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Jorge Corrales Quesada
28/09/2017, 11:19
No es extraño en Facebook escuchar a personas que señalan que el ICE conviene más que la empresa privada para encargarse de la producción de energía eléctrica, porque el ICE no tiene utilidades, mientras que las empresa privada sí, lo cual se traslada a los consumidores. El argumento -así lo señalé en otro comentario- es falaz, porque el ICE adquiere bienes y servicios para usarlos en su producción, que son privados y en donde hay utilidades-, pero también me parece que quienes consideran innecesarias las utilidades es porque desconocen cuáles son algunas de las funciones que desempeñan en una economía. Para entenderlas mejor, es que traduzco y comparto este artículo tan instructivo.

POR QUÉ DEBEMOS CELEBRAR LAS UTILIDADES

Por Felipe Lungov
Fundación para la Educación Económica
Sábado 2 de setiembre del 2018
NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, le indica cómo lograrlo si es de su interés. Este artículo en su versión original puede ser encontrado en https://fee.org/articles/why-we-should-celebrate-profits/

Cada venta que una empresa hace es un testimonio de que los consumidores se beneficiaron con la existencia de esa empresa.

A lo largo de la historia, diferentes personas y culturas han tenido percepciones diferentes acerca de la moralidad de las utilidades.

La profesora Deirdre McCloskey (Deirdre McCloskey (https://en.wikipedia.org/wiki/Deirdre_McCloskey)) merece un reconocimiento especial por su estudio acerca de cómo la gente en algunos países europeos durante los siglos XVII y XVIII, empezó a mirar a los empresarios e inventores como ocupaciones moralmente honradas (entrepreneurs and inventors as morally honored occupations (https://www.youtube.com/watch?v=a0nsKBx77EQ)), y de cómo esta nueva percepción ocasionó una mejoría extraordinaria en los estándares de vida de la gente en esos países ( living standards of people in those countries (http://www.ggdc.net/maddison/maddison-project/home.htm)) y posteriormente alrededor del mundo.

No obstante, la búsqueda de ganancias continúa siendo acusada de ser uno de los males de la sociedad.

Al considerar esta paradoja, es natural que nos preguntemos, en primer lugar, exactamente qué son las utilidades. Y, a partir de eso, tratemos de averiguar si las ganancias son buenas o si hacen daño a la sociedad.
DE DÓNDE PROVIENEN LOS INGRESOSEs parte de la sabiduría convencional que las ganancias de una empresa surge de la diferencia entre (a) el dinero que se recibe al vender todas las cosas y (b) todo el dinero que se gastó. La utilidad es precisamente lo que queda después de sustraer entre esas dos sumas, de lo que entra y de lo que sale. Ahora, veamos cada una de ellas desde la perspectiva económica.

El cuadro “¿Qué son las ganancias?” puede encontrarse en https://fee.org/articles/why-we-should-celebrate-profits/
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El ingreso proveniente de las ventas de una empresa es todo el dinero que se recibe de los clientes a cambio de sus productos. Cada centavo que forma parte de su ingreso, fue recibido proveniente de alguien quien juzgó que estaría mejor con ese producto, que con el dinero que se le cobraba.

Sam Walton (Sam Walton (https://en.wikipedia.org/wiki/Sam_Walton)), el fundador del gigante minorista Wal-Mart, solía decir que todo lo que se requería para que él perdiera su fortuna, era que la gente dejara de comprar en sus negocios. Toda su riqueza (fue el hombre más rico de los Estados Unidos durante los años de la década de 1980) fue adquirida, todos y cada uno de los dólares, de personas que entraron a uno de sus negocios, eligió un artículo del estante, se dirigió a la caja e intercambió cierta cantidad de dólares por el beneficio de llevarse ese artículo para su casa.

Si no fuera por Walton, cada uno de esos millones de personas tendría que haberse quedado con la siguiente mejor alternativa, a fin de satisfacer la necesidad o el deseo que los llevó a realizar esa compra. Puede ser un producto de una marca inferior en el negocio de la par o en otro ubicado lejos de la casa o tal vez a un precio mayor. Pero, algo hizo que todos y cada uno de ellos escogiera comprar en aquel negocio y, de ahí, deducimos que Walton contribuyó a mejorar sus vidas, al ofrecerles una opción que era más beneficiosa que las otras disponibles.

El cuadro “¿En cuánto la empresa beneficia a los consumidores?” puede ser encontrado en https://fee.org/articles/why-we-should-celebrate-profits/
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Incluidos dentro de los ingresos por ventas están también los costos. Una compañía puede vender sólo si intercambia su dinero por materias primas, mano de obra, alquiler, electricidad, transporte, etcétera. Cada uno de esos costos en sí no es un fin, sino un medio para hacer posible que la empresa funcione. Para la compañía, todos son insumos y todos (y muchos otros que podríamos haber agregado a la lista) constituyen la cantidad que se debe descontar de los ingresos para calcular la ganancia.

