen de libertad y que incluso llega a introducirse por mecanismos sicológicos y otras técnicas de esta naturaleza en la conciencia del hombre.”
Primeramente, sorprende ver a un conspicuo representante de la empresa privada, a su reciente regreso del periplo gubernamental por Europa, manifestarse de acuerdo con la introducción de estos nuevos gravámenes, en momentos en que muchos ciudadanos preocupados por estos impuestos adicionales, se manifestaban acerca de su naturaleza nociva. Bueno, por dicha aún hay libertad para opinar en nuestro país, aunque tales expresiones sean tan desacertadas como las expuestas por el Presidente de la Unión de Cámaras.
En segundo lugar, en nuestro país las autoridades del gobierno continúan impidiendo el progreso y el bienestar de los sectores más pobres del país, al frenar que los frutos del avance del conocimiento humano lleguen a colmar los hogares de los pobres. Por ejemplo, si ya es hora de renovar su cacharpa de más de diez años de edad, de que le sirve ahora su esfuerzo para hacerlo si la prepotencia estatal considera un lujo que usted pueda disponer ahora de un carrito nuevo. El estado decidió con estos nuevos impuestos hacerle imposible que reciba el fruto de la producción del mundo civilizado. A nuestro burócrata de turno se le ocurrió que el vehículo era un lujo… probablemente lo pensó cuando viajaba en el carro que el gobierno le tiene asignado. Piense el costarricense cómo estas decisiones de los burócratas, quienes consideran que los artefactos eléctricos, entre otros, constituyen, por ejemplo, un lujo, por lo cual impiden que seamos participes del progreso, condenándonos a la miseria o a la pobreza permanente.
En tercer lugar, siempre he entendido que el único ente políticamente encargado de poner impuestos en Costa Rica era la Asamblea Legislativa. Ahora resulta que también nuestro flamante Banco Central puede, a su gusto y discrecionalidad, gravarnos con impuestos cuando le entra en gana. Los responsables de que ello sea posible son los propios diputados, lamentablemente de todos los partidos, tal vez con excepción notable del señor Trejos. Ellos, ahora y en el pasado, han dejado que el poder central les quite esa potestad originalmente en sus manos. Eso era así, para evitar la prepotencia y voracidad fiscal del gobierno central. Los diputados ̶ casi todos ̶ son corresponsables de este desaguisado, que algún día nuestro pueblo volverá a poner en orden. Son ellos quienes voluntariamente cedieron la soberanía encomendada por el pueblo en sus manos.
1984-07-23-MI POSICIÓN FRENTE A LA HUELGA DEL MAGISTERIO
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MI POSICIÓN FRENTE A LA HUELGA DEL MAGISTERIO
Comentario en Radio Monumental, 23 de julio de 1984.
No comparto varias de las peticiones que hace el gremio magisterial en huelga. Creo que, como maestros que son, necesitan educarse más; conocer lo que es un precio; entender qué papel juegan en una economía y cómo son los que aseguran un suministro adecuado de los bienes y servicios. Pero, bueno, siempre espero que se dediquen un poco al estudio y menos a la simple y vocinglera exigencia impensada.
Cuando piden cosas sin sentido, como la congelación de los precios, y como respuesta ver a los funcionarios estatistas de siempre asegurarles que así “no habrá aumentos en lo que resta del año”, lo único que sirve es para brindar una solidez inesperada a los argumentos infantiles de los maestros. Así, clamarán “ven como sí se podía congelar los precios”. El político oportunista, deseando salir del apuro carente de toda convicción ideológica firme, situándose siempre en la arena movediza de la politiquería simplona, termina cohonestando la ausencia de saber de los maestros petentes del momento. Bueno, no puede esperarse sapiencia de la ignorancia.
Sí hay un asunto que justifica la huelga de los maestros. Desde hace días se les viene bailando con promesas de una gobierno que no les cumple, Debe tenerse muy presente que el gobierno tiene muchos diputados ̶ mayoría evidente ̶ para gobernar y ha sido la conducta azarosa, vacilante, anárquica, desordenada, de accionar simplemente electorero, de faccionalismo, de precandidaturas, de sacadera de clavos, de serruchadas de pisos, en fin, pueblerinadas, lo que ha impedido que los maestros reciban lo que hace mucho, pero mucho, les prometió el gobierno.
