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Jorge Corrales Quesada
20/01/2019, 17:44
Es muy fácil proponer cosas para que las haga el gobierno, pero su realización, dejando de lado lo absurdas que puedan ser, enfrenta la dificultad de que, al estimarse lo que cuestan, con toda la razón, quien termina pagándolas; esto es el contribuyente, se opondrá al desperdicio y al mal uso de los recursos escasos y al asalto a los bolsillos de los ciudadanos en general.

EL NUEVO TRATO VERDE ES UN CABALLO DE TROYA PARA EL SOCIALISMO

Por Jarrett Stepman
Fundación para la Educación Económica
Martes 8 de enero del 2019

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/the-green-new-deal-is-a-trojan-horse-for-socialism/

El plan pide que la intervención directa del gobierno sea el “motor principal.”

La diputada Alexandria Ocasio-Cortez está lista para gravar a los ricos y así convertir en una realidad su Nuevo Trato Verde.

“La gente va a tener que empezar a pagar su porción justa de impuestos,” dijo la recientemente electa demócrata de Nueva York, en una entrevista del programa de televisión 60 Minutes fijado para aparecer el domingo siguiente.

Hablando acerca de las tasas impositivas de décadas previas en el país, Ocasio-Cortez agregó. “Una vez que usted llega a la cima, al lograr su dólar 10 millones, algunas veces usted ve tasas tan altas como un 60 o un 70 por ciento.”

No debería constituir una sorpresa que la declarada “socialista democrática” saliera con la fórmula predecible de “gravar a los ricos”, para así pagar por un masivo programa gubernamental que combata al cambio climático.

Pero, eso difícilmente sería buenas noticias para la mayoría de los estadounidenses, si Ocasio-Cortez se sale con la suya.

En efecto, tal esquema significaría que sus electores de la Ciudad de Nueva York pagarían una tasa máxima de impuestos sobre el ingreso del 82.6 por ciento, como rápidamente lo dio a conocer (was quick to point out (https://www.atr.org/ocasio-cortez-tax-plan-creates-827-top-income-tax-rate-new-yorkers)) la organización Americans for Tax Reform. Tal vez, los neoyorquinos se merecen aquello por lo cual votaron, pero, ¿lo merece el país?

EL INTERÉS EN EL NUEVO TRATO VERDE

Si bien el liderazgo del partido Demócrata en la Casa de Representante hasta el momento se ha resistido al Nuevo Trato Verde, disfruta de un fuerte apoyo en más de 40 miembros del Congreso, lo indica el Daily Caller (per The Daily Caller. (https://dailycaller.com/2018/12/25/democrats-green-new-deal/))

Una encuesta (poll (https://earther.gizmodo.com/new-poll-shows-basically-everyone-likes-alexandria-ocas-1831158171)) presentada en diciembre también muestra que los estadounidenses están más inclinados a apoyar el plan, que lo que usted pensaría. La encuesta, del Yale Program on Climate Change Communication y del George Mason University Center for Climate Change Communication, mostró que ocho de cada 10 estadounidenses no habían oído del plan.

Pero, cuando se les preguntó si lo apoyarían -si bien bajo una descripción favorable de la propuesta, la cual no discutía, por ejemplo, acerca de mayores impuestos- un 81 por ciento de los votantes registrados dijo que la respaldaría.

No obstante, las encuestas tienden a cambiar rápidamente (change quickly (http://apnorc.org/PDFs/EnergyClimate2017/2017.09.27%20%20Press%20Release_EPIC%20AP-NORC%20Energy%20Policy%20Poll%20%20FINAL.pdf)), cuando la gente aprende acerca de cuánto les cuestan esas políticas, y los detalles del Nuevo Trato Verde demuestran que es más que sólo un impuesto mayor sobre un pequeño número de ricos.

UNA AGENDA RADICAL

De hecho, los aumentos de impuestos a los ricos sería una de las partes menos radicales de la agenda.