LOS BENEFICIOS DE UNA EMPRESA NUEVA

Empecemos con la mano de obra. Para poder efectuar sus operaciones, una compañía necesita contratar trabajadores desempleados u ofrecer mejores empleos a trabajadores ya empleados. Se podría lograr un mejor trabajo con un salario más alto, que quede más cerca de la casa, que tenga una jornada menor o algo similar. Al observar cualquier negocio (una tienda, un restaurante, una fábrica, etcétera), podemos estar seguros de que tuvo que ofrecer a todos y a cada uno de sus trabajadores, un empleo que ellos consideraban que era una alternativa mejor, a lo que ya tenían en ese momento. De otra forma, ellos no estarían allí.

Cualquier otro insumo que adquiera la empresa, desde materias primas hasta electricidad, es comprado de otra empresa, que también necesitará contratar, a fin de llenar la demanda nueva, adicional, lo que provoca un efecto idéntico al antes descrito. Y estos, a su vez, también tendrán sus propios suplidores. De forma que el efecto se diseminará por toda la cadena productiva, ocasionando beneficios a innumerables trabajadores, con mejores salarios o mejores condiciones laborales, de ahí hasta llegar al insumo fundamental de cualquier producción, el propio trabajo humano.

El cuadro “¿En cuánto la empresa beneficia a los trabajadores?” puede ser encontrado en https://fee.org/articles/why-we-should-celebrate-profits/
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De manera que, reuniendo todo lo que hemos visto hasta el momento, cada venta que la compañía hace es testimonio de que los consumidores se beneficiaron con la existencia de esa empresa; cada compra que una compañía hace es testimonio de que los trabajadores que hicieron posible esa venta también se han beneficiado de la existencia de la empresa. En otras palabras, vemos que cada negocio, por medio del intercambio voluntario, difunde los beneficios en la sociedad. Pero, hay una particularidad acerca de empresas que tienen ganancias, que aún no hemos explorado.

Tal como se expuso antes, una empresa que tiene ganancias es aquella en la cual la suma de los ingresos por las ventas es mayor que la suma de gastos usados en compras. Con todo lo que vimos, de ahí en adelante, ¿qué significa esto?

Si, debido a la empresa, (a) los consumidores están pagando menos (o reciben algún otro beneficio) por sus productos, (b) los trabajadores están ganando más (u obtienen algún otro beneficio), y (c) aún queda algún dinero para el empresario, eso necesariamente implica que, antes de que fuera fundada la nueva empresa, los trabajadores estaban ganando menos por su trabajo de lo que los consumidores estaban pagando por ese trabajo. De otra forma, si los trabajadores estaban ganando más de lo que los consumidores estaban pagando, alguien que quisiera contratarlos para producir algo y luego vendérselo a los consumidores, tendría una pérdida.

El cuadro “negocio con ganancias” puede encontrarse en https://fee.org/articles/why-we-should-celebrate-profits/
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TENER GANANCIAS VERSUS NO TENER GANANCIAS

Veamos un ejemplo para aclarar esto. Suponga que un empresario está considerando contratar neurocirujanos para vender arena en la playa. ¿Por qué este negocio terminaría en pérdidas?

Nos diría el sentido común: “Porque es una idea estúpida.” No obstante, un economista le respondería algo como esto: “Debido a que el precio que la gente estaría dispuesta a pagar por la arena, es posible que sea menor que el salario que convencería al neurocirujano para que dejara sus oficinas.” En otras palabras, ¡la gente en la playa no necesita la arena! Y ¡los neurocirujanos no son tan mal pagados!

El cuadro “negocio sin ganancias” puede encontrarse en https://fee.org/articles/why-we-should-celebrate-profits/
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Por tanto, el negocio que tiene utilidades es aquel por el cual podemos estar seguros de que no sólo se está beneficiando a otros, sino que también se está beneficiando a aquellos que lo necesitan. Las ganancias son testimonio infalsificable de que su dueño se las arregló para encontrar personas que estaban pagando de más en productos hechos por trabajadores, a quienes a su vez se les estaba pagando demasiado poco. Y hay más. Entre mayor sea la ganancia lograda, (a) más bajos eran los salarios relativos pagados a los trabajadores en relación con el precio que era pagado por el consumidor y (b) mayor es el número de transacciones que benefició a toda esta gente. O, en palabras de Robert Murphy, “Quejarse de las altas ganancias de un capitalista es como quejarse acerca de un cirujano porque salva muchas vidas.” (Robert Murphy (https://en.wikipedia.org/wiki/Robert_P._Murphy), “to bemoan a capitalist earning high profits is like complaining about a surgeon saving too many lives. (https://fee.org/articles/theres-no-such-thing-as-excessive-profits/))

Al observar estos dos ejemplos, puede ser fácil divisar las oportunidades de tener ganancias. Pero, entonces, ¿de qué cree usted que se carece en su vecindario?, ¿de un gimnasio nuevo?, ¿de una tienda de abarrotes?, ¿de un negocio para mascotas?, ¿adónde colocaría usted su dinero?