Ante tanta vacilada, tanta agarrada de chanchos, no les quedó a los maestros otra cosa que hacer valer el respeto que cualquier ciudadano se merece. De aquí que, aunque la huelga sea declarada ilegal, moralmente tiene un gran sustento, pues no se puede estar jugando constantemente con promesas incumplidas, No entiendo por qué a los maestros se les prometen tantas cosas, trascendentes algunas, como son su ajuste salarial, estúpidas otras, como el control de los precios de los productos. Promesas todas, al fin y al cabo, pero donde no se tiene la intención de cumplirlas. Lo único que se logra con esto es que gremio se vea obligado a tomar la vía de la huelga, de seguro ilegal, para hacer valer la palabra empeñada. Más bien todo parce como si deliberadamente se quisiera que tal fuera el resultado de las negociaciones. Un Chespiritesco sin querer, queriendo. Tal parece ser la conducta gubernamental.
Deseo ver a un gremio de maestros más, pero mucho más, profundamente preocupado por la mala calidad de los alumnos que salen de nuestras escuelas, quienes ni se avergüenzan de la ignorancia con que surgen de las aulas de las instituciones educativas, bajo la dirección e inspiración y guía de esos mismos educadores. Lamentablemente, la indecisión gubernamental, sus promesas incumplidas y la proclividad a la huelga de los maestros, que casi les impiden ser MAESTROS, conducen al país a un despeñadero, del cual, en el mejor de los casos, saldremos con fracturas múltiples.
1984-07-30-QUICO QUIRÓS PINTOR DE COSTA RICA
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QUICO QUIRÓS: PINTOR DE COSTA RICA
Comentario en Radio Monumental, 30 de julio de 1984.
En una ocasión escuche a don Guido Sáenz afirmar que don Quico Quirós era el pintor de Costa Rica, Creo que tiene razón mi antiguo profesor: tal vez esta calificación es la que mejor describe la obra de nuestro pintor nacional.
Sin embargo, últimamente ha surgido en el firmamento artístico nacional una verdadera estrella de la pintura, quien, estoy seguro, se ha convertido en una amenaza al monopolio que tenía don Quico en la pintura costarricense. La pintura de la nueva prima donna no conoce límites. Ya sea que colorea una pequeña aldea de nuestra campiña o bien que pinta la zona más oscura de nuestra capital, sus pictóricos trabajos se hallan en todos los niveles de nuestra sociedad, desde los más bajos a los más altos, pero sin olvidar a los intermedios. Todo lo cubre, nada debe quedar sin pintarse, parece ser su infatigable lema artístico.
Nuestro actual colorista tiene preferencia, en estos momentos, por el verde, pero ¿no es que, después de todo, el color verde el que más abunda en nuestro paisaje? Claro, nuestro pincelista utiliza diversos matices de verde. Más verde. Menos verde. Verde a medias. A veces con cierto aire colorado. Pero siempre un verde liberacionista.
Nuestro emplastador, pintor de Costa Rica, quien retrata fielmente la elevada escena politiquera nacional, merece poseer el título que actualmente detenta don Quico Quirós como pintor de Costa Rica. Don Alberto Fait es el verdadero paisajista costarricense. Don Quico, ¡no estás sólo!
La firma de Fait, su nombre, pulula en la nación. Uno la halla en cuanta pared abandonada que disponga de un campito para la rúbrica. Ésta también se encuentra en latas de basura, perreras, postes de luz, puentes prefabricados ̶ un toque de modernismo ̶ señales viales, carreteras, caminos, pavimentos, callecillas, trillos, veredas. ¡Qué magnitud de obra pictórica! Sin paralelo, sin parangón. Nunca tantos hicieron lo que logró hacer él sólo.
Don Alberto Fait merece el título de pintor de Costa Rica, Es más, ya los señores de la Glidden, de Kativo, Vastalux, Protecto y otras pinturas están dispuestos a sacar un gracioso comercial en verde, mostrando la gran calidad ̶ lástima que las brochas sean tan gordas ̶ de la pintura Faitista.
Si todo sale bien, debemos prepararnos para un grandioso acto gubernamental, en el cual los costarricenses tendremos la afortunada ocasión de decirle “Gracias, don Alberto”. Sí, gracias por pintar de verde este descolorido país. FAIT VOLUNTAS TUA, SICUT IN CAELO ET IN TERRA: Don Alberto hágase su voluntad aquí en la tierra como en el cielo.
1984-08-06-POR SUS FRUTOS
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POR SUS FRUTOS…
Comentario en Radio Monumental, 06 de agosto de 1984.
Varios hechos recientemente sucedidos en el Partido Liberación Nacional deben preocupar a cualquier ciudadano, medianamente interesado en que los asuntos de política pública sean llevados s cabo con un decoro elemental, lo cual incluye un tratamiento entre sus miembros que refleje actitudes básicas de respeto entre los participantes.
