Artículos en "Diario Extra"
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2008-01-02- LA RECIENTE DECISIÓN DEL BANCO CENTRAL
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LA RECIENTE DECISIÓN DEL BANCO CENTRAL
La Extra, 02 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 17-18.
Es importante que el costarricense entienda a plenitud el significado económico de la reciente decisión del Banco Central, pues potencialmente tiene y tendrá importantes impactos sobre los ingresos familiares, y también porque en torno a ella se han externado opiniones no muy exactas.
¿En qué consistió la decisión reciente del Banco Central sobre nuestro marco cambiario? Se tenía un régimen llamado de banda cambiaria dentro de la cual oscilaría el tipo de cambio según variaran la oferta y la demanda de dólares (o de divisas). Pero resulta que, en los últimos tiempos, el tipo de cambio del colón con respecto al dólar se había apegado al límite inferior de dicha banda, lo cual obligaba al Banco Central a adquirir dólares en el mercado para que el tipo de cambio no cayera por debajo del límite preestablecido para la banda cambiaria.
Ello ocasionaba que el Banco Central emitiera muchos colones, lo cual alimentaba una inflación que había sido muy superior a la esperada por los costarricenses y también por el Banco Central. El problema radicaba en que el colón estaba subvaluado (o sea, el dólar estaba sobrevalorado) o, lo que es lo mismo, que, en comparación, en el país había muchos más dólares que colones, al tipo de cambio antes existente (alrededor de ¢520 por dólar). La señal que en ese momento mandaba el mercado era muy clara: el colón estaba subvaluado y se requería, para restaurar el equilibrio, de su revaluación. Es decir, que quienes recibían su salario en colones estaban siendo pagados menos que lo que valían en términos de dólares y, a la vez, que quienes recibían sus ingresos en dólares, estaban recibiendo más colones de la cuenta.
Algunos especularon a que, en vez de una revaluación del colón, a corto plazo más bien se devaluaría, con lo cual perdieron mucha plata con el ajuste que el Banco Central practicó a la banda cambiaria. Otros ganaron ante una creencia en contrario, creencia sustentada en la realidad cambiaria de la economía. Lo que tal vez sorprendió fue que el Banco Central tomó la medida en diciembre, en vez de hacerlo en enero, como algunos estimábamos, pero lo cierto es que, más bien, se había demorado mucho tiempo en tomar la medida correcta, cual era revaluar el colón.
¿Qué cabe esperar por ahora? En primer lugar, ser vigilantes del comportamiento del Banco Central; que, por ejemplo, no se le vea intervenir significativamente para impedir otra revaluación del colón, lo cual al momento parece indicar el mercado. En segundo lugar, no hacer loco procediendo a cambiar monedas para evitar una nueva pérdida, sino decidir concientemente de que se está tomando un albur y que las transacciones entre monedas tienen un costo (la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de la divisa). En tercer lugar, observar lo que va suceder con las tasas de inflación entre Costa Rica y, principalmente, los Estados Unidos. En cuarto lugar, tener presente el comportamiento del crecimiento de la economía norteamericana y los posibles impactos que pueda tener en los influjos de inversión extranjera en el país, así como de las tasas de interés. En síntesis, lo que pueda ir pasando con las ofertas y las demandas de divisas y de los colones. El tema debe ser tratado con mucho cuidado y la prudencia al actuar es buena consejera.
2008-01-08-LA SEGURIDAD CIUDADANA
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LA SEGURIDAD CIUDADANA
La Extra, 08 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 19-20.
Hace más de doscientos años Adam Smith escribió una de las obras más importantes del pensamiento occidental, La Riqueza de las Naciones. Este libro no sólo sentó las bases del pensamiento económico moderno –algunos la consideran el primer libro de Economía- sino que también, basado en la observación de la vida ordinaria del pueblo inglés, describe cómo una nación puede desarrollar su economía. La clave el éxito radica no en la acción interventora por doquier del Estado, sino todo lo contrario: éste debe limitarse a realizar ciertas funciones esenciales para que la acción libre de los individuos, al buscar su propio beneficio, redunde en el máximo beneficio para todos nosotros.
Para Smith, el Estado debe llevar a cabo tres funciones básicas dictadas por el sentido común. Primero, proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes; esto es, la defensa externa. Segundo, proteger en lo posible a cada miembro de la sociedad de la injusticia y la opresión por parte de cualquier otro miembro de esa sociedad; es decir, establecer la administración de la justicia. Y tercero, erigir y mantener ciertas obras públicas e instituciones que a los individuos no les interesa llevar a cabo.
Aprovecho estas reflexiones esenciales de Adam Smith para referirme a lo que considero es el abandono más notorio que el Estado costarricense ha hecho de sus funciones esenciales: la de proteger a la ciudadanía de la violencia que otros ciudadanos puedan ejercer contra todos nosotros. En sencillo, el ciudadano está desprotegido ante el crimen y la delincuencia que azotan al país. Lo más preocupante es que la lucha contra la delincuencia en nuestro país parece ir en declive, mientras uno observa que el Estado costarricense se nos aparece hasta en la sopa, pretendiendo realizar más y más tareas, muchas nuevas y diferentes, en donde diversos grupos de interés se movilizan para que ese Estado realice funciones que les beneficien particularmente, pero que sean costeadas por toda la ciudadanía.
No hace mucho tiempo escuché a una prominente diputada señalar que la onda de criminalidad en el país era una invención de los medios de comunicación, pero lo cierto es que los hechos han demostrado todo lo contrario (y creo que esa misma diputada ha ido cambiando su equivocación original): somos muchísimos los ticos que hemos sido golpeados por la delincuencia, ya sea directamente o nuestros familiares, de las maneras y formas más diversas. Pero el Estado costarricense, en vez de destinar más recursos para darnos seguridad, y no destinarlos a cosas menos importantes, simplemente parece que se queda mirando para el ciprés, al tiempo que crece la delincuencia y no actúa para frenarla con la urgencia requerida.
Es posible que la seguridad sea un asunto de todos, pero cuando se carece de una buena administración de la justicia, es poco lo que puede progresar un pueblo. Al observar cómo otras naciones sufren aún más en este sentido y cómo sus ciudadanos emigran o no invierten en nuevas actividades económicas debido al auge de la delincuencia, no queda sino llamar la atención a los gobernantes para que cumplan con esa función esencial que debe llevar a cabo el Estado, la de protegernos ante el crimen, en vez de meterse en cuanta otra cosa se le vaya ocurriendo.
2008-01-10-MÁS Y MÁS COMERCIO INTERNACIONAL
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MÁS Y MÁS COMERCIO INTERNACIONAL
La Extra, 10 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 21-22.
Hace más de 200 años Adam Smith demostró cómo los países aumentaban su bienestar gracias a la especialización en su producción y al intercambio comercial entre los países. Con éste se consiguen bienes más baratos. De haber barreras al comercio, los países se especializarán menos, elevando los precios domésticos y los consumidores nacionales empeorarán. Las preguntas, entonces, son, si el comercio internacional es algo tan bueno, ¿por qué no hay más de él? Si, en la actualidad, las exportaciones mundiales equivalen a más o menos el 25 por ciento del valor del producto mundial, ¿qué factores impiden que el comercio entre naciones sea mucho mayor?
Para responder, debe considerarse dos tipos de costos en el comercio internacional. Unos relacionados con la existencia de fronteras, tales como impuestos a la importación, cuotas y papeleo en las aduanas, además de los que tienen que con diferencias entre países, como monedas, idiomas y leyes sobre la vigencia de contratos. Por otra parte, hay otros costos que tienen que ver con el transporte de los bienes, como son todo tipo de fletes y el tiempo que toma trasladarlos de un lugar a otro.
Costa Rica tiene mucho camino por andar para lograr los beneficios plenos de la especialización y el intercambio global. La clasificación previa permite referirse, aunque brevemente, a las decisiones que el país deberá tomar.
En lo que trata de barreras al comercio debido a fronteras, el país aún conserva una elevada protección (impuestos para importar que nos elevan los precios), especialmente en sectores como lácteos, azúcar, granos básicos, carnes de distinto tipo, entre otros. Si bien no parece que persistan cuotas para importar (un gran avance), hay barreras por restricciones en el etiquetado, frenos por razones fitosanitarias, entre otras medidas que no parecen sino tener un fin limitante del comercio. Asimismo, el papeleo aduanero sigue siendo elevado, aunque debe reconocerse esfuerzos para promover el comercio, como ventanillas únicas, pero en sectores como el agrícola y el de salud aún hay una tramitología onerosa, que poco alienta un aumento del comercio entre países.
En lo posible debe disminuirse los costos originados en diferencias entre países. Concretamente, en cuanto a monedas, una dolarización en Costa Rica contribuirá significativamente a bajarlos, dado que el dólar suele ser la base para realizar la mayor parte del comercio mundial. En el caso de los idiomas, debe profundizarse el esfuerzo para enseñar inglés, pero hay que extenderlo a otros, en particular, al mandarín. En cuanto a vigencia de los contratos, la firma de diversos tratados de libre comercio ha impulsado una modernización de la contratación comercial, pero sin duda Costa Rica debe mejorar su marco legal general.
Sobre costos en el transporte, es posible que su reducción se origine en cambios tecnológicos a nivel global, pero el país debe mejorar a corto plazo sus facilidades portuarias, aeroportuarias y de caminos internos, que muestran un claro retraso.
Reducir significativamente todas estos costos, aumentará el comercio internacional y así se beneficiará aún más tanto a consumidores como a empresas. Pero lograrlo dependerá de la fuerza política del proteccionismo que intentará mantener el statu quo.
2008-01-22-COSTA RICA ANTE LA RECESIÓN
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COSTA RICA ANTE LA RECESIÓN
La Extra, 22 de enero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 25-26.
Muchos han escuchado que la economía estadounidense está a punto de entrar en recesión. ¿Qué se entiende por recesión? Surge cuando el producto nacional bruto de un país desciende por seis meses o más sucesivamente. En recesión una economía muestra un decrecimiento importante extendido a la generalidad de sus sectores y que dura cierto tiempo. Aumenta el desempleo, disminuyen las utilidades de las empresas y se reduce la inversión. Si la recesión es muy profunda o dura por largo tiempo, se convierte en depresión, como la de la economía mundial en los años treintas.
Oficialmente Estados Unidos aún no entran en una recesión, pero la probabilidad es alta de que así será en un futuro cercano. ¿Y qué tiene que ver eso con nosotros los costarricenses? Dependiendo de su magnitud, un descenso en el crecimiento de la economía estadounidense nos impactaría de diversas maneras. Se afectaría el comercio internacional entre nuestros países, el cual es muy importante (exportamos e importamos mucho desde ese país). Una recesión en los Estados Unidos tendría un impacto negativo sobre lo que les exportamos (alguien estimó que por cada 1% que baje su crecimiento provocaría un descenso de un 1% en nuestra exportación). Una baja de las exportaciones afecta el crecimiento de nuestro país y posiblemente hasta su tasa de empleo. También se reducirían nuestros ingresos, que se reflejaría en un descenso en las importaciones desde Estados Unidos (y de otros países). Todo esto tendría impactos en los tipos de cambio de nuestra moneda.
El segundo efecto es en la entrada de capitales para inversión, aunque su efecto ya no es tan claro. Menores utilidades en aquel país afectarían negativamente sus inversiones en el nuestro, pero podría ser que, al ubicar algunas actividades aquí, disminuyan sus costos globales de operación, mitigando el descenso de utilidades en los Estados Unidos. Pero lo más probable es que su menor riqueza afectará los flujos de inversión hacia el país.
También hay que tomar en cuenta la posibilidad de que la recesión estadounidense contagie al resto del mundo, cuyo crecimiento se vería afectado, con un impacto negativo global que incidiría en nuestro país.
Más preocupante es la reacción que suele darse en países al entrar en recesión: buscan retornar al proteccionismo y aislarse del comercio internacional. Las recesiones alientan las fauces de proteccionistas (y políticos) interesados en que sus gobiernos tomen medidas que impidan la competencia más barata desde el extranjero. Con ello trasladan el mayor costo a sus consumidores, aumentando sus rentas o ganancias monopólicas. Se pierden las ventajas que para las personas tiene el libre comercio y –así ha sucedido históricamente- puede culminarse en cruentas guerras comerciales que han asolado a la humanidad. Esta es la mayor amenaza que enfrenta nuestro país por la recesión estadounidense. Por eso hay que vacunarse rápidamente: debemos acelerar un acuerdo de libre comercio con China y explorar ya uno con India, países cuyo crecimiento económico sigue siendo elevado. Debe proseguirse el TLC con Europa, pero necedades políticas en que insiste ese continente hacen que su culminación vaya para largo. Nuestras posibilidades de progreso se asientan en un mundo en que rija el libre comercio.
2008-02-05-QUEDARNOS SIN GAS
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QUEDARNOS SIN GAS
La Extra, 05 de febrero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 27-28.
Una reciente decisión de ARESEP se las trae: está a punto de provocar que los ticos nos quedemos sin gas. Los consumidores pasamos a segundo plano, pues a ARESEP más le importa que el mercado se organice según sus apetencias, a que los costarricenses tengamos un adecuado suministro.
Para ARESEP el mercado de distribución del gas es monopólico y señala que dos empresas en el país satisfacen casi un 80% (muchas empresas privadas en el país poseen una proporción mayor de sus mercados). Para presuntamente poner orden en ese mercado, quita la concesión a esas dos firmas, lo que hará que en un par de meses los consumidores nos quedemos sin suministro de gas. Se requiere recordarle a ARESEP aquella famosa frase: ¡No me defiendas, compadre!
También se hace necesario mencionarle que generalmente un monopolio surge cuando el Estado (del que ARESEP forma parte) impone medidas que frenan la entrada de terceros a ese mercado. Hoy día no hay nada que impida dar una concesión a cualquier otra empresa que quisiera entrar, pero debe serlo siempre y cuando cumpla con los mismos requisitos que deben llenar todas las otras empresas. No se puede acusar de monopolistas a las firmas existentes, pues aquí cualquier otra empresa es libre de entrar a competir en ese mercado.
Característica esencial de un monopolio es que, al disminuir su oferta, logre un precio mayor que el que tendría en competencia. Esta capacidad de elevar el precio no existe en el mercado del gas, pues éste lo controla el mismo Estado (¡la misma ARESEP lo fija!). Las distribuidoras de gas en Costa Rica son muy controladas por el Estado, gracias al monopolio estatal de su importación por RECOPE –verdadero monopolio- y al contubernio práctico de ARESEP, que fija el precio obligatorio a que RECOPE vende a las empresas distribuidoras y que están obligadas a pagar.
Además, la misma ARESEP controla el margen de ganancias de las empresas distribuidoras, pero no satisfecha con ello, también fija el precio final a que deben vender el gas al consumidor. Asimismo, ARESEP establece qué costos se aceptan como deducibles para efectos de determinar el margen de ganancias permisible. Entonces, ¿en dónde queda la capacidad de las distribuidoras de gas de elevar su precio en virtud de un presunto monopolio?
El meollo del asunto es que aparentemente ARESEP quiere que el Ministerio de Energía viole un derecho ampliamente reconocido por nuestra Sala Constitucional, que bien documenta el abogado constitucionalista Dr. Rubén Hernández Valle en su libro reciente La Propiedad del Gas Licuado de Petróleo (GPL), Cilindros Portátiles de Uso Domiciliar y Comercial, cual es la propiedad de los cilindros que posee cada empresa distribuidora de gas, para que pasen a ser un bien común que cualquier firma pueda usar. Tal intención es confiscatoria de la propiedad privada y enviaría una grave señal sobre cómo arbitrariamente el Estado acabaría con ella, medida absurda y grave que, de tomarse, sólo permitiría que algunos obtengan ganancias al usar una inversión hecha por otras empresas. Con ella cualquiera podría ser distribuidor de gas, pues no tiene que realizar la elevada inversión requerida. En este absurdo, ¿quién invertiría en una actividad económica si por decisión del Estado sus activos pasan a ser propiedad de todos… y, a la vez, de nadie?
