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Jorge Corrales Quesada
26/08/2020, 14:49
Ejemplos de políticas gubernamentales en Estados Unidos -y que podría ser iguales en cualquiera de nuestras naciones- en donde los resultados no fueron lo que los políticos (y expertos, a veces) pensaron que sucederían. Llama a la previsión e inteligencia.

5 CONSECUENCIAS NO PREVISTAS DE LA REGULACIÓN E INTROMISIÓN GUBERNAMENTAL

Por Robert P. Murphy
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 15 de julio del 2020

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo y entre paréntesis, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/5-unintended-consequences-of-regulation-and-government-meddling/

O Cuando la Cura es Peor que la Enfermedad.

Con frecuencia, los votantes apoyan medidas que parecen ser nobles y beneficiosas, pero que terminan causando un daño enorme ̶ y, a menudo, afectan a los propios grupos que las medidas buscaron ayudar.

Un ejemplo bien conocido es el control de precios, que incluye leyes de salarios mínimos y topes a los alquileres. Estos pueden causar desempleo entre los trabajadores menos calificados y escaseces de apartamentos para aquellos sin conexiones.

Pero, eso no es todo. Distan mucho de ser suficientes ejemplos.

He aquí cinco ejemplos adicionales de consecuencias no previstas.

1. “Dispárele, entiérrelo y cállese”

La Ley de Especies en Peligro y otras leyes restringen como los propietarios de tierras pueden usar su propiedad si se descubre que sus acciones pueden afectar adversamente la vida salvaje vulnerable. Además de la injusticia de violar los derechos de propiedad, esta regulación (regulation (https://fee.org/articles/value-creation-vs-regulation/)) produce resultados perversos.

Imagínese a un dueño de tierras en el Medio Este, quien tiene planes de venderla a un desarrollador externo que quiere construir un centro comercial. Una mañana, pocos días antes de cerrar la negociación, el hombre está tomando su café y viendo desde su pórtico trasero hacia los bosques. Súbitamente ve un pájaro carpintero que él reconoce como una especie protegida. ¿Qué hará el hombre, si sigue los incentivos pecuniarios? ¿Va a llamar a los burócratas federales y les cuenta las buenas noticias?

No. Probablemente el hombre tomará su rifle y su pala (go get his gun and shovel (https://reason.com/archives/2003/12/31/shoot-shovel-and-shut-up)) y nunca lo contará a nadie acerca del incidente.

2. La legislación de cinturones en los vehículos mata

En el debate típico acerca de las obligaciones de usar cinturones en los asientos de los carros -en donde los choferes pueden ser fuertemente multados si son atrapados manejando sin los cinturones puestos- los impulsores de la libertad tienen a enfatizar el “derecho a ser estúpidos” que los individuos tienen, mientras que otros afirman que la seguridad pública está por encima de la libertad absoluta. Dejando de lado la ideología, ¿nos hacen más seguros esas leyes?

El economista Sam Peltzman vio la evidencia (Sam Peltzman looked at the evidence (https://www.jstor.org/stable/1830396?seq=1#page_scan_tab_contents)) después de que algunos estados impusieron leyes sobre cinturones en los vehículos, mientras que otros no lo hicieron. Él encontró que los choferes sí se pusieron el cinturón con mayor frecuencia debido a las penalizaciones del gobierno, pero que las muertes por el tráfico básicamente permanecieron invariables.

Ciertamente, se redujo la probabilidad de morir en un accidente con un vehículo, si es que usted se vio envuelto en un accidente, pues, definitivamente, usar un cinturón en el carro le ayuda a sobrevivir en un accidente típico.

Debido a que los cinturones de los carros hicieron que las personas se sintieran más seguras, ellas manejaron un poco más irresponsablemente. A pesar de lo anterior, los estados que aprobaron la ley sobre cinturones en los vehículos, vieron un aumento en las tasas de accidentes de tránsito. Dado que los cinturones de los asientos hicieron que las personas se sintieran más seguras, manejaron un poco más imprudentemente. Ningún chofer individual se levanta y dice, “Hoy voy a chocar mi guardabarros,” pero con millones de personas manejando por horas al día, 365 días al año, definitivamente veremos más accidentes en el agregado, si las personas son, aún ligeramente, un poco más agresivas en el margen.

Peltzman encontró que el total de muertes era aproximadamente el mismo. La tasa de mortalidad para los choferes se redujo, pero eso fue compensado por una tasa mayor de mortalidad entre peatones y ciclistas golpeados por carros. Obviamente, algunos grupos no se beneficiaron con la mayor prevalencia en el uso de cinturones en carros.

