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Jorge Corrales Quesada
08/04/2018, 11:46
Un poquito de buen análisis económico de otra torpe decisión económica de un gobierno que ignora totalmente la economía elemental. ¡Pobre Venezuela con tanta ignorancia y totalitarismo aunados!

EL PRESIDENTE DE VENEZUELA ENFRENTA LA CRISIS ECONÓMICA QUITANDO 3 CEROS A SU MONEDA

Por Luis Pablo de la Horra
Fundación para la Educación Económica
Jueves 5 de abril del 2018

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/venezuela-s-president-tackles-economic-crisis-by-deleting-3-zeros-from-its-currency/

El intento de Nicolás Maduro de contralor la hiperinflación quitándole ceros a su moneda no funcionará.

Parece que, finalmente, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro ha encontrado el camino para sacar a su país de la crisis económica sin precedentes, en la cual, desde el 2012, está inmersa Venezuela. El inefable líder de la Revolución Bolivariana anunció recientemente el lanzamiento de una nueva moneda, llamada Bolívar Soberano, que reemplazará al bolívar como medio de cambio oficial a partir de junio.

El anuncio lo hizo por vía Twitter (Twitter (https://twitter.com/PresidencialVen/status/976959141494353921/photo/1)), en el cual Maduro dijo que el bolívar actual sería desmonetizado (cesar como moneda de curso legal) en favor de la nueva moneda. La verdad es que, de facto, ya se había desmonetizado (was de facto demonetized (https://panampost.com/helena-ball/2018/03/04/venezuela-only-one-way-fix-worlds-most-miserable-country-hyperinflation/)), desde mucho tiempo atrás, por el mercado, debido a la política monetaria irresponsable (básicamente imprimiendo dinero para financiar año tras año los déficits), llevada a cabo por el Banco Central de Venezuela, plenamente controlado por el gobierno Bolivariano.

Pero, ¿qué es tan especial acerca de esta nueva moneda que se espera resuelva la peor crisis económica que Venezuela ha experimentado durante las últimas décadas? Sencillo: remueve tres ceros del bolívar actual. En otras palabras, 1.000 bolívares actuales se convertirán en 1 bolívar soberano. De acuerdo con las autoridades venezolanas (According to the Venezuelan authorities (http://www.eluniversal.com.mx/mundo/maduro-anuncia-reforma-monetaria-en-venezuela-quitara-tres-ceros-al-bolivar)), esto ayudará a luchar contra la inflación, un primer paso para arreglar la deteriorada situación económica del país. Pero, ¿lo logrará?

LA ECONOMÍA DE LA SITUACIÓN

Echémosle una mirada a la teoría económica. Tal como la demanda de otros bienes, la demanda de dinero depende de la utilidad que los agentes económicos deriven de ella. Cuando un banco central promete llevar a cabo una política monetaria de sentido común, dirigida a, por ejemplo, estabilizar el nivel de precios, la gente demandará esa moneda debido a su utilidad como medio de cambio y como almacén de valor. No obstante, cuando un banco central irresponsablemente infla la moneda debido a presiones políticas, los precios tienden a dispararse y los consumidores y los inversionistas dejan de usarla, trasladándose hacia otras monedas o bienes que satisfacen mejor sus necesidades.

Si aplicamos esta línea de razonamiento al caso venezolano, el corolario es sencillo: en lo que tiene que ver con moneda fiduciaria, la clave está en la confianza. Las expectativas acerca del poder adquisitivo futuro de una moneda afectan su demanda actual, lo que, a su vez, determina su precio relativo en comparación con otras monedas, así como con los bienes y servicios. Por tanto, cambiar el valor nominal del dinero removiendo tres ceros es inútil, a menos que la confianza en las autoridades monetarias (las que, en este caso, son lo mismo que el gobierno venezolano) no sea restaurada.