2008-02-12-DOLARIZACIÓN YA
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¿DOLARIZACIÓN YA?
La Extra, 12 de febrero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 29-30.
Como parte de la conmemoración por sus 50 años de fundación, ANFE celebró el pasado miércoles 30 de enero, un foro titulado ¿Dolarización ya?, el cual contó con una nutrida participación de personas interesadas en conversar sobre este régimen cambiario.
¿Por qué es importante tratar este tema en Costa Rica? Hay diversas razones, algunas de las cuales mencionaré. Primera: son muchos los años de una inflación permanente que el país no ha podido dominar. Desde el enorme crecimiento de precios sucedido en la administración Carazo hace casi 30 años, con tasas anualizadas cercanas a un 80 por ciento en 1982, el país tan sólo en raras ocasiones ha logrado tasas anuales inferiores a un 10 por ciento. En el 2007 llegó a casi un 11%, aunque el Banco Central había anunciado que sería cercana a un 8%. La creación excesiva de dinero en el país es la causa del fenómeno inflacionario, sobre cuyos dañinos efectos no comentaré en esta ocasión. La dolarización ofrece una alternativa viable para contener la inflación.
Segunda: la dolarización reduciría muchos costos en que hoy en día incurren tanto importadores como exportadores al realizar diversos cambios de monedas al llevar a cabo su comercio con terceros países distintos de los Estados Unidos. Por ejemplo, al comerciar con Japón es necesario convertir de colones a dólares y luego a yenes, mientras que con una dolarización se eliminaría la primera transacción. Además, permitiría una integración más eficiente del país en sus diferentes acuerdos de libre comercio.
Tercera: en una economía dolarizada se reducirían las tasas de interés al eliminar lo que se conoce como riesgo país, al dejar de existir una moneda doméstica riesgosa (si bien puede permanecer la moneda local como sucede en Panamá). Pero, más importante aún, al igual que como sucede en esa nación dolarizada, los créditos se podrían otorgar a plazos más largos: tal es el caso con préstamos para vivienda en donde es usual un plazo de treinta años.
Cuarta: hay una buena oportunidad de llevar a cabo un adecuado proceso de dolarización. La dolarización efectuada en varios países se ha hecho bajo situaciones críticas (problemas serios de balanzas de pagos y grave escasez de reservas internacionales para enfrentarlos). Por fortuna esta no es la situación actual de Costa Rica, lo que permite minimizar cualquier costo al pasar de un régimen soberano de emisión hacia una dolarización.
Quinta: con una dolarización hay mayores posibilidades de estabilidad en la economía, con lo cual se elevaría la inversión y el país podría aumentar su crecimiento y su nivel de empleo. Es el manipuleo del Banco Central, como en la actualidad sucede con nuestro régimen cambiario, lo que introduce una inestabilidad inconveniente.
Por último, porque a largo plazo habría mayor probabilidad de garantía de valor de la riqueza de las personas así como de su trabajo, si se denominan en una moneda relativamente estable como es el dólar, comparado con lo que podría suceder a largo plazo con el colón. Con razón se puede afirmar que hoy esto es lo contrario en Costa Rica, pero es posible que sea tan sólo en el corto plazo y que, una vez que la divisa haya alcanzado un verdadero valor en el mercado, las cosas volverán a su normalidad; un dólar potencialmente fuerte y un colón en potencia relativamente débil.
2008-02-19-INSEGURIDAD JURÍDICA
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INSEGURIDAD JURÍDICA
La Extra, 20 de febrero del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 31-32.
El filósofo de la libertad David Hume en 1739 señaló algo crucial para el pensamiento moderno: Fue “la necesidad de la sociedad humana” lo que hizo que circunstancialmente surgieran “las tres leyes fundamentales de la naturaleza” aquellas de “la estabilidad de las posesiones, de su transferencia por consentimiento y de la realización de las promesas”. Escribió Hume que “de la estricta observancia de estas tres leyes dependen la paz y la seguridad de la sociedad humana, y no es posible establecer un buen sistema de relaciones entre los hombres cuando estas son descuidadas.”
¿Y a qué tan sonora introducción? Porque en Costa Rica, en estos momentos, en ciertos círculos gubernamentales se “descuidan”, por no decir “abandonan”, estos principios básicos que definen la propiedad privada y, por ende, la justicia. Me refiero a la pretensión de un sector del Estado de obligar a empresas propietarias de cilindros de gas a entregar su propiedad a un fondo del uso público sin mediar razones claras de orden público, como sería, por ejemplo, la seguridad ciudadana.
Las reglas de Hume enmarcan la voluntad de las personas de realizar una inversión de su propiedad, pues ese sistema les garantiza que ésta es sólida, duradera, permanente, que sólo con la voluntad del propietario se la puede transferir y que las promesas que, entre otras, tienen que ver con la propiedad, deben cumplirse.
Imagínese, amigo lector, que Usted fuera un inversionista extranjero o incluso uno nacional, y quisiera invertir en nuestro país. ¡Qué tan grave sería si el Estado no le garantiza su derecho de posesión sobre su propiedad o si, de repente, alguien contra su voluntad, decide disponer de ella o, si les prometió algo, ahora decide no cumplirlo!
En el caso de los cilindros de gas reiteradamente los tribunales nacionales han dictado que son propiedad de los dueños y que los usuarios poseen un derecho de uso.
Pretender establecer un fondo común de uso de los cilindros mediante un decreto gubernamental implica una simple y llana expropiación, sin que medie siquiera la indemnización del caso. Tal medida gubernamental sería un golpe al primer principio de “estabilidad de las posesiones”. La política pretendida iría contra el segundo principio de Hume, pues trasferiría la propiedad privada sin el consentimiento de su legítimo dueño. Y, en cuanto al tercer principio de realización de las promesas, lo cierto es que los inversionistas en el sector del gas han puesto aquí sus recursos bajo la modalidad de una concesión, en donde se les garantizaba su derecho a la propiedad y a la libertad de su transferencia.
En resumen, ese acto va en contra de los fundamentos básicos que rigen nuestro sistema de propiedad privada y, por tanto, causaría un gravísimo daño a todo el esfuerzo nacional por atraer inversiones al país, pues daría muestra clara de que en Costa Rica no se respeta la propiedad privada del inversionista. Esa pretensión lo que causará es una enorme incertidumbre, tanto en el país como en los mercados internacionales, acerca de si aquí respetamos o no la propiedad privada y los contratos. Claramente tendrá un impacto altamente negativo sobre la inversión ya establecida en el país, así como aquélla que está contemplando establecerse. Los países prosperan cuando los derechos de propiedad se respetan y se hacen valer.
2008-02-26-LA ECONOMÍA COSTARRICENSE EN EL 2008
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LA ECONOMÍA COSTARRICENSE EN EL 2008
La Extra, 27 de febrero del 2008
Hoy 26 de febrero de 6 a 7 y media de la noche, como parte de la celebración del 50º aniversario de la fundación de ANFE, en sus instalaciones 200 metros al oeste de la Casa Italia se celebra un foro sobre “Perspectivas de la Economía Costarricense en el 2008”. La entrada es gratuita y abierto a todo el público, aunque se requiere reservar campo en los teléfonos 253 4460 y 224 7350. Dicho foro será coordinado por dos economistas de esa institución, el Dr. Juan Muñoz Giró y el Dr. Jorge Corrales Quesada.
Es un tema de gran importancia actual, pues no sólo nuestra economía deberá enfrentar este año un enfriamiento en el crecimiento de los Estados Unidos y de otros importantes países industriales, lo cual, es de prever, tendrá efectos en el desempeño del nuestro, pues en parte dependemos de un sector externo dinámico, en donde deberíamos competir con base en productividad y no por subsidios que sólo significan que Costa Rica “exporte pobreza”.
También es importante considerar los efectos que puede tener la prosecución de la política cambiaria del Banco Central, mediante la cual, tozudamente, insiste en mantener artificialmente un tipo de cambio del colón con respecto al dólar, fijándolo al tipo inferior de la banda cambiaria. Para impedir que el dólar caiga por debajo de ese límite, el Banco adquiere los dólares excedentes de la banca comercial, lo cual se traduce en un exceso en la emisión de dinero. Los problemas con esta medida van desde tratar de corregir un problema cambiario no ajustando el tipo de cambio, como debería serlo, sino manipulando los tipos de interés pagados domésticamente, hasta concluir en generar un serio problema inflacionario en los meses futuros, debido a la creación excesiva de medios de pago, así como estimular la creación de una burbuja de consumo, a causa de esa rebaja artificial de intereses, cuya ruptura en su momento tendrá efectos muy negativos para el país.
La credibilidad del Banco Central está en juego. Lo que podrá suceder de ahora en adelante es que se profundice la pérdida de fe en esa institución. El Banco efectúa unas apuestas muy riesgosas, como que las tasas de inflación de este año serán significativamente menores a las del año pasado, que logrará controlar la entrada de capitales volátiles en el país (ya echó a volar las campanas al cielo alegando que con sus recientes medidas compra sólo la mitad de los dólares que venía comprando para mantener el colón subvaluado), que aumentará significativamente la importación del país (pero contradictoriamente sostiene un colón con respecto al dólar más caro del que define el mercado), y sobre cosas de esta naturaleza. Al tiempo, el Banco Central castiga al ahorrante, con tasas reales negativas cercanas a un menos 4% (provocando lo que el respetado economista Dr. Claudio González Vega llamaba “una represión financiera”), así como daña al asalariado costarricense, pues hoy se le paga menos colones de lo que podría percibir, si el tipo de cambio se dejara ajustar libremente. Eso es lo que significa “exportar pobreza”.
Preocupa el enredo en sus propios mecates en que está el Banco, pues definirá en mucho las posibilidades de un crecimiento real no inflacionario en este año. Por eso el foro que esta noche realiza ANFE es clave para que el costarricense se dé cuenta de los embrollos que nos aguardan.
2008-03-04-EL ZIGZAGUEO DEL BANCO CENTRAL
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EL ZIGZAGUEO DEL BANCO CENTRAL
La Extra, 04 de marzo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 33-34.
La política monetaria que hoy sigue el Banco Central resalta la importancia de llevar adelante políticas consistentes, pues, en contrario, una pérdida de credibilidad en la institución hará muy difícil el logro de objetivos deseables como es el primordial del Banco (y que hoy parece olvidar, aunque alega que es algo momentáneo), cual es controlar la inflación.
A fines del 2006 el Fondo Monetario Internacional llamó la atención acerca de potenciales problemas que podía tener el país ante una creciente dolarización. Poco después el Banco Central le dijo a los costarricenses que, para recuperar su capacidad de controlar la emisión monetaria (y, en consecuencia, la inflación) el país proseguiría un sistema de bandas cambiarias. Así podría controlar los agregados monetarios que, al momento, no podía hacerlo por la preferencia de los costarricenses de tener crecientemente sus activos financieros en dólares y no en colones.
En dos palabras, el Banco empezó a proseguir políticas monetarias orientadas a restaurar la vigencia del colón vis a vis la preeminencia que el dólar había venido logrando. El mensaje que nos mandó fue claro: vuelvan al colón; dejen de lado al dólar. Así el Banco tendría una política monetaria propia que le permitiera controlar la inflación.
Como parte de esa estrategia, si bien con característico zigzagueo pues en su momento hizo lo contrario, el Banco ha venido reduciendo paulatinamente las tasas nominales de interés, pero no ha logrado controlar la inflación, que en el 2006 fue de aproximadamente un 11%. Ello es crucial para el ahorrante, pues significó que, quien en el 2006 ahorró algo, salió por dentro. Esto el economista lo llama tasas reales de interés negativas. Y eso sigue a la fecha…
Intentaré explicarlo. Suponga que cada mango cuesta ¢500. Si al principio del 2006 Usted tenía ¢500.000, podía adquirir 1000 mangos. Asuma que Usted ahorró esos ¢500.000 por ese año y le pagaron intereses del 8%. Al final del año tendría ¢540.000 (los ¢500.000 originales más ¢40.000 de intereses). Dada la inflación del 11% anual, ahora cada mango al final del 2006 costaría ¢555. Esto quiere decir que con los ¢540.000 que a fin de año tiene sólo podrá comprar 973 mangos. Salió por dentro en 27 mangos. Por ello, Usted perdió en términos reales. La tasa real de interés que obtuvo en el 2006 fue de -3% (aproximadamente): la diferencia entre la tasa nominal de interés que recibió de un 8% y la inflación del año del 11%.
Hoy el Banco Central nos dice que no ahorremos, que gastemos, al tiempo que estimula a buscar otras monedas que den un rendimiento mejor que el que da el vilipendiado colón, gracias a la voluntad del Central. La señal que manda es: regresen al dólar, olvídense del colón. El resultado es dolarizar de nuevo la economía; revitalizar la vieja demanda de dólares. Cree así evitar el problema que causa el mismo Banco en su propósito de mantener artificialmente subvaluado al colón: la gran emisión monetaria cuando compra dólares excedentes en el mercado nacional. Según el Banco, si aumenta la demanda de dólares, no tendría que adquirir tantos de esos dólares sobrantes. De aquí el extraño zigzagueo seguido por el Banco Central. Este, tarde o temprano, cobrará una víctima además de nosotros: la credibilidad que debe ganarse un buen Banco Central.
2008-03-11-PUERTAS CERRADAS PARA EL BANCO CENTRAL
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PUERTAS CERRADAS PARA EL BANCO CENTRAL
La Extra, 11 de marzo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 35-36.
Recientes cifras sobre inflación mandan una cruda y lamentable señal: el Banco Central fracasa en su propósito de reducirla. Según el informe de febrero del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el período de marzo del 2007 a febrero del 2008 la inflación fue de un 11.4% anual. Tan sólo en enero subió en 0.75% y en febrero en 1.11%. Si esos dos meses son prototipo del resto del año, la inflación del 2008 ascendería a un 11.16%, muy superior a la tasa pronosticada por el Banco Central (entre un 8 y un 9%).
Trataré de explicar algo que puede ser difícil hacerlo: que la inflación en el 2008 podría ser incluso superior a la tasa antes referida. Para ello, primeramente, recordaré que la inflación es un fenómeno monetario; es decir, la oferta de dinero crece a una tasa superior a la que lo hace la producción. Segundo, si en este año la economía creciera igual que lo hizo en el año anterior y se diera un aumento en la oferta de dinero, el impacto inflacionario que ocasionaría la nueva cantidad de dinero en circulación sería menor si también hubiera un crecimiento de la demanda de dinero. Esto es, ante un aumento excesivo del dinero circulante, si la gente no lo gasta del todo (demanda más dinero), el efecto en los precios sería menor (todo lo demás constante).
En resumen: ante un incremento específico en la cantidad de dinero, si también la producción crece más, el efecto de alza en los precios será menor y si, ante un aumento de la oferta de dinero, si también aumenta su demanda, impactará menos a los precios. ¿Estamos claros?
¿Cuál es el panorama en Costa Rica? El Banco Central, a sugerencia del Fondo Monetario Internacional, desde el 2006 decidió “desdolarizar” la economía. Para eso tomó medidas que disminuyeran la demanda de dólares en el país y, en contraposición, que aumentara la demanda de colones. Esto es, que los costarricenses prefiriéramos más los colones que los dólares.
Al mismo tiempo, el Banco, por su política cambiaria de mantener artificialmente subvaluado el colón, ha tenido que adquirir muchos dólares en el mercado, incrementando significativamente la oferta monetaria y, en consecuencia, la presión inflacionaria.
