ALBERTO MINGARDI-POR QUÉ TANTOS INTELECTUALES SE OPONEN AL CAPITALISMO

Ojalá que algunas personas anti-capitalistas que se han aparecido en Facebook, lograran darse cuenta de las claras razones esgrimidas por Friedman, para que puedan entender su aversión.

¿POR QUÉ TANTOS INTELECTUALES SE OPONEN AL CAPITALISMO?
Por Alberto Mingardi
Fundación para la Educación Económica
Martes 15 de agosto del 2017

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, le indica cómo lograrlo si es de su interés.

Prosiguiendo el valioso consejo de mi compañero de blog David Henderson (the valuable advice of co-blogger David Henderson), he puesto mis manos sobre Milton Friedman on Freedom, una nueva colección editada por la Institución Hoover. El libro nos sorprenderá a todos los que nunca apreciamos adecuadamente las percepciones y la sabiduría del pensamiento político de Friedman. Su propia mezcla peculiar de liberalismo clásico surge incluso de forma más sutil y relevante.

De los diferentes capítulos particularmente disfruté de una entrevista de 1974 en la Revista Reason (a 1974 interview with Reason magazine). En ese entonces, Friedman fue entrevistado por el trío editorial de la revista (Tibor Machan, Joe Cobb, Ralph Raico), quienes le estaban desafiando desde lo que ellos consideraban era una posición libertaria más consistente.

La entrevista es rica e interesante en muy diversas maneras. Friedman defiende un impuesto negativo al ingreso y a los bonos escolares (school vouchers), como “herramientas para permitir que el libre mercado juegue un papel mayor.” Admite que el trabajo de E.G. West ( the work of E.G. West) hizo que revisara su propio razonamiento acerca de la educación obligatoria (pero no para abandonar los bonos como propuesta práctica de política), y discutió acerca de la inflación (inflation) y del patrón oro (gold standard).

Friedman también habla de un asunto que ha sido ponderado por muchos de sus contemporáneos: por qué hay intelectuales que se oponen al capitalismo. (capitalism.)

Ante estas preguntas, algunos han respondido que la razón principal es el resentimiento (los intelectuales esperan un reconocimiento mayor de la sociedad de mercado, que el que usualmente reciben); otros han señalado que el interés propio conduce al fenómeno (los intelectuales abogan por la regulación y controles del gobierno, debido a que ellos serán los controladores y reguladores); otros han tomado el punto de vista caritativo, de que los intelectuales no entienden de qué se trata el mercado (al gustarles los “proyectos” y que, en vez de ello, el mercado es un orden no planificado (an unplanned order)).

Friedman rechaza el punto de vista del resentimiento y propone una versión de la tesis del interés propio mirando hacia el lado de la demanda, por así decirlo. Y muestra -detrás del velo de su civilidad- poca consideración por los gustos de sus compañeros intelectuales acerca de argumentos complejos, lo que a mí me parece es una fuerte crítica.
He aquí el pasaje:

“REASON: Tal vez puede usted regresar a su comentario acerca de los intelectuales. ¿Qué opina de la tesis planteada por von Mises (von Mises) y Schoeck, de que la envida motiva a muchos intelectuales contemporáneos a oponerse al libre mercado (free market)?
FRIEDMAN: Bueno, no creo que llegaremos muy lejos interpretando la motivación de los intelectuales. Sus actitudes críticas podrían ser atribuidas a un resentimiento personal y a la envidia, pero diría que una dirección más fructífera, o una más sustancial, es que los intelectuales son personas que tienen algo para vender. De esta manera, la pregunta se convierte en ¿para qué hay un mercado mejor? Pienso que una razón importante por la cual intelectuales tienden a moverse hacia el socialismo, es que la respuesta colectivista es simple. Si hay algo malo, pase una ley y haga algo acerca de aquello. Si hay algo malo, se debe a algún vagabundo bueno para nada, a algún demonio, malvado y terrible –esa es una historia fácil de contar. Usted no tiene que ser muy inteligente para escribirla y no tiene que ser muy astuto para aceptarla. Por otra parte, el argumento individualista o libertario es sofisticado y sutil. Si hay algo malo con la sociedad, si hay una verdadera maldad social, tal vez usted logrará un progreso mayor si permite que la gente voluntariamente trate de eliminar el mal. Por tanto, pienso, hay una ventaja para que los intelectuales sean atraídos a vender la idea colectivista.

REASON: Es paradójico, pero luego la gente puede aseverar que usted le está atribuyendo al intelectual colectivista un mejor sentimiento hacia el mercado.

FRIEDMAN: Por supuesto. Pero, en el tanto en que hay un mayor mercado por los carros Ford que por los productos de la American Motors, existe un mercado para los productos de la American Motors. De la misma forma, hay un mercado mayor para la ideología colectivista que para la ideología individualista. La cosa que realmente me desconcierta es que la fracción de intelectuales que son colectivistas es, pienso, incluso mayor que lo que se justificaría por el mercado.”

Reimpreso de la Library of Economics and Liberty (Library of Economics and Liberty.)

Alberto Mingardi es director general del Instituto Bruno Leoni, el centro de pensamiento acerca del mercado libre en Italia.