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11-04 Responsabilidades públicas y funcionarios esquivos

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Este artículo fue publicado en el Boletín de ANFE de Abril del 2011

11-04 RESPONSABILIDADES PÚBLICAS Y FUNCIONARIOS ESQUIVOS

Por Federico Malavassi Calvo*


Es injusto quedarse callado cuando hay que precisar la información. Yo no quiero pecar por silencio.

Cuando se construyó la carretera (calle o trocha o como se pueda llamar) a Caldera, varios funcionarios públicos actuaron de manera inaceptable.

La supervisora inicial fue objeto de persecución y acoso por empezar a presentar no conformidades. Ello es verificable y cierto. Los funcionarios públicos ahora aducen que la supervisora no cumplía y básicamente señalan que no tenía suficientes recursos. Sin embargo, estos funcionarios dejan de lado que luego de años de tener parado el proyecto, lo hicieron arrancar incluso con la ayuda de la supervisora (que ahora dicen objetar) indicándole que era una urgencia y que no se preocupara. También mencionan estos funcionarios que la supervisora no tenía regente ambiental, sin aceptar que al dejar años abandonado el proyecto, el Estado fue el culpable de que se le desarmara la propuesta a la supervisora. Tampoco reconocen que inexplicablemente fueron los mismos funcionarios públicos quienes rechazaron una y otra vez a las personas propuestas para regentes ambientales de la supervisora.
Por supuesto que se quedan callados ante el hecho de que las no conformidades de la supervisora llegaban a cientos. Tampoco mencionarán que removieron a la supervisora por exceso de celo (y no por falta de supervisión).

De igual manera, estos funcionarios apurados en inaugurar una obra mal hecha, tampoco se referirán al hecho de que la supervisora removida denunció las graves faltas en materia ambiental en que incurrió la constructora y concesionaria. No hablarán de la gestión de la supervisora ante Setena, denunciando los daños, valorando su repercusión, solicitando medidas cautelares y exigiendo atención al respecto.

Ahora se harán los tontos en relación con hechos que sí conocieron y respecto de los cuales se les informó por parte de la supervisora: contaminación de ríos, afectación del acuífero Barva, mala disposición de material y daños ambientales. Para cualquier observador objetivo más bien resultará claro que la supervisora fue removida por supervisar, por denunciar, por insistir en los problemas, por no quedarse callada y por ser incómoda.

Por eso no puedo quedarme callado. Porque no todos deben ir al mismo saco. Porque algunos funcionarios y exfuncionarios, que creen que peor es nada, tuvieron la oportunidad de parar algo mal hecho, de hacer las correcciones a tiempo y de actuar bien porque tenían la información útil en tiempo y, en cambio, prefirieron remover a la supervisora y hacerse de la vista gorda y, además ahora, quieren meter en su mismo saco obsecuente a la incómoda supervisora que sí denunció oportunamente los daños y problemas.

Esa es la verdad.
*Federico Malavassi C. es ex Presidente de ANFE. Este comentario apareció originalmente en La Prensa Libre del martes 29 de marzo del 2011.

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Actualizado 02/08/2011 a las 14:23 por Boletín ANFE

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