Vemos en la actualidad cómo la economía se ha desdolarizado grandemente, pues muchos costarricenses han cambiado sus activos en dólares a activos en colones (bajó la demanda de dólares y aumentó la de colones), lo cual se reflejaría en una menor inflación. El impacto de una excesiva oferta de colones resultado de defender el piso de la banda se ha visto moderado por ese aumento en la demanda de colones.
Sin embargo, recientemente el Banco Central tomó acciones que disminuyen la preferencia por los activos en colones. Para ello disminuyó los intereses que pagan los ahorros en colones para inducir a los costarricenses a que relativamente prefieran de nuevo los dólares y que disminuyan su demanda de colones. Si el Banco llegara a tener éxito, la presión inflacionaria sería aún mayor de la que ya estamos sufriendo.
Además, el crecimiento de la economía en el 2008 será menor que el del 2007 y eso contribuirá a una mayor presión inflacionaria aunada a la que provoca la política monetaria del Banco Central. El desborde inflacionario que parece estar a las puertas hace que se le cierran las ídem para el Banco Central.
2008-03-18-PODRÁ MEJORAR EL ICE
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¿PODRÁ MEJORAR EL ICE?
La Extra, 18 de marzo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 37-38.
Creo que, en ausencia de competencia, difícilmente lo podrá lograr, a pesar de grandes esfuerzos que, bajo la dirección de su actual Presidente Ejecutivo, se intentan llevar a cabo.
Hoy expongo una muestra simple de lo alejado de prácticas sencillas y eficientes que el ICE podría llevar a cabo, pero, por inercia, prosigue actuaciones derivadas en última instancia del desprecio que el monopolio tiene por sus clientes hoy amarrados a utilizar sus servicios y que, si tuvieran libertad de escoger, voluntariamente habrían dejado de ser uno más de su lista de clientes.
Con la transformación tecnológica de la telefonía celular, el ICE ha estimulado a los clientes que a la fecha han usado la conocida como TDMA, que evolucionen hacia la denominada GSM. Esto significa que debe solicitar que le cambie su viejo celular TDMA por uno nuevo GSM. Todo esto está bien y esperable en una actividad que sufre una profunda transformación tecnológica, pero hasta aquí llegan las bendiciones, porque ese cambio tiene muchas implicaciones para el cliente que así lo haga, que lo obligan a uno a reflexionar sobre el mundo de atención al cliente que se vive en esa institución.
Olvídese de los problemas que tendría si descubre al renovar su teléfono que tiene alguna deuda con esa Institución y de lo cual nadie le había informado. Si accede a pagarla con tal de obtener su nuevo teléfono, pues tendrá que realizar numerosas vueltas, pero hasta allí no llegan las cosas. Cuando adquirió su viejo teléfono TDMA, pagó un depósito que ahora el ICE le debe devolver. Pero, si bien antes se lo cobraron de inmediato, para devolvérselo no lo hacen sino hasta un mes después, aún cuando el ICE dispone del registro apropiado. El costo no es sólo el interés que Usted podría ganar en un mes (muy pero muy poco, si colocara esa platilla por un mes), al igual que la pérdida por la desvalorización de esos fondos dada la inflación de ese lapso. Eso es poco para Usted individualmente, pero lo que el ICE “jinetea” por estos fondos del conjunto de ciudadanos, debe ser de alta cuantía. (Me imagino que ni la ARESEP ni la Defensoría de los Habitantes ni la del Consumidor hacen algo al respecto). El costo mayor se incurre al tener que volver un mes después a recuperar su plata, hasta teniendo que ir a una entidad del ICE diferente de la cercana en la cual Usted realizó las vueltas para cambiar de teléfono. Y si es un trabajador que sólo tiene libre el sábado para recuperar esos fondos, le esperará una larga, pero muy larga, fila e incluso, al momento de llegar al sitio en que pide la devolución, le pueden decir que tiene pendiente un pago por su teléfono anterior y que debe devolverse a pagarlo en otra caja y que luego vuelva a la fila. ¡Qué maravilla de organización! Y eso en una entidad que se supone forma parte de la modernidad informática del país.
¿Por qué diablos el ICE simplemente no deduce del recibo del primer mes de su nuevo teléfono el monto de la garantía que le tiene que devolver? Eso no parece ser nada difícil de hacer para una entidad que suele ser muy eficiente en cuanto al cobro que siempre le práctica por el uso del teléfono. Sólo la competencia le obligará al ICE a que tome medidas elementales de buena atención al cliente como lo sería ésta. En tanto, ruego porque entre en vigencia el TLC y así la competencia que me permita escoger lo mejor.
2008-03-25-NO LIMITEN LIBERTADES
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NO LIMITEN LIBERTADES
La Extra, 25 de marzo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 39-40.
Hoy 25 de marzo, de 6 a 7 y media de la noche, en las instalaciones de ANFE se realizará un foro parte de la celebración del 50º aniversario de su fundación, sobre “Propiedad privada de los cilindros de gas”, en donde se expondrán los intentos de ARESEP y MIRENEM de imponer límites al uso legal de la propiedad privada en el país. Sobre esto ya he escrito dos artículos en la columna de ANFE en La Extra. La entrada al foro es gratuita y abierta a todo el público, aunque se requiere reservar en los tels. 253 4460 y 224 7350. Este será coordinado por el Dr. Rubén Hernández Valle y el Dr. Jorge Corrales Quesada.
Las amenazas a la libertad de las personas surgen de muy diversas fuentes y hoy opino sobre parte de la propuesta de legislación en seguridad ciudadana que el gobierno envió recientemente a la Asamblea Legislativa. Esta proposición gubernamental debe incorporarse a otras importantes e interesantes sugerencias de legislación, como la presentada hace ya buen rato por el jurisconsulto Lic. Juan Diego Castro en unión de otros colegas.
Me preocupa la idea del Poder Ejecutivo de limitar la propiedad privada de armas de fuego, bajo el prurito de luchar contra el crimen. Esta sugerencia, que puede calzar bien ante los ojos del buen ciudadano hasta la coronilla con el abandono en que el Estado lo ha tenido en los últimos años, en realidad significa limitar las posibilidades de que esas mismas personas se defiendan debidamente ante un acto criminal. Se pretende restringir mi derecho básico a ejercer mi legítima defensa. Para lograr mi resguardo debo poder defenderme adecuadamente, tanto en lo que se refiere a la calidad (calibre) del arma como en su número. No esperaría tener éxito ante criminales armados con armas potentes, simplemente sacándoles una pistolita o bien viéndome limitado en cuanto a la cantidad de armas que pueda usar.
Dado el récord histórico reciente de la ineficiencia estatal para protegernos del criminal, uno tiende a confiar más en la capacidad propia de defensa que la brindada por un Estado que a menudo se ha declarado incapaz de detener la oleada de criminalidad en el país. Creo que el buen ciudadano no es ni un “tontico” ni un “bebé” incapaz de discernir y razonar como para que el Estado le sustituya en lo que es su derecho básico a la defensa. No creo que el buen ciudadano costarricense tenga un temperamento tan malo como para que sea sólo el vigilante estatal –quien en ocasiones sí ha mostrado mal carácter, tal vez originado en la creencia de que posee una autoridad casi irrestricta- quien le vaya a sustituir en su derecho elemental. (De paso, ¿cree Usted que habrá suficientes vigilantes del Estado como para desatenderse de la acción que el criminal puede ejercer en su contra?)
Pienso que el criminal que desee cometer un delito, siempre que el resultado de su acción le dé un rendimiento mayor que el costo de acudir al mercado negro, buscará el arma que necesita. El problema de la propuesta gubernamental, al restringir al buen ciudadano común y corriente poseer las armas requeridas para defenderse, es que pone a las personas decentes en bandeja ante el criminal armado. No es restringiendo la libertad de las personas como se soluciona el problema del crimen: ¿Qué tal si se habla un poquito de la facilidad con que las leyes tratan al criminal en nuestro país?
2008-04-01-PROTECCIÓN AL CIUDADANO
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PROTECCIÓN AL CIUDADANO
La Extra, 01 de abril del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 41-42.
Hemos insistido en el incumplimiento que el Estado costarricense ha tenido de una función que le es esencial y propia: garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Por eso veo con complacencia el esfuerzo sistemático de un grupo de buenos ciudadanos para que efectivamente haya “seguridad en libertad” en nuestro país, lo cual requiere una acción en ese sentido tanto por los Poderes Ejecutivo y Legislativo y sobre todo por el Poder Judicial.
El deterioro de la seguridad que uno observa logra su clímax cuando son las mismas autoridades, encargadas de protegerlo ante el crimen y el delito, las que, por omisión o por acción, se prestan para la delincuencia. Y no me refiero a las claras y demoledoras filmaciones que algunos canales de televisión han hecho, en donde se muestra a algunas autoridades prestándose para la coima de prostitutas y narcotraficantes, con tal de que se les brinde una protección de la que, paradójicamente, se excluye a los ciudadanos de bien.
Hace poco me enteré de algo que le sucedió a un amigo, que pone en evidencia, una vez más, la profundidad del agravamiento en el descuido en que se ha sumido al país en cuanto a la seguridad que debe tener el buen ciudadano. Resulta que esa persona se dirigía a una reunión con un grupo de personas y pasó al restaurante Quiznos a comprar su almuerzo para llevarlo. Cuando hacía fila en la caja para pagar, se le acercó un par de policías municipales quienes le dijeron que tenía que acompañarlos a la “comandancia”, pues había sido denunciado por haber entregado un billete falso de ¢10.000. Por supuesto que esa acusación no sólo sorprendió a mi amigo, sino también al personal de la propia empresa. Ante los gritos policíacos ordenando que lo “acompañara”, un empleado del restaurante se quejó por esa conducta ruidosa, pero de inmediato la “autoridad” le amenazó con cerrar el local si había alguna oposición a que se “condujera al presunto delincuente”.
Resulta que el acusador de la “estafa” a todas luces mostraba ser un pordiosero, pero aún así la policía municipal le “creyó” en que mi amigo, una persona quien goza de respetabilidad reconocida en nuestro medio, le había estafado. Al presunto “delincuente” se le obligó a dejar el carro en que había llegado a Quiznos y en el de la policía municipal se le condujo a la comandancia ubicado en la zona sur de San José. Obviamente el profesional ya no podría acudir a la reunión-almuerzo programada con algunos compañeros, pues el tiempo que tenía para ello se esfumaba ante la decisión autoritaria de las autoridades.
El mercado funcionó. Ahora se le llama Resolución Alternativa de Conflictos. Mi amigo le dio un dinero al pordiosero y los policías municipales entonces lo devolvieron en su vehículo a Quiznos para que recogiera su carro y prosiguiera su camino.
He escuchado que son muchas las detenciones de ciudadanos que se practican sin ton ni son, e incluso hay dudas de que tal detenimiento resulte de una ágil y legal actividad de la autoridad constituida. Parece ser otra cosa. Probablemente se alegará que se trata de unas pocas manzanas podridas, pero entristece y enerva que, en ese canasto, terminarán por podrir a todas las demás. Lo grave es que, como dice el Chapulín Colorado, “¿Ahora quién va a defendernos?” A ese estado vacío llega ya la seguridad ciudadana en este país.
2008-04-08-EL SERVICIO AL CLIENTE
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EL SERVICIO AL CLIENTE
La Extra, 07 de abril del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 43-44.
Gracias a la decidida y firme acción de ANFE hoy gozamos de una mayor competencia en la banca comercial. Quienes estamos algo viejos recordamos como en los años setentas, contra viento y marea, ANFE logró que el país reconociera el gran costo que significaba el monopolio de las cuentas corrientes en manos del estado, ejercido por sus cuatro bancos entonces existentes. La competencia entre ellos era de “mentirillas” y el mejor testigo de este perjuicio era el usuario de los servicios bancarios, quien por el monopolio sufría enormes costos, explícitos e implícitos.
¡Cuánto han cambiado las cosas! Hoy día, gracias a la apertura de ese monopolio estatal, existen instituciones bancarias privadas que han modernizado el servicio a la ciudadanía. Lo más interesante es que esta introducción de la empresa privada no sólo significó que se satisficieran muchas de nuestras necesidades, sino que provocó que la banca estatal, en ese entonces anquilosada, tuviera que adaptarse a las nuevas fuerzas competitivas. En sencillo, los bancos estatales han tenido que ajustarse a la competencia, pues si no mejoraban el servicio a sus clientes, corrían el riesgo de que se les fueran hacia la banca privada.
Aún hay cosas simples y sencillas que se podrían mejorar en la banca estatal y que hoy día constituyen una molestia y costos innecesarios para sus clientes. Pongo como ejemplo algo que sucede en el Banco de Costa Rica con la llamada tarjeta para retirar fondos. No me refiero al impetuoso cobro anual que hizo a sus clientes por su uso, a pesar de que el mismo banco, como otros, había insistido en que sus clientes la emplearan por el beneficio que les ocasionaba, sino también porque reducía los costos administrativos del propio banco. No, me refiero a hechos absurdos como el que expongo de seguido.
Sí Usted tiene una tarjeta para retirar fondos de su cuenta corriente en dólares, si no tiene un saldo promedio de los últimos 6 meses de al menos $1.000, si retira fondos mostrando su tarjeta ante un cajero “humano”, se le cobra un dólar por esa transacción (y por ello no le dan recibo y a veces ni siquiera le dicen del cobro). El problema tiene varias aristas. Primera, no conozco, excepto que tal vez Usted sea empleado bancario, personas que sepan cuál es “su saldo promedio de los últimos 6 meses” como para no hacerse acreedor de tal cobro al realizar esa transacción. Segunda, si por hipótesis requiere cambiar dólares por colones y, para evitar el cobro mencionado, usa su tarjeta para retirarlos en el cajero automático, tendrá que ir con esos mismos billetes al banco para cambiarlos por colones. Hace doble fila: una en el cajero automático y otra en el “humano”, para hacer algo que se logra con una sola visita ante el último. Hay costos de tiempo y aumenta el riesgo de un robo.
Lo sencillo y lógico es que, si va a retirar de su cuenta en dólares para cambiar a colones, cualquiera sea su saldo promedio de los últimos 6 meses, lo haga directa y en una sola fila en el cajero “humano”. Hasta el banco reduce sus costos, al no tener que rellenar tanto el cajero automático, evitar el manejo de billetes en diversas secciones del banco y disminuir el costo de vigilancia por razones de seguridad. Y Usted estaría más contento. A eso yo le llamo “servicio al cliente”. ¿Hará el Banco de Costa Rica algo al respecto?
2008-04-22-MARCHA POR LA PAZ Y CONTRA EL CRIMEN
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MARCHA POR LA PAZ Y CONTRA EL CRIMEN
La Extra, 22 de abril del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 47-48.
Deseo que este comentario sirva para honrar la memoria del joven Josué Rojas, cuyo sacrificio no será en vano, pues se ha convertido en conciencia de la patria. Asimismo, espero que también le pueda brindar algo de consuelo, si fuera posible, a su valiente madre.
El sábado 26 de abril los costarricenses marcharán por las calles de San José para enviar diferentes y cruciales mensajes a nuestra sociedad -y particularmente a nuestros gobernantes- ante el indisputable aumento reciente de la criminalidad en el país. Yo, dadas mi salud y mi edad, físicamente no podré acompañarlos, pero sí lo harán mi corazón y mi razón.
El gobierno -el Estado- nos ha fallado en cumplir con lo que es tal vez el motivo principal de su existencia: brindar seguridad a los ciudadanos ante actos de otros que sean contrarios a la justicia o resulten en opresión. Por el contrario, los gobernantes se han dedicado a crear un Estado más preocupado por hacer otras cosas -muchas intrascendentes, innecesarias y hasta dañinas- que en cumplir con aquel deber esencial. Por ello el primer mensaje ciudadano será para que los funcionarios públicos cumplan con su deber de brindar seguridad y justicia.
