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Boletín ANFE

10-02 Sintrajap, coerción y violencia

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10-02 SINTRAJAP, COERCIÓN Y VIOLENCIA

Por Luis E. Loría *

Los problemas relacionados con la competitividad del país producto de la actual gestión de los puertos del Atlántico no son un problema de falta de dinero, nada más; se requiere migrar hacia un modelo de gestión de clase mundial. Esa es una de las principales conclusiones del estudio “Los puertos del Atlántico y la Competitividad de Costa Rica”, elaborado por el autor y publicado, en septiembre de 2009, por la Fundación Caatec (disponible en: http://www.caatec.org/sitio1/publicaciones/caatec-puertos-atlantico.pdf).

Actualmente, los puertos del Atlántico se caracterizan por ser coadministrados entre las autoridades de Japdeva y Sintrajap, lo cual ha generado toda una serie de distorsiones en la eficiente administración de los puertos, convirtiéndose así en una barrera al comercio y un obstáculo para el desarrollo de la provincia de Limón y de toda Costa Rica.

De acuerdo con el estudio, durante los últimos 35 años, los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) han promovido innumerables interrupciones a los servicios portuarios para forzar negociaciones bajo presión, logrando con ello beneficios y privilegios durante dicho lapso. Estos beneficios se encuentran bien documentados, con base en información oficial y verificable de Japdeva , en el trabajo de Caatec.

El trabajo pone en evidencia cómo los paros, huelgas y tortuguismo en los puertos del Atlántico, promovidos por dirigentes sindicales de Sintrajap, se llegaron a convertir en una práctica común. Como se detalla en la sección 6., entre los años 2003 y 2008, fue posible documentar 21 eventos de este tipo que acumularon 69 días y 10 horas de trastornos en los servicios portuarios de los puertos de Limón y Moín, un promedio de 11 días y 14 horas por año. A esas interrupciones extraordinarias, se le deben sumar los 8 días y medio por año de cierre de puertos, mencionados en el párrafo anterior, para llegar a un total de aproximadamente 20 días hábiles de interrupción de actividades por año. Esta situación contrasta negativamente con la operación normal de los puertos en el resto del mundo, donde se trabaja 24 horas al día los 365 días del año.

El secuestro del Ministerio de Trabajo por parte de la cúpula de Sintrajap —con el apoyo de otros sindicatos— es un ejemplo más de que no es razonable apelar a la moderación y el sentido común de los miembros de la cúpula sindical para que no actúen en contra de los intereses del país. Por el contrario, nuevamente, recurren a la coerción y la violencia para impulsar sus intereses particulares. Cómo bien lo señalara Friedrich A. Hayek, Premio Nobel de Economía, en The Constitution of Liberty (1960):

“…[H]emos alcanzado un estado en el que ellos [los sindicatos] se han convertido en instituciones especialmente privilegiadas a las cuales las reglas generales de la ley no aplican. Se han convertido en la única instancia importante en la que los gobiernos notablemente fallan en su función principal —la prevención de la coerción y la violencia.”

*Loría es miembro de la Junta Directiva de ANFE y este comentario apreció originalmente en el diario La Extra del 30 de enero del 2010.

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