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Jorge Corrales Quesada
12/01/2018, 09:37
Espero que este sea el primero de una serie de comentarios de Brittany Hunter acerca del pensamiento de Mises. Y éste es un buen inicio de lo que será una muy provechosa serie de lecturas.

MISES CONOCÍA EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL LIBERALISMO

Por Brittany Hunter
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 3 de enero del 2018

Muchos economistas han escrito acerca del tema del liberalismo, pero pocos lo han explicado tan poéticamente como el gran Ludwig von Mises.

En la actualidad existe un grave mal entendido en torno al término “liberalismo.” Pregúntele a cualquiera en la calle qué significa ese término y con bastante certeza obtendrá respuestas que identifican al término con progresismo. Y, aun así, el verdadero y clásico liberalismo del todo es algo distinto. [Nota del traductor: Esto se debe al uso impropio del término liberalismo principalmente en los Estados Unidos, el cual más bien se asocia con el estatismo y el intervencionismo estatal].

Mientras que la izquierda puede haber secuestrado el nombre a través de los años, el liberalismo es la creencia en que los mercados libres, el cosmopolitismo y la intervención gubernamental limitada, son claves para una prosperidad duradera. Formulado en una época cuando las divisiones de clases y la servidumbre y el despotismo estaban generalizados en todo el mundo, la idea de que los individuos podían estar a cargo de sus propios destinos, independientemente del estatus o del título, parecía ser un sueño inalcanzable.

Aun así, en el siglo XIX diversas formas de liberalismo se expandieron como fuego. Como resultado, el mundo se convirtió en un lugar mejor. Y, si bien muchos economistas y filósofos han escrito acerca del tema, pocos han explicado la tradición liberal tan poéticamente como el gran Ludwig von Mises.

Habiéndome fijado la meta de leer a todos los clásicos económicos que nunca he podido leer, El Liberalismo de Mises era uno de los primeros en mi lista de lecturas. Sumamente exhausta y, a la vez, intrigada después de bloguear en vivo acerca de Camino de Servidumbre de F.A. Hayek, estaba lista para cambiar mi estilo de escritura, a la vez que exploraba las raíces del liberalismo clásico.

¿QUE ES EL LIBERALISMO?

En la introducción a su obra, Mises explica bellamente algunas pocas cosas acerca de lo que es liberalismo y otras pocas cosas que no lo son. Específicamente, se refiere al papel que el bienestar material juega en el liberalismo clásico.

Dado que muchos tienden a asociar al liberalismo de libre mercado con la avaricia y con un énfasis en la riqueza material, él explica que el liberalismo “no promete al hombre felicidad y contento, simplemente la satisfacción de aquellos deseos que, a través del mundo externo, cabe atender.”

A diferencia de otras escuelas de pensamiento, que apelan tan sólo a las emociones cuando elaboran políticas, el verdadero liberalismo busca abolir las causas del sufrimiento, en vez del “sufrimiento” propiamente. Después de todo, el sufrimiento es simplemente un síntoma de un problema mayor. Hablando sobre esto, escribe Mises:

“Puede un correcto ordenamiento social suprimir múltiples causas de dolor y de padecimiento; puede dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y procurar habitación al que carezca de ella. Pero, lo malo es que la alegría y beatitud espiritual no son engendradas por esos factores; brotan de aquello que el sujeto íntimamente aprecia.”

Y esta es la verdadera belleza del liberalismo. En tanto que el gobierno puede abrigar, vestir y alimentar a muchos por medio del sistema de bienestar, ninguno de estos asuntos ayuda adecuadamente a que los individuos busquen lo que los hace felices, ni tampoco a que satisfagan los anhelos en sus almas.

Las carencias de ropa, alimento y abrigo no son resueltas por la existencia del estado de bienestar. De la misma forma, el futuro de los individuos no se verá asegurado tan sólo porque el gobierno les da comodidades temporales. Para que la vida de una persona sea realmente mejorada o que tenga éxito, debe ser libre de perseguir sus propias pasiones, ausente la intervención gubernamental.

Tal como escribe Mises:

“Lo único que los liberales ruegan a tales opositores, es que los dejen tranquilos, pues ellos jamás se meten con los ascetas, ni en modo alguno les vedan alcanzar el cielo por sus particulares vías. Que se encierren, si así lo desean, en celdas y cenobios; que abandonen el mundo y sus habitantes; y que vivan en paz. La mayoría de nuestros contemporáneos, sin embargo, ni comprende ni persigue el camino ascético. Siendo ello así, ¿cómo pueden, quienes rechazan al ascetismo, reprochar al liberalismo su afán por mejorar el bienestar material de las masas?”