El segundo mensaje, en mi opinión, es que uno esperaría que esos mismos gobernantes, en el presente y en el pasado reciente, no participen de dicha marcha, pues si lo hacen no parecería surgir de una oportuna reflexión y de una decisión de hacer ahora lo que ya deberían haber hecho, sino como otra expresión de jueguitos políticos de los que ya nos tienen hastiados. Uno observa a ciertas personas –no dudo que bien intencionadas, pero que en el pasado y hasta hace poco han abogado por hacer del castigo al crimen algo banal y hasta “desgraciadamente” necesario- correr ahora para aparentar ser “duros” ante la delincuencia, cuando en verdad han ignorado -y hasta despreciado- los justos y legítimos reclamos de legos y conocedores para endurecer nuestras leyes ante la amenaza casi imparable de la criminalidad.
El tercer mensaje es que algunas de las actuales autoridades han actuado de manera impropia ante esta expresión ciudadana. Como reacción a una campaña reciente, veraz y profunda, contra la violencia, acudieron a “pedir mesura”, forma velada de imposición ante el ejercicio ciudadano de su libertad de expresión. Son los mismos que interpretan como “falta de respeto” cuando un buen ciudadano no está de acuerdo con la forma en que se conduce la cosa pública y así lo expresa públicamente. Mejor aprendan su lección, que transita por la humildad y por dejar de lado ambiciones politiqueras; más bien deberían aprovechar la oportunidad para escuchar a un pueblo que clama por justicia.
Finalmente, creo que ya el ciudadano no se traga el cuento esgrimido de que la criminalidad es causada por la pobreza. Tal vez será porque, a diferencia de ciertos gobernantes, esos ciudadanos comunes y corrientes sí conocen a muchos pobres que son honrados. E incluso hasta más que algunos ricos. Lo cierto es que la pobreza es el enemigo y no los pobres. Argüir de tal forma para justificar el incremento de la criminalidad que hoy sufrimos, es un engaño vil usado como argumento para encubrir la incapacidad e irresponsabilidad de nuestros gobernantes. ¡Que ahora Dios los ilumine, pues si no el pueblo les cobrará su displicencia!
2008-04-29-PRONUNCIAMIENTO DE ANFE
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PRONUNCIAMIENTO DE ANFE
La Extra, 29 de abril del 2008.
En esta ocasión, por la importancia que en mi opinión el tema reviste para el país, me permito transcribir el pronunciamiento recientemente efectuado por la Junta Directiva de ANFE en torno a la necesaria y conveniente discusión pública de una posible reforma de nuestro sistema cambiario y su evolución hacia una dolarización, dados los cruentos problemas inflacionarios que hoy día enfrentamos.
La Junta Directiva de la Asociación Nacional de Fomento Económico,
considerando que;
1. La tasa de inflación interanual actualmente supera el 11%, reflejando un agravamiento de la inflación de Costa Rica en los últimos meses.
2. Si bien parte de esa inflación mayor se explica por el alza de precios internacionales, el origen fundamental del proceso inflacionario de nuestro país es de naturaleza monetaria.
3. El Banco Central de Costa Rica ha renunciado explícitamente al control monetario para forzar la flotación del colón frente al dólar, que ha llevado a insostenibles niveles negativos de las tasas de interés y a un incremento inflacionario de los medios de pago, resultado inevitable del aumento de reservas del Banco para mantener un tipo de cambio que no refleja las presiones del mercado.
4. El mercado cambiario no ha respondido a una flotación libre y transparente y más bien implícitamente genera expectativas de ganancias cambiarias, incluso en presencia de serias distorsiones e incertidumbre creadas por el mismo Banco Central en el mercado monetario.
acuerda:
1. Promover el análisis y el debate serio y científico de la viabilidad económica de una dolarización de la economía nacional.
2. Ofrecer sus buenos oficios y conocimientos para sentar las bases de la discusión ponderada y mesurada de tan importante opción de política.
3. Urgir a las autoridades económicas, principalmente del Banco Central, a que reflexionen pública y abiertamente sobre diferentes opciones a un sistema cambiario que presenta serios problemas.
2008-05-06-EDUCACIÓN EN DECLIVE
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EDUCACIÓN EN DECLIVE
La Extra, 06 de mayo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 49-50.
La reciente huelga de profesores de la secundaria pública debería de obligarnos a meditar seriamente, en especial porque sus efectos han trascendido el interés de un gremio e incidido en ciertas conductas de los mismos estudiantes a los cuales directamente les perjudicó.
A los líderes de los gremios no parece preocuparles que los egresados de colegios públicos rindan mucho menos que aquellos de los privados, lo que limita relativamente su acceso a la más connotada entidad de educación superior pública del país, según se reportó recientemente. A ellos, por los últimos acontecimientos, más les preocupó mostrar a sus asociados que para algo servían las cuotas que pagaban, pues era impensable que el gobierno negociara con otros bandos gremiales (la ANDE y el SEC) y no con el oficial de los profesores de secundaria, la APSE. Al fin de cuentas, el empecinamiento de la dirigencia en mantener la huelga, a pesar del acuerdo existente entre el gobierno y esas otras entidades, fue muy poco lo que adicionalmente logró para sus asociados, excepto, tal vez, lavarse la cara ante ellos por su fracaso previo como negociadores.
El pleito casero de los “líderes de los educadores”, dañó al estudiantado, que ahora corre presuroso para ver cómo se prepara para esas pruebas elementales de suficiencia que son los exámenes de bachillerato, dada la pérdida de casi un mes de clases. Algunos, en especial la burocracia formal tanto del Ministerio como de los profesores, buscan sustituir esa enorme pérdida con “centritos” al final del día o en fines de semana, o con fotocopias que se lleven a la casa y otras estratagemas hipócritas con las que pretenden esconder su irresponsabilidad. Además, saben que se les terminará pagando por cumplir con los 200 días de clases, aunque no lo hagan, y que, cuando el Estado les amenaza con no pagarles el sueldo si se van a huelga, no cumple con la intimidación y que todo quedará en un humo de pajas: un vacilón total.
Tristemente los estudiantes de secundaria guardaron silencio en el momento de la huelga y lo que hacen ahora es acudir ante el gobierno para que les quite el examen de bachillerato, alegando que la materia no podrá ser vista para estar debidamente preparados. ¡Qué lindo, verdad!
Aparte de si los estudiantes que protestaron en las calles deberían de exhibir una conducta que impidió el libre tránsito de los ciudadanos, en vez de hacerlo con decencia, me llamó la atención lo que dijo en la tele una manifestante: “Aquí estamos los estudiantes inteligentes.” La tomo en serio y le hago la siguiente propuesta que efectivamente acabaría con muchas de esas huelgas innecesarias y, sobre todo, permitiría mejorar la educación pública, ojalá para acercarla en calidad a la que hoy posee la educación privada. Le propongo que el Estado le dé a cada estudiante un bono que sólo usaría para su educación y que lo puede hacer efectivo en cualquier centro educativo que libremente elija, ya sea privado o público. Eso sí, cada centro educativo –público o privado- se financiaría con lo que los estudiantes paguen (o por contribuciones privadas), pero no por el Estado. Los líderes de los sindicatos se opondrán a esta propuesta, pero la estudiante inteligente y otros como ella podrán darse dará cuenta de que es lo mejor que les puede suceder para tener una educación en serio.
2008-05-13-PRECIOS DE DIVISAS Y COMBUSTIBLES
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PRECIOS DE LAS DIVISAS Y DE LOS COMBUSTIBLES
La Extra, 13 de mayo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 51-52.
Con interés he seguido las negociaciones cambiarias realizadas en el mercado llamado MONEX, que supuestamente refleja una parte importante de las transacciones de divisas en nuestro país. En él los bancos comerciales realizan sus transacciones (compra y venta) de divisas, supuestamente para sus clientes. Parte de lo interesante de estas observaciones es que, en cierto momento y a inicios del régimen de flotación cambiaria, dicho mercado era significativo en cuanto al monto allí transado, mientras que últimamente es relativamente poco lo que en él se intercambia. No conozco si es que existe otra forma alternativa mediante la cual los bancos comerciales realizan su intercambio –lo que alguien podría llamar una especie de “MONEX paralelo”- o si se trata de un problema de estacionalidad o de sequedad en el mercado cambiario. Esto último no parece ser así, pues las reservas del Banco Central siguen creciendo (actualmente llegan a ser casi 4.950 millones de dólares), con lo que se continuaría padeciendo problemas de emisión monetaria, que derivan en una inflación de nunca acabar. Tampoco puede dejarse de lado la posibilidad de que “la mano visible del Banco Central” tenga algo que ver con este confuso asunto.
Más me ha llamado la atención lo sucedido con ciertas compras de divisas en dicho mercado, concretamente las adquiridas a nombre de RECOPE, pues se ha dicho que sus mayores compras han incidido en que el tipo de cambio del colón con respecto al dólar no se haya revaluado tanto (al haber una relativamente mayor demanda de dólares). Uno observa que, en las ocasiones en que RECOPE ingresó al mercado cambiario, las adquirió a un precio mayor que el que podría haber pagado si las comprara a los precios a que se venden en los bancos comerciales del país. No quiero pensar que se utiliza la palanca cambiaria de las compras de RECOPE para mostrar que ahora sí flota el tipo de cambio, pues eso para lo que serviría es para dar un mentís a quienes consideran que debería existir un mercado de libre flotación, sino también para mostrar que lo observado en el mercado de divisas se da por una posible manipulación y no por una verdadera flotación. No asevero que esto último necesariamente sea así, pero si lo fuere traigo a colación aquella frase: “La jarana sale a la cara”. Esto es que, en el lenguaje del economista tecnócrata, con el paso del tiempo las fuerzas del mercado terminarán por mostrar el desaguisado, pues los mercados no suelen ser tontos.
Obviamente a todo esto hay que preguntarse ¿cómo es posible que RECOPE esté dispuesta a pagar más por los dólares que compra comparado con el precio al que posiblemente las podría adquirir? Podría deberse a su posibilidad de trasladar estos mayores costos a los cautivos consumidores, pues la ARESEP simplonamente toma en cuenta estos mayores costos de la divisa a la hora de hacer los aumentos usuales de los combustibles. Es crucial que la ARESEP, cuando fija esos precios y bajo la presunta defensa del interés del consumidor costarricense –supuestamente su objetivo primordial- verifique que las divisas que RECOPE compra y que sirven para determinar los precios de los combustibles lo sean al precio más barato al que podría adquirirlas y no al que aparentemente las compra en el mercado cambiario.
2008-05-20-ALHARACA INDEBIDA
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ALHARACA INDEBIDA
La Extra, 20 de mayo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 53-54.
De distintas formas se ha pretendido culpar al nuevo coco de los niños de pecho –los “neoliberales- por el fuerte aumento en los precios internacionales de los granos básicos. Hasta se ha insinuado que, cuando menos, quienes promovieron las recientes políticas de granos básicos en Costa Rica deberían ser pasados por las horcas caudinas, en tanto otros se han pedido que se eleve a los promotores del libre comercio mundial de granos a un juicio que supongo es político, pero tal vez más les encantaría que se asemejara al de Nuremberg.
No me sorprende la ligereza de ese análisis- entendible en algún chusco que pretende ser simpático- pero ha provenido incluso de una elite que se dice pensante. Pensemos, por un momento, si fuera posible ante la intemperancia que de antemano suelen exhibir los juzgadores de oficio, si ese aumento de precios se debe a una propuesta “neoliberal”, como les gusta reiterar. Hasta hace unos nueve o diez meses en el mundo no había una escasez de granos básicos: a los precios relativamente bajos del momento era factible conseguir los granos con facilidad en los mercados mundiales. Es más, ya ni se hablaba de hambrunas como en el pasado.
Pero, de pronto, no fue la mano invisible la que hizo su aparición, sino precisamente la mano visible del Estado, la que alteró radicalmente el comportamiento que hasta ese entonces tenían los mercados de granos. Y si se trata de otorgar méritos por tal medida, recuerdo a Al Gore, el héroe de pacotilla de algunos, sugerir públicamente, allá por diciembre de 1998, que el gobierno de los Estados Unidos debería subsidiar la producción de bio-combustibles para sustituir el uso de combustibles fósiles como el petróleo. En aquel entonces, el gobierno de los Estados Unidos no le hizo caso, pero asumo que las palabras de Gore fueron al fin escuchadas por el Presidente Bush quien decidió subsidiar (y en grande, como suelen ser las cosas en esa nación) la producción de granos básicos para convertirla en alcohol que sustituyera a la encarecida gasolina.
¿Quién iba a imaginar que fue Fidel Castro quien señaló las consecuencias no previstas de ese desaguisado de Bush? Dijo que el efecto iba a ser encarecer los granos básicos a los pobres del mundo (Fidel podría haber asistido a un curso de Economía Básica, pero eso es tan sólo una hipótesis mía).
Claro que los granos básicos se iban a encarecer, pues la nueva señal que recibía el mercado, que ni tonto ni perezoso, sino con la eficiencia y rapidez que le caracteriza, como es lo conveniente, indicaba que la producción de granos al nuevo precio más alto se debería destinar no a los consumidores domésticos o a los pobres del mundo, quienes pagaban menos por ellos, sino hacia producir alcohol que daba un rendimiento más alto. La intervención estatal distorsionó los mercados de ese entonces, no fue la acción de ningún neoliberal, como ahora pretenden endilgarles algunos.
Para los que han leído Una Verdad Inconveniente de Al Gore y casi han sido convencidos de su política “verde” de producir bio-combustibles subsidiados, harían bien en reclamarle el daño que esa propuesta causa a los más pobres del mundo, quienes ahora tendrán que pagar el costo mayor que les ha impuesto la irreflexión y el fundamentalismo. A los de por aquí, mejor enderecen sus lanzas a quienes les corresponden.
2008-05-27-IMPUESTOS ESCONDIDOS
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IMPUESTOS ESCONDIDOS
La Extra, 27 de mayo del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 55-56.
Pocos lo expresaron tan claramente como James Buchanan a escribir que el “poder para gravar impuestos es el poder del gobierno para quitar”. Quienes pagan impuestos lo entienden como el poder del gobierno para obligar a que personas privadas le transfieran sus recursos. A veces esta obligación es directa, como al pagar el impuesto sobre la renta o al comprar gasolina, pero en otras ocasiones lo carga disimuladamente, como cuando se paga por un servicio público más de lo que en competencia se tendría que dar o cuando el gobierno obliga a los consumidores a pagar por un producto un precio mayor al de un mercado libre para subsidiar a algún productor. No se trata de impuestos ocultos en el sentido de que, cuando se paga por algo, ya trae algún tipo de gravamen incluido. Hablo de otras formas que el gobierno usa para forzar a las personas a transferirle recursos sin que lo note como un impuesto común y corriente.
Con frecuencia uno escucha decir que el país tiene una carga tributaria baja (de cerca de un 14%) comparada con la de otros países y se pide aumentar los impuestos como proporción de la producción nacional. Uno podría señalar los efectos negativos que tal sugerencia tiene, pero esa propuesta sufre de un pecado original, como intentaré mostrarlo a la luz de hechos recientes en nuestra economía, que señalan que nuestra carga tributaria -si incorporara adecuadamente lo que expondré- en realidad es muy superior a la que alegan.
