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Jorge Corrales Quesada
09/04/2020, 17:45
BILL GATES Y UN PUNTO INTERMEDIO EN EL COVID-19

Por Barry Brownstein
Intellectual Takeout
26 de marzo del 2020

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, subrayado y con letra en azul, si es de su interés puede verlo en https://www.intellectualtakeout.org/bill-gates-and-the-middle-ground-of-covid-19/

En la batalla del COVID-19, Bill Gates quiere que creamos (Bill Gates wants us to believe (https://observer.com/2020/03/bill-gates-ted-interview-coronavirus-lockdown-economy-impact/)) que “no hay un punto intermedio” en la decisión de si salvar vidas o salvar la economía.

Gates fue inflexible, “Es muy irresponsable de alguien sugerir que podemos tener lo mejor de ambos mundos. Regresar la economía a hacer dinero es una cosa mucho más reversible que regresar la gente a la vida.”

La afirmación de Gates de que no hay “un término medio” de inmediato se puede demostrar que es falsa. Supuestamente Gates está comprando comida o haciendo que otros se la compren para él. En el supermercado, estamos expuestos a otros compradores y a los empleados del supermercado. En las tiendas, y en nuestro hogar, manejamos paquetes que pueden tener coronavirus en sus superficies (on their surfaces (https://www.dailymail.co.uk/news/article-8151281/Amazon-workers-test-positive-coronavirus-six-warehouses.html)).

Los cajeros de los supermercados, los cajeros de Walmart y los cajeros de Costco cada día se encuentran con cientos de compradores. Si Gates está en lo correcto, estamos permitiendo que ellos arriesguen sus vidas por salarios relativamente exiguos.

Algunas cadenas han instalado barreras para el estornudo (installed sneeze guards (https://www.cnn.com/2020/03/25/business/walmart-kroger-changes-coronavirus-wellness/index.html)) dándoles alguna protección a los trabajadores. Este cambio es uno de las muchas formas en que individuos y empresas continuarán encontrando un “término medio” y ajustarse al coronavirus.
Claramente, Gates cree que algún riesgo es aceptable. Si no fuera así, todos esperaríamos en la casa a que los trabajadores gubernamentales nos traigan nuestros alimentos, en trajes de protección contra productos peligrosos.

Si no fuera aceptable cierto riesgo, demandaríamos que, para reducir los accidentes, el gobierno permitiera tan solo un carro en la calle en un instante dado.

Cuando Gates dice que “no tenemos alternativa,” excepto escucharlo a él y a los expertos que él promueve, está apelando a su autoridad en vez de una ciencia establecida.

En una conferencia del 2003, en el Instituto Tecnológico de California, dijo Michael Crichton (Michael Crichton said (http://stephenschneider.stanford.edu/Publications/PDF_Papers/Crichton2003.pdf)): “El consenso se invoca sólo en situaciones en donde la ciencia no es lo suficientemente sólida.” No hay necesidad de convencer a otros que el “sol se encuentra alejado a 93 millones de millas.” Nadie discute acerca de la ciencia verdadera.

En su libro Thinking, Fast and Slow (https://www.amazon.com/gp/product/0374533555/ref=as_li_qf_asin_il_tl?ie=UTF8&tag=intelltakeo0d-20&creative=9325&linkCode=as2&creativeASIN=0374533555&linkId=0398a7cf0c1335e3ced2f9a12691d48c) [Pensar rápido, pensar despacio], Daniel Kahneman reporta acerca del trabajo de Paul Slovic. Slovic explica cómo nuestra política y otras preferencias preexistentes definen actitudes hacia el riesgo. El trabajo de Slovic apunta a una conclusión asombrosa. A pesar de lo que a Gates le gustaría que nosotros creyéramos, no existe tal cosa como un riesgo objetivo.

Ochocientos importantes (Eight hundred leading "experts (https://law.yale.edu/sites/default/files/area/center/ghjp/documents/final_covid-19_letter_from_public_health_and_legal_experts.pdf )) “expertos en salud pública, leyes y derechos humanos, con experiencia en previas respuestas a pandemias” firmaron una petición advirtiendo contra cierres draconianos:

“La cuarentena obligatoria, los cierres regionales y las prohibiciones a viajar se han utilizado para enfrentar el riesgo del COVID-19 en Estados Unidos y en el extranjero. Pero, son difíciles de poner en práctica, pueden subvertir la confianza pública, tener grandes costos sociales y, de forma importante, afectar de manera desproporcionada a los segmentos más vulnerables en nuestras comunidades.”

Estos expertos, muchos de ellos profesores en escuelas de medicina, en vez de ello apuntaron a “medidas de autoaislamiento voluntario” que “son posibles que induzcan a la cooperación y a proteger la confianza pública, en vez de medidas coercitivas.”

Es fácil para el rico decir que no hay puntos medios, a pesar de lo cual, como lo señalan estos profesionales de la medicina, pronto millones se encontrarán en tiempos de desesperación:

“El gobierno y los empleadores deben reconocer que los trabajadores de salarios bajos, de la economía de pequeños trabajos informales, y los no asalariados, que no podrán trabajar debido a la cuarentena o restricciones a la movilidad u otras disrupciones a la economía y la vida pública, enfrentarán desafíos extraordinarios. Pueden encontrar que es imposible satisfacer sus necesidades básicas o aquellas de sus familias.”

En la ciudad universitaria rural cerca de mi casa, los estudiantes se han ido a sus casas y los negocios permanecen abiertos, pero casi vacíos. Negocios familiares que han existido por generaciones, podrían quebrar.

El profesor de economía Don Boudreaux (https://cafehayek.com/) admite que él no es un experto en coronavirus, no obstante, es uno de los principales expertos en el mundo acerca de cómo operan los mercados. Escribe él (He writes (https://www.aier.org/article/the-economic-takeaway-of-the-coronavirus-panic/)), “La mayoría de lo que constituye nuestra prosperidad es un flujo de actividades finamente coordinadas, cada una de ellas llevada a cabo por trabajadores altamente especializados. En tiempos normales, este flujo de actividades en gran parte no es notado.”

Hoy, debido a escaseces, los consumidores se dan mayor cuenta de que los bienes “no caen como maná del cielo en los estantes de los minoristas.” Tampoco, como escribe Boudreaux, “hay meses de inventarios valiosos descansando en bodegas ociosamente en espera de que se acceda a ellos.” En vez de eso, “Cada momento de cada día, cientos de millones de especialistas -desde gerentes a contadores a trabajadores fabriles a empleados de negocios al menudeo- trabajan para asegurarse que la prosperidad está siendo continuamente producida y que está fluyendo.”

Boudreaux está claro acerca del origen de su riqueza, de mi riqueza y de la riqueza de Bill Gates: “En última instancia, nuestra riqueza consiste principalmente de la voluntad persistente y de la habilidad de millones de extraños que trabajan por nosotros diariamente. Cualquier obstáculo a que grandes números de personas lleven a cabo sus trabajos cotidianos, significa dificultades para todos nosotros.”

Gates también, “pronto se encontraría empobrecido, si la inesperada creación diaria de riqueza se paraliza.”

Las consecuencias del coronavirus que apunta Gates son terribles, pero, también, lo son las implicaciones de una economía destrozada. Hay un punto intermedio. Enfrentados con la incertidumbre, gente razonable, personas bien intencionadas, pueden estar en desacuerdo en donde es que se encuentra ese punto intermedio.

[Crédito por la Imagen: Wikimedia Commons-World Economic Forum, CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/legalcode)]

El economista Barry Brownstein es colaborador sénior de Intellectual Takeout.