RACIONALISMO

Otra interpretación equivocada mantenida por los oponentes al liberalismo verdadero, es su enfoque en el pensamiento racional.

Como lo señala Mises:

“También, se acusa al liberalismo de ser racionalista. Pretenden los liberales ordenarlo todo de un modo lógico, olvidando que en los humanos influyen también los sentimientos y las irracionalidades; y grande es el número de nuestros contemporáneos que de modo ilógico actúa.”

El liberalismo puede siempre ser racional, pero los seres humanos no son perfectamente sabios y ello es perfectamente consistente con el liberalismo. Como dice Mises, “No dice, desde luego, el liberal que el hombre sólo se mueve inteligentemente; lo que asegura es que a los mortales, en aras de su interés rectamente entendido, les conviene actuar de modo racional.”

Mucha gente inteligente fuma, aun cuando sea malo para su salud. Mises comenta acerca de este fenómeno, al señalar, “Pocos considerarían encomiable la postura del paciente que, cuando su médico le presenta un plan de vida racional, es decir, higiénico, respondiera ‘comprendo, doctor, que lo que me aconseja es indudablemente bueno; mis sentimientos, sin embargo, me prohíben seguir sus indicaciones, pues yo lo que deseo es lo perjudicial para mí, aunque tal actitud resulte irracional.’”

Aun así, muchos de quienes formulan políticas hacen eso todo el tiempo. Ellos defienden la insensatez al protegerla por medio de legislación. Prometen una red de seguridad ante elecciones mal concebidas, en vez de dejar que las consecuencias naturales sirvan como un maestro.
Pero, en verdad, el liberalismo no ignora las fallas inherentes a la raza humana. En vez de ello, entiende que la naturaleza humana es lo que es y que los individuos con frecuencia actúan en formas antitéticas a sus propios objetivos. Pero, en vez de endulzarlo y brindar excusas para el pensamiento irracional, el liberalismo les pide a los individuos que asuman la responsabilidad por sus comportamientos.

Al hacer notar que frecuentemente somos actores imprudentes, podemos corregir y combinar nuestras elecciones hacia fines más deseables. Dice Mises, “El liberalismo, en modo alguno, constituye un dogma prefijado, ni una doctrina congelada; antes, al contrario, es la aplicación a la vida social del hombre de las enseñanzas de la ciencia.”

EL OBJETIVO DEL LIBERALISMO

Hay críticos a quienes les gusta acusar a los liberales clásicos de estar pendientes de los intereses de ciertos grupos de ricos. No obstante, este sencillamente no es el caso. Cuando el liberalismo se examina a través de los lentes de la historia, vemos que fue la única escuela ideológica de pensamiento que buscó elevar a toda la humanidad hacia estándares de vida más altos.

Muchos harán una yuxtaposición del liberalismo clásico con el socialismo, alegando que esta última ideología es la única que realmente se orienta a ayudar a toda la humanidad. Pero, Mises lo sabía mejor.

Él escribe:

“Históricamente, el liberalismo fue el primer movimiento político que quiso promover no el bienestar de grupos específicos, sino el general. Difiere el liberalismo del socialismo -que igualmente proclama su deseo de beneficiar a todos- no en el objetivo perseguido, sino en los medios empleados.”

Dice él, continuando con el tema:

“El liberalismo no trabaja en favor de grupo particular alguno, sino en interés de la humanidad entera. Es por tanto incorrecto aseverar que los empresarios y capitalistas tienen un interés especial en apoyar al liberalismo. Le conviene a él tanto como a cualquier otro.”

Entonces, el verdadero objetivo del liberalismo es mejorar las vidas de todos los individuos, al permitirles crear valor cuando viven sus vidas, de acuerdo con los dictados de sus propias conciencias. El liberalismo les permite a los individuos planear para sus propias vidas, en vez de dejar que el estado lo haga en lugar de ellos.

El liberalismo es la razón por la cual la humanidad ha tenido acceso a innovaciones revolucionarias que han incrementado las esperanzas de vida, reducido la pobreza global y han hecho que nuestras vidas sean más cómodas en ese camino.

Así lo expone Mises:

“Para valorar los triunfos liberales y capitalistas basta comparar nuestro actual nivel de vida con el que prevaleció durante la Edad Media y las primeras centurias de la moderna.”

El anti-liberalismo promueve políticas que harían que la sociedad regresara a condiciones más primitivas. Es irónico que los “liberales” anti-liberales de hoy, se llamen a sí mismos “progresistas.”

Brittany Hunter es editora asociada en la Fundación de Educación Económica. Brittany estudió ciencias políticas en la Universidad Utah Valley, con una especialización menor en estudios constitucionales.