Jorge Corrales Quesada
09/04/2020, 17:54
Un ejercicio interesante podría ser pensar cómo aquí regulaciones inútiles dificultan sobreponerse a los problemas con el suministro de bienes y servicios en el marco de las medidas por la crisis. Pongo un ejemplo: la prohibición de brindar el servicio de transporte de taxis de Uber y similares, y dejar sólo a los llamados taxis rojos, al ponerse la restricción de viajar con carro propio en Semana Santa. Uno habría esperado que esos taxis aumentaran los costos de las tarifas, ante la reducción de la competencia y ante una mayor demanda.
UNA LETANÍA DE LEYES INÚTILES HA SIDO EXPUESTA POR EL CORONAVIRUS
Por Charles Blain
Fundación para la Educación Económica
Martes 24 de marzo del 2020
NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo y entre paréntesis, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/a-litany-of-useless-laws-have-been-exposed-by-the-coronavirus/
La habilidad para suspender leyes sin temor de poner en peligro al público abre la puerta para cuestionar sus propósitos.
Desde el inicio del brote del COVID-19 en Estados Unidos, los gobiernos estatales y locales respondieron de diversas formas emitiendo órdenes de emergencia -cierre de toda una ciudad hasta de escuelas y más allá- pero es la suspensión de varias leyes y regulaciones lo que está exponiendo la red regulatoria innecesaria que agobia a las empresas.
Como sucede a menudo durante las emergencias, los gobernadores y los alcaldes alrededor del país han usado su poder ejecutivo para dispensar de leyes y sortear regulaciones. Esto permite que los bienes lleguen más rápidamente a los ciudadanos a un costo menor, que más proveedores de servicios entren en industrias con problemas y que el mercado responda a la crisis de incontables maneras.
Levantar esas regulaciones no pone a la salud o seguridad pública bajo riesgo; si tal fuera el caso, no serían levantadas con tanta facilidad. Pero, esto debería conducir al público a cuestionar por qué existen del todo esas cargas regulatorias.
RECULACIONES INSERVIBLES
En Texas, el gobernador Greg Abbott eximió de regulaciones de tamaño y peso exagerado a camiones comerciales y suspendió el requerimiento de registrarse bajo el Plan de Registro Internacional o de obtener registros temporales, siempre y cuando el vehículo esté inscrito en un estado de los Estados Unidos.
También, el gobernador Abbott suspendió regulaciones (waived regulations (https://gov.texas.gov/news/post/governor-abbott-waives-certain-regulations-for-telemedicine-care-in-texas)) que permitían a médicos recibir el mismo pago por visitas de telemedicina por vía telefónica, que el que recibirían por visitas personales de pacientes de los planes de seguro regulado por el estado.
Más notorio, suspendió leyes estatales que prohíben que camiones de la industria de licores entreguen suministros a tiendas de alimentos, diciendo, “al remover estas regulaciones, estamos agilizando el proceso de volver a llenar los estantes en las tiendas de alimentos a lo largo de todo el estado.” Todas estas acciones permitieron que el mercado identificara las necesidades del público y las llenara tan pronto como fuera posible.
En Boston (In Boston (https://www.boston.com/news/local-news/2020/03/15/boston-restaurants-bars-new-rules-coronavirus)), típicamente los restaurantes necesitan de un permiso específico para servir comida para llevar, pero, el alcalde Marty Walsh levantó ese requisito para que todo restaurante ofrezca el servicio. Incluso Nueva York suspendió su prohibición de e-bicicletas ilegales (suspended its enforcement of illegal e-bikes (https://fee.org/umbraco/Because%20of%20the%20increased%20demand,%20and%20s upply%20chain%20to%20keep%20up%20with%20that%20dem and,%20supermarket%20companies%20HEB,%20Kroger,%20 and%20Randall%E2%80%99s%20announced%20they%E2%80%9 9d%20be%20hiring%20more%20staff.)) durante la crisis, a fin de acomodar el influjo de órdenes de envío; también, el estado se movió para permitir la venta de licor para llevar.
OFERTA Y DEMANDA
Debido a la mayor demanda, y a la habilidad de la cadena de suministros para mantener esa demanda, empresas de supermercados, como H-E-B, Kroger y Randall’s, anunciaron que estarían contratando (announced they’d be hiring (https://www.khou.com/article/news/health/coronavirus/h-e-b-kroger-and-other-grocery-chains-in-need-of-new-hires-amid-coronavirus-outbreak/285-f7a5db2f-d31c-44fd-9d0f-052e7938c153)) miles como personal adicional. La recién encontrada flexibilidad en las regulaciones de camiones significa que vendedores de alimentos como H-E-B están desplegando 1.300 camiones al día (1,300 trucks a day (https://www.ksat.com/news/local/2020/03/18/video-shows-inside-of-fully-stocked-h-e-b-warehouse/)) para suplir constantemente a sus almacenes.
En Nueva Jersey, Bayonne terminó la obligación de prohibir permisos de parqueo expirados por la regulación de Estacionamientos de Residentes y de Entradas. También suspendieron emitir la obligación de tener permisos (suspended issuing permits (https://hudsonreporter.com/2020/03/13/bayonne-city-services-limited-in-wake-of-covid-19-pandemic/)) de estacionarse para hacer lo que se considera es un “trabajo pequeño,” como plomería, electricidad, mecánica, fuego y construcción. Siempre que los contratistas alerten a la ciudad acerca del trabajo, la ciudad lo inspeccionara en fecha posterior.
La habilidad para suspender estas leyes sin temor a poner en peligro al público, abre la puerta para cuestionar sus propósitos. Muchas de estas regulaciones parecen servir nada más como impedimentos al libre intercambio. Si estas medidas existen simplemente para generar ingresos adicionales al gobierno, el público debería preguntarse, una vez que la crisis haya sido abatida: ¿deberían del todo existir?