No es una exageración decir que, si se pone en práctica, el Nuevo Trato Verde pondría patas arriba nuestra forma de vida, y destruiría la libertad y prosperidad que los estadounidenses de todos los orígenes actualmente disfrutamos.

Entre sus objetivos (goals (https://docs.google.com/document/d/1jxUzp9SZ6-VB-4wSm8sselVMsqWZrSrYpYC9slHKLzo/edit)) están llenar la demanda del “100 por ciento de fuentes de energía nacional” por medio de recursos renovables, readaptando “todo edificio residencial e industrial para que cumpla con la eficiencia energética, confort y seguridad de última generación,” y eliminando “las emisiones de gases de efecto invernadero en la manufactura, agricultura y otros industrias” (greenhouse gas emissions from the manufacturing, agricultural, and other industries. (https://docs.google.com/document/d/1jxUzp9SZ6-VB-4wSm8sselVMsqWZrSrYpYC9slHKLzo/edit))

Estos cambios vendrán con costos reales. De acuerdo con un editorial (editorial (https://www.investors.com/politics/editorials/democrats-green-new-deal-socialism/)) del Investor’s Business Daily, desplazar la economía desde los combustibles fósiles hacia un 100 por ciento de energía renovable, llegará “con un costo de alrededor de $5.2 millones de millones en el transcurso de 20 años.”

Esto termina con el recientemente encontrado renacimiento energético (newfound energy renaissance (https://www.dailysignal.com/2018/12/17/americas-christmas-gift-to-the-world-more-energy-freedom/)) de los Estados Unidos, que, en gran parte, proviene de nuevas técnicas innovadoras de perforación para obtener petróleo (innovative new oil drilling techniques (https://www.dailysignal.com/2018/09/14/obama-was-wrong-on-oil-we-did-drill-our-way-out-of-the-problem/)).

EL STATUS QUO ENERGÉTICO NO PODRÍA CAMBIAR TAN RÁPIDAMENTE

Incluso si estuviéramos dispuestos a asumir los costos, es, bueno, imposible de lograrlo.

“Producir el 100 por ciento de la electricidad a partir de recursos renovables es una imposibilidad práctica en el futuro cercano,” afirmó un reporte (report (https://www.rpc.senate.gov/policy-papers/green-new-deal-a-crazy-expensive-mess)) emitido en diciembre por el Comité Republicano del Senado sobre Políticas. Este reporte, el cual analizó el Nuevo Trato Verde, continuó así:

“Los científicos dudan (doubt (https://www.pnas.org/content/114/26/6722)) que eso se pueda lograr para el 2050, mucho menos para el 2029, la fecha objetivo que señalarían los demócratas. Tal transformación masiva de la generación de energía requeriría (require (https://www.eia.gov/tools/faqs/faq.php?id=427&t=3)) el cierre y remplazo de cerca del 83 por ciento de la generación de electricidad en los Estados Unidos, incluyendo todo el carbón, gas natural y plantas nucleares. …Hoy en día, la electricidad renovable -principalmente la proveniente del viento, del sol y la hidroeléctrica- provee tan sólo el 17 por ciento de la electricidad de los Estados Unidos.”

No se equivoque: Mientras los progresistas por mucho tiempo se han enfocado en políticas verdes extremistas, las propuestas del Nuevo Trato Verde son significativamente mucho más radicales que otras ideas sobre el medio ambiente, como impuestos al carbón y subsidios a las industrias verdes. Dejando de lado el enfoque del “palo y la zanahoria” para enfrentar el cambio climático, en vez de él, este acuerdo descansaría en un asalto implacable sobre la industria privada y los ciudadanos, por medio de las palancas del estado.

En efecto, el plan flagrantemente desestima los intentos por “incentivar al sector privado” hacia políticas más verdes, como “simplemente inadecuados para hacer la transición hacia una economía plenamente neutral de gases invernadero, tan pronto como sea necesario.”
En vez de ello, el plan pide que la intervención directa del gobierno sea su “motor principal.” (Y en sólo 10 años, ¡casi nada!).

