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Jorge Corrales Quesada
21/07/2018, 11:31
Una descripción sencilla de cómo el mercado y los precios que transmiten la información dispersa en sociedad, en un marco de libertad han ampliado las posibilidades económicas de la humanidad.

CÓMO EL PROGRESO CONVIERTE A LA ESCASEZ EN ABUNDANCIA

Por Marian L. Tupy
Fundación para la Educación Económica
Sábado 16 de junio del 2018

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/how-progress-turns-scarcity-into-abundance/

La escasez se convierte en abundancia por medio del mecanismo de los precios, el cual funciona en tanto la economía se base en los derechos de propiedad, la regla de la ley y el libre intercambio.

Desde que él publicó su exitosamente vendido libro Enlightenment Now: The Case for Reason, Science, Humanism, and Progress (Enlightenment Now: The Case for Reason, Science, Humanism, and Progress (https://www.penguinrandomhouse.com/books/317051/enlightenment-now-by-steven-pinker/9780525427575/)) [En defensa de la ilustración: Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso], Steven Pinker ha sido criticado por su optimismo excesivo.

Escribiendo para Open Democracy, Jeremy Lent asevera (argues (https://www.opendemocracy.net/transformation/jeremy-lent/steven-pinker-s-ideas-are-fatally-flawed-these-eight-graphs-show-why)) que Pinker no se preocupa lo suficiente por el agotamiento de los recursos naturales, incluyendo las reservas de agua fresca. Él culpa al psicólogo de Harvard por abrazar una “creencia neoliberal, tecnocrática, cual es que una combinación de soluciones basada en el mercado y en soluciones tecnológicas resolverá mágicamente todos los problemas ecológicos.”

El problema con el argumento de Lent es que las soluciones tecnológicas y las soluciones basadas en el mercado son parte importe de los esfuerzos de la humanidad, para sobreponerse a los desafíos medioambientales. Si no está convencido de ello, nada más échele una mirada a los esfuerzos de desalinización en Israel.

EL PROGRESO NO ES MAGIA, PERO SE LE ACERCA.

Lent advierte de algunas tendencias ambientales que preocupan, incluyendo “el incremento en las emisiones de CO2; la declinación en el agua fresca disponible; y el aumento en el número de zonas muertas en los océanos debido al vertimiento de fertilizantes artificiales.”

Pinker no niega la existencia de estos desafíos. “El progreso,” escribe (writes (https://www.washingtonpost.com/news/inspired-life/wp/2018/02/13/a-famed-harvard-professor-explains-why-the-world-is-actually-becoming-a-much-better-place/?utm_term=.788d4b1648ee)) él,

“no es lo mismo que la magia. Siempre hay accidentes y retrocesos... Claramente tenemos que tener en mente el peor retroceso posible; esto es, la guerra nuclear, y el riesgo de reveses permanentes, tales como los peores casos de escenarios del cambio climático.”

Tomen como ejemplo la oferta de agua fresca. Entre 1962 y el 2014, los recursos de agua renovable por persona declinaron de 17.220 metros cúbicos a 7.462 metros cúbicos. No obstante, note que el 71 por ciento de la superficie terrestre está cubierta por agua.

Lo que se necesita en las áreas más afectadas por la sequía, tales como África del Norte y el Oriente Medio, es un proceso económico de desalinización, que separe las partículas de sal de las moléculas de agua. Israel es pionera de un método de desalinización, que logra que el agua fresca consumida por los hogares israelitas sea un 48 por ciento más barata, que aquella consumida por la gente de Los Ángeles.

La desalinización, escribe Rowan Jacobsen, en el Scientific American (Scientific American (https://www.scientificamerican.com/article/israel-proves-the-desalination-era-is-here/)),

“funciona impulsando agua salada a través de membranas que contienen poros microscópicos. El agua pasa, en tanto que las moléculas de sal más grandes se quedan atrás. Pero, los microorganismos en el agua salada rápidamente colonizan las membranas y bloquean los poros, y controlarlos requiere de una limpieza periódica costosa y químicamente intensiva. Pero [el científico israelita] Bar-Zeev y sus colegas desarrollaron un sistema libre de químicos usando piedra de lava porosa, que captura a los microorganismos antes que ellos lleguen a las membranas... Israel actualmente obtiene el 55 por ciento de su agua doméstica proveniente de la desalinización, y eso ha ayudado a convertir uno de los países más secos del mundo, en el más improbable de los gigantes del agua.”

