TODO O CASI TODO VA A SUBIR
QUE TODO O CASI TODO VA A SUBIR, VA A VERLO USTED
Por Jorge Corrales Quesada
Reconozco el esfuerzo del Banco Central para contener inconvenientes presiones inflacionarias en el país. Sin embargo, parecía cuestión de tiempo para que tan dañino fenómeno se presentara. Se anuncian importantes alzas en productos claves, que, sin duda, incidirán en fuertes impactos negativos en presupuestos familiares, de empresas y de todo el mundo. Mucho del daño irá más allá del alza del producto o servicio, pues constituyen insumos de producción cuyo aumento se trasladará al consumidor.
Es grave el enorme aumento ya anunciado para el 22 de marzo en los precios de los combustibles. Esta primera alza elevará en un 17.8% el precio del litro de la súper, que aumentará a ¢724. La plus sufrirá un porcentaje igual de incremento y costará ¢706. El diésel tendrá uno del 12.7% y llegará a costar ¢645. La segunda alza, anunciada para mediados de abril, aumentará el precio de la súper en un 3% adicional, pues ascenderá a ¢746 el litro. La plus costará otro 4% más, llegando a ¢735. El diésel sufrirá un incremento nuevo de un 3.4%, llevando el precio a ¢667 el litro.
Este generalizado mayor costo del transporte se reflejará en un aumento de múltiples bienes y servicios, más allá de los directamente afectados, como buses, trenes y taxis. Sólo los buses sufrirán alzas de un 75% y el tren de casi un 40%.
También se anunció un nuevo aumento en la electricidad. Hace poco había subido un 6% y ahora planean uno más del 11%. El impacto sobre los costos de producción ha sido desnudado por la Cámara de Industrias, quien afirmó que la electricidad, además de este último incremento, ha subido cerca de un 100% en los últimos años. El mayor costo inevitablemente será trasladado a los consumidores.
Si cree que hasta aquí llegó el alza en los precios de los servicios públicos, amárrense, pues aquí les va el aumento del agua y del alcantarillado. En los próximos meses el alza esperada del agua podría ser de hasta un 123%. ¡Casi nada! El costo por los servicios de alcantarillado que cobra el A y A, en algunos casos aumentará hasta en un 530%, pues pasará de ¢1207 a ¢7603 mensuales.
Si piensan que son sólo estas tarifas, pues se equivocan. Las que se cobran por el uso del aeropuerto Juan Santamaría podrían aumentar entre un 2 y un 113%, dependiendo de ciertas categorías. Las cobradas en los muelles de Limón y Moín se están valorando aumentos entre el 10 y el 21%, que sin duda incidirán en el costo de las importaciones y las exportaciones del país. ¡Ya lo sufriremos! (Esperen los aumentos en los cobros de servicios que hace el Sistema Nacional de Salud Animal-SENASA)…
Todos estos aumentos elevarán los precios internos y, en consecuencia, afectarán negativamente los ingresos reales de las familias. El paquete tributario, que conlleva otras fuertes alzas en costos y disminución de los salarios reales y de los ingresos familiares, no podrá ser aprobado, sino hasta que la Sala Cuarta resuelva una serie de recursos muy bien fundamentados, que ha acogido para su estudio. Debemos estar pidiéndole a Dios que finalmente no llegue a aprobarse. Por el momento, nos salva de mayores daños al presupuesto de nuestros hogares. Ottón celebró con sus diputados la aprobación del paquete liberacionista en la primera votación. Ojalá que el resto de la ciudadanía pueda celebrar con similar alegría su rechazo en la Sala Constitucional.
Publicado en La Extra el 20 de marzo del 2012.