UN CABALLO TROYANO DE GOLOSINAS ESTATISTAS

Pero, eso no es todo. Hay más.

El Nuevo Trato Verde no sólo incluye propuestas medioambientales: También incluye una caja de sorpresas con otras golosinas del ala izquierda, para “mitigar desigualdades por mucho tiempo enquistadas, en el ingreso y la riqueza, raciales, regionales y basadas en el género (incluyendo, sin limitación alguna, asegurarse que la inversión federal y cualquier otra, sea equitativamente distribuida hacia comunidades históricamente empobrecidas, de bajos ingresos, desindustrializadas o con otras marginaciones, de forma que así se construya la riqueza y la propiedad en el nivel comunitario.)”

Entre la lista de regalos deseados por los estatistas, el Nuevo Trato Verde contiene una propuesta para un sistema de salud universal y un programa de un ingreso mínimo básico que compense todos los empleos perdidos en el proceso de transición hacia una plena economía verde.

Por supuesto, todo esto llegará con un costo inmenso.

Citando un análisis del Mercatus Center, Bob Moffit, un experto en el cuido de la salud de la Fundación Heritage, escribió (wrote (https://www.heritage.org/health-care-reform/commentary/new-study-shows-huge-cost-sanders-medicare-all-plan)) que la propuesta de legislación “Medicare para Todos” del senador Bernie Sanders (Independiente de Vermont) costaría $32.6 millones de millones a lo largo de 10 años. Un ingreso mínimo o plan de ingreso básico también posiblemente costaría millones de millones de dólares ( cost trillions of dollars (https://www.cnbc.com/2018/07/12/ray-dalio-addresses-benefits-pitfalls-of-universal-basic-income.html)) al año.

Todo el presupuesto federal del 2108 fue de $4 millones de millones. El Nuevo Trato Verde requeriría que los Estados Unidos expandiera masivamente su ya excesivo presupuesto, el cual nos está hundiendo en el endeudamiento.

¿Cómo se proponen los propulsores del Nuevo Trato Verde que este crecimiento extremo en el gobierno sea pagado?

“[E]n las mismas formas en que pagamos en el 2008 el salvataje de los bancos y los programas de facilitación cuantitativa, en las mismas formas en que pagamos por la Segunda Guerra Mundial y muchas otras guerras,” dice el plan. “La Reserva Federal puede extender el crédito para impulsar estos proyectos e inversiones, nuevos bancos públicos pueden ser creados (como en la Segunda Guerra Mundial) para que extienda crédito y se puede hacer una combinación de diversas herramientas tributarias (incluyendo impuestos al carbono y a otras emisiones e impuestos progresivos a la riqueza.)”

En otras palabras, incrementando masivamente los impuestos y, después, pidiendo prestado y, en última instancia, imprimiendo billetes. Posteriormente, usaría los bancos públicos para que un número inestimable de burócratas resuelva todo el asunto.

Eso no es muy democrático, pero es socialista ̶ una versión estadounidense de un plan quinquenal al estilo soviético, enfocado en las soluciones económicas de mando y control, que se han demostrado que fracasan en todo el mundo.

Como escribió Justin Haskins, editor ejecutivo del Instituto Heartland, para el periódico Washington Examiner ( wrote for the Washington Examiner (https://www.washingtonexaminer.com/opinion/alexandria-ocasio-cortezs-green-new-deal-is-more-dangerous-than-you-think)): “No se equivoque en esto: Esta es una de las propuestas más peligrosas y extremistas ofrecidas en la historia moderna de los Estados Unidos. Es el tipo de cosas que usted vería en la Unión Soviética, no en los Estados Unidos.”

LAS EXPECTATIVAS TAN SÓLO CRECIERON

Si hay algo positivo que hace el Nuevo Trato Verde, es que ilumina el hecho de que mucha de la agenda medioambiental es sólo un vehículo ligeramente encubierto, para poner en práctica al socialismo de la izquierda extrema.

