PDA

Ver la Versión Completa : JON MILTIMORE-LAS CUARENTENAS NO ESTÁN LIGADAS CON TASAS MÁS BAJAS DE MORTALIDAD POR EL COVID, NUEVO ESTUDIO LO ENCUENTRA



Jorge Corrales Quesada
06/12/2020, 13:42
No nos ha de sorprender que aquí, en la de menos, pronto impongan nuevas formas de cuarentena que, aunque de poco sirven, dan la apariencia de que los políticos están haciendo “algo” por ralentizar la diseminación del virus y reducir la mortalidad por el virus.

LAS CUARENTENAS NO ESTÁN LIGADAS CON TASAS MÁS BAJAS DE MORTALIDAD POR EL COVID, NUEVO ESTUDIO LO ENCUENTRA

Por Jon Miltimore
Fundación para la Educación Económica
Lunes 23 de noviembre del 2020

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como jon miltimore foundation for economic education lower November 23, 2020 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis rojos.

Los investigadores encontraron que el criterio que está más asociado con una tasa de mortalidad elevada fue la esperanza de vida, aunque en ciertas regiones geográficas también se observaron tasas de muerte por COVID más altas.

Alrededor del mundo, muchos países y estados de los Estados Unidos están imponiendo otra ronda de cuarentenas económicas, en un esfuerzo por combatir al coronavirus.

Es seguro que las acciones vengan con una serie de devastadoras consecuencias no previstas -entre ellas, destrucción económica, pobreza creciente, y deterioro de la salud mental- pero, un nuevo estudio sugiere que las cuarentenas no pueden lograr aquello para lo cual se diseñaron: salvar vidas.

Un nuevo estudio, publicado por Frontiers in Public Health, concluyó que ni las cuarentenas ni su severidad estaban correlacionadas con tasas de mortalidad menores.

Los investigadores analizaron datos provenientes de 160 países durante los primeros 8 meses de pandemia, probando distintos factores -incluyendo, demografía, salud pública, economía, política y ambiente- para determinar cómo se correlacionan con la mortalidad por el COVID-19.

“La severidad de las medidas establecidas para luchar contra la pandemia, incluyendo la cuarentena, no parece estar ligada con la tasa de mortalidad,” dijeron los investigadores.
Los investigadores encontraron que el criterio que está más asociado con una tasa de mortalidad elevada fue la esperanza de vida, aunque en ciertas regiones geográficas también se observaron tasas de muerte por COVID más altas.

“Factores inherentes han predeterminado la mortalidad por el COVID: entenderlos puede mejorar las estrategias de prevención, al aumentar la resiliencia de la población por medio de una mejor salud física e inmunidad,” dijeron los autores.

Por una parte, los hallazgos son asombrosos. Después de todo, las cuarentenas han resultado en un daño colateral masivo: una recesión global, millones de empresas aniquiladas, decenas de millones de empleos perdidos, un deterioro generalizado de la salud mental, un resurgimiento de la pobreza global y aumentos en suicidios.

Ver lo que las cuarentenas destructoras han forjado, tan sólo para aprender que ellas han fallado en ralentizar efectivamente la diseminación del virus, es enloquecedor y, francamente, da náuseas.

Por otra parte, los hallazgos no deberían ser tan terriblemente sorprendentes. Meses atrás los investigadores habían compilado suficiente evidencia empírica para determinar qué tan efectivas fueron las cuarentenas en cuanto a moderar el COVID-19.

“…existe poca correlación entre la severidad de las restricciones en una nación y si administraron una reducción de las fatalidades en exceso ̶ una medición que mira al número general de muertes, en comparación con tendencias normales,” hizo ver la columnista de datos de Bloomberg, Elaine He, allá en mayo.

Desde ese entonces, la evidencia tan sólo ha crecido con mayor fuerza. Por ejemplo, Suecia, que optó por no imponer cuarentenas allá en marzo, ha visto caer a su calificación de mortalidad de manera constante durante todo el 2020.

