PDA

Ver la Versión Completa : MICHAEL J. DOUMA- EN TODO CASO QUÉ ES ESO DE INFLACIÓN



Jorge Corrales Quesada
18/02/2022, 09:21
EN TODO CASO, ¿QUÉ ES ESO DE INFLACIÓN?

Por Michael J. Douma
American Institute for Economic Research
25 de enero del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es michael j. douma american institute for economic research inflation, January 25, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Los argumentos acerca de la inflación no son nada nuevos. En la mayor parte de la historia del término, inflación no significaba precios crecientes sino, más bien, los precios crecientes era una de las consecuencias de la inflación. El debate lingüístico puede parecer arcano o innecesario, pero, cómo usamos las palabras importa, y para economistas con teorías edificadas sobre tales palabras, ningún debate acerca de una palabra es tan importante como el debate acerca del significado de inflación.

Por supuesto, luchar acerca de si la definición aceptada, incluso pública, de inflación no tiene importancia real acerca de si cierta teoría de la inflación es correcta o no. Pero, cómo definimos inflación importa significativamente al dar forma al discurso político acerca de la economía.

Si inflación se define sólo como aumento general en los precios, uno podría decir que diversos factores como especulación o velocidad del dinero podrían ser responsables de la inflación. Sin embargo, si inflación se define como un aumento en la oferta de dinero, puede ser más fácil conceptualizar la conexión entre políticas monetarias expansionistas y precios crecientes. En resumen, cómo definimos inflación influye en si culpamos a los mercados o la política monetaria por los precios crecientes que estamos viendo ahora.

Desde mediados del siglo XIX, cuando la palabra inflación se usó por primera vez para referirse al fenómeno económico, los economistas han estado en desacuerdo acerca de su significado. La inflación económica en el siglo XIX por lo general se refería a dos cosas: (1) crecimiento de la oferta de dinero, en particular por medio de la impresión de papel moneda, y (2) expansión económica artificial (una burbuja, o un período de crecimiento no sostenible).

En aquel entonces, a menudo los estadounidenses asociaban el aumento en la oferta de dinero con una expansión artificial e implosión y depresión al final. Un contribuyente del Indiana Herald en 1862 advirtió que, a menos que “la inflación actual… se frene, tendremos una expansión, y una caída que, comparadas con la quiebra de los bancos Wild Cat en Indiana e Illinois, que casi quebró a la gente del Oeste, son simples burbujas especulativas.”

Fue menos frecuente que los estadounidenses del siglo XIX hablaran de inflación de precios, y, cuando lo hicieron, casi siempre era mencionada en conexión con inflación por el papel moneda. Si bien el término “inflación de precios” ha estado dando vueltas desde el siglo XIX, siempre fue un poco de enredo lingüístico ̶ una metáfora mezclada de objetos que se expanden o se inflan, y precios; esto, es, números, que pueden aumentar o disminuir, pero que en si no pueden expandirse o contraerse.

La definición moderna de inflación como “un aumento general en los precios” no llegó a ser dominante sino hasta los años sesenta, después de décadas de debates que nos trajeron una proliferación de diferentes tipos de inflación, como inflación por “presión de costos” o por “presión de demanda.” A esta definición se arribó, parcialmente, para simplificar el asunto, debido a que la forma más frecuente de medir la inflación era por el alza en los precios. Pero, luego, la medición se convirtió en la cosa en sí; un alza en los precios llegó a definirse como inflación. Fue en este mismo período de posguerra cuando los economistas ya no se oponían más uniformemente a la inflación, pues empezaron a verla como un beneficio potencial para la economía nacional.

Debates acerca del significado de las palabras a menudo corresponden a cambios sociales y nuevas formas de ver al mundo. Algunos de los debates más contenciosos acerca de la inflación ocurrieron hace 100 años, con posterioridad a las políticas expansionistas de la Primera Guerra Mundial. En la década previa, los economistas a menudo hablaron de “inflación por” algo, pero, cuando escribían propiamente acerca de la inflación, llegaban a conclusiones opuestas. Los debates posteriores a la Primera Guerra Mundial acerca del término, ayudaron a los economistas a darse cuenta que ellos, del todo, no habían estado de acuerdo acerca de la definición del término.

En 1925, el economista Fred Garlock concluyó que “en cuanto al significado preciso de los términos “inflación” y “deflación” no hay unanimidad de opinión, tampoco los economistas estarían de acuerdo en que inflación y deflación son fenómenos monetarios o de precios, asumiendo que hay una diferencia.” Este debate condujo a que Alexander Gourvitch escribiera en 1936 que él quería evitar usar el término “inflación,” pues ya no más estaba seguro de que sabía lo que significaba. Esto indica que Gourvitch había creído previamente que sabía cuál era el significado de inflación.

En el curso de la evolución del término, primero inflación tenía que conectarse con algo, para referirse a una inflación de algo. Mucho tiempo antes que inflación llegara a significar aumento general en los precios, la palabra tenía que ser metafóricamente aplicada, después, literal y consistentemente, a los precios, en vez de otras cosas. En su momento, significó que la gente ni siquiera tenía que decir que era inflación “de precios,” pues la palabra inflación había llegado a incluir el concepto de precios.

Por supuesto, las palabras significan cosas distintas para gente diferente, y sus significados cambian con el tiempo. Si bien la historia puede ayudarnos a entender como se ha usado una palabra, no pienso que sea justo sugerir que sólo el uso histórico puede prescribir la definición correcta de una palabra. Es frecuente que las palabras asuman nuevos significados ̶ distintos e incluso opuestos al uso histórico. Cómo definamos inflación es asunto de elección, pero, también, debemos reconocer que esa elección refleja creencias más básicas acerca de cómo funciona la economía.

Michael J. Douma es profesor asistente de investigación en la Escuela de Negocios McDonough de la Universidad de Georgetown, en donde también él es director del Instituto de Georgetown para el Estudio de los Mercados y la Ética. Es coautor de What Is Classical Liberal History? (https://www.amazon.com/Classical-Liberal-History-Michael-Douma/dp/1498536107) (Lexington Books, 2017) y autor de Creative Historical Thinking (https://www.amazon.com/Creative-Historical-Thinking-Michael-Douma/dp/1138048852/ref=sr_1_1?crid=M480YM6AI03M&keywords=Creative+Historical+Thinking+douma&qid=1643039029&s=books&sprefix=creative+historical+thinking+douma%2Cstrip books%2C56&sr=1-1)(Routledge, 2018).

Traducido por Jorge Corrales Quesada.