Grandes inventores y empresarios se hicieron multibillonarios con sus negocios, pero, ¿se ha detenido usted alguna vez a pensar cómo sería el mundo sin computadoras personales, por ejemplo? Theodore Dalrymple (Theodore Dalrymple (https://en.wikipedia.org/wiki/Theodore_Dalrymple)) aclara que aun cuando su riqueza es sólo una pequeña fracción de aquella de Bill Gates (Bill Gates (https://en.wikipedia.org/wiki/Bill_Gates)), ciertamente es mayor de la que habría sido si Gates no hubiera fundado Microsoft. Lo mismo es cierto para mucha gente. Todos nos beneficiamos del esfuerzo empresarial que le dio a él su riqueza.

Y ese beneficio no se limita a que cada uno de nosotros ahora está usando sus propias computadoras. ¿No sería la administración mucho más laboriosa y errática? ¿No sería trasladado este costo a los precios de los alimentos? ¿No tendría esto un impacto decisivo sobre las vidas de miles de millones de personas, además de Gates? Ahora, imagínese la misma cosa para todos los productos que han generado ganancias en la historia. ¿No agregan nada a la sociedad?
USTED NO PUEDE CURAR AL INTERÉS PROPIOCuando nos detenemos a pensar acerca de ello, la ganancia es la parte justa del empresario de los beneficios que crearon para la sociedad. Y aún así, cuando un empresario decide abrir su negocio propio, difícilmente lo hace para que sea específicamente en beneficio de otros. Ellos buscan satisfacer su interés propio, como las abejas que buscan el néctar de las flores y así polinizan a la naturaleza. Adam Smith (Adam Smith (https://en.wikipedia.org/wiki/Adam_Smith)) sabía de esto hacia 1776 (1776 (http://econlib.org/library/Topics/Details/invisiblehand.html)):

“Cuando las abejas colectan néctar de flor en flor, no tienen el propósito de distribuir el polen en toda la naturaleza. Pero, ¿acaso eso importa?”

“[El individuo] no se propone promover el interés público, no conoce qué tanto lo está promoviendo. [...] Y al dirigir tal industria de tal forma que su producto tenga el máximo valor, tan sólo tiene en mente su propio beneficio. En éste, como en otros casos, es conducido como si fuera por una mano invisible para promover un fin que no esta parte de su intención.”

Una de las diferencias fundamentales entre comunismo y liberalismo es que el primero tiene como precondición la transformación de la naturaleza humana: Las personas deben cesar de actuar para satisfacer sus propios intereses individuales y necesitan empezar a actuar para satisfacer los intereses colectivos de la sociedad (“Para construir el comunismo es necesario, simultáneamente con las nuevas bases materiales, construir al nuevo hombre y mujer (new man and woman (https://en.wikipedia.org/wiki/New_Soviet_man)).” –Che Guevara (Che Guevara (https://www.marxists.org/archive/guevara/1965/03/man-socialism.htm))). Cientos de millones de personas murieron (Tens of millions of people died (https://en.wikipedia.org/wiki/The_Black_Book_of_Communism)) producto de la violencia y la hambruna durante los intentos para llevar a cabo esa transformación, usualmente por medio del socialismo. En la actualidad, mucha gente cree que eso es, al menos en parte, necesario para tener un mundo mejor.

El liberalismo sugiere un camino más fácil y menos doloroso. En vez de ver al interés propio como algo que ha de curarse, lo utiliza para alimentar un proceso que esparce y amplía los estándares de vida de la gente. Ese proceso es la empresariedad.

Y con esto, volvemos de regreso al principio de este artículo. Las sociedades que reconocen la empresariedad son más prósperas. Dejen que la gente se enriquezca, déjenla si quiere coleccionar yates de lujo, prender sus habanos con dinero, ir a visitar la luna. Si no pueden robar a otros (eso incluye el amiguismo), pueden lograr todas esas cosas si es que se las arreglan para ayudar a las demás personas –precisamente aquellas quienes más lo necesitan.

Finalmente estamos listos para responder la pregunta del inicio, pero yo lo haré con una nueva pregunta: ¿Qué daño se hace al promover el bienestar de aquellos que más lo necesitan?

Felipe Lungov es un economista y es presidente de la Academia Liberalismo Económico en Brasil.