Hay tres casos de lo que llamo “impuestos escondidos” que simplemente son gravámenes que no se incluyen como parte de las cifras de carga tributaria. Y tienen gran relevancia actual, como explico. El primero es el impuesto que los asalariados en colones han pagado hasta hace poco, debido a la decisión del Banco Central de fijar un tipo de cambio del colón respecto al dólar superior al de un mercado libre sin la intervención estatal del Banco. Un obrero que ganó, por ejemplo, ¢ 100.000 al mes, durante los pasados 18 meses recibió aproximadamente un promedio de $ 200. Esto es lo que podría adquirir de artículos denominados en dólares con su sueldo al tipo de cambio sobrevaluado que definió el Banco Central. Si, de acuerdo con ciertas estimaciones, el tipo de cambio de mercado libre se hubiera dejado que fuera de ¢ 450, su salario equivalente habría sido de $222. Esto es, ocultamente nuestro obrero pagó un impuesto de aproximadamente el 10% de su salario. Este impuesto no aparece en las cifras de la carga tributaria de Costa Rica.
También ese obrero, como cualquier otra persona que mantiene colones, sufrió otro impuesto no medido por aquella carga tributaria, cual es la inflación causada por la emisión excesiva del Banco Central. El poder adquisitivo de su sueldo en colones simplemente se redujo en este año en cerca de un 10%.
Por si no fuera suficiente, el Banco Central bajó arbitrariamente la tasa de interés real en la economía, a la fecha de aproximadamente menos 7% (diferencia entre la inflación de un 11% y lo que paga por un CD a 6 meses plazo un banco comercial). Este es un impuesto claro al ahorrante y tampoco aparece en la medición de nuestra carga tributaria.
Si sumamos estos tres fuertes impuestos ocultos, ¿cree Usted lo que nos dicen de que el país tiene una carga tributaria del 14%? Lo que quieren es que el gobierno les quite aún más recursos a las personas.
2008-06-03-LOS TORITOS BIENVENIDOS
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LOS TORITOS BIENVENIDOS
La Extra, 03 de junio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 57-58.
Me llamó la atención una información aparecida recientemente en medios escritos sobre una nueva forma de transporte que empezaba a tener vigor en el país; concretamente, en la ciudad de Alajuela. Se trata de vehículos pequeños, de tres ruedas, que la gente empezó a usar como taxis –supongo que bajo la modalidad conocida como pirata- principalmente en barrios de recursos relativamente bajos.
Era de esperar que estos nuevos taxis, que ya la gente -y más en Alajuela- bautizó de inmediato como “toritos”, iban a tener una enorme acogida popular por el simple hecho de que, desde el punto de vista del uso de un combustible cada vez más caro, a los consumidores pobres les resultaba relativamente más barato.
Pero, no tardó en hacer aparición la mano visible del Estado: no me acuerdo si la del Ministerio de Obras Públicas o de la Municipalidad de Alajuela –en último caso no importa quien fue- que de inmediato decidió prohibirlos y se dejó de prestar el servicio a pesar de que los usuarios (y también los oferentes) parecían estar sumamente satisfechos con él. Pensemos qué razones podrían haber tenido los burócratas para prohibirlos.
Una podría ser en que los vehículos son relativamente inseguros y que el Estado tiene el deber de proteger –dicen los estatistas- del daño a las personas (como si todos fuéramos bebés o tonticos e inteligente tan sólo el papá Estado). Esos burócratas no entienden que la gente está dispuesta a asumir ese posible mayor riesgo de inseguridad relativa, si a cambio de ello tiene que pagar menos por ese tipo de taxi. Son los pobres los más interesados en correr ese mayor riesgo, pues la alternativa de los taxis formales les sale mucho más cara. Al sacar de la calle a los toritos, con el prurito de la seguridad de las personas, el Estado causó un enorme daño a los pobres, pues ahora los obliga a usar una alternativa de transporte más cara. De seguir esta lógica del Estado protector, ante la inseguridad de nuestras calles, deberían de aprobar tan sólo un servicio de taxis que utilice tanques artillados.
Otra razón para excluir a los toritos es que van a congestionar más las calles, pero eso debería en justicia aplicarse a todos los que las usan sin discriminar un tipo de servicio muy parecido al que dan otros vehículos. Probablemente los traileres y camiones comerciales causan una mayor congestión, pero no se les obliga a usar las calles para distribuir sus productos únicamente en horario nocturno, como se hace en las grandes ciudades de países civilizados. Esa conducta burocrática discriminatoria es odiosa pues ignora el principio de igualdad ante la ley. Si no quieren congestión, pues impongan un costo, pero por igual a todos, no sólo a quienes no les complace,
Una tercera posibilidad es que los burócratas, al prohibir los toritos, reducen la competencia que encaran otros oferentes de un servicio más caro. Les da miedo autorizar una competencia que posiblemente disminuya la demanda de los taxis tradicionales y más temor les da una protesta fuerte de los gremios ya establecidos. Esta parece ser la verdadera razón que motivó la acción burocrática. La verdad es que no fue el interés de ayudar y proteger a los más pobres, sino todo lo contrario. La competencia, que en este caso los burócratas limitan, suele ser la mejor amiga quienes tienen menos recursos.
2008-06-10-LA CAPITALIZACIÓN DEL BANCO CENTRAL
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LA CAPITALIZACIÓN DEL BANCO CENTRAL
La Extra, 10 de junio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 59-60.
En nuestra Asamblea Legislativa se encuentra un proyecto enviado por el Ministerio de Hacienda, a fin de que sea aprobado como ley para una posible capitalización del Banco Central.
Dicho proyecto, que parece ser un tema algo nebuloso para muchas personas no familiarizadas con aspectos económicos, tiene, en realidad, una enorme importancia para el ciudadano común y corriente y, por tanto, debería ser objeto de su atención puntillosa.
La inflación es un grave problema que nos viene aquejando desde hace ya bastante tiempo. Desde que en 1982, en la infortunada administración Carazo, el país tuvo una inflación cercana a los tres dígitos, no ha sido posible que se vuelva consistentemente a tener una tasa de inflación de un dígito, que era lo normal en los años cincuentas y sesentas. En estos momentos, desgraciadamente, y con base en los últimos datos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), para este año es posible proyectar que, con algún grado de suerte, el país experimentará una inflación de algo menor a un 13%.
Mucha de la responsabilidad por este recalentamiento de la inflación yace en la política monetaria proseguida por el Banco Central y, algo menos, por el alza internacional en los precios de los combustibles y de los granos básicos importados. Parece haber suficientes razones para aseverar que el actual régimen cambiario de bandas ha fracasado en controlar la inflación. La reciente devaluación del colón, artificialmente impulsada por el Banco Central, más bien hará que la inflación crezca, puesto que la revaluación del colón de los meses anteriores era lo que impulsaba menores tasas en el crecimiento general de los precios. Esa revaluación del colón reducía los costos de los bienes importados, factor que ahora se está revirtiendo.
Un elemento que hace que aumente la emisión monetaria del Banco Central y que incide en las altas tasas de inflación recientes, son las denominadas pérdidas del Banco Central. El proyecto arriba mencionado precisamente busca que a dicho Banco le puedan ingresar recursos frescos que le permitan eliminar tales pérdidas, a fin de que, en consecuencia, pueda proseguir políticas monetarias que conduzcan a reducir la inflación.
Independientemente de si dicho proyecto va a lograr tan loable propósito –y sobre el cual tengo enormes y numerosas dudas, pero que, por el momento, no voy a tratar- ANFE ha decidido realizar un importante seminario en donde se analizará el tema de la capitalización del Banco Central a la luz de dicho proyecto de ley.
Este seminario se realizará el viernes 27 de junio de 4 a 8 de la noche en el Hotel Radisson y contará con las cruciales apreciaciones de miembros de nuestra Asamblea Legislativa, quienes específicamente están encargados del análisis de dicho proyecto de ley. Se trata de la diputada Sylvia Charpentier Brenes y de los diputados Mario Quirós Lara, José Rosales Obando y Jorge Eduardo Sánchez Sibaja. Además, en dicho foro expresarán sus opiniones el Gerente General del BAC-San José, Lic. Gerardo Corrales Brenes, y el Vicepresidente de ANFE, Dr. Juan Muñoz Giró.
Para asistir es necesario que haga su reservación por los teléfonos de ANFE 2253-4460, 2224-7350 u 8376-1947. El costo es de ¢ 5.000 y habrá un refrigerio en un intermedio.
2008-06-17-SIN EL SANTO Y SIN LA LIMOSNA
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SIN EL SANTO Y SIN LA LIMOSNA
La Extra, 17 de junio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 61-62.
Hace unos treinta años, Costa Rica tuvo la oportunidad de construir un oleoducto interoceánico que trasegara combustibles provenientes de la costa oeste del Pacífico de los Estados Unidos hacia los mercados más caros de la costa atlántica de este país. La construcción se realizaría muy cerca de la frontera con Nicaragua. Ante la simple propuesta, de inmediato surgieron grupos opuestos a su desarrollo, principalmente bajo el argumento de que sería una actividad que pondría al país en grave riesgo de daño ecológico.
En apariencia tal argumento fue suficiente para que el permiso de hacerlo en Costa Rica no se diera, pero, sorprendentemente, poco tiempo después se construyó en Panamá, corriendo muy cerca de nuestra frontera sur.
La paradoja de todo este episodio es que Panamá se quedó con el negocio que el país dejó ir, presuntamente porque aquí se valoró más el peligro ambiental que el proyecto tenía, comparado con los recursos que generaría. El hecho fue que más bien Costa Rica vio incrementado su riesgo de sufrir un grave daño ambiental, porque los barcos cargados de combustible navegaban cerca de todo nuestro litoral Pacífico y lo mismo sucedía con los que venían a cargarlo en el Atlántico e iban al norte bordeando nuestra costa. Por el contrario, con el proyecto costarricense casi en la frontera con Nicaragua, esos barcos no viajarían cargados cerca de nuestras costas. El riesgo principal de derrames no está en la carga y descarga en los puertos del oleoducto, sino en el viaje cercano por las costas que efectúan los barcos. Un análisis simplón y hasta prejuiciado, nos dejó sin el santo y sin la limosna.
Otra oportunidad perdida se da con la prohibición de realizar exploraciones petroleras en el país, siempre por temor de que cause daños al medio ambiente. Al menos eso es lo que han alegado los oponentes a la exploración petrolera y los políticos de turno que decidieron prohibirla.
He tenido la oportunidad de ver en barrios de los suburbios de Tulsa, Oklahoma, cómo muy cerca de sus casas de habitación hay pozos de los que se extrae petróleo sin derrame alguno. Asimismo, en las costas cercanas a Louisiana hay pozos petroleros de gran tamaño que tampoco causan daños al medio ambiente. Simplemente la tecnología y buenas reglas de juego que definen cómo se ha de realizar la extracción de petróleo, han asegurado a los ciudadanos la protección del medio ambiente.
Ahora que el petróleo está por las nubes y que los ticos crujimos los dientes cada vez que RECOPE obtiene de ARESEP el visto bueno para hincarnos los suyos, es el momento de buscar petróleo en nuestro país. Nicaragua ha decidido hacerlo y los mantos petroleros son tan extensos, que, si ellos encuentran petróleo, posiblemente extraerán el propio, así como el que está debajo de nuestros territorios: sus pozos no tienen que estar en tierra nacional; simplemente lo chupan desde el suyo Algo tan parecido a la historia del oleoducto.
Si Ud. cree que, de hallarse petróleo, tendríamos ingresos suficientes para paliar los altos precios que hoy sufrimos, pues empecemos por permitir buscarlo, dejándonos de prejuicios sin sentido y alejados de la realidad. Es posible, como sucede en los países modernos y civilizados, que podamos hacerlo sin dañar al medio ambiente. De quedarnos con el santo y con la limosna.
2008-06-24-TRANSPORTE COLECTIVO SERIAMENTE
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TRASPORTE COLECTIVO ¿SERIAMENTE?
La Extra, 24 de junio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 63-64.
El gobierno, sustentado en el alto precio internacional de los combustibles, ya definió las usuales limitaciones a las personas. Como era de esperar, no tomó en cuenta los enormes costos que esas medidas causan a la ciudadanía. Por ello, ¡qué pereza!, ni siquiera me referiré a ellas, con una excepción: la enorme transferencia que provoca el subsidio al diesel con el consecuente aumento en los impuestos a los compradores de las distintas gasolinas.
El argumento gubernamental es que el diesel se usa en el transporte público y un aumento de su precio sería de tal monta, que no le queda más camino que subsidiarlo, en tanto grava el combustible comprado por unos humanos de segunda –que el estado considera no forman parte del “público”. Asumamos que el argumento es válido; debe subsidiarse el diesel para el transporte masivo en buses. Pero hay una grave falla en dicha argumentación, porque hay muchos que probablemente ni siquiera se han montado vez alguna en los buses públicos y ahora recibirán un regalito navideño por adelantado. Allá por los setentas hubo una política similar. El daño duró por mucho tiempo y no fue sino hasta hace poco cuando el gobierno decidió eliminar ese subsidio odioso. Ahora recula, pero ¿favorece sólo a los pobres? En aquella época se hablaba de los “Mercedes diesel”, propiedad de gente de altos recursos, quienes veían aumentar aún más sus ingresos gracias a los impuestos cargados a otros. Ahora hay muchos SUV 4X4 movidos por diesel, que serán subsidiados por mucho pobre obligado a comprar gasolina.
Si se quiere auxiliar a los pobres que usan buses, lo que se debe hacer es subsidiar (aceptando que es lo conveniente) al trasporte masivo y no a quienes simplemente compran diesel. Esta nueva ayudadita para algunos muy ricos de parte de algunos muy pobres, va a ocasionar envidia y cólera. Pero sobre todo, servirá, una vez más, para darnos cuenta de la estulticia con que se imponen ciertas políticas erradas, haciendo uso del nombre de los pobres.
Igual sucede con el cuento de impulsar el transporte colectivo. Ciertos periodistas y comentaristas han argüido que debe impulsarse el uso de vehículos que transporten simultáneamente a varias personas, en vez de una sola, como es frecuente observar. Hay muy poco nuevo bajo los cielos, En México, por ejemplo, desde hace mucho se permiten los llamados taxis peseros, que siguen rutas preestablecidas, principalmente con base en la costumbre y no por el diseño del estado. Estos transportan simultáneamente a varias personas, en donde cada una paga una parte relativamente pequeña del costo total del viaje. Resulta ser muy económico para el individuo y, a la vez, buen negocio para el transportista. Hay una enorme economía en combustible en comparación con el caso en que cada uno por separado usa su propio vehículo.
¿Por qué el Estado no permite esa sencilla y eficiente modalidad de transporte colectivo? Probablemente porque la simple entrada de competidores provocaría el enojo de quienes hoy tienen taxis para trasportarnos individualmente o el de los autobuseros que a la fecha disfrutan de una concesión cuasi- monopólica. O tal vez porque sería una solución sencilla y cercana a lo que se daría con un mercado libre. Y eso suele repugnarle a quienes les gusta determinar la vida de los demás.
2008-07-01-LA TORMENTA DESALMADA
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LA TORMENTA DESALMADA
La Extra, 01 de julio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 65-66.
Alma: tormenta desalmada que no sólo nos causó un enorme daño, sino que también nos descubrió los chingos. Destrozó obras en la planta hidroeléctrica de Pirrís, que ahora requerirán de al menos un año más. Eso es sumamente grave, porque se esperaba que supliera las necesidades de energía eléctrica del país a partir del 2010. Ahora, se tendrá que contratar plantas termoeléctricas que usan diesel, cuyo costo sabemos por dónde anda.
El ICE venía desde hace rato usando plantas movidas con diesel, en vez de emplearse la forma más barata de electricidad producida por agua. Tal práctica ha resultado ser sumamente onerosa y desde ya el ICE anuncia que la nueva decisión, ante el retraso de Pirrís, incidirá en nuevos y mayores aumentos del precio de la electricidad.