Doña Niní Chinchilla de Mora es una distinguida dama, inteligente y culta, cuya pertenencia a cualquier partido político democrático debe ser causa de gran orgullo para dicha agrupación, La forma descortés e inusual en la cual se le llama a comparecer ante un denominado tribunal de ética del Partido Liberación Nacional no refleja más que la decadencia intelectual y moral que se respira en ciertas tiendas de uno de los partidos más prominentes de Costa Rica. Doña Niní merece el respeto y el aprecio de todos los costarricenses de bien ̶ de cualquier partido político ̶ y ante la forma en que se le trató en Liberación Nacional, no me queda más que, en mi nombre propio y creo que en el de muchísimos costarricenses, lamentar el inelegante trato brindado por cierta argolla de la mediocridad liberacionista, a tan distinguida señora.
Caso parecido fue el de uno de esos diputados de Liberación Nacional, conservador y obstinado en mantener el status quo de nuestro anacrónico sistema financiero, quien en su oposición a reformar la Ley Orgánica del Banco Central y ante la comparecencia y opinión expresada por economistas distinguidos de su propio partido, se dejó decir, más o menos, que las opiniones de esos profesionales economistas de Liberación Nacional, eran favorables a las reforma de dicha Ley debido a los intereses que ellos mantenían en ciertos bancos y financieras privadas. Esto significó, según el diputado de marras, que la opinión de esos economistas no estaba basada en consideraciones de bien nacional, sino en las de su propio peculio e interés personal. Este maltrato entre partidarios de Liberación Nacional me disgusta, me molesta, pues creo que mis colegas merecen un mejor destino y una mejor opinión de sus propios copartidarios.
Por otra parte, no voy a referirme extensamente al intercambio de amorosa participación partidaria cruzado entre el diputado Hollman Esquivel Garrote y don Ángel Edmundo Solano, pues este afecto cubrió toda nuestra nación, pudiendo los compatriotas aquilatar la gran gama de pareceres y opiniones que hay en Liberación y, en especial, la intolerancia, maledicencia e irrespeto con que se tratan. Más importante de destacar parece ser la opinión expresada en Radio Monumental por el presidente del Partido Liberación Nacional, don José Figueres, quien, ante el reciente manifiesto de los comerciantes, dijo que eran “pendejadas”. Como las pendejadas las hacen los…; bueno, ustedes saben quiénes… los dejo esta graciosa muestra del respeto que el señor Figueres otorga a los comerciantes.
1984-08-13-EL CAMBIO A LA LEY DE LA MONEDA
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EL CAMBIO A LA LEY DE LA MONEDA
Comentario en Radio Monumental, 13 de agosto de 1984.
Tal vez a algunas personas les llame la atención cuando les diga que estoy en contra de la llamada variación a la Ley Orgánica del Banco Central, que se discute en estos días en nuestra Asamblea Legislativa. Tal vez les sorprenda mi posición, pero debo aclarar que no tiene su origen en que me convirtiera a las posiciones del doctor Julio Jurado, de don José Luis Villanueva, de Ardón o de Ferreto o del no tan definido diputado Ricardo Rodríguez.
Expondré mis argumentos y así explicaré mi posición, a fin de que sean debidamente sopesados por respetables personas y asociaciones, quienes a los cuatro vientos han urgido la aprobación de este conjunto de variaciones a la Ley Orgánica del Banco Central y a la Ley de la Moneda.
Primero: no es cierto que la AID y otras entidades financieras hayan señalado que el desembolso de los préstamos que han ofrecido se hará siempre y cuando se hayan hecho las variaciones específicas que se han mencionado. Lo que únicamente requieren es que, en buena lógica, la aprobación del inciso 6 del artículo 62 de la Ley Orgánica del Banco Central, por la cual podrían prestarse estos recursos externos a los bancos comerciales a través del Banco Central, sean efectuados en la misma moneda en que fueron recibidos. En ningún instante la AID ni el Fondo Monetario nos ha dicho que se requiere la aprobación de las otras reformas a la Ley de la Moneda, para proceder a desembolsar sus préstamos.
Segundo: dado lo anterior, si el cuerpo legislativo aprueba la variación a la Ley Orgánica del Banco Central sin reformar la Ley de la Moneda, conceptualmente deberán de entrar al país los ansiados recursos externos, cuya ausencia ha preocupado mucho a diversos sectores. Por lo tanto, no es un requisito la aprobación de cambios a la Ley de la Moneda para obtener esos recursos.
Tercero: y he aquí lo grave. Si se aprueba la totalidad de las reformas monetarias se está afectando violenta y absurdamente el régimen de libre contratación en el país. Esto es, en la variación propuesta se prohíbe a los ciudadanos libres en este país contratar espontáneamente en monedas distintas al colón. Un afán chauvinista es lo que está detrás del deseo gubernamental de prohibir la contratación en dólares, con el consiguiente daño que esto va a causar a muchos costarricenses, en especial cuando vemos cómo la moneda nacional va perdiendo valor por las malas políticas monetarias, en tanto que nuestros haberes se van menguando paulatinamente, Esto no es aceptable en un régimen de libertad.