En setiembre, mientras pasaba a Estados Unidos, Suecia vio descender su tasa de mortalidad por el COVID hasta el onceavo lugar más alto del mundo. Su tasa de 577 muertes por el COVID por millón de personas, fue mucho mejor que la de muchos de sus vecinos europeos que impusieron cuarentenas más estrictas, como Reino Unido, España, Bélgica e Italia. Desde ese entonces, Suecia ha descendido más en la lista, estando actualmente en el lugar 23 en el mundo.

Entretanto, los críticos de la estrategia de “un toque más liviano” de Suecia señalan que su tasa de mortalidad está muy por encima de las de sus contrapartes nórdicas Noruega y Finlandia, fallando muchos en darse cuenta que Noruega y Finlandia han tenido políticas gubernamentales menos restrictivas que Suecia, durante la mayor parte de la pandemia.

La realidad es que las cuarentas vienen con un daño colateral increíble, pero parecen lograr poco, si es que algo, en ralentizar de verdad al coronavirus. Precisamente, esta es la razón por la que la Organización Mundial de la Salud revirtió el curso en octubre y empezó a aconsejar a las naciones que se abstuvieran de usarlas.

“Las cuarentenas tiene una consecuencia que usted nunca, nunca, debe subestimar, y que está haciendo que la cantidad de pobres sea muchísimo mayor,” expresó el Dr. David Nabarro, Enviado Especial de la OMS para el COVID-19.

El Dr. Michael Ryan, director del Programa de Emergencias de Salud de la OMS, brindó un sentimiento similar.

“Lo que queremos tratar de evitar… son estas cuarentenas masivas que penalizan tanto a las comunidades, la sociedad y todo lo demás,” dijo Ryan en una conferencia de prensa en Ginebra en octubre, agregando que, algunas veces, aquellas consecuencias son “inevitables.”

A pesar de una evidencia creciente de que las cuarentenas no funcionan y que son increíblemente dañinas, funcionarios gubernamentales alrededor del mundo continúan impulsándolas. ¿Por qué? Porque las cuarentenas están diseñadas para salvar vidas y los expertos no están dispuestos a reconocer que son impotentes en controlar al virus.

Al actuar así, están siendo víctimas de un engaño peligroso: la falacia de las buenas intenciones.

“Uno de los grandes errores es juzgar políticas y programas por sus intenciones, en vez de serlo por sus resultados,” advirtió en una ocasión el famoso economista Milton Friedman.

Es hora que la clase intelectual admita una realidad esencial acerca de las cuarentenas.

Ellas no son sólo horrendamente destructivas y una afrenta hacia la libertad. En realidad, están fallando en salvar vidas.

LECTURAS ADIONALES:

5 Charts That Show Sweden’s Strategy Worked. The Lockdowns Failed (https://fee.org/articles/5-charts-that-show-sweden-s-strategy-worked-the-lockdowns-failed/)
WHO Reverses Course, Now Advises Against Use of 'Punishing' Lockdowns (https://fee.org/articles/who-reverses-course-now-advises-against-use-of-punishing-lockdowns/)
4 Life-Threatening Unintended Consequences of the Lockdowns (https://fee.org/articles/4-life-threatening-unintended-consequences-of-the-lockdowns/)
Lockdown Despotism and the “Control Panel” Delusion (https://fee.org/articles/lockdown-despotism-and-the-control-panel-delusion/)
Harvard Researchers: Nearly Half of Young Adults Showing Signs of Depression Amid Pandemic (https://fee.org/articles/harvard-researchers-nearly-half-of-young-adults-showing-signs-of-depression-amid-pandemic/?utm_source=Social&utm_medium=Twitter&utm_campaign=2020_FEEDotOrg)
Why Sweden Succeeded in “Flattening the Curve” and New York Failed (https://fee.org/articles/why-sweden-succeeded-in-flattening-the-curve-and-new-york-failed/)

Jonathan Miltimore es editor administrativo de la FEE.org. Sus reportajes y artículos han aparecido en la revista TIME, el Wall Street Journal, CNN, Forbes, Fox News y el Star Tribune.
Otros: El Washington Times, MSN.com, El Washington Examiner, el Daily Caller, el Federalist, el Epoch Times.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.