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Jorge Corrales Quesada
13/12/2020, 13:21
LA ESTRATEGIA DE CANADÁ ANTE EL COVID 19 ES UN ASALTO A LA CLASE TRABAJADORA

Por Sunetra Gupta & Martin Kulldorff
American Institute for Economic Research
4 de diciembre del 2020

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como sunetra gupta & martin kulldorff institute for economic research Canada December 4, 2020 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

Canadá es conocida por cuidar a todos sus ciudadanos, por medio del ejemplo de cuido universal de la salud y excelentes escuelas públicas.¿Qué cambió?

La estrategia canadiense de cuarentena ante el COVID-19 es el peor asalto de muchas décadas a la clase trabajadora. Estudiantes universitarios y jóvenes profesionales de bajo riesgo están protegidos; al igual que abogados, empleados gubernamentales, periodistas y científicos, quienes pueden trabajar desde sus hogares; mientras que personas de la clase trabajadora, de alto riesgo, deben trabajar, arriesgando sus vidas para generar la inmunidad a la población, que, a la larga, ayudará a proteger a todos. Esto está al revés, conduciendo a muchas muertes innecesarias, tanto por el COVID-19, como por otras enfermedades.

Si bien cualquiera puede infectarse, una característica clave del COVID-19 es que hay una diferencia de más de mil veces en el riesgo de muerte, entre los más viejos y los más jóvenes. De hecho, los niños tienen un riesgo menor con el COVID-19 que con la influenza anual. Considerando esto, debemos desempeñar un mejor papel en la protección de los ancianos y otros grupos de riesgo elevado, hasta que una vacuna esté disponible.

Por contraste, los niños deberían ir en persona a las escuelas, a la vez que estimulamos a que los adultos jóvenes vivan vidas casi normales, para minimizar el daño colateral de la pandemia. Para ellos, el daño a la salud pública debido a las cuarentenas es peor que su riesgo mínimo debido al COVID-19. Siguiendo principios básicos de salud pública y numerosos planes de preparación para una pandemia, esta es una estrategia de protección enfocada, tal como se esboza en la Declaración de Great Barrington, con detalles que la acompañan acerca de cómo proteger adecuadamente a los ancianos.

Las escuelas y universidades no sólo son críticas para la educación, sino también para la salud mental y el desarrollo social. Es positivo que la mayoría de las escuelas canadienses está abierta para clases en personas, pero, no todos los estudiantes están asistiendo, aún cuando no hay lógica de salud pública para mantenerlos alejados.

Para ser científico acerca de esto, debemos mirar hacia Suecia. Fue el único de los países importantes de occidente que mantuvo abiertos los centros de cuido infantil y las escuelas para todos los niños en edades entre 1 y 15, a lo largo del apogeo de la pandemia en la primavera. Sin mascarillas, exámenes, trazado de contactos o distanciamiento social, hubo exactamente cero muertes por el COVID-19 entre los 1.8 millones de niños en ese grupo etario, con sólo unas pocas hospitalizaciones. Aun más, los maestros tuvieron el mismo riesgo que el promedio de otras profesiones, mientras que gente de más edad que vivía en hogares multigeneracionales no tuvo mayor riesgo al vivir con niños. Examinar y aislar niños y padres es dañino para niños y familias sin que sirvan un propósito de salud pública.

A pesar de esfuerzos heroicos del público, la cuarentena de nueve meses y la estrategia de trazado de contactos le han fallado trágicamente a los canadienses de más edad, con un 97% de las muertes por el COVID-19 siendo infligidas a aquellos de más de 60. En donde sí “tuvo éxito” fue en trasladar la carga del COVID-19 desde los profesionales afluentes hacia la menos rica clase trabajadora.

Por ejemplo, en Toronto, las tasas de incidencia fueron las mismas al inicio de la pandemia, pero, después de las cuarentenas del 23 de marzo, declinaron los casos detectados en los vecindarios afluentes, al tiempo que se dispararon en las áreas menos prósperas. Un efecto similar fue subsecuentemente observado para la mortalidad (ver gráfico).

El gráfico de Mortalidad Diaria por el COVID-19, en Toronto, Ontario, para 30 vecindarios con ingresos más bajos y 30 vecindarios con los ingresos más altos, puede verse en sunetra gupta & martin kulldorff institute for economic research Canada December 4, 2020.

Si bien es imposible proteger a todo mundo un 100% durante una pandemia, no tiene sentido la noción de que no podamos proteger mejor a los mayores y otros grupos de alto riesgo. No es más difícil proteger a los viejos que lo es proteger a los ricos, y lo primero conduce a menos muertes.

Las cuarentenas han generado un enorme daño colateral en otros resultados de la salud, como un desplome en las tasas de vacunación de niños, peores desenlaces de enfermedad cardiovascular, menos exámenes de cáncer, y deterioro de la salud mental, para mencionar sólo unos pocos. Aún si todos los cierres fueran levantados mañana, esto es algo con lo que tendremos que vivir -y morir con ello- durante muchos años por venir.

Uno de los principios básicos de salud pública es considerar todos los efectos sobre la salud, y no sólo los de una enfermedad única. Habiendo lanzado a tal principio por la borda, necesitamos urgentemente que lo traigamos de vuelta para minimizar la mortalidad y maximizar la salud y el bienestar general.

Reimpreso de The Toronto Sun (https://torontosun.com/opinion/columnists/opinion-canadas-covid-19-strategy-is-an-assault-on-the-working-class).

La Dra. Sunetra Gupta es profesora en la Universidad de Oxford, una epidemióloga con experiencia en inmunología, desarrollo de vacunas, y modelado matemáticos de enfermedades infecciosas.

El doctor Martin Kulldorf, PhD, es profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard. Su investigación actual se centra en el desarrollo de nuevos métodos estadísticos para la detección temprana y el monitoreo de brotes de enfermedades infecciosas y para la supervisión post mercado de las medicinas y la seguridad de vacunas.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.