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Jorge Corrales Quesada
31/03/2018, 12:23
RECHACE LA POLÍTICA DE IDENTIDAD DE LA DERECHA ALTERNATIVA Y DE LA IZQUIERDA DEL CONTROL

Por Nur Baysal
Fundación para la Educación Económica
Martes 27 de marzo del 2018

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/reject-the-identity-politics-of-the-alt-right-and-the-control-left/

La política de identidad contribuye a un ambiente en donde todo es acerca de si grupos específicos se sienten ofendidos.

Jordan Peterson es un psicólogo clínico en la Universidad de Toronto. Previamente tenía cargos en las Universidades de McGill y Harvard. También se le conoce por decir cosas sumamente inapropiadas. Por ejemplo, “Limpie su cuarto y ordénese a sí mismo antes de tratar de cambiar al mundo.” (“Clean your room and sort yourself out before you try to change the world (https://www.youtube.com/watch?v=DTvnU4wiCkM).”) “El sistema educativo generalmente favorece a las muchachas sobre los muchachos y eso no es bueno.” (“The school system generally favors girls over boys and that’s not a good thing (https://www.theaustralian.com.au/news/inquirer/decline-in-men-at-universities-bad-for-both-sexes/news-story/eccc91aeb9d772c874feac873b7b4493).”) La gente necesita tener un sentido y un propósito en la vida que va más allá de su felicidad inmediata.” (“People need to have meaning and purpose in life that goes beyond immediate happiness (https://www.theguardian.com/global/2018/jan/21/jordan-peterson-self-help-author-12-steps-interview).”)

Aparentemente, usted puede esperar que haya una represalia violenta al escuchar a alguien, con tales puntos de vista, pronunciarlos en una ciudad universitaria. Y eso es exactamente lo que sucedió durante una charla reciente en la Universidad Queen’s en Ontario, Canadá. Alrededor de 150 furiosos protestantes, reunidos fuera del recinto, quebraron vitrales e incluso hicieron una barricada en las entradas del frente y de atrás del edificio en donde se dio la conferencia. Se escuchó gritar a un manifestante (One protester was heard yelling,) “Enciérrenlos y vuélenle fuego,” que fue recibido con aplausos por la masa de manifestantes. Una mujer mayor, de unos 38 años, quien tomó parte en las protestas, fue luego arrestada llevando un garrote y por atacar violentamente a oficiales de la policía. En caso que usted no lo sepa, un garrote es un arma usada para estrangular a alguien hasta matarlo. [Nota del traductor: “Instrumento con el que antiguamente se ajusticiaba en España a los condenados; consistía en un palo al que se ataba el condenado y un aro de hierro con el que se le aprisionaba el cuello y que se apretaba hasta causarle la muerte.”]

Otro episodio de furia se dio cuando Christina Hoff Sommers, una feminista auto-identificada y registrada como miembro del partido demócrata de los Estados Unidos, fue invitada por la Sociedad Federalista para que diera una conferencia acerca del feminismo en la Escuela de Derecho Lewis & Clark en Portland, Oregón. Varios grupos estudiantiles redactaron una carta oponiéndose a la charla de Sommers (composed a letter opposing Sommer’s talk (https://twitter.com/CHSommers/status/970506084472336384)), en la cual ella fue mencionada como una “reconocida fascista.” La carta continuó con una definición muy interesante de libre expresión:

“La libertad de expresión ciertamente es un principio básico de una sociedad libre y sana, pero esa libertad se frena cuando tiene un impacto negativo y violento sobre otros individuos.”

Ni Peterson ni Sommers dijeron algo remotamente cercano al sentido generalmente aceptado de Fascismo. Como recordatorio (As a reminder (https://www.merriam-webster.com/dictionary/fascism)), el fascismo se define como una filosofía política que exalta a una nación o una raza por encima del individuo y busca poner en práctica un gobierno autoritario encabezado por un líder dictatorial. Tal como lo muestran los ejemplos del primer párrafo, Peterson enfatiza el desarrollo personal por encima de la acción política. Él también mencionó cómo sus escritos y charlas han movido a anteriores proponentes de la derecha alternativa, a que adoptaran una posición más centrista.