Charles Blain es fundador u director ejecutivo de Urban Reform, una entidad sin fines de lucro basada en Houston, enfocada en soluciones de libre mercado a temas urbanos.
UNA LETANÍA DE LEYES INÚTILES HA SIDO EXPUESTA POR EL CORONAVIRUS
Por Charles Blain
Fundación para la Educación Económica
Martes 24 de marzo del 2020
NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo y entre paréntesis, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/a-litany-of-useless-laws-have-been-exposed-by-the-coronavirus/
La habilidad para suspender leyes sin temor de poner en peligro al público abre la puerta para cuestionar sus propósitos.
Desde el inicio del brote del COVID-19 en Estados Unidos, los gobiernos estatales y locales respondieron de diversas formas emitiendo órdenes de emergencia -cierre de toda una ciudad hasta de escuelas y más allá- pero es la suspensión de varias leyes y regulaciones lo que está exponiendo la red regulatoria innecesaria que agobia a las empresas.
Como sucede a menudo durante las emergencias, los gobernadores y los alcaldes alrededor del país han usado su poder ejecutivo para dispensar de leyes y sortear regulaciones. Esto permite que los bienes lleguen más rápidamente a los ciudadanos a un costo menor, que más proveedores de servicios entren en industrias con problemas y que el mercado responda a la crisis de incontables maneras.
Levantar esas regulaciones no pone a la salud o seguridad pública bajo riesgo; si tal fuera el caso, no serían levantadas con tanta facilidad. Pero, esto debería conducir al público a cuestionar por qué existen del todo esas cargas regulatorias.
RECULACIONES INSERVIBLES
En Texas, el gobernador Greg Abbott eximió de regulaciones de tamaño y peso exagerado a camiones comerciales y suspendió el requerimiento de registrarse bajo el Plan de Registro Internacional o de obtener registros temporales, siempre y cuando el vehículo esté inscrito en un estado de los Estados Unidos.
También, el gobernador Abbott suspendió regulaciones (waived regulations (https://gov.texas.gov/news/post/governor-abbott-waives-certain-regulations-for-telemedicine-care-in-texas)) que permitían a médicos recibir el mismo pago por visitas de telemedicina por vía telefónica, que el que recibirían por visitas personales de pacientes de los planes de seguro regulado por el estado.
Más notorio, suspendió leyes estatales que prohíben que camiones de la industria de licores entreguen suministros a tiendas de alimentos, diciendo, “al remover estas regulaciones, estamos agilizando el proceso de volver a llenar los estantes en las tiendas de alimentos a lo largo de todo el estado.” Todas estas acciones permitieron que el mercado identificara las necesidades del público y las llenara tan pronto como fuera posible.
En Boston (In Boston (https://www.boston.com/news/local-news/2020/03/15/boston-restaurants-bars-new-rules-coronavirus)), típicamente los restaurantes necesitan de un permiso específico para servir comida para llevar, pero, el alcalde Marty Walsh levantó ese requisito para que todo restaurante ofrezca el servicio. Incluso Nueva York suspendió su prohibición de e-bicicletas ilegales (suspended its enforcement of illegal e-bikes (https://fee.org/umbraco/Because%20of%20the%20increased%20demand,%20and%20s upply%20chain%20to%20keep%20up%20with%20that%20dem and,%20supermarket%20companies%20HEB,%20Kroger,%20 and%20Randall%E2%80%99s%20announced%20they%E2%80%9 9d%20be%20hiring%20more%20staff.)) durante la crisis, a fin de acomodar el influjo de órdenes de envío; también, el estado se movió para permitir la venta de licor para llevar.
OFERTA Y DEMANDA
Debido a la mayor demanda, y a la habilidad de la cadena de suministros para mantener esa demanda, empresas de supermercados, como H-E-B, Kroger y Randall’s, anunciaron que estarían contratando (announced they’d be hiring (https://www.khou.com/article/news/health/coronavirus/h-e-b-kroger-and-other-grocery-chains-in-need-of-new-hires-amid-coronavirus-outbreak/285-f7a5db2f-d31c-44fd-9d0f-052e7938c153)) miles como personal adicional. La recién encontrada flexibilidad en las regulaciones de camiones significa que vendedores de alimentos como H-E-B están desplegando 1.300 camiones al día (1,300 trucks a day (https://www.ksat.com/news/local/2020/03/18/video-shows-inside-of-fully-stocked-h-e-b-warehouse/)) para suplir constantemente a sus almacenes.
En Nueva Jersey, Bayonne terminó la obligación de prohibir permisos de parqueo expirados por la regulación de Estacionamientos de Residentes y de Entradas. También suspendieron emitir la obligación de tener permisos (suspended issuing permits (https://hudsonreporter.com/2020/03/13/bayonne-city-services-limited-in-wake-of-covid-19-pandemic/)) de estacionarse para hacer lo que se considera es un “trabajo pequeño,” como plomería, electricidad, mecánica, fuego y construcción. Siempre que los contratistas alerten a la ciudad acerca del trabajo, la ciudad lo inspeccionara en fecha posterior.
La habilidad para suspender estas leyes sin temor a poner en peligro al público, abre la puerta para cuestionar sus propósitos. Muchas de estas regulaciones parecen servir nada más como impedimentos al libre intercambio. Si estas medidas existen simplemente para generar ingresos adicionales al gobierno, el público debería preguntarse, una vez que la crisis haya sido abatida: ¿deberían del todo existir?
Charles Blain es fundador u director ejecutivo de Urban Reform, una entidad sin fines de lucro basada en Houston, enfocada en soluciones de libre mercado a temas urbanos.