QUE EL ESTADO PAGUE A LA CAJA LO QUE LE DEBE

QUE EL ESTADO PAGUE A LA CAJA LO QUE LE DEBE
Por Jorge Corrales Quesada

Se ha afirmado que, para resolver la situación financiera de la Caja, es necesario ver qué se hace con la deuda que el Estado tiene con ese ente. Supongo que es la deuda que el Estado tiene como tal con la Caja y no en su condición de patrono. Recientemente el candidato presidencial, don Johnny Araya, propuso que, durante su posible administración, el Estado pagara esa deuda, que la cifró en una suma de alrededor de 400,000 millones de colones.
La solución propuesta por el señor Araya parte de la idea de que el Estado es una especie de entidad, que existe como algo aparte de la ciudadanía. En realidad, el Estado lo conformamos todos los ciudadanos que vivimos en un territorio dado (Costa Rica) y quienes estamos sujetos a la autoridad de un mismo gobierno. Al decirse que el Estado “pagará” su deuda, significa que todos los ciudadanos tendremos que pagar dicha deuda, de alguna manera. De algún cuero tendrán que salir las correas. En este caso, sabemos que ese cuero es la ciudadanía, la cual deberá proveer los recursos que permitan pagar la deuda.
Para hacer ese pago, el tendrá que obtener más fondos, ya sea mediante el cobro de más impuestos, o dejando de gastar en otras cosas y que lo que se ahorre cubriría la obligación o bien podrá pedir prestado para pagarle a la Caja, aunque la deuda sería ahora con algún otro ente o persona. Asimismo, podría emitir dinero, pero eso significa mayor inflación. Si el gobierno efectúa ese gasto sin obtener nuevos recursos para sufragarlo, simplemente hace que aumente su déficit.
El señor Araya indicó que, de hacerse ese pago, “se equilibraría financieramente a la Caja” y, según lo expuesto en el periódico La República del 25 de octubre, él mismo “expuso que un nuevo plan fiscal será vital para cumplir esa promesa.” Lo que no se dice claramente es que se está hablando de un nuevo plan fiscal, además del que a la fecha nos está proponiendo el actual gobierno. Es una aplicación del viejo dicho de que “al que no quiere caldo, que le den dos tazas”. Ahora nos recetan un plan fiscal, pero ya anuncian que se nos clavará otro más en un futuro cercano.
Veamos algunos datos. La deuda del Estado que habría que pagar equivale a aproximadamente un 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB). Se ha estimado que el paquete tributario, que a la fecha promueve el gobierno para llenar un presunto déficit del 5.5% del PIB del año entrante, sería de alrededor del 1.5% del PIB. Son los impuestos adicionales que la ciudadanía pagaría al Estado. Nos han dicho que un porcentaje similar de recursos provendría del ahorro, al disminuirse el gasto gubernamental. No conozco a muchos que se traguen este cuento, pero se nos ha dicho que, con el aumento de impuestos y la baja en el gasto público, se reduciría el déficit gubernamental de un 5.5% al 2.5% del PIB.
Si se paga la deuda con la Caja, como lo propone don Johnny, volveríamos casi al mismo déficit que se espera tener el año entrante. Concretamente, de un 4.1%. Pero si no se reduce el gasto público actual, tendremos otra vez un déficit de un 5.6% del PIB. Al escuchar el resto de ofrecimientos de nuevos gastos del gobierno entrante, nos damos cuenta que dentro de 4 años será necesario tener ese nuevo paquete tributario que mencionó don Johnny. Tan sólo para llenar el nuevo déficit. Ese faltante podría ser más elevado, por el efecto negativo de los nuevos impuestos que planean imponernos a corto plazo. Es de esperar un menor crecimiento del PIB.
Ojalá que don Johnny replantee su propuesta. Puede deberse a un error en la forma como la expuso o que al hacerla en una reunión se dejó llevar por la euforia. Lo importante es que don Johnny se dé cuenta de que un buen gobernante debe evitar hacerles daño a los ciudadanos.
Publicado en La Extra del 05 de noviembre del 2013