Dado el hecho de que casi la mitad de los milenarios ( nearly half of millennials (https://www.dailysignal.com/2017/11/03/millennials-clueless-communism-heres-thats-problem/)) dicen que preferirían vivir bajo el comunismo que del capitalismo, según una encuesta de Victims of Communism del 2017, no deberíamos ignorar el hecho de que estas ideas no murieron al final de la Guerra Fría.

Se han vuelto a empaquetar por milenarios jóvenes, de moda, como Ocasio-Cortez, quienes pueden engañar a una generación, en su mayoría alejada de la historia, para que crean que una salsa socialista fraudulenta y fracasada puede, de alguna manera, funcionar esta nueva vez.

A pesar de una evidencia abrumadora de fracaso y sufrimiento, la izquierda estadounidense ahora está abrazando más abiertamente al socialismo ̶ una tendencia preocupante e inquietante que necesita ser contrarrestada.

Ya no se trata tan sólo de Sanders lanzando esta cruzada en el Congreso de los Estados Unidos. Es una cohorte creciente de miembros más jóvenes, incluso más extremos, quienes intentan revivir ideas que deberían estar en el polvo de las cenizas de la historia. Como lo aseveró recientemente (recently noted (https://www.cnn.com/2019/01/02/politics/sanders-sexual-harassment-ac360-cnntv/index.html)) Sanders en una entrevista de CNN, su campaña del 2016 le ayudó a lograr que ciertas posiciones previamente “consideradas como extremas y marginadas,” fueran ahora de la “corriente principal.”

Sea lo que sea que uno piense de Ocasio-Cortez, es innegable que ella se conecta con un subconjunto amplio y creciente de votantes. Su personaje de mujer común y corriente y una habilidad para aparecer como verdaderamente genuina, la está convirtiendo en una voz potente en la izquierda.

Las consejos de cocina que dio en Instagram (Instagram cooking advice (https://www.dailymail.co.uk/video/news/video-1832982/Video-Alexandria-Ocasio-Cortez-cooks-takes-questions-Instagram-live.html)) y las rutinas de baile ( dance routines (https://www.dailysignal.com/2019/01/04/sorry-alexandria-ocasio-cortez-but-conservatives-dont-care-about-your-dance-moves/)) pueden ser encantadoras y reconocibles ̶ pero una atención a estos asuntos triviales enmascara al radicalismo y la insolvencia de sus puntos de vista.

El socialismo no es la cura para los males de los Estados Unidos y difícilmente se requiere de una lección de historia para figurarse eso.
La agonía de una Venezuela que colapsa, alabada como modelo económico para el futuro hace tan sólo una década ( praised as an economic model for the future just a decade ago (https://www.dailysignal.com/2017/12/20/new-york-times-left-socialisms-role-report-venezuelas-devastation/)), es un ejemplo claro de qué tan mal puede terminar eso para las personas de todos los grupos de ingresos.

El régimen venezolano también empezó como un socialismo “democrático.” Esta terminando en el fracaso ( failure (https://www.dailysignal.com/2018/07/26/inflation-to-hit-1-million-percent-in-collapsing-socialist-venezuela/)), la tiranía ( tyranny (https://www.dailysignal.com/2018/09/19/some-are-more-equal-than-others-in-socialist-venezuela/)) y el colapso.

No dejemos que videos de bailes y Twitter hot takes (https://www.usatoday.com/story/news/politics/2019/01/03/viral-video-shows-college-era-alexandria-ocasio-cortez-dancing/2477646002/) [Nota del traductor: hot take es, en el periodismo, un “comentario deliberadamente provocativo que se basa casi por completo en una moralización superficial”], nos distraigan de aquel hecho.

Este artículo se reprodujo de The Daily Signal.

Jarrett Stepman es un editor del Daily Signal.