Cuarto: mal hacen los diputados del Partido Unidad en aceptar el paquete de reformas enviado por el Poder Ejecutivo a la Asamblea legislativa. No deberían de ceder a la imposición social-estatista del Partido Liberación Nacional por la cual se elimina parte de la libertad de contratación que los costarricenses disfrutamos hoy. Era responsabilidad del gobierno asegurar la entrada de los préstamos externos. Se cedió mucho. Se cedió en principios fundamentales. Ojalá que en el futuro se pueda enmendar tan errónea transacción.
Este mensaje va dirigido a mucha personas y entidades bien intencionadas, que espero mediten acerca del error de vender la libertad de contratación a cambio de una supuesta obligación de variar la Ley Orgánica del Banco Central, para que así nos entren los fondos de la AID. ¿Vale la pena vender tanto y tan mal por tan poco?
1984-08-20-EL NUEVO GABINETE Y LA OPOSICIÓN
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EL NUEVO GABINETE Y LA OPOSICIÓN
Comentario en Radio Monumental, 20 de agosto de 1984.
No puedo evitar hacer algún comentario acerca de la reciente reestructuración del gabinete del Presidente Monge, en especial a la luz de sus afirmaciones pronunciadas en el discurso del jueves pasado, en que lanza una no tan velada crítica a la oposición democrática de Costa Rica, a la cual fustiga aseverando que ataca a su gobierno constantemente y a veces con innecesaria virulencia.
Quienes esperábamos definiciones en un gobierno hasta ese entonces caracterizado por imprecisiones y vaguedades en aspectos fundamentales para la buena marcha del país, tales como nuestra seguridad interna y externa, hemos visto frustradas nuestras aspiraciones. Lo que se ha visto con el “nuevo barajar” es que los de la derecha van para la izquierda y los de la izquierda, para la derecha y a los destituidos se les restituye en otra posición; todo dentro de la sagrada familia liberacionista. ¿Y las definiciones y las puestas de güebo?... Tengo la triste impresión, y ojalá esté profunda y totalmente equivocado, de que se proseguirá ese curso de meandros indolentes que han caracterizado las decisiones del Poder Ejecutivo.
En todo caso, lo que sí me ha llamado la atención del discurso presidencial es que le atribuye mucho del grave problema político que ha enfrentado recientemente a actuaciones de la oposición. En realidad, me parece que la actitud opuesta ha sido la evidente. En muchas ocasiones los diputados de la oposición le han brindado los votos necesarios al Presidente Monge, para que se aprueben ciertos proyectos indispensables, supuestamente, para el bien del país. Más bien han sido los propios diputados de Liberación Nacional ̶ los muchos diputados que se necesitaban para gobernar ̶ quienes se han opuesto, férrea y obcecadamente, en unión de comunistas y rosados, a la aprobación de, por ejemplo, las reformas a la Ley de la Moneda.
No creo que, por ejemplo, don Alfonso Carro se haya dirigido a las tiendas de la oposición política democrática a Liberación Nacional, para después, por medio del suplemente Enfoque del diario La Nación, señalar graves problemas políticos, morales, ideológicos y de acción gubernamental del gobierno liberacionista. La crítica vino de las entrañas del partido, de uno de sus ̶ entre pocos ̶ notorios pensadores, Y ahora se le premia, para proseguir con el agua chacha de quedar bien con todos, destituyéndolo del gabinete.
Ni qué hablar de doña Niní, quien no sé si aún es liberacionista, después de haber denunciado tantas cosas y de haber sido rodada tanto tiempo. No creo que ella se haya cambiado a la oposición para denunciar tantos males que aquejan al partido y al gobierno del Presidente Monge. Tantos y tantos liberacionistas, preocupados por el rumbo que llevan las cosas, así se lo hicieron saber al Presidente Monge. Tal vez incluso con mayor virulencia a como lo ha hecho el partido de la oposición. Creo que el señor Monge, al fustigarla en su discurso, muestra lo que muchos opositores al gobierno hemos señalado en nuestro propio partido; que más bien cierta complacencia pasada puede ser mal pagada.
1984-08-27-FIJARÁN PRECIOS EN LAS FERIAS
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FIJARÁN PRECIOS EN LAS FERIAS
Comentario en Radio Monumental, 27 de agosto de 1984.
Según se informó en La Prensa Libre del martes 21 de agosto, brillantes autoridades del Ministerio de Trabajo, del de Agricultura, de algo llamado Procuraduría de Consumidor, de sindicatos, incluyendo de Upanacional, fijarán los precios de las verduras, legumbres, frutas y hortalizas en las ferias del agricultor, según la oferta y la demanda de los consumidores.