Si en la vida no se tiene opciones, no queda más alternativa que usar la única posible, pero, en cuanto a electricidad, el país ha tenido la de producir energía hidroeléctrica, de no ser por algunas y notorias cabezonadas del estado costarricense, representado tanto por el ICE como por MIRENEM y ARESEP y la Asamblea Legislativa, que la han obstaculizado últimamente.
Desde hace rato es posible que la empresa privada supla parte de la energía eléctrica que demanda el país. En su momento el ICE se opuso, tal vez obnubilado por haber firmado en el pasado otros contratos que, por su naturaleza leonina, la Contraloría frenó por inconvenientes. El ICE no contrató nuevamente con productores privados. Sus jerarcas del momento adujeron que el costo de la electricidad que debía pagarles era mayor que el que tendría si él construyera las plantas. Pero el costo de la electricidad de esas nuevas plantas del ICE (en su medición consideraba a las viejas ya depreciadas), era mayor que el de las pequeñas privadas, además de que la alternativa termoeléctrica que escogió, resultó tuvo al final de cuentas un altísimo costo de producción.
Con Alma, que literalmente nos ha puesto el agua hasta el cuello, no hay más opción que seguir usando el caro diesel. Eso sí, en su momento tal medida se tomó con el orgullo estatista de impedir que empresarios privados produjeran una oferta complementaria de electricidad. No importó que tal decisión contribuyera a la ruina y miseria de los consumidores; lo importante era que el monopolio no se viera afectado por competidores privados, aunque hasta en eso se falsificaba la verdad.
Este gobierno, en que la política energética anda manga por hombro, simplemente trasladará a los usuarios el mayor costo de su decisión, al tiempo que pone en práctica medidas de dudosa eficiencia en el control del gasto energético. Mejor haría con dedicar sus esfuerzos a que el ciudadano tenga alternativas más baratas ofrecidas por el sector privado.
Hace pocos años, una empresa nacional intentó hacer una planta hidroeléctrica que vendiera su producto al ICE (en Costa Rica la venta directa al público es casi imposible, por si se olvida). Le negaron el permiso, por lo que se fue a Panamá a hacer allá su planta. Esa electricidad producida fue luego vendida al país, por medio del ICE, que ha tenido que pagar precios superiores a los que podría haberla comprado si dicha planta se hubiera instalado aquí. ¿Verdad que dan ganas de llorar? Bueno, literalmente lo haremos cuando nos pasen las cuentas por sus torpezas.
2008-07-08-INCENTIVOS Y REALIDADES
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INCENTIVOS Y REALIDADES
La Extra, 08 de julio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 67-68.
Para entender las causas y efectos en una economía, es necesario examinar la lógica de los incentivos en ella creados, en vez de simplemente analizar las metas buscadas. A veces se dice que la ambición es causa de que en una economía haya precios altos o que la estupidez del burócrata ocasiona fallos de programas gubernamentales. Lo cierto es que muchas de esas cosas vistas como equivocadas son racionales a la luz de los incentivos que los participantes enfrentan. Los economistas, desde Adam Smith, hemos reconocido que aquellos son importantes porque la mayoría de las personas actúa más en su propio interés que para beneficiar a otros y esto último se logra en un mercado porque, al buscar su propio interés, sin pretenderlo logra el beneficio de terceros. Por ejemplo, no es por la bondad del panadero que yo tengo el pan en mi casa, sino que, por su interés propio el panadero me sirve. ¿O pensó que el mesero le da la comida para que sacie su hambre y no por las propinas o salarios que va a recibir?
Con tal visión del papel de los incentivos, podemos explicar muchas cosas. Este es el propósito en esta ocasión: referirme a algunas cosas recientes observadas a la luz de los incentivos existentes.
Un aspecto de la criminalidad en Costa Rica es la enorme cantidad de delincuentes jóvenes, quienes repetidamente aparecen, al menos en medios de prensa, como actores de serios crímenes, incluso no imaginados. Su frecuencia y su crueldad pueden explicarse por un sistema jurídico que les da un trato preferencial, comparado con el resto de la ciudadanía, en cuanto a penas por tales actos. Por ser jóvenes, éstas duran pocos años, a veces hasta se les deja fuera de las cárceles y, en general, se les favorece por el simple hecho de su menoría de edad, si bien sus crímenes son idénticamente violentos a los causados por adultos. Los partícipes de una economía toman decisiones racionales, por lo que no extraña la interpretación de que el crimen resulta de comparar los beneficios de él recibidos y los costos que impone el sistema penal. Como los costos para los criminales jóvenes son bajos, se incentiva una mayor criminalidad en población de esa edad.
El alza internacional de los combustibles ya ha empezado a dar sus efectos. Según informó RECOPE, en junio de este año las ventas de combustibles bajaron en un 5% (74.203 barriles menos) en comparación con junio del año pasado. Debe notarse que tal descenso se dio incluso antes de que el gobierno introdujera dudosas medidas restrictivas para el acceso de vehículos al centro de San José. Dicha disminución era esperable, pues el alza de los precios incentiva a la gente a reducir su consumo. Por el contrario, la limitación de acceso a San José a ciertas horas y por número de placas incentivará que, en las horas no restringidas, aumente significativamente el tránsito, lo cual compensaría la posible reducción de gasto energético en las horas reguladas.
El efecto esperado del alza en el precio de los combustibles es reducir su demanda, en tanto que lo esperable de la restricción del tránsito es un traslado de ella. Esto último lo hemos observado, pues se dan enormes presas en horas diferentes a las restringidas. Eso tendrá, para los gobernantes, un efecto no previsto: al final de cuentas enormes presas que implicarán un mayor gasto en combustible.
2008-07-15-INTERÉS PÚBLICO E INTERÉS PRIVADO
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INTERÉS PÚBLICO E INTERÉS PRIVADO
La Extra, 15 de julio del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 69-70.
En la discusión pública efectuada en torno a las medidas restrictivas del transporte impuestas por el gobierno, surge de nuevo una forma de argumentar que desde hace rato no escuchaba. Emana de algunos comentaristas de programas radiales que suelen aseverar, en apoyo a limitaciones estatales, que “el interés público está por encima del interés privado”… ¡y que eso basta!
Aquella afirmación suena razonable, si por ella se entiende que hay actividades extraordinarias en donde puede ser necesario restringir la libertad o el derecho de las personas, cuando, en función de su ejercicio, se ocasiona un claro daño general a la colectividad. Puede servir, por ejemplo, para entender lo que se conoce como “potestad de imperio” en donde se expropia una propiedad privada cuando, por su naturaleza jurídica, impide edificar una obra pública que beneficia a la colectividad como un todo. Así, es factible expropiar un terreno privado cuando por él pasa una carretera pública, pues, dada su naturaleza, podría impedir el paso eficiente de las demás personas por esa vía.
Pero, en este caso como en otros, el estado simplemente no puede, en aras del interés público, castrar un derecho privado. De hacerlo debe retribuir debidamente a la persona afectada en su derecho por el daño causado por la expropiación, además debe demostrar que tal medida era inevitable o lógica o significativamente menos onerosa comparada con que la carretera pasara por otro sitio. En tal caso es claro que el interés público está por encima del interés privado, pero se debe compensar debidamente a la persona privada por el daño ocasionado. (En nuestra historia en cierto momento el gobierno hacía tales pagos con bonos, pero como la inflación los depreciaba al pasar el tiempo, las cortes obligaron a que fueran en términos “reales”).
La primacía del interés público es menor en casos en que el estado impone restricciones a la libertad de las personas –a sus derechos- simplemente porque se le ocurre que su política es deseable, pues bien podría favorecer a algunas personas en tanto castiga a otras. Claramente, el estado no puede quitarme mi propiedad para dársela a otro individuo privado.
Tampoco hay tal primacía cuando limita mi derecho a la libre circulación en tanto beneficia a otros. Se impide que yo circule para que otros puedan hacerlo. Se me grava la gasolina que uso para “subsidiar” a quienes se mueven con diesel. Se pone un impuesto a quien usa gasolina para comerciar sus bienes, que bien podrían servir a consumidores pobres locales, a la vez que se subsidia el transporte con diesel para mover bananos que podrían terminar en el comedor de la rica consumidora Mrs. Güebis en Nueva York.
El argumento radiofónico de la primacía del interés público es una herramienta retórica para actuar en favor del interés privado de algunos en contra del interés privado de otros. Con manto hipócrita se intenta tapar que un subsidio a algunos, financiado con un impuesto a otros, altera relaciones elementales de justicia. Se afecta el principio esencial de igualdad ante la ley. Afortunadamente tenemos la protección de la independencia de poderes y las cortes harán valer los derechos de propiedad privada, de igualdad ante la ley y de equidad básica. Espero que antes lo haga nuestro poder legislativo.
2008-07-29-PREMIO A LA LIBERTAD DE ANFE
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PREMIO A LA LIBERTAD DE ANFE
La Extra, 29 de julio del 2008.
Cuando en 1978 ANFE celebró 20 años de fundada, decidió establecer su Premio a la Libertad con el objetivo de otorgar un reconocimiento cada tres años de aquellas personas físicas que en el país se hubieran caracterizado por defender la libertad. El premio consiste en una reproducción de una bella estatua diseñada por la artista costarricense Dora Lizano y, en esta oportunidad, será entregado en la actividad en que ANFE celebrará sus 50 años de existencia (casualmente dicha estatua se reproduce en el encabezado de esta columna en el Periódico La Extra).
Las personas que a la fecha han sido honradas con tal galardón son las siguientes: el periodista Manuel Formoso Peña, en 1978, el médico Fernando Trejos Escalante, en 1980, el presbítero Claudio Solano Cerdas, en 1983, el abogado Fernando Guier Esquivel, en 1986, el economista Eduardo Lizano Faith, en 1989, el abogado Rodolfo Piza Escalante, en 1992, el economista Alberto Di Mare Fuscaldo, en 1995, el abogado Fabio Fournier Jiménez, en 1998 y la filóloga Cecilia Valverde Barrenechea, en el 2001.
Después de un lapso de 3 años, ANFE se propone nombrar su nuevo Premio a la Libertad. Entre otros pocos requisitos adicionales a los arriba expuestos se requiere que el candidato al premio haya sido propuesto a ANFE por cualquier persona, quien indicará las razones que fundamentan el nombre que propone. Puede verse que resulta sumamente sencillo sugerir un nombre para tal distinción, si bien es necesario valorar adecuadamente que el candidato ganador tenga en su haber la meritoria labor de haberse destacado en la defensa de nuestras libertades. En síntesis, es una tarea delicada elegir un miembro más en la ilustre galería de ciudadanos destacados que acabamos de indicar. Esta última labor, de elegir al ganador entre los meritorios candidatos que posiblemente se presenten, le corresponde efectuarla a la Junta Directiva de ANFE en conjunto con el Consejo Consultivo de la institución. Los expresidentes de ANFE tendrán voz pero no voto en dicha decisión.
Para las personas que puedan estar interesadas en proponer candidatos para el premio de referencia, podrán remitir su propuesta a ANFE, Apartado 3577-1000 San José o bien entregarla personalmente en nuestras instalaciones ubicadas al costado Norte de la Iglesia del Sagrado Corazón en el Barrio Francisco Peralta (200 metros al oeste de la Casa Italia).
Esta es una gran ocasión para celebrar y reconocer a alguna persona física por haberse destacado en defensa de las preciadas libertadas de que hoy gozamos los ciudadanos. Es por actos de personas como los Premios a la Libertad que nuestros derechos se han visto fortalecidos con el paso del tiempo ante las amenazas permanentes y diversas de las cuales son objeto frecuente en nuestro medio. Así, pues, ¡a pensar en quién podría merecer una distinción tan honrosa como el Premio a la Libertad y sugerirnos, por favor, su nombre y virtudes para ello!
2008-08-05-GRANDES TEMAS ENERGÉTICOS
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GRANDES TEMAS ENERGÉTICOS
La Extra, 05 de agosto del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 71-72.
No hay duda que en la mente de los costarricenses en estos momentos bullen los temas relacionados con la energía. ANFE no puede sustraerse de esa inquietud y por ello ha iniciado una serie de actividades relacionadas con aspectos energéticos que sean del interés de la ciudadanía.
La primera de dichas actividades es un seminario, aptamente titulado, “Grandes Temas Energéticos de Costa Rica”, que se llevará a cabo el próximo jueves 7 de agosto en el Hotel Radisson de 4 a 8 de la noche. En dicha ocasión se contará con la participación de representantes del sector privado, concretamente de la Asociación Costarricense de Grandes Consumidores de Energía y de la Asociación Costarricense de Productores de Energía, así como del sector público, específicamente de dos de los más importantes entes estatales relacionados con la producción de energía, como son RECOPE y el ICE. Las exposiciones de ambos sectores versarán, en lo correspondiente, sobre “La situación energética mundial y la pérdida de competividad de nuestro país,” “La producción privada de electricidad,” “Oportunidades de producción eléctrica por el sector privado,” y “Potencial petrolero y de biocombustibles en Costa Rica.”
Es crucial que, en estos momentos de gran escasez mundial de energía, nuestro país amplíe su capacidad de oferta. Por ello ANFE, y en lo particular esta columna, hemos abogado por extender las posibilidades de que el sector privado nacional generador de electricidad pueda producirla y venderla, por medio de la red eléctrica nacional, a los usuarios costarricenses, partiendo de que complementa eficientemente la producción eléctrica que principalmente hoy en día lleva a cabo el ICE. El uso reciente de combustible diésel para producir electricidad en el país en estos momentos nos ha resultado ser sumamente caro para todos los consumidores nacionales, razón por la cual deben darse opciones para que el sector privado también pueda producir energía competitivamente, tanto hidroeléctrica como derivada de múltiples otras fuentes distintas de los hidrocarburos.
Asimismo, ANFE y este columnista hemos propuesto que se reinicie la exploración y desarrollo petrolero privado en la nación, en la expectativa no sólo que de que sea el país quien desarrolle potenciales depósitos dentro de su ámbito geográfico y que no que sean desaguados o extraídos como por un sifón por naciones limítrofes cercanas, sino que también los ingresos potenciales que generaría esta nueva actividad económica nos permitan adquirir una energía a la fecha costosa, como es la proveniente del petróleo.
Si Usted desea asistir a este seminario, es necesario que haga su reservación por medio de los teléfonos de ANFE 2253-4460, 2224-7350 u 8376-1947. El costo es de ¢ 5.000 y habrá un refrigerio en un intermedio. Para esta actividad se cuenta, una vez más, con el apoyo de la Fundación Naumann para la Libertad.
2008-08-12- INCENTIVANDO LA CORRUPCIÓN
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INCENTIVANDO LA CORRUPCIÓN
La Extra, 12 de agosto del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 73-74.
No hay duda que a los políticos les encanta tomar la plata que es de Usted para dársela a otros alegando que con ello se beneficia a los más pobres. Ahora el cuento es en torno a la rebaja que el gobierno ha propuesto en los impuestos al diesel y la gasolina. Pero, en vez de hacer bien las cosas, han optado por estimular la corrupción y la ineficiencia.
La recaudación que el gobierno percibe por gravámenes a los combustibles es una tajada importante de sus recursos, de manera que, ante el alza en los precios internacionales de aquellos y con el prurito de evitar que perjudique a las personas de menores ingresos, escogió reducir los impuestos que pagan el diésel y la gasolina usados en el transporte público y, para reponer lo que supuestamente deja de percibir, el Poder Ejecutivo busca que la Asamblea Legislativa ponga un gravamen del 15% sobre las transacciones de la llamada banca offshore.
