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Boletín ANFE

11-08 Lo bueno y lo malo en ARESEP

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Este artículo fue publicado en el Boletín de ANFE de Agosto del 2011

11-08 LO BUENO Y LO MALO EN ARESEP


Por Jorge Corrales Quesada*

Las actuaciones recientes de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP) siguen dando de qué hablar. A ello me refiero en esta oportunidad, dado el papel protagónico de esa entidad estatal en diversos asuntos que no cesan de tener vigencia.

Lo mejor que puede haber hecho la ARESEP en tiempos recientes es ordenar un trámite interno para reducir, a finales de agosto, el precio de los combustibles. Si ello se hubiera debido a un descenso en su precio internacional, tal vez la noticia sería de simple rutina, pero en esta ocasión resulta de una denuncia pública de que el monopolio de RECOPE había sobrecargado los precios, en prejuicio de los consumidores. Esto es, que el monopolio presentaba excedentes al cerrar el año producidos por un exceso de las tarifas, que la misma ARESEP había autorizado, cobrar a los usuarios. Esta maniobra ya la había demostrado públicamente el acucioso exregulador general, don Leonel Fonseca.

Afortunadamente, en esta ocasión la ARESEP se movió rápidamente y está dispuesta a pone en orden el desaguisado, ordenando restituir al consumidor el precio cobrado de más, con lo cual se espera que las gasolinas, el diesel, así como el gas licuado, se reducirán cada uno en alrededor de 63 colones.

Lo más interesante de la decisión de ARESEP es que dicha reducción se origina en que, del total que de excedentes de RECOPE por cerca de ¢65 mil millones, ¢35.5 miles de millones provienen del sobreprecio cobrado y los restantes ¢26.5 miles de millones se debe a impuestos que el Ministerio de Hacienda le retuvo a RECOPE, medida que, a juicio de ARESEP, es indebida porque RECOPE supuestamente no tiene fines de lucro. Esto último muestra varias cosas: Primero, la angurria del Ministerio de Hacienda por agarrar plata de donde sea (los ciudadanos estamos haciendo fila para el paquetazo), aún cuando sea ilegal, según nos lo dice ARESEP.

En segundo lugar, que se diga RECOPE no tiene fines de lucro, me parece que desnuda una paradoja que ha mostrado a plenitud, pues precisamente lo que ha hecho es actuar como buen monopolista, extrayendo el excedente que pueda de parte de los consumidores. En tercer lugar, el día de mañana se podría utilizar este tipo de argumentación para que también a los bancos estatales y el INS se les considere como entidades sin fines de lucro y, por tanto, no deberían de pagar el impuesto sobre la renta.

Puede que el señalamiento de ARSEP sea el correcto, ante lo cual habrá que esperar al día en que haya competencia privada en la importación y refinación -esto es, competencia privada para RECOPE- para que todos tengan que pagar el impuesto sobre la renta.
En todo caso, la actuación de la ARESEP, al poner orden en la política de precios de RECOPE y tratar de limitar su poder monopólico en justo beneficio de los consumidores, es una buena noticia.

Ahora lo malo. ARESEP alquiló un nuevo edificio, con un espacio utilizable similar al anterior, lo remodeló con el lujo usual, se alejó y aisló de la mayoría de los usuarios que acudían a sus anteriores instalaciones en las cercanías de La Sabana al trasladarse a Santa Ana (lugar de moda para entidades financieras, ¡qué caché!) y, sobre todo, ahora gasta una jugosa suma mensual por alquileres de, según me han dicho, alrededor de $125.000 (cerca de ¢62.5 millones) al mes. Como diciendo “esta mula es mi macho”, la ARESEP se trasladó e ignoraron numerosos cuestionamientos que, por tal decisión, distintos medios le hicieron. Tranquilos, ahora sólo tratan de que pase el tiempo y que los ticos “majes” pronto lo olviden. El hecho es que no explicaron claramente a la ciudadanía del por qué de tal decisión, aún cuando se trate del uso de fondos públicos.

Esa estrategia, de dejar que las cosas pasen, ha estado presente en la reciente decisión tomada por ARESEP, de aumentar los salarios de los “mal pagados” altos funcionarios de la entidad. Ese aumento, cercano a un 10%, probablemente eleve algunos salarios mensuales a 5 o 6 millones, lo cual servirá de acicate para que funcionarios equivalentes en otras entidades del estado se vean estimulados para pedir que se les pague lo mismo ¿o tal vez un poquito más? Ya vemos cómo en el INS se aprobaron recientemente otros aumentos salariales, que los acercan a lo que van ahora a ganar en la ARESEP.

Aunque doña Laura nos haya dicho que frenará el aumento en los gastos corrientes y principalmente en las remuneraciones de altos funcionarios en el sector público, en especial a la luz de la próxima ejecución tributaria que en la Asamblea Legislativa se planea contra la ciudadanía, por medio de un paquete tributario presentado ante ella por el Poder Ejecutivo, parece que a la Presidenta ciertos funcionarios gubernamentales no le quieren hacer caso, ¿o será que doña Laura dijo eso para salir del apuro, engañando a los ilusos quienes creímos que efectivamente frenaría en algo el excesivo gasto estatal?

Como reina el silencio acerca del aumento salarial de los altos jerarcas de la ARESEP, debo creer que todo está consumado, que el aumento a los “porecitos” burócratas va y que el esfuerzo firme para reducir el gasto público que nos había dicha Doña Laura, era simplemente pura paja.

*Jorge Corrales Quesada es ex presidente de ANFE. Este comentario fue originalmente publicado en el sitio de ASOJOD el martes 05 de julio del 2011.

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