Estoy deseoso de ver a tan eruditos funcionarios y burócratas determinar cuál es la oferta y cuál la demanda, para llegar a algo innecesario, como es la fijación de precios, pues esas mismas ofertas y demandas serán las encargadas de determinar el precio de equilibrio en el mercado. Me imagino que, entonces, surgirá el demagogo de turno, quien aseverará poseer el precio apropiado de un producto, gracias a la sabiduría que dice poseer y lo omnisapiente que cree ser, las cuales le capacitan para sustituir toda la información, deseos y capacidad de compra que tiene todo ese cúmulo de productores, consumidores e intermediarios.
Posteriormente, algún otro superior de esos burócratas e intervencionistas compañeros de viaje, proclamará que se introducirá el orden en el caótico mercado y que ese “nuevo amanecer” se lo debemos a la puesta en práctica ̶ por enésima vez ̶ del programa de la vuelta a la tierra.
Par evitar el cierre y el fracaso de las ferias del agricultor si se pone en marcha el programa anunciado de fijación de los precios de los productos agrícolas, habrá que esperar que la tontera no sea una enfermedad permanente, pues la estulticia cotidiana no es agradable a la persona inteligente, dado que, lo que pondrá en evidencia esa política anunciada, no es ni más ni menos que ver actuar a caracteres dando palos de ciego. Veamos un ejemplo del espectáculo en ciernes que nos bridarán estos personajes de la fauna social-estatista. Supongamos que tienen esa semana el gracioso deber de fijar el precio de los tomates, los que, digamos, son objeto de especulación (puede ser el de cualquier otra fruta, legumbre u hortaliza).
Esos genios, lo primero que tendrán que determinar es cuánto tomate llegará al mercado y cuánto de él comprarán los consumidores. ¿Cree usted que lo lograrán saber?
Bueno, nos dirán, eso no importa, en tanto fijemos un precio adecuado y justo. Pero, ¿de cuál tomate? ¿Será lo mismo fijar un precio igual a un tomate maduro que a uno pintón o hasta uno verdión, con más o menos golpes? ¿Será apropiado fijar el mismo precio a un tomate procedente de Paraíso que a otro que viene de San Carlos? ¿Deberá costar igual un tomate que procede de una parcela poco productiva, comprado con otro de una buena tierra? ¿Y en el caso que el empresario productor de tomate sea muy bueno en comparación con otro muy malo? ¡Tantas diferencias que podrían presentarse en tantas parcelas en las que se puede producir y todavía hay burócratas quienes creen que todas esas variantes las pueden tomar en cuenta a la hora de fijar un precio! Creo que ustedes y yo concordaremos en que, es tanto lo que tendrían que saber esos burócratas y que sí lo sabe el mercado, que, en realidad, saben muy poco y tampoco están en capacidad de lograr saberlo.
Mi impresión es que, si pretenden no ser arbitrarios, los fijadores de precios deberán tomar en cuenta toda es casi infinita gama de calidades, costos, tiempos y demandas. Si aún así deciden hacerlo, esos señores terminarán cayendo en lo que crearon… una soberana salsa… de tomate y nada de fijación de precios ante la imposibilidad de lograrlo.
1984-09-03-EL DISCURSO DEL PRESIDENTE Y LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
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EL DISCURSO DEL PRESIDENTE Y LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
Comentario en Radio Monumental, 03 de setiembre de 1984.
En la batahola y el burumbún del cambio de ministros, una de las víctimas ha sido la propuesta del Presidente Monge para que se introduzcan cambios radicales en nuestra Asamblea Legislativa. No comparto la totalidad de sus sugerencias, pero creo que es necesario que este tema asuma el lugar preponderante que le corresponde.
Los problemas que actualmente aquejan a nuestra Asamblea Legislativa van mucho más allá del nivel de educación de los diputados, de si los ex presidentes deben o no ser legisladores vitalicios o de si el sistema de elección por dos listas separadas, las nacionales y las locales, nos garantizarán una “mejor” Asamblea.
Creo que el asunto fundamental radica en que se han trastocado las funciones esenciales que una Asamblea Legislativa posee en una democracia. A nuestros actuales diputados no se les considera como tales y menos como “buenos”, si por su inspiración no se crea alguna ley que regule algo o a algunos. Se considera que la función esencial de la Asamblea es producir leyes a fuer de que, de no hacerlo, pase a ser considerada únicamente como un asilo para unos chupópteros del presupuesto nacional.
