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Jorge Corrales Quesada
21/08/2020, 12:26
Recomendación que no sólo es oportuna para los Estados Unidos antes sus próximas elecciones en noviembre. La es igualmente válida cuando nosotros escojamos quiénes nos han de gobernar.

CÓMO ESCOGER UN VERDADERO LÍDER EN LA ELECCIÓN DEL 2020

Por Barry Brownstein
Intellectual Takeout
17 de agosto del 2020

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede verlo en https://www.intellectualtakeout.org/how-to-choose-a-true-leader-in-the-2020-election/

Al dejar mi alquiler en Airbnb en Maine hace unas pocas semanas, hablé con el dueño, a quien llamaré Fred.

Yo: “Espero que cuando lo veamos el próximo año, el mundo sea un mejor lugar.”

Fred: “Estoy esperando un mejor liderazgo.”

Yo: “Me temo que se verá tristemente desalentado.”

Fred: “Bueno, yo sé por quién voy a votar.”

Supuse que su entusiasmo era por Joe Biden.

Durante la campaña el tiquete Biden/Harris sonará los tambores de un mejor liderazgo. En su presentación pública, Kamala Harris alabó a Biden (Kamala Harris praised Biden (https://www.bozemandailychronicle.com/ap_news/politics/america-is-crying-out-for-leadership-biden-harris-make-first-appearance-as-democratic-ticket/article_6ce037a3-6714-512a-ad4c-7d29de0459dc.html)), diciendo que él respondía a un país que “clamaba por liderazgo.”

¿Es Biden mejor ser humano que el presidente Trump? Yo no confiaría en el carácter de ninguno de ellos. ¿Tiene Biden una mejor personalidad? Pregúnteselo a los votantes que él insultó en la campaña electoral (insulted on the campaign trail (https://www.youtube.com/watch?v=TwVrg6UtxXQ)) e incluso en que ofreció pelear (offered to fight. (https://www.commondreams.org/news/2020/03/10/you-wanna-go-outside-me-joe-biden-tries-fight-union-worker-after-disagreement-over))

En su primer discurso inaugural como presidente (First Inaugural Address (https://avalon.law.yale.edu/19th_century/jefinau1.asp)), en 1801, dijo Jefferson: “Algunas veces se afirma que el hombre no puede ser confiado con el gobierno de sí mismo. ¿Puede él, entonces, ser confiado con el gobierno de otros? O ¿hemos encontrado ángeles en forma de reyes para gobernarlo?”

¿Podría Biden articular los principios (no las promesas de campaña) por los cuales él intenta dirigirnos? Y sí, le haría la misma pregunta a Harris, Trump y al vicepresidente Mike Pence.

Harris parece creer que un liderazgo fuerte empieza con una acción decisiva, expandiendo el papel del gobierno en nuestras vidas. Jefferson pensó lo contrario. “El Gobierno más fuerte sobre la tierra,” explicó Jefferson, es aquel en que la población defiende la regla de la ley, no la de hombres.

Jefferson diría no confíe en Trump o Biden, confíe en los principios de la Constitución. Jefferson explicó que, en la Constitución, él encontró “recursos de sabiduría, de virtud y de fervor sobre los cuales descansar bajo todas las dificultades.” En resumen, liderazgo sin principios no es liderazgo.

Harris dice que ella quiere un mandato (she wants a mandate (https://www.cnn.com/politics/live-news/joe-biden-kamala-harris-speeches-08-12-20/index.html)), con todo, Jefferson entendió que el país era una república, no una democracia. En la Constitución, no hay disposiciones para pedir un mandato para gobernar; clamar que se tiene un mandato basado en un voto de la mayoría, Jefferson diría que viola un “principio sagrado” y lo hace a usted un tirano opresor: “Que a pesar de que la voluntad de la mayoría prevalece en todos los casos, que la voluntad de ser legítimo debe ser razonable; que la minoría posee sus derechos igualitarios, que la igualdad de la ley debe igualmente proteger, y si viola sería opresión.”

Muchos han señalado que los progresistas de hoy se comportan como “Inquisidores Medievales” (behave like “Medieval Inquisitors.” (https://www.ocregister.com/2019/06/22/the-rise-of-the-intolerant-left/)) Jefferson señaló que la intolerancia política es tan “despótica” y tan “malvada” como la intolerancia religiosa:

“Restauremos las relaciones sociales con la armonía y el afecto sin los cuales la libertad e incluso la vida misma no son más que cosas tristes. Y reflexionemos que, después de haber desterrado de nuestra tierra la intolerancia religiosa en virtud de la cual la humanidad siempre ha sufrido y sangrado, hemos ganado poco si permitimos una intolerancia política tan despótica, tan malvada y capaz de persecuciones tan amargas y sangrientas.”

Por tanto, ¿qué debería hacer un gobierno? Jefferson lo tenía claro:

“Un gobierno sabio y frugal, que deberá evitar que los hombres se dañen entre sí, les dejará libres para regular sus propias búsquedas de la industria y mejora, y no tomará de la boca del trabajo el pan que ha ganado. Esta es la suma del buen gobierno, y es necesario para cerrar el círculo de nuestras felicidades.”

En su discurso, Jefferson no prometió un solo programa nuevo, sino que él exploró los principios bajo los cuales él guiaría:

“Justicia igual y exacta para todos los hombres, de cualquier estado o convicción, religiosa o política; la paz, el comercio y amistad honesta con todas las naciones, si enredarnos en alianzas con ninguna; el apoyo de los gobiernos de los Estados en todos sus derechos, ya que son las administraciones competentes para la mayoría de nuestros problemas internos y los baluartes más seguros contra las tendencias antirrepublicanas…”

Los principios eternos son más importantes en tiempos turbulentos. Después de exponer más principios de los Estados Unidos, Jefferson agregó que estos principios por sí solos conducirían “a la paz, la libertad y la seguridad.”

“Estos principios forman la brillante constelación que nos ha precedido y guiado nuestros pasos a través de la era de la revolución y la reforma. La sabiduría de nuestros sabios y la sangre de nuestros héroes ha sido dedicada a su consecución. Deben ser el credo de nuestra fe política, el texto de la instrucción cívica, la piedra de toque por la cual probar los servicios de aquellos en quienes confiamos; y debiendo vigilarles en los momentos de error o de alarma, apresurémosles a volver sobre nuestros pasos y recuperar el camino que solo conduce a la paz, la libertad y la seguridad.”

Hoy, los políticos parecen creen tan sólo en su autoridad. Jefferson creía en un “Poder Infinito” que puede iluminar nuestras acciones por “una religión benigna, profesa y que se practica en diversas formas, pero todas ellas inculcando honestidad, verdad, templanza, gratitud y el amor al hombre.”

Si usted quiere plantear el caso de que su candidato favorito se acercará a los principios jeffersonianos y causará un daño menor, yo podría estar de acuerdo. No obstante, dudo que Trump, Biden o Harris alguna vez hayan considerado los ideales jeffersonianos. En nuestros tiempos difíciles, ¿algún candidato “volverá sobre [sus] pasos” para “recuperar el camino que solo conduce a la paz, la libertad y la seguridad.”

Jefferson entendió que el liderazgo constitucional empieza con ser un guardián de nuestros principios constitucionales. Estoy aterrorizado ante lo que se espera de un Estados Unidos post constitucional, políticamente intolerante y sin principios.

Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es contribuyente sénior en Intellectual Takeout y autor de The Inner-Work of Leadership.