3. Órdenes más estrictas en cuanto a economía de combustible en vehículos hacen poco por el ambiente

El gobierno federal impone a las empresas estándares mínimos en el promedio de economía de combustible (CAFÉ, por sus siglas en inglés) de ciertos vehículos. Algunos estados querían “hacer más” por el ambiente, así que aprobaron mandatos más estrictos. En otras palabras, estados como California impusieron requisitos más altos de millas por galón para carros vendidos en California, que en los que el gobierno federal insistió.

Pero, la forma en que los estados restructuraron sus reglas condujo a una “fuga” significativa. Por ejemplo, si un manufacturero de carros aumentaba la economía promedio de combustible para sus vehículos vendidos en California, entonces, esos carros formaban parte de su “flotilla” para el cálculo de economía promedio de combustible por todos carros vendidos en la nación. Así, el manufacturero podía salirse con la suya, vendiendo carros que tenían una menor economía de combustible en los estados que no complementaron la orden federal, y aún cumplían tanto con los estándares nacionales como los estatales. Así, la ley de California, como se diseñó originalmente, condujo a menos emisiones por milla/vehículo en California ̶ pero no cercano a ese tanto como un todo en la nación. Algunos economistas estimaron (Some economists estimated (http://web.stanford.edu/~goulder/Papers/Published%20Papers/Unintended%20Consequences%20(Pavley%20Paper)%20-%20JEEM%20March%202012.pdf)) que esa “fuga” era tan alta como un 74 por ciento. Simplemente, la mescolanza de estándares elevó los costos totales de los vehículos, a la vez que hizo poco por reducir el total de emisiones en Estados Unidos.

4. Jane Jacobs combate la planificación urbana

Los aficionados a la economía austriaca no deberían sorprenderse al aprender que Jane Jacobs, la defensora de la ciudad estadounidense (Jane Jacobs, the champion of the American city (https://www.manhattan-institute.org/email/crd_newsletter09-07.html)), encontró varias fallas entre los planificadores típicos burocráticos de las ciudades. Por ejemplo, las regulaciones de zonaje fracturaron el crecimiento espontáneo de las ciudades entre secciones “residenciales” y secciones “comerciales,” engendrando criminalidad y otros males sociales.

Originalmente, los apartamentos se entremezclaban con los comercios, de forma que los dueños siempre podían echarles ojo a sus negocios y a sus niños. Esa “vigilancia natural” se destruyó con el zonaje y otras regulaciones, sin dejar de mencionar a las carreteras interestatales, que dividirían a vecindarios y a los austeros “proyectos de vivienda” que ubicaron a la mayoría de adultos lejos de la calle y, así, se les imposibilitó monitorear y espantar a caracteres desagradables. Los vecindarios zonificados se convirtieron en vecindarios inseguros.

5. Tres strikes y usted está out

En una reacción comprensible hacia los jueces “estatistas,” que sólo les darían un jalón de orejas a los ofensores múltiples, la década de 1990 vio una oleada de legislación de sentencias automáticas para retirarles la discrecionalidad a los jueces. Esto incluye la famosa ley de California en 1994 de “Tres Strikes y Usted está Out” (Proposición 184) (Proposition 184 (https://en.wikipedia.org/wiki/Three-strikes_law)), por la que alguien convicto por tercera vez al cometer un delito grave, tendría una condena que oscilaba entre 25 años y la vida en prisión. Actualmente, 24 estados tienen alguna forma de esta ley de “tres strikes.”

Un problema con estas reglas es que muchos actos son delitos graves que la mayoría de la gente consideraría son leves, como llevar una bombeta de humo al colegio (bringing a smoke bomb to high school (http://www.topix.com/forum/city/new-buffalo-mi/TUD144ET0F2UJIFFT)). En California, un hombre con dos convicciones previas por haber cometido delitos graves, fue sentenciado entre 25 años y de por vida, por estar con un amigo (being with a friend (http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=114219922&ft=1&f=1070)) capturado vendiendo $20 de cocaína a un agente encubierto.

Una consecuencia no prevista de las leyes de “tres strikes” es que alguien con dos convicciones previas por delitos graves, tiene ahora un incentivo serio para evitar ser arrestado por tercera vez. Y, en efecto, estudios empíricos de datos de la ciudad de Los Ángeles (empirical studies of Los Angeles data (http://cjp.sagepub.com/content/16/4/443)), sugieren que, por esta causa, han sido asesinados más oficiales de policía.

EL RESULTADO

Los incentivos son importantes. No es suficiente con que los votantes endosen una legislación que posee títulos y promesas agradables, para que las conviertan en algo bueno. La gente necesita pensar bien las consecuencias plenas de una política, pues, a menudo, conduce a una cura peor que la enfermedad.


Robert P. Murphy es economista sénior del Independent Energy Institute, profesor asistente de investigación en el Free Market Institute de Texas Tech University y compañero de investigación en el Independent Institute.