En relación con Christina Hoff Sommers, ella principalmente está arguyendo que hay probablemente algunas diferencias entre hombres y mujeres (there are probably some differences between men and women (https://www.theatlantic.com/sexes/archive/2013/03/what-lean-in-misunderstands-about-gender-differences/274138/)). Ella también ha estado afirmando que el vacío de género en áreas STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), puede no ser sólo un resultado del sexismo (the gender gap in STEM fields might not just be the result of sexism (http://www.aei.org/publication/why-cant-a-woman-be-more-like-a-man-3/)) y que los muchachos no progresan muy bien en los sistemas educativos de la actualidad (boys do not thrive very well in today’s school systems (https://www.theatlantic.com/education/archive/2013/09/how-to-make-school-better-for-boys/279635/)).

Usted no tiene que estar de acuerdo con alguna de estas aseveraciones. No obstante, invocar el término “fascista” porque usted está en desacuerdo con ellas, constituye un error profundo. Le quita el sentido a la palabra, haciendo que quedemos estupefactos para detectar y lidiar con casos verdaderos de fascismo.

¿Cuál es la razón detrás de esta negatividad destructiva? ¿Por qué es crecientemente difícil expresar opiniones que caen fuera de la corriente principal aceptada? ¿Estamos totalmente acabados en cuanto a los conceptos del discurso civil y del principio de la caridad (the principle of charity (https://en.wikipedia.org/wiki/Principle_of_charity))?

LA POLÍTICA DE IDENTIDAD DAÑA LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD

Puesto en términos sencillos, la razón detrás de esta furia contra pensadores tales como Peterson y Sommers, se sustenta en la política de identidad. La política de identidad es la idea de que la gente de una religion, origen étnico y antecedentes sociales particulares, deberá ser excluida de las alianzas políticas, en vez de unirlas en plataformas políticas más amplias y generalizadas. El objetivo es promover intereses específicos basados en grupos y no en objetivos omnicomprensivos, generales. Esta no es una explicación injusta o controversial de la política de identidad –estoy parafraseando burdamente la definición ampliamente aceptada, que se encuentra en el diccionario Merriam-Webster (found in Merriam-Webster (https://www.merriam-webster.com/dictionary/identity%2520politics)).

Los grupos transgénicos están furiosos por lo que Peterson está diciendo, debido a que ellos perciben su rechazo a los pronombres exigidos género-neutrales (rejection of mandated gender-neutral pronouns (http://www.bbc.com/news/world-us-canada-37875695)) como transfóbico. Los grupos feministas están furibundos porque, como Hoff Sommers, Peterson asevera que el sexismo no es una buena explicación causal de la brecha de género en la paga salarial (sexism is not a good causal explanation for the gender pay gap (http://www.youtube.com/watch?v=aMcjxSThD54&t=5m42s)). Este artículo no es acerca de los argumentos de Peterson –más bien, estos ejemplos se supone que demuestran cómo, crecientemente, tales afirmaciones ya no son más juzgadas por un estándar universal de verdad. En vez de ello, la política de identidad contribuye a un ambiente en donde todo es acerca de si grupos específicos se sienten ofendidos.

Pienso que la creciente prevalencia de la política de identidad es responsable de dos tendencias preocupantes: (1) el rechazo de la realidad objetiva y la búsqueda de la verdad y (2) una sociedad crecientemente hostil y divisiva, en vez de una cosmopolita.