El problema con esta concepción de cuál es la conducta óptima de una Asamblea Legislativa, es que provoca una especie de constructivismo social; esto es, la idea de que se debe legislar acerca de todo, incluso en cosas en las cuales las personas están deseosas de proseguir una conducta ancestral, probada claramente a través de los tiempos, la cual les ha permitido vivir exitosamente en paz, justicia y libertad. No puede pensarse en que los diputados deban considerar que la totalidad de la conducta humana ha de quedar sujeta a leyes de toda índole. Es decir, que los diputados sólo actúen regulando, cada vez que puedan, el orden espontáneo de la conducta humana. Esto es, haciéndolo mediante códigos escritos que, al fin de cuentas, es imposible que puedan cubrir la total diversidad, profundidad y privacidad de aquél accionar humano. Por ello, más que una indigestión de leyes, que terminan por reflejar las preferencias subjetivas de algún diputado en concreto, que nos mantienen al borde de una trombosis coronaria provocada por la saturación de regulaciones, lo que se necesita es dejar la mayor amplitud posible para el libre accionar de los individuos en sociedad, sin que se tenga que regular y controlar todo.
Estoy seguro, en tanto no haya conciencia en nuestra nación de que la función principal de la Asamblea Legislativa es la de limitar el poder efectivo del Estado ante el individuo, que muy poco se logrará en términos de un orden social justo, pacifico y libre. Al tener el Estado el monopolio de la coerción y de la violencia, se constituye en la mayor amenaza a la persona y a su familia. Limitar ese poder es la función principal del cuerpo legislativo. Si de nuestros diputados no se espera que crean en este principio, tal vez lo mejor es que resulten ser bien burritos y no muy inteligentes, lo cual podría hacer que se minimice el daño que pueden ocasionarnos.
1984-09-10-EL OMBLIGO QUE LOS UNE
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EL OMBLIGO QUE LOS UNE
Comentario en Radio Monumental, 10 de setiembre de 1984.
Esta semana quiero referirme a dos hechos que, aparentemente, no tienen relación entre sí, pero, si se medita un poco, se podrá colegir que hay un ombligo que los une. Me refiero a la proliferación de huecos en las calles de San José y, por otra parte, a un manifiesto reciente de numerosos gremios profesionales acerca de los elevados impuestos sobre la renta que este año están obligados a cotizar. En ambos casos, el elemento común es la presencia de un Estado ineficiente e incapaz de satisfacer las necesidades básicas de una nación, lo cual se refleja en un sistema tributario obsoleto, que impide el progreso y el bienestar de las personas y las familias.
Un amigo, quien tiene una elevada experiencia política, me aseguró que, una vez que la politiquería interna en Liberación se acabe, y que aparezca ungido el salvador de turno, uno y unificado por ese milagro usual de los social-estatistas, todas nuestras horadadas calles aparecerán totalmente remendadas. Tal vez, entonces, los ahora incómodos choferes le harán caso al ex presidente y actual jefe de acción de don Carlos Castillo, de que lo que somos, nos dijo, se lo debemos a Liberación Nacional, por lo cual debemos estar agradecidos. El relleno de tanta oquedad, parchada como pantalón de pordiosero, será para el ciudadano común y corriente el recordatorio nacional necesario, antes de que, según el profeta ex presidente, tengamos que participar en el holocausto a los dioses verdes, cuando ofrendemos nuestras conciencias y libertades a los omniscientes social-estatistas. Tantas ideas espernibles no pueden servir de relleno ni a sus mismas conciencias: no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo.
Quienes creyeron que el estado nos saldría gratuito, estaban equivocados: cada acto público (y privado) tiene un costo. De aquí que ̶ algún día habría de surgir ̶ ya muchas personas, incluso ligadas al propio Estado, como lo muestra el manifiesto reciente de esos grupos profesionales, se manifiestan preocupados por el alto precio de la acción estatal. Tienen razón de quejarse de los altos impuestos, pero como sabiondamente nos dijo el Ministro de Planificación, don Juan Manuel Villasuso, en su última novela rosa, el tamaño del Estado es el que los costarricenses queremos que sea. De aquí que, si queremos un Estado grande, tendremos que pagar por esa grandiosidad.
Es necesario revisar nuestro sistema tributario, no para aumentar gravámenes, sino para reducirlos sustancialmente, de manera que el pobre pueda llegar a ser rico y que todos ̶ o casi todos ̶ los costarricenses contribuyamos a mantener al Estado en el tamaño que lo deseamos. Nuestras posibilidades de progreso, de pobres y ricos, se verían ampliadas si podemos participar directamente del fruto de nuestros esfuerzos y de nuestros trabajos. Si el Estado nos rompe esa relación estrecha y evidente, continuará explotando un bache oportunista de nuestra legislación tributaria, que queda sujeta, como es de esperar, a la voluntad de ciertos políticos de turno empeñados, la mayoría de las veces, en defender sus propios intereses y su engrandecimiento, en detrimento del bienestar de las personas y de sus familias.