Esta idea del gobierno no parece ser la más brillante, pues posiblemente no recaudará tanto como lo cree, además de que estimulará conductas que no dudamos en calificar de corruptas. Los diputados tienen muy fácil acceso a los estudios que ha realizado la Contraloría General de la República acerca de cómo el diésel subsidiado a los pescadores se revendió indebidamente a otras personas, desviándose de su propósito inicial bien intencionado. Incluso se ha mencionado que se emplea en suministrar a botes que trasiegan droga en nuestras aguas. Estos actos de corrupción lamentablemente ni siquiera se han podido sancionar, pues es difícil probar tales desvíos bien conocidos, que ocurren en muy diversos medios y formas.
Los proponentes del proyecto en un principio sólo quisieron subsidiar al diésel usado en el transporte público, lo que dejaba por fuera a taxis que emplean gasolina. Entonces, lo más fácil fue extender tal concesión a estos otros usuarios. El problema es que el diferencial de precios entre los relativamente subsidiados y quienes tendríamos que pagar los precios más altos de los combustibles –los ciudadanos comunes y corrientes- es un campo fértil para el “ordeño”, por más controles y amenazas de prisión que algún diputado bien intencionado puede proponer: Simplemente tal ordeño es muy difícil de detectar, pero “que se va a dar, se va a dar” y en grande. Nunca olviden aquello de que “en el arca abierta, hasta el justo peca”.
El tributo propuesto a la banca offshore casi no dará recursos al fisco, pues será fácil evitarlo; simplemente cambiará a lo que se conoce como banca paralela o a la banca de maletín, que ya han existido en nuestro medio por un buen rato, con lo que no tendrían que pagar el gravamen propuesto.
Finalmente, hay muchas otras formas de transporte popular que no se beneficiarán de la supuesta “bondad” estatal: los porteadores y los piratas rinden un servicio de transporte público principalmente para personas de menores ingresos, pero también es un hecho evidente que somos muchos los costarricenses de tales condiciones que usamos nuestros vehículos para ir al trabajo. Lo lógico es reducir los impuestos en algún grado sin discriminación alguna, para todos los ciudadanos. Una fragmentación arbitraria lo único que logra es un mar de chorizos que no parece tener fondo. Y todo ello gracias a nuestros bien intencionados gobernantes. Piénsenlo.
2008-08-19-POLÍTICA COMERCIAL ERRADA
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POLÍTICA COMERCIAL ERRADA
La Extra, 19 de agosto del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 75-76.
Un galardón de la economía chilena es ser el país latinoamericano que posee el mayor encadenamiento de su aparato productivo. Posee la red más amplia de enlaces entre los insumos y los productos que se generan en su economía. No es una nación que se limita sólo a producir bienes finales para exportar, sino que también domésticamente produce los diversos insumos incorporados en etapas ulteriores de la producción de un bien concreto. En Costa Rica hablamos de ello al considerarse como altamente deseable que empresas ubicadas en zonas francas, principalmente exportadoras, adquieran en el país los distintos insumos que usan para producir los bienes que exportan.
El gran logro chileno se debe esencialmente a que los aranceles aplicados a los insumos importados son los mismos con que se grava la importación de bienes finales. Y -lo más notable- ambos aranceles son muy bajos (hoy día casi se acercan a cero). Los economistas hablamos de que la protección efectiva en este caso tiende a la unidad. Por el contrario, si los aranceles a los insumos importados son relativamente elevados, mientras que el arancel al bien final es comparativamente bajo, se genera lo que se conoce como una desprotección efectiva. A la empresa doméstica los insumos le cuestan más por razones arancelarias en comparación con la empresa exportadora extranjera. Así, la primera quedará fuera en un mercado competido.
Costa Rica, en especial en el acuerdo comercial que se negocia entre Centro América y Europa, prosigue arreglos comerciales que causarán serios e indebidos daños a la producción nacional. La arbitrariedad consiste en que, para ciertos bienes finales, negocia aranceles iguales a cero o casi cero (por ejemplo, galletas y productos alimenticios, entre otros), pero, para los insumos que debe adquirir el productor doméstico de esos bienes, conserva un fuerte arancel proteccionista (ejemplos son el azúcar, leche en polvo, aceites de palma, harina de soya y otros).
El exportador (europeo) exportará a Centro América productos terminados cuyos insumos los adquiere en el mercado mundial sin pagar arancel alguno, mientras que el costarricense (o el centroamericano) deberá pagar impuestos por la importación de sus insumos que encarecen el costo del producto con el cual van a competir.
Negociaciones tan absurdas terminarán por dañar principalmente a actividades de la llamada agroindustria, pues los bienes finales de ésta entrarían sin arancel desde el exterior, en tanto que los insumos que compran las empresas costarricenses son más caros al adquirirlos domésticamente por la protección otorgada, en vez de poder hacerlo a los precios mundiales sin aranceles.
¿Qué pasará por la mente de nuestros negociadores? No son “tonticos”; al contrario, se reconocen sus conocimientos al respecto. El problema es que, de alguna manera, sus superiores les han instruido para que actúen en las negociaciones comerciales de la forma expuesta. Se ha decidido proteger a algunos grupos poderosos a costas de la posible desaparición de muchos de nuestros pequeños productores. El daño no se origina en los tratados per se, sino en que los gobernantes protegen a algunos incorporando ese privilegio y daño en los acuerdos comerciales, tal como actualmente se negocia con Europa y Centro América.
2008-09-02-LA DISTANCIA MÁS CORTA
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LA DISTANCIA MÁS CORTA
La Extra, 02 de setiembre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 77-78.
En la escuela primaria aprendí que una línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Luego supe que la excepción se daba si era la superficie de una esfera o un esferoide, tal como lo es el planeta tierra, y que, por eso, cuando los aviones volaban, por ejemplo, entre Hong Kong y Nueva York, la distancia más corta seguía una curva que pasaba por el Polo Norte. Pero, para a este mundo “plano” en que vivimos los costarricenses, las autoridades encargadas de los temas del transporte parecen haber dejado de lado u olvidado aquella regla geométrica básica.
No me refiero tan sólo a la reacción de la Ministra de Transportes, cuando un ciudadano se atrevió a señalar públicamente el problema que tienen nuestras carreteras, pues, al haber sido construidas en donde estaban las antiguas vías por las que circulaban las carretas, tenían una enorme cantidad de curvas que estimulaban los accidentes de tránsito. La respuesta ministerial fue que una causa más importante era el exceso de velocidad. Posiblemente ambos tienen razón: todo está en ver si es posible que los costarricenses podamos tener carreteras con menos curvas y que haya adecuados controles de velocidad.
Pero hay otra verdad innegable de nuestros caminos, que evidencian claros problemas y cuya solución posiblemente calmaría en algo la histeria provocada por los elevados precios de los combustibles. Me refiero al mal estado de nuestras calles, principalmente aquellas cuyo cuido está bajo la responsabilidad de esa cosa llamada “gobierno municipal o gobierno local”.
Son tantos, pero tantos, los huecos y estorbos en las vías por las que uno transita cotidianamente, que no es posible hacerlo en línea recta, sino que se debe ejercer un zigzagueo de supervivencia y de conservación de las especies vehicular y humana. Cada vez que uno, para ir de un lugar a otro, está impedido de hacerlo en línea recta, sino que debe quitarse el tiro, además de hacernos perder un tiempo valioso, provoca que el vehículo deba recorrer una mayor distancia, sino que también hace que, para poder pasar los obstáculos, se requiera aumentar la potencia del motor. Todas las maniobras que hay que hacer se traducen en un enorme y mucho mayor gasto de combustibles para todos los ciudadanos (y para el país, si así lo quieren ver), comparado con poder circular en calles civilizadas, presuntamente en línea recta (excepto, que, lógicamente, se tenga que cruzar).
La enorme incultura de mantenimiento que cunde en nuestro medio creo que tiene su máximo en la conservación de las calles, principalmente aquellas dependientes de los municipios. En lugar de “agarrar” un hueco cuando apenas empieza, las autoridades se esperan hasta que haya verdaderos y multitudinarios hoyos, para entonces poder lucirse y decir que “ya están arreglando las calles”. Pues, por el contrario, el mantenimiento humilde, pero eficaz, no les rinde beneficios de ostentación política.
En lugar de poner limitaciones absurdas al tránsito y crear subsidios onerosos que todos los costarricenses tendremos que pagar al final de cuentas, les apuesto a que nuestras facturas petroleras se verían reducidas significativamente si las autoridades encargadas de mantener nuestras calles se dedicaran a cumplir con esa obligación. Obras son amores y no buenas razones.
2008-09-09-ATENTOS ANTE PETROCARIBE
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ATENTOS ANTE PETROCARIBE
La Extra, 09 de setiembre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 79-80.
El tema de la afiliación de Costa Rica al programa del gobierno venezolano llamado Petrocaribe debe ser objeto de la atención ciudadana por diversas razones.
Petrocaribe es una línea de crédito que Venezuela otorga a los países que importen petróleo desde hace país, en tanto el precio internacional del barril de supere, creo, a los cien dólares. En apariencia tal facilidad de pago permitiría al país cancelar un 60 o 70% de sus deudas petroleras con Venezuela a un plazo de 25 años y con un interés del 1%, según anunció el Presidente Arias durante un viaje que hace por Europa, ocasión en que también alabó al Presidente Chávez de Venezuela por su “generosidad” por la ayuda que brinda a los países de la región gracias a los cuantiosos fondos que recibe por su exportación de petróleo.
Antes de comentar acerca de nuestra adhesión a Petrocaribe, tal “generosidad” me hace pensar si es que en verdad la debemos agradecer, pues es resultado de altos precios que nos cobra ese país –y otros productores- por el precio del petróleo. Mañana tendremos que alabar la “generosidad” del Banco Central si nos distribuye los enormes ingresos que percibe gracias a la inflación que éste provoca en nuestro país, la cual ya casi se acerca a un 16% este año. Con esa visión agradecida, si alguien nos sube los precios y luego nos da unas cuantas migajas, no hay que olvidar expresarle nuestras gracias por su “generosidad”.
Antes de adherirnos a Petrocaribe, los costarricenses debemos estar muy claros en cuanto a los condicionamientos y prácticas que dicho acuerdo puede traer adosados, principalmente de índole política interna y externa. No hay pelo sin sangre, dice el refrán, y conforme nos hacemos más viejos, más nos damos cuenta de la sabiduría que éste posee. En especial cuando día a día observamos al dirigente político venezolano ofreciendo platas a diestra y siniestra, en tanto se apoyen las acciones supresoras de la libertad que lleva a cabo en su país. La pregunta es muy directa: ¿Cuánto nos va a costar ese “apoyo” del gobierno de Venezuela?
Si la respuesta es positiva, también los costarricenses tendremos que definir de antemano qué hacer con los recursos que se liberarían por la forma de pago que ofrece Petrocaribe. Recuerden que no se trata de obtener petróleo a un precio menor, sino que dan facilidades de pago; en dos palabras, contraeremos una deuda. Esa liberación de fondos en el corto plazo requiere que el país haga las provisiones adecuadas para el pago de esa deuda en el momento en que se tenga que efectuar. Si el ahorro financiero del momento se dilapida en gastos corrientes o en malas inversiones, el crujir de dientes se dará al momento de pagar esas obligaciones. Tal vez una forma de evitar ese posible desperdicio sería creando un fideicomiso con los fondos ahorrados que sólo podrán dedicarse a cancelar esas obligaciones.
Y si nos echan el cuento de que los fondos “así ahorrados” se usarán en inversiones públicas, para evitar un castigo a las generaciones futuras por el consumo que en estos momentos hagamos del petróleo, hay que tener cuidado de si los burócratas tienen en mente crear otro elefante blanco alrededor de RECOPE, inversión a medias y posiblemente innecesaria y hasta nociva que le viene chimando los zapatos al gobierno desde hace ya un buen rato.
2008-09-16-LA POBREZA Y LOS NEGOCIOS
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LA POBREZA Y LOS NEGOCIOS
La Extra, 16 de setiembre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 81-82
Hace poco una importante funcionaria de la administración pública –creo que Viceministra de Vivienda- destacó algo que no debe pasar inadvertido: señaló que en el país hay 22 o 23 instituciones públicas que tienen que ver con el tema de la pobreza. Esta es una advertencia al costarricense acerca de la forma ineficiente en que se usan los recursos públicos: una plétora de instituciones de gobierno luchando contra la pobreza, pero que lo hacen desperdigadamente, casi diría que desaforadamente y sin orden alguno, sin generar los resultados que todos deseamos, porque, por el contrario, el desperdicio en el gasto público dedicado a erradicar la pobreza, más bien termina por empobrecer al país.
No me refiero al triste episodio histórico del asalto a uno de los programas presuntamente dirigidos a eliminar la pobreza, el atraco a las Asignaciones Familiares, que aún no termina su via crucis en nuestro lerdo sistema judicial. Creo que el meollo del asunto se origina en que son muchos los que viven del “problema” de la pobreza y, por lo tanto, mueven recursos públicos que, en última instancia, no benefician directamente a los pobres, sino a ellos mismos, mediante el pago de salarios, consultorías, asesorías, financiamientos de plataformas de avance o lanzamientos políticos, etcétera, entre otras formas de disfrute de esos fondos públicos.
Esa actitud es propia de los seres humanos buscando su interés propio, aunque lo disimulen con tapujos de que se trata de un verdadero altruismo. Es cierto, hay San Franciscos de Asís y Madres Teresas, para la Gloria de Dios, pero son muchos, muchos más, los que luchan por lo propio, anteponiendo sus intereses a los de los pobres que dicen defender. Recuerdo a un empresario, enemigo del excesivo gasto público, decirme que el gasto público que sí le interesaba era el que la Caja destinaba a comprar medicinas. Pero, él era un connotado proveedor de ellas. Al menos, como lo es, mostró ser honesto: le interesaba el gasto público que beneficiara sus propios intereses. Y si de ello se originaba un beneficio “social”, me imagino que, ¡en buena hora!
No hay que hurgar en “escándalos” recientes para darnos cuenta de que, en nombre de los pobres, no importó que los recursos de los costarricenses se desviaran en beneficio de los “cruzados” contra la pobreza. No importó pasar una noche compartiendo las migajas y la miseria que asola a muchos hogares, si ello se traducía en un beneficio político. Era más importante que acólitos y partidarios se beneficiaran con contratos mediando recursos públicos, si a la vez servía para acallar conciencias y, sobre todo, para maquillar las verdaderas intenciones de burócratas avivatos.
Algo bueno podría hacer la Contraloría al respecto. El señalamiento de la Viceministra indica una verdadera diseminación de responsabilidades y funciones en la administración pública en la lucha contra la pobreza. Tal piltrafa debe terminar, pues siempre se presentarán caballeros blancos luchadores contra la miseria externa, pero con un alma ennegrecida por una ambición política desproporcionada. Es necesario conciliar el interés propio de los burócratas y políticos de turno con lo que desea nuestra sociedad: certeza en la lucha para que los pobres puedan mejorar sus condiciones de vida.
2008-09-23-RESPONSABILIDAD DEL EXTRANJERO
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RESPONSABILIDAD DEL EXTRANJERO
La Extra, 23 de setiembre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 83-84.
Para los que no se acuerdan tal vez no vale la pena traerlo de nuevo a colación, pero para las generaciones jóvenes es necesario recordarles la manipulación que los políticos domésticos suelen hacer de acontecimientos e influencias externas, para justificar errores que suelen cometer. Me refiero a cómo, allá por los ochentas, la administración Carazo insistía en que la debacle en que sumió al país se debía a las influencias externas, para no apechugar con la responsabilidad que le cabía por su mal manejo monetario.
En días recientes observo algo parecido: cómo las autoridades del Banco Central intentan soslayar su responsabilidad por sus malas políticas económicas y atribuyen los males que experimentamos a algo etéreo proveniente del extranjero.
