PDA

Ver la Versión Completa : KELLY WRIGHT-5 CASOS DE EXCESOS GUBERNAMENTALES QUE HACEN QUE LA SANGRE HIERVA



Jorge Corrales Quesada
04/09/2017, 15:37
5 CASOS DE EXCESOS GUBERNAMENTALES QUE HACEN QUE LA SANGRE HIERVA

Por Kelly Wright
Foundation of Economic Education
Viernes 30 de diciembre del 2016


Cada año el número de regulaciones, órdenes, reglas, decretos, directrices, estatutos, leyes y reglamentos de los Estados Unidos crece a saltos y a brincos. Simplemente miren el crecimiento de los números de reglas definitivas del Registro Federal:

El cuadro titulado Resultados Acumulados de Reglas Definitivas Publicadas en el Registro Federal (1993-2015) [Cumulative Final Rules Published in the Federal Register (1993-2015)] puede ser obtenido en https://fee.org/articles/5-blood-boiling-cases-of-government-overreach/

file:///C:/Users/JORGEC~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image001.png

Parece que ahora no pasa una semana sin que se escuche una nueva historia, acerca de alguien quien haya sido penalizado, con multa e incluso con cárcel, por actividades que serían estimuladas en una sociedad libre. Me he tomado la libertad (juego de palabras) de recoger algunos de los ejemplos más atroces de esta tendencia, para su lectura placentera (o desagrado).

1. Madre soltera encara posible encarcelamiento por vender $12 en ceviche a un oficial de policía encubierto.

Mariza Ruelas tuvo su día en la corte a principios de noviembre. ¿Su crimen? Vendió en $12, por medio de Facebook, una orden de ceviche, un auténtico platillo mexicano, a un policía encubierto.

Sé lo que usted está pensando: ¿Por qué la policía está montando una operación encubierta, para atrapar gente que vende alimentos por medio de Facebook, a clientes que están dispuestos a comprarlos? ¿No tienen crímenes de verdad que deben investigar –como aquellos en que realmente existen víctimas? Desearía conocer las respuestas a estas preguntas.

2. Fiscales federales amenazan a Aaron Swartz, con una sentencia que acabaría con su vida, por descargar artículos académicos.

El 11 de enero del 2013, Aaron Swartz terminó con su vida, al concluir uno de los mayores errores de la justicia en la historia contemporánea.
En el mes previo a su suicidio, Swartz se había enredado en una batalla legal con el gobierno federal, cuando fiscales formularon cargos contra Swartz, bajo la draconiana Ley Contra el Abuso y el Fraude con Computadoras. ¿Su crimen? Descargar miles de artículos académicos de una base de datos de JSTOR.

La Ley Contra el Abuso y el Fraude con Computadoras es una pieza legal particularmente cruel, dado que impone severas sentencias obligatorias mínimas, que resultaban en que Swartz enfrentaría hasta 35 años en prisión, por un crimen no violento.
Muchos observadores de temas legales de esa época, señalaron que, si Swartz se hubiera robado un banco, brindado ayuda a al-Qaeda o producido pornografía infantil, habría enfrentado una sentencia menos severa.

La historia de Swartz se exhibió en gran detalle en el documental The Internet’s Own Boy [El hijo propio de la Internet]. El documental fue hecho público por Creative Commons -una iniciativa sin fines de lucro, de la cual el propio Aaron Swartz fue un arquitecto inicial- de forma que usted lo puede ver, gratuitamente, en YouTube.

3. Los alegatos gubernamentales acerca de su propiedad sobre todas las aguas, pone 30 días en la cárcel a un hombre de Oregon, al recoger agua llovida en su propiedad.

Años atrás, la blogosfera libertaria estaba enardecida acerca de un caso indignante de la tiranía de un gobierno local dl estado de Oregon. Gary Harrington fue sentenciado a pasar 30 días en la cárcel, por el crimen de recoger agua llovida usando tres reservorios (nueva palabreja para estanque) en su propiedad.

La ley de Oregon estipula que toda agua es un recurso público, poseído comunalmente por la población en colectivo de Oregon y, como tal, cualesquiera intentos de almacenar agua deben empezar por, primeramente, formular la solicitud de permiso para poder recogerla. Sí, es cierto. Uno de los reservorios en su propiedad había estado allí por 37 años, dijo Harrington. Las solicitudes de permiso para Harrington fueron inicialmente aprobadas por el Departamento de Recursos Acuíferos del estado, pero después fueron revocados cuando una corte estatal revirtió la decisión.

Como resultado de esta legislación de la década de 1920, a Harrington se le ordenó entregarse por sí mismo a la cárcel del condado, para servir su sentencia de 30 días.

4. Iglesia de Maryland ordenada a desahuciar de su propiedad a gente pobre o bien que pagara una multa de $12.000.

Ninguna buena acción se va sin castigo en la Tierra de los LibresTM. El reverendo Katie Grover se encontró con un citatorio de $12,000, pegado en la puerta de la Iglesia Metodista Unida Patapsco, en Dundalk, Maryland. El presunto crimen fue permitir que varias personas sin hogar, durmieran en la propiedad de la iglesia, violando la regulación del condado, que prohíbe “dormir y comer en donde no sea permitido.”
La iglesia ni siquiera estaba permitiendo a los sin hogar, a que durmieran en el interior del templo, sino que les estaba permitiendo a unos pocos indigentes dormir en algunas bancas ubicadas en el patio de la iglesia.

5. Chef de San Antonio multado con $2.000, por alimentar a personas sin hogar.

A principios del 1915, Joan Cheever, chef y fundadora del camión de comidas sin fines de lucro, Chow Train, fue citada por oficiales de la policía por el escandaloso crimen de servir alimentos calientes a la población