1984-09-10-EL OMBLIGO QUE LOS UNE
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EL OMBLIGO QUE LOS UNE
Comentario en Radio Monumental, 10 de setiembre de 1984.
Esta semana quiero referirme a dos hechos que, aparentemente, no tienen relación entre sí, pero, si se medita un poco, se podrá colegir que hay un ombligo que los une. Me refiero a la proliferación de huecos en las calles de San José y, por otra parte, a un manifiesto reciente de numerosos gremios profesionales acerca de los elevados impuestos sobre la renta que este año están obligados a cotizar. En ambos casos, el elemento común es la presencia de un Estado ineficiente e incapaz de satisfacer las necesidades básicas de una nación, lo cual se refleja en un sistema tributario obsoleto, que impide el progreso y el bienestar de las personas y las familias.
Un amigo, quien tiene una elevada experiencia política, me aseguró que, una vez que la politiquería interna en Liberación se acabe, y que aparezca ungido el salvador de turno, uno y unificado por ese milagro usual de los social-estatistas, todas nuestras horadadas calles aparecerán totalmente remendadas. Tal vez, entonces, los ahora incómodos choferes le harán caso al ex presidente y actual jefe de acción de don Carlos Castillo, de que lo que somos, nos dijo, se lo debemos a Liberación Nacional, por lo cual debemos estar agradecidos. El relleno de tanta oquedad, parchada como pantalón de pordiosero, será para el ciudadano común y corriente el recordatorio nacional necesario, antes de que, según el profeta ex presidente, tengamos que participar en el holocausto a los dioses verdes, cuando ofrendemos nuestras conciencias y libertades a los omniscientes social-estatistas. Tantas ideas espernibles no pueden servir de relleno ni a sus mismas conciencias: no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo.
Quienes creyeron que el estado nos saldría gratuito, estaban equivocados: cada acto público (y privado) tiene un costo. De aquí que ̶ algún día habría de surgir ̶ ya muchas personas, incluso ligadas al propio Estado, como lo muestra el manifiesto reciente de esos grupos profesionales, se manifiestan preocupados por el alto precio de la acción estatal. Tienen razón de quejarse de los altos impuestos, pero como sabiondamente nos dijo el Ministro de Planificación, don Juan Manuel Villasuso, en su última novela rosa, el tamaño del Estado es el que los costarricenses queremos que sea. De aquí que, si queremos un Estado grande, tendremos que pagar por esa grandiosidad.
Es necesario revisar nuestro sistema tributario, no para aumentar gravámenes, sino para reducirlos sustancialmente, de manera que el pobre pueda llegar a ser rico y que todos ̶ o casi todos ̶ los costarricenses contribuyamos a mantener al Estado en el tamaño que lo deseamos. Nuestras posibilidades de progreso, de pobres y ricos, se verían ampliadas si podemos participar directamente del fruto de nuestros esfuerzos y de nuestros trabajos. Si el Estado nos rompe esa relación estrecha y evidente, continuará explotando un bache oportunista de nuestra legislación tributaria, que queda sujeta, como es de esperar, a la voluntad de ciertos políticos de turno empeñados, la mayoría de las veces, en defender sus propios intereses y su engrandecimiento, en detrimento del bienestar de las personas y de sus familias.
1984-09-17-EL F.M.I., EL GOBIERNO Y EL GASTO PÚBLICO
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EL F.M.I., EL GOBIERNO Y EL GASTO PÚBLICO
Comentario en Radio Monumental, 17 de setiembre de 1984.
Para estos próximos días se espera la llegada al país de una misión del Fondo Monetario Internacional, con la cual nuestras autoridades esperan llegar a un acuerdo que permita a la nación salir del actual descalabro económico.
La visitadera a tiquicia de los emisarios de la principal institución financiera del mundo no es nueva: tan sólo en estos últimos años de crisis, los periplos han sido innumerables. Por ejemplo, para recordárselo a tantas memorias tan flacas, a fines de 1981 dichos personajes recomendaron una devaluación al gobierno pre-caraziano, pero, por supuesto, al liberacionista de entonces no le interesó poner la casa en orden, creyendo que el archi-enemigo surgido de su propio seno político debería de pagar un precio realizando él dicha devaluación. El anterior presidente no la hizo, por gusto, por más sugerencias que efectuaran misiones posteriores del F.M.I., y es sabido de todos que con posterioridad los hechos económicos se impusieron a los deseos políticos.
Más me interesa, en contraste con el regocijo mal intencionado de ciertos políticos mediocres, que la nueva visita del Fondo no se traduzca en daños a las personas y familias producto de un mayor engrandecimiento del Estado.