Años atrás el Banco Central alegó que la “excesiva” dolarización de Costa Rica le impedía seguir una política monetaria que controlara la inflación, lo cual era su responsabilidad. Con el contubernio del Fondo Monetario impulsó que los costarricenses se “desdolarizaran” y que volvieran a usar el colón en sus intercambios. Pero, ante una gran entrada de divisas, el Banco Central impidió que se revalorizara el colón, en parte reduciendo artificialmente los intereses que aquí se pagaban. Después alegó que no permitió la revaluación para proteger al exportador, aunque castigó el valor de la mano de obra nacional denominada en colones. Esa protección se dio cuando el Banco Central compró el exceso de divisas que entraba al país para impedir la revaloración del colón y más bien le pidió a los costarricenses que “gastaran” esas divisas en exceso, para poder contener la creación de dinero excesiva a que esa política le obligaba.
Eso provocó una enorme inflación que aún hoy estamos sufriendo, la cual ha pretendido justificarla como algo “importado” proveniente del exterior y no como resultado de esa gran expansión monetaria. El alza en el petróleo y en granos básicos no provoca inflación, en tanto el Banco Central no la monetice, como fue lo que hizo.
A futuro el Banco tiene ya otra escusa para eludir su responsabilidad y endilgarla al “extranjero”. En el pasado el Banco estimuló violentamente el consumo interno y el desahorro, con tasas de interés reales negativas y con un colón, en su momento, subvaluado. Ahora que se ve obligado a subir las tasas de interés y que el colón se devalúa, nos encontramos en vísperas de que estalle esa burbuja. Ahora alega que se debe realizar un “aterrizaje suave”, pues, según su presidente, el Banco desea que la economía se desacelere por las consecuencias negativas de un crecimiento previo tan elevado. ¡Qué bonito! Primero expandieron la economía, se estimuló un consumo excesivo y se castigó al ahorro y ahora, ante la inminente realidad, en vez de asumir su responsabilidad, más bien se jacta de que corrigen las cosas, pero fue por algo que el mismo Banco provocó.
Cuando el día del juicio se presente por el desaguisado monetario, el Banco lo atribuirá a los problemas financieros de Estados Unidos, pero sepan que ya no nos tragamos ese cuento tan viejo. El enredo crediticio, el alza de tasas de interés artificialmente reducidas y la vuelta a dolarizar por los ciudadanos son creaturas de este Banco Central, por más que pretenda endosárselo a la economía mundial.
2008-09-30-LA IMPORTANCIA DE LA COMPETENCIA
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LA IMPORTANCIA DE LA COMPETENCIA
La Extra, 30 de setiembre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 85-86.
La gente no suele valorar la libertad sino cuando la pierden. Eso explica que no sean muchos los que se comprometen a luchar por defenderla. Puede ser porque, si bien está presente, siempre la han dado por un hecho. Así sucede con el aprecio a la competencia: sólo cuando se tiene que escoger, se le estima. Normalmente, al elegir, una persona escoge entre opciones, pero no piensa en la virtud de que exista; simplemente lo hace sin pensar. Sin embargo, en una situación concreta en la que debe tomar una decisión clara, que incluso le aleja de una elección previa, es que la persona valora la posibilidad de escoger.
Esa valoración suele ser positiva: aprecia la dicha de poder escoger y de no verse obligado a consumir, adquirir un bien o utilizar un servicio, sin que medie la posibilidad de optar porque otro pueda satisfacer mejor sus deseos. Así los costarricenses siempre hemos estado prestos a escoger entre varias alternativas político-partidistas y por ello es que uno de sea que, algún día, el chinito pueda escoger entre el partido comunista y otro que le dé la gana. Sólo bajo una forma de sumisión –intolerable para mí- lo normal sería simplemente consumir el bien o servicio, sin haber podido escoger lo que más le conviene a mis intereses.
La importancia de la competencia se me hizo evidente cuando, ante dificultades con el Banco Nacional para reconocer mi firma allí registrada –posiblemente bien justificadas, dada mi edad- acudí al servicio al cliente en su sucursal bancaria cerca de la Corte en San José.
Después de hora y media en espera de ser atendido y de observar cómo, gracias a un ineficiente sistema electrónico, se adelantaba a personas que habían ingresado posteriormente, alcé mi voz en protesta por el desprecio y la falta de orden en la atención. De inmediato el burócrata, sorprendido porque este viejillo no “aguantaba carga,” pidió ayuda al vigilante para acallar a quien le increpaba por el mal servicio que ese Banco daba. El vigilante, que me pareció como de dos metros y medio y con una enorme arma en sus manos, acudió a silenciar a este protestante por el mal trato. Le hice ver mis derechos como cliente, como ciudadano y como persona y, por dicha, el asunto no pasó a más.
Rato después, una amable persona que atendía a la clientela me indicó que el problema era que el Banco tomó la decisión de que las personas “importantes” pasarían primero y que posiblemente yo, quien no tenía carnet preferencial, era la víctima de turno de esa discriminación odiosa.
El gerente general del Banco Nacional podría darse una “vueltita” por su sucursal y, sin que se le reconozca como alguien importante, podría descansar un buen rato en la enorme fila de espera, olvidando así sus preocupaciones por el alza en las tasas de interés decidida por el Banco Central, que ha puesto en riesgo la recuperación de sus numerosos préstamos y que ha provocado cuantiosas pérdidas financieras –aún no reconocidas en sus estados- por la caída en los precios de los valores gubernamentales.
Yo, por mi parte, basado en la importancia de la competencia, he decidido irme a otro banco, en donde se me trate como a una persona o un cliente importante; esto es, que sea tratado como un igual y no de segunda categoría en lo que a filas se refiere.
2008-10-07-INVITACION PÚBLICA DE LA ANFE
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INVITACION PÚBLICA DE LA ANFE
La Extra, 07 de octubre del 2008.
El martes 28 de octubre ANFE celebrará 50 años de haber sido fundada. Para ello ha organizado el seminario titulado “Amenazas a la Democracia y la Libertad en América Latina,” tema de enorme trascendencia para todos, pues bien podría estar en juego la forma que nosotros hemos escogido para vivir en sociedad.
Cuando ANFE se fundó hace 50 años, uno de sus propósitos fue la defensa de la libertad en todos sus sentidos, así como del orden democrático. Hoy podemos decir con preocupación que en América Latina se han desatado fuerzas caracterizadas por hacer uso de los instrumentos políticos que la democracia ofrece, para ascender al poder y luego, desde allí, restringir la libertad de las personas.
Con el apoyo de la Fundación Friedrich Naumann y de RELIAL, ANFE ha organizado la actividad citada, para la cual contará con una exposición del Dr. Plinio Apuleyo Mendoza, destacado pensador y escritor colombiano, politólogo de la Universidad de la Sorbona de París, quien en 1979 obtuvo el Premio Plaza y Janés con el libro “Años de Fuga.” Coautor con Carlos Alberto Montaner y Alvaro Vargas Llosa de “El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano,” luego ampliado como “El Regreso del Idiota,” desnuda las prácticas ilusas de los populistas en América Latina. También es autor de los libros “Aquellos Tiempos con Gabo,” “Nuestros Pintores en París,” entre otros.
También expondrá Dr. Carlos Sabino, sociólogo y economista argentino, hoy profesor de esas materias y de historia en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Entre sus publicaciones destacan “De Cómo un Estado Rico Nos Llevó a la Pobreza,” “El Fracaso del Intervencionismo: Apertura y Libre Mercado en América Latina,” y “Todos Nos Equivocamos,” en que narra su evolución personal desde el intervencionismo y el estatismo hacia la libertad.
Asimismo, habrá una exposición del Dr. Oscar Alvarez Araya, representante en Costa Rica de la Red Latinoamericana del Movimiento Mundial para la Democracia y autor de los libros “Pensamiento Humanista Centroamericano,” “Pensamientos de Fin de Siglo,” “América Central: Del Conflicto a la Negociación y el Consenso,” entre muchos otros.
Otro expositor es el Premio a la Libertad 2008 de ANFE, Dr. Jaime Gutiérrez Góngora, autor de los libros, “Cómo las Democracias Pierden la Paz,” Libertad de Prensa y Seguridad Nacional, “Progreso y Seguridad,” y próximos a salir “Palabras Adulteradas: Violencia, Paz, Defensa y Fuerza,” y “La Solitaria Lucha de Churchill por la Paz,” además de ser columnista en medios de prensa nacionales y extranjeros.
Finalmente, otros expositores serán el conocido abogado, economista y columnista, Dr. Jorge Guardia, ex Presidente de ANFE y el actual Presidente de la institución, Dr. Jorge Corrales.
La actividad es gratuita (incluido el almuerzo) y abierta al público. Se realizará el martes 28 de octubre de 8 a 3 p. m. en el Country Club y tan sólo se requiere, dado el cupo limitado, reservar en los teléfonos de ANFE 2253-4460, 2224-7350 u 8376-1947, o por el fax 2253-4497 o a la dirección electrónica anfe@anfe.or.cr
2008-10-14-DEMOCRACIA Y LIBERTAD EN JUEGO
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DEMOCRACIA Y LIBERTAD EN JUEGO
La Extra, 14 de octubre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 87-88.
La recomendación original no fue de don Luis Alberto Monge, cuando dijo algo como que la democracia era una especie de planta, que requería de mucho cuidado para sobrevivir. Ojalá que él mismo no olvide lo que una vez dijo, pero lo cierto es que en estos momentos todo perfila hacia la necesidad de renovar el cuidado de ese espécimen político tan valioso: la democracia es muy escasa en el mundo y ciertamente muy frágil.
En América Latina el principio que conforma una democracia liberal está en juego. Me refiero a nuestro derecho a que se respeten la dignidad humana, la vida, la libertad religiosa, política, económica, de asociación y de expresión. En síntesis, un conjunto de salvaguardas contra el poder tiránico y arbitrario potencial del estado. Los liberales pensamos que la democracia es el mejor sistema posible para cambiar gobernantes sin mediar la violencia. No hay democracia si existe un partido político único ni tampoco en que una mayoría pueda conculcar, por simple mayoría de votos, nuestros derechos básicos. Hablamos de una democracia liberal cuando el poder descansa en el pueblo y en donde se garantizan los derechos humanos fundamentales. Y para refrenar los apetitos del estado, con Montesquieu, hemos abrazado la idea de la separación de los poderes públicos.
Este sistema está en peligro en América Latina pues, astutamente, las fuerzas populistas fascistoides han hecho uso de la democracia en cuanto decisión mayoritaria para elegir a un gobierno. Pero, una vez en el poder, empiezan a eliminar las libertades y los derechos de las personas. Basados en la premisa básica liberal, de que el poder reside en el pueblo, se ha elegido a ciertos políticos quienes luego transforman el sistema libre que los eligió, haciendo un mamotreto de la idea de una democracia liberal. Estos erosionan el respeto esencial a los derechos fundamentales del hombre, a la igualdad ante la ley, a la libertad de los individuos, a la propiedad y al libre mercado.
Les hablo de los Castros, los Hugo Chávez, los Evos, los Ortegas y los Correas. Estos ven como algo natural la expansión indefinida del poder estatal y para ello han logrado cambiar sus constituciones nacionales para adaptarlas a sus visiones populistas fascistoides, principalmente buscando reelegirse casi sin límite de tiempo alguno, pues, como iluminados fascistas, consideran que su liderazgo sustituye a un obsoleto sistema político democrático de frenos y contrapesos. Estos líderes de nuevo cuño viven y provocan crisis permanentes en sus países y en la región para justificar su papel de hombres indispensables y sin intermediarios ente ellos y la nación. Por eso buscan que haya tan sólo un partido –único- que apoye su labor mesiánica. Es el fascismo de nueva ola, un nuevo socialismo, como se jactan de llamarlo, el que hoy recorre el continente y ante el cual ya estamos advertidos.
En ocasión de celebrar 50 años de defensa de la libertad, ANFE ha organizado el seminario “Amenazas a la libertad y la democracia en América Latina,” en una actividad gratuita (incluido el almuerzo) y abierta al público. Será el martes 28 de octubre de 8 a 3 p. m. en el Country Club y tan sólo se requiere, dado el cupo limitado, reservar en los teléfonos de ANFE 2253-4460, 2224-7350 u 8376-1947, o por el fax 2253-4497.
2008-10-21-PACIENCIA FRANCISCANA
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PACIENCIA FRANCISCANA
La Extra, 21 de octubre del 2008. Reproducido en el libro de Carlos Federico Smith, “Políticamente Incorrecto”, 2009, p. p. 89-90.
El tiempo se agota y el Congreso de Costa Rica no aprueba el Tratado de Libre Comercio que el país firmó ya hace mucho, pero mucho, tiempo. Como buenos vecinos, los restantes países de Centro América y los Estados Unidos, con paciencia franciscana, nos han dado plazo, una y otra vez, para que los diputados cumplan con la voluntad expresada por los costarricenses mediante un referendo que ya parece historia antigua, por el tiempo que ha pasado y que los diputados lo han desperdiciado al aún no aprobarlo.
Es cierto que ha habido algunos problemas de último momento, como la decisión de la Sala Constitucional que desaprobó la última ley requerida para que el Congreso aprobara el TLC, pues no se consultó a los indígenas del país. Hay razones de sobra más importantes para el bienestar del ciudadano que el velar por ese incumplimiento, pero como la Sala IV es la última voluntad y con veto en este país y para evitar ser visto como un díscolo que promuevo la desobediencia de la ley, no voy a promover que dicha Sala sea extinguida. Ultimamente noto que tiene tanto poder y que cada vez lo ejercita de manera más extendida, que me hace pensar, como a muchos costarricenses, que el verdadero gobierno en Costa Rica es la Sala IV. Los otros poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y no se si poner al Judicial, dado que esa Sala forma parte de él, están pegados en la pared.
Aparte de eso, es muy clara la actitud obstruccionista del Partido Acción Ciudadana (PAC) para que no se apruebe el TLC y, en especial, de Ottón Solís, quien con tal de dar la apariencia de ser un dirigente iluminado, lo que está mostrando es su pretensión de convertirse convertirse, auto-ungido, en el intérprete de una supuesta alma ciudadana que él cree representar. Aquí es donde me duele el alma: al ver a tantas señoras, trabajadoras de las maquiladoras, quienes con dicho empleo han podido ir sacando adelante sus hogares, pues sus hijos suelen depender de ese ingreso, y que ahora, ante la falta de la aprobación del TLC, no están seguras de conservarlo en estos momentos tan difíciles de la economía. Las admiro por no lanzarse a la calle y protestar ante los supuestos líderes populares quienes, por ideología, por no dar el brazo a torcer ante la derrota que el pueblo les propinó por su NO a todo, hoy día impiden politiqueramente que al fin se apruebe el TLC. Tal actitud es casi criminal, pues con ella dañan a los trabajadores más humildes del país, cuya paciencia es tan franciscana, si no más, que la tenida por los otros países firmantes del TLC.
Esos mismos politiquillos, con los dientes bien cerrados y con el ceño fruncido, se atreven a promover el proteccionismo, que cerrará empresas, que nos empobrecerá, pero eso es lo que calza con sus ambiciones políticas ilimitadas. El costarricense castigará políticamente a esos falsos líderes. Allá estos lidercitos de pacotilla con su conciencia, pues ya el país los va conociendo.
Me permito recordarles a los lectores que ANFE ha organizado el seminario “Amenazas a la libertad y la democracia en América Latina,” actividad gratuita (incluido el almuerzo) que se celebrará el martes 28 de octubre de 8 a 3 p. m. en el Country Club. Todavía hay cupo, pero es necesario reservar en los teléfonos de ANFE 2253-4460, 2224-7350 u 8376-1947, o por el fax 2253-4497.