Pero, si se toma en cuenta el historial del gobierno de Maduro, parece ser una quimera. Maduro ha conducido al país hacia el abismo en muy corto tiempo. Venezuela ha visto declinar su PIB real (real GDP decline (https://blogs.imf.org/2018/01/25/latin-america-and-the-caribbean-in-2018-an-economic-recovery-in-the-making/)) en un 16.5 por ciento en el 2016 y en un 14 por ciento en el 2017 y se espera que se reduzca en otro 15 por ciento en el 2018. La crisis humanitaria ha empujado a 1.1 millones de personas (1.1 million people (https://www.washingtonpost.com/opinions/global-opinions/the-collapse-in-venezuela-is-creating-a-refugee-crisis/2018/02/23/68b85c7e-1807-11e8-8b08-027a6ccb38eb_story.html?utm_term=.1b91a0dd9eb6)) a que abandonen el país en busca de una mejor vida. Además, la ONG Caritas Venezuela estima (estimates (https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/en-el-2018-podrian-morir-280000-ninos-en-venezuela-por-desnutricion-articulo-734337)) que 280.000 niños morirán de desnutrición en el 2018.

La caída en los precios del petróleo ha jugado un papel en la crisis actual, al privar al gobierno venezolano de una gran porción de su ingreso (large fraction of its revenue. (https://resourcegovernance.org/sites/default/files/Venezuela_Final.pdf)) Esta dependencia ha durado por mucho tiempo, pero ha aumentado desde que Hugo Chávez llegó al poder en 1999. Desde el primer día, Chávez usó los ingresos petroleros para crear una población subsidiada y dependiente, que sirviera de apoyo para mantenerse en el poder y trasformar a Venezuela en un estado socialista à la Cuba.
UNA MALA POLÍTICA MONETARIA VIGENTEA pesar de lo anterior, las causas de la crisis económica y humanitaria en Venezuela no pueden ser atribuidas exclusivamente al petróleo. Cuando se hundieron los precios, el gobierno venezolano podía haber restringido el presupuesto y ayudado a estructurar su economía, para diversificarla más y que fuera menos dependiente del petróleo.

En vez de ello, decidió imprimir dinero para fondear al gasto público. Cuando los precios empezaron a dispararse, debido a la excesiva impresión de dinero, el gobierno impuso topes a los precios (price ceilings (https://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2015/apr/16/venezuela-economy-black-market-milk-and-toilet-paper)) de muchos productos, lo que condujo a escaseces de alimentos y de otros productos esenciales en todo el país. Además, Maduro ha continuado con la política de nacionalización de Chávez (Maduro has continued with Chavez’s nationalization policy (https://www.nationalreview.com/corner/venezuela-protests-maduro-gm-nationalization-deepening-economic-crisis/)), minando la capacidad del sector privado para producir los bienes y servicios.

A la luz de lo antes expuesto, trucos como remover tres ceros del bolívar o la creación de una moneda digital patrocinada por el Estado (State-sponsored cryptocurrency (https://www.alt-m.org/2018/03/23/venezuelas-petro-fools-oil/)), son sólo cambios cosméticos que tendrán pocos efectos positivos (si es que alguno) sobre la economía.

Como lo ha sugerido el economista Steve Hanke, la única solución viable involucra la dolarización de la economía (dollarizing the economy (https://panampost.com/helena-ball/2018/03/04/venezuela-only-one-way-fix-worlds-most-miserable-country-hyperinflation/)) y deshacerse de restricciones económicas impuestas por el gobierno, de forma que los mercados pueden hacer lo que mejor puede: asignar los recursos eficientemente y lograr el crecimiento económico.

Pero, para hacer eso, es necesario que un nuevo gobierno lleve estabilidad al país y que acabe de una vez por todas con la Revolución Bolivariana.

Reimpreso de Intellectual Takeout.

Luis Pablo De La Horra tiene un Bachillerato en Inglés y una Maestría en Finanzas. Él escribe para la Fundación para la Educación Económica, el Instituto de Asuntos Económicos de Londres y en Speakfreely.today.