Una de las reglas de juego que el Fondo Monetario emplea en los programas de estabilización económica, es que el déficit del gasto gubernamental no exceda de cierto porcentaje del valor de la producción de todos los costarricenses en un período dado, Sin embargo, el monto del déficit debe quedar bien claro antes de proceder a cualquier acuerdo con el Fondo. En primer lugar, como el déficit es el exceso de gasto público por encima de los ingresos del gobierno, debe tenerse presente que, si hoy día el Ministerio de Hacienda envía para la aprobación de la Asamblea Legislativa un presupuesto que subestima los gastos, como parece desprenderse de análisis preliminares, significa que se aparente un déficit menor que el que realmente tendrá el país. Esto sería origen de problemas ulteriores en negociaciones con el Fondo, que posiblemente se traducirán en nuevos y adicionales impuestos para financiar un déficit aún mayor que el actualmente estimado.
En segundo lugar, parece ser una regla de comportamiento que el gobierno, entre más recursos tiene, más gasta. Esto es, dado que al F.MI. no le interesa si el déficit se disminuye mediante una reducción del gasto o por un aumento en los impuestos, los políticos, por su naturaleza, tratarán, antes que reducir el gasto, de aumentar los impuestos. En este sentido, la flexible política del Fondo conduce a una creciente reducción de los incentivos para el bienestar y el crecimiento económico al provocar un engrandecimiento relativo del Estado, en caso de que el país siga el camino de mayores gravámenes.
Estos dos elementos son cruciales en las actuales negociaciones con el Fondo, de manera que debe tenerse una estimación correcta y no subestimada del déficit gubernamental y, por otra parte, que no se sacrifique a los costarricenses con más impuestos. Es hora de que las palabras de los cuasi-arrepentidos social-estatistas en torno a la necesidad de restringir el aumento en el tamaño del Estado, se conviertan en hechos y no que pasen a ser otro blablá más propio de una campaña electoral: No más impuestos.
1984-09-24-LA GUERRA DE LAS ENCUESTAS
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LA GUERRA DE LAS ENCUESTAS
Comentario en Radio Monumental, 24 de setiembre de 1984.
En medio del fragor de la campaña interna de Liberación Nacional ha surgido la pretensión de que las encuestas que cada grupo ordena realizar, reflejan una tendencia de los votantes por esa facción en particular.
Quien empezó con las encuestas fue el grupo arista, el cual contrató a la firma Consultora Interdisciplinaria de Desarrollo (CID), para que efectuara un sondeo de las preferencias del electorado liberacionista. En dicha encuesta aparece ganancioso el precandidato Arias, tal como era de esperarse.
Por supuesto, don Carlos Manuel Castillo, ni lerdo ni perezoso, contrató su propia firma de encuestas para que realizara su sondeo. Así, la llamada Public Opinion Research Associates mostró, dicen, que el candidato Castillo era quien iba adelante. Debe recordarse que esa firma fue la que, en cierto momento de la campaña política anterior, mostró a un Gonzalo Facio con mayor apoyo popular que Luis Alberto Monge.
Ante la espera ansiosa de mucho costarricense, deseoso de reírse un rato acerca de los sueños de opio de los políticos de turno, es hora de que don Alberto Fait nos salga con otra encuesta “científica”, que indique que va ganando. Así que no me queda más que plantearme la pregunta acerca de ¿cuál será el jueguito en que están envueltos los precandidatos de Liberación Nacional?
Es evidente que cada uno de estos precandidatos pretende rodar a costarricenses ingenuos, a fin de que se apunten con la tendencia en donde, supuestamente y con base en la presunta cientificidad de las encuestas que se contrataron, aparece obteniendo el triunfo, reviviéndonos así aquella deleznable oración del “vote a ganar”, que, con el paso del tiempo, se trocó en un “vote a pagar”. Sin embargo, hay, creo, mucho más de fondo que lo expuesto acerca del empleo de estas encuestas.
Pocos dudan que el candidato que posiblemente surja triunfante en Liberación Nacional lo será don Oscar Arias; sin embargo, creo que lo que está pasando con las recientes encuestas, refleja una mala pasada que a don Oscar le intentan jugar algunos sectores que se le oponen. En las próximas encuestas del CID ̶ la firma que el arismo contrató ̶ verán cómo las preferencias liberacionistas por don Oscar se van reduciendo y, si a esto se une la misteriosa encuesta de don Carlos Manuel Castillo, mostrará que, si el arismo va de picada, el castillismo va en ascenso.
Don Oscar tiene que tener presente que la firma que él contrató es la misma que, machaconamente, nos ha venido diciendo que Daniel Oduber es el político más popular de Costa Rica y, como todos sabemos con quién anda el ex presidente, mejor será que don Oscar ponga sus barbas en remojo y no caiga en ese lecho tan bien tendido.