LA LIBRE EMPRESA NO ES UN PROBLEMA, ES LA SOLUCIÓN

Lent critica a Pinker por fallar “en tomar en cuenta los impulsores estructurales del rebase [medioambiental]: una economía global basada en el crecimiento, que descansa en una monetización siempre creciente de los recursos naturales y de la actividad humana.”

En la realidad, la libre empresa no es el problema. Es la solución. La escasez relativa conduce a precios más altos, precios mayores crean incentivos para las innovaciones y las innovaciones conducen a la abundancia.

La escasez se convierte en abundancia por medio del mecanismo de los precios, el cual funciona en tanto la economía se base en los derechos de propiedad, la regla de la ley y el libre intercambio. En las economías relativamente libres, los recursos no son “agotados” en la forma en que Lent teme –como lo demuestra el hecho de que en la Tierra todavía no se ha acabado ningún recurso no renovable.

Eso se debe a que la totalidad de nuestros recursos, incluyendo el agua fresca, no es constante. Sí, el número total de átomos en la Tierra es finito, pero las formas en las que esos átomos pueden ser combinados y recombinados, son infinitas.

Lo que, entonces, importa, no son los límites físicos de nuestro planeta, sino la libertad humana para experimentar y de volver a imaginar el uso de los recursos que tenemos. Como lo escribe (writes (https://paulromer.net/economic-growth/)) el profesor de economía de la Universidad de Nueva York, Paul Romer,

“Para obtener una idea de qué tanto alcance existe para tales descubrimientos, la podemos calcular como sigue. La tabla periódica contiene alrededor de cien tipos de átomos diferentes. Si una fórmula es simplemente una indicación de si un elemento está incluido o no, habrá 100 X 99 fórmulas, tales como aquella del bronce o del acero, que involucran dos elementos. Para fórmulas que pueden tener cuatro elementos, hay 100 X 99 X 98 X 97 fórmulas, que dan más de 94 millones... Los matemáticos llaman a este incremento en el número de combinaciones “explosión combinatoria.” Una vez que usted llega a 10 elementos, hay más fórmulas que segundos desde que la gran explosión creó al universo. Al continuar usted, se hace obvio que ha habido muy poca gente en la tierra y muy poco tiempo desde que nosotros aparecimos, como para que hubiéramos tratado con más de una fracción minúscula de todas las posibilidades.”
EL PROGRESO SE HACE POSIBLE POR LA LIBERTADEn contraste con las economías libres, las sociedades estatistas sin derechos de propiedad, sin la regla de la ley y sin el libre intercambio, tienden a ser peores administradores del planeta. Por ejemplo, la Unión Soviética y la China de Mao abusaron imprudentemente de sus recursos, incluyendo al recurso más valioso de todos –los seres humanos.

La distinción más grande que hay entre las sociedades libres y las estatistas es el valor que ellas les dan a la vida humana. Las sociedades libres tratan a los seres humanos como un recurso valioso, pues son sólo los humanos quienes tienen las ideas y la energía creativa para convertir esas ideas en innovaciones. Por contraste, las sociedades estatistas tienden a considerar a los miembros de la raza humana como pasivos. Así, el camino hacia las utopías estatistas está sembrado de cadáveres.

En el contexto de una economía de mercado, los seres humanos no son sólo recursos para ser usados, sino que se reponen y se amplían. Como tales, las plantas de desalinización de Israel suplen agua potable no sólo a los israelitas, sino también a los habitantes de la Ribera Occidental y hay esfuerzos diplomáticos en proceso para suplir el agua potable israelita a los países árabes de los alrededores. Eso es progreso.

Reimpreso de CapX.

Marian L. Tupy es editor de HumanProgress.org y es analista sénior de política en el Centro para la Libertad y la Prosperidad Global.