LA POLÍTICA DE LA IDENTIDAD RECHAZA A LA REALIDAD OBJETIVA

Durante el siglo XVIII, la Era de la Ilustración ganó terreno en los círculos intelectuales europeos. En los salones opulentos de la Temprana Moderna Francia Revolucionaria (opulent salons of Early Modern Revolutionary France (http://commons.colgate.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1021&context=car)) y entre las paredes de vibrantes café-bares-restaurantes ingleses (lively English coffeehouses (http://conversational-leadership.net/coffee-houses/)), tuvieron su lugar interesante debates acerca de la importancia de la libertad individual, el progreso, la tolerancia y la ciencia. Guiados por la frase Sapere Aude (“Atrévete a saber”), la Ilustración cimentó la idea de que la razón, en vez del dogma, debería ser la fuente primaria de la autoridad epistémica.

Muchas de estas ideas hoy nos parecen obvias, pero, fue durante la Edad de la Ilustración cuando se diseminaron por primera vez con tal vehemencia. En esa época, expresar ideas tales como la importancia de los derechos civiles del individuo, era algo novedoso y revolucionario.

Desafortunadamente, la historia muestra que no todo mundo había sido el receptor que se beneficiaba con los valores de la Ilustración, tal como la tolerancia.

Ciertos grupos étnicos y religiosos enfrentaban una discriminación sistemática. Ellos lucharon contra su exclusión de la sociedad, al formar grupos de defensa que protestaban por su tratamiento desigual.

Esta es la razón de por qué tuvo sentido que los judíos formaran a Liga Antidifamación (Jews to form the Anti-Defamation League (https://www.adl.org/who-we-are/history)) contra leyes segregacionistas y la formación del movimiento Anti-Apartheid (the formation of the Anti-Apartheid movement (https://www.nonviolent-conflict.org/the-anti-apartheid-struggle-in-south-africa-1912-1992/)) en Suráfrica. Si usted es activamente excluido de la sociedad debido a que usted pertenece a cierto grupo, formar sus propias asociaciones es, a menudo, la única vía para establecer en escenario en donde su voz puede ser escuchada.

Lo que esos grupos buscaron no fue un espacio seguro, que les protegiera contra un involucramiento en un mundo externo aparentemente hostil. Más bien, se propusieron romper su exclusión societaria –para finamente ser vistos como seres humanos iguales, como todos los demás.

Había un énfasis en la igualdad de la dignidad humana, que trasciende diferencias tales como grupos étnicos, de género y de orientaciones sexuales. El objetivo fue expandir el pensamiento de que todo mundo, por debajo de una multitud de afiliaciones de grupos, comparte el espíritu común de la humanidad.

El prominente abolicionista Frederick Douglass fue confrontado por varios de sus compatriotas negros, quienes estaban insatisfechos con su énfasis en que la esclavitud era un mal universal y no un mito que integraba a un grupo. Ellos buscaron combatir las injusticias de la esclavitud y la discriminación racial afirmando su identidad racial.

Douglass rechazó este enfoque y, en vez de él, les urgió a enfocarse en lo que realmente importaba: la libertad individual para todos, independientemente de la raza. En su discurso final, “The Blessings of Liberty and Education," (“Las Bendiciones de la Libertad y la Educación,”) dijo él:

“No fue la raza o el color del negro lo que le ganó la batalla de la libertad. Esa gran batalla fue ganada, no porque la víctima de la esclavitud fuera un negro, un mulato o un afro-americano, sino porque la víctima de la esclavitud fue un hombre y un hermano para todos los otros hombres, un hijo de Dios, y que podía reclamar, con toda la humanidad, un Padre en común, y, por tanto, sería reconocido como un ser responsable, un súbdito del gobierno y con derecho a la justicia, la libertad y la igualdad ante la ley, y en todo lado.”

LAS BUENAS INTENCIONES NO SON SUFICIENTES

La actual política de identidad ha seguido un enfoque diferente. En vez de trabajar para sobreponerse a las diferencias y abrazar una humanidad en común, busca promover un ensimismamiento basado en el grupo.

Los llamados a favor de espacios seguros para la gente de color (safe spaces for people of color (https://www.washingtonpost.com/news/grade-point/wp/2017/03/01/a-group-demanded-a-space-for-students-of-color-now-they-say-theyre-being-called-racists/?utm_term=.18335a202bba)) o de días libres en la universidad sin gente blanca (white-people-free days on college (https://nypost.com/2017/05/31/college-melts-down-over-plan-for-white-people-free-day-on-campus/)), no se orientan hacia la promoción de un ambiente que, por sí mismo, se libra de la discriminación racial. Aislar a su propio grupo, difícilmente es un llamado para interactuar con la mayoría que puede haberle excluido en el pasado.

Los proponentes de espacios seguros aseveran que es necesario un lugar en donde su grupo puede conversar acerca de sus esperanzas y sueños, sin sentirse socavados por otros o sin que sus puntos de vista sean trivializados. Este es un deseo comprensible de grupos étnicos o sociales que han encarado discriminación en el pasado o en la actualidad. Por ejemplo, personas que se identifican como LGBT ciertamente han enfrentado repercusiones sociales por hablar acerca de su sexualidad. Vale la pena hacer notar que, al menos en la mayoría de las naciones de Occidente, hay una declinación de las actitudes homofóbicas (decline in homophobic attitudes (https://www.economist.com/node/21548961)).

Si bien el objetivo es algo con el cual uno puede simpatizar, el método está equivocado. En muchos casos, la gente no sólo buscó ocultarse de opiniones incómodas, sino que, más bien, buscó transformar todo el espacio en que ellos habitan, en su propio “espacio seguro.” Piense en grupos universitarios pidiendo que se des-invite a conferencistas, porque están en desacuerdo con aquellos.

Es el mismo viejo método de segregación, reforzado con buenas intenciones. Pero, las buenas intenciones no son suficientes si el acto en sí, y la metodología detrás de él, están errados. La idea de que ciertos grupos deberían sólo expresar confortablemente sus necesidades en espacios seguros aislados, es similar a decir que la idea de segregación es correcta, en tanto en que la intención detrás de ella sea encomiable.

La segregación se instauró debido a la creencia de que ciertas razas son inferiores y que, por tanto, no deben tomar parte en el discurso civil. Sabemos que, cualquier aseveración acerca de “igual pero diferente,” se basó en frases que se han hecho para que la discriminación racial aparente ser aceptable.

Si bien puede ser cierto que, incluso hoy, ciertos grupos no pueden expresar confortablemente sus puntos de vista en la sociedad más amplia, es totalmente fallida la conclusión de que, por tanto, deberíamos establecer cuartos exclusivos para ellos. Esto equivale a someterse a las fuerzas divisivas de la opresión y la discriminación.

Es un mensaje de rendición decir que, “Como grupo, aceptamos que nuestros puntos de vista son difíciles de expresar en la sociedad más amplia. En vez de luchar contra esto abrazando nuestra cultura de discurso radical, regresemos a la reclusión y convirtámonos en lo que fue la intención de nuestros opresores –no vista y no escuchada, excepto por los de nuestra propia especie.”
LA DERECHA Y LA IZQUIERDA DESCANSAN EN LA POLÍTICA DE IDENTIDADLa política de identidad de este tipo no se encuentra sólo dentro de grupos que en sociedad han sido marginalizados y discriminados en su contra. Por el contrario, la noción de la primacía del grupo propio de uno sobre los de otros, es el fundamento de los grupos contemporáneo del ala derecha. Los adherentes del Partido Alternativa para Alemania AfD (Pegida (http://www.dw.com/en/german-issues-in-a-nutshell-pegida/a-39124630) Alternative fuer Deutschland (AfD) (https://www.nytimes.com/2017/09/25/world/europe/germany-election-afd.html?mtrref=www.google.com&gwh=6B08E822F0D216BDF7DADEC13A4FE148&gwt=pay)) y el Frente Nacional de Francia (Front National (https://www.britannica.com/topic/National-Front-political-party-France)) generan apoyo popular convocando imágenes de europeos blancos heroicos, listos para salvar su herencia cultural ante la inminente destrucción causada por inmigrantes. Los grupos políticos extremos de ambos lados evidentemente despliegan la misma metodología –y, de nuevo una vez más, el simple hecho de que algunos de aquellos del lado izquierdo albergan buenas intenciones, no convierte en algo admirable a la tecnología como tal.

Deberíamos preguntarnos a nosotros mismos si queremos crear un ambiente balcanizado, que se defina a sí mismo no por un sentimiento de cohesión mutua y de un vínculo en común, sino, más bien, a través de identidades raciales y sociales excluyentes –un método usado tanto por blancos supremacistas de la extrema derecha y por activistas de la izquierda que piden espacios de seguridad segregados.
NO CAIGAN PRESA DEL RELATIVISMO RADICALFinamente, no debemos caer presos de la creencia de que la percepción que uno tiene del mundo, está definida subjetivamente por las adhesiones a grupos étnicos o sociales de uno. No lo está.

Es cierto que nuestras experiencias son moldeadas por la forma en que somos categorizados por otros, por lo que la misma experiencia puede ocasionar diferentes emociones entre gente que pertenece a grupos diferentes. Pero, eso no conduce a la conclusión de que la verdad y a razón más bien deban ser descartadas, en favor de una multiplicidad de verdades o “no-verdades.” Imagínese que dos grupos diferentes mantienen opiniones sobre el asunto X, las que fundamentalmente se contradicen la una a la otra. No podemos mantener que ambas afirmaciones son simultáneamente verdaderas, a menos que rechacemos la ley de la no-contradicción, tal como fuera formulada por Aristóteles (Aristotle (https://plato.stanford.edu/entries/aristotle-noncontradiction/)). Así, tiene más sentido llamarlas no-verdades.

El hecho de que las identidades de grupo de las personas engloban e influyan sus percepciones, puntos de vista y reacciones emocionales, es un hecho objetivo. No es una invitación para desechar cualquier noción de verdad.

Abrazar una cultura de discusión radical y la búsqueda de la verdad, no significa que todo mundo deba ya sea involucrarse activamente o bien escuchar conversaciones, con las cuales él o ella se sentirían incómodas.

Si usted siente la necesidad de desconectarse, proceda y hágalo. Todo el tiempo la gente se desengancha de contenido que no resuena en ellos, cambiando de tema durante una conversación, no tomando parte en ciertas discusiones en Facebook e incluso con los libros, películas y música que ellos consumen y que no consumen. Llevamos nuestros me gusta y no me gusta como filtros arraigados en nosotros y, en aras de nuestra salud mental, eso es algo bueno.

Se hace problemático una vez que la gente empieza a imponer espacios seguros sobre otros. Cuando la gente empieza a silenciar a oradores con quienes está en desacuerdo. Cuando los amenazan y llegan a ser físicamente violentos, ya no están simplemente usando sus propios filtros para evitar sentirse incómodos.

Ellos están yendo más lejos de imponer filtros a otros. En última instancia, esto crea una cultura basada en un antagonismo divisivo y un sentimiento perpetuo de otredad, para aquellos excluidos de la tribu designada.

La gente que propone la política de identidad puede tener buenas intenciones, pero eso no es suficiente para hacer que sus acciones sean encomiables. Al final de cuentas, ellos están usando la misma metodología desplegada por la derecha alternativa y por otros proponentes de la identidad racial.

Nur Baysal es una Investigadora Asociada del Instituto de la Empresa Competitiva y Compañera en Tecnología y Disrupción del Centro de Elección del Consumidor. Con una especialidad en filosofía, está interesada especialmente en la intersección entre creatividad, empresariedad e innovación tecnológica. Sus trabajos recientes se enfocan en tecnologías que recién emergen, tales como blockchain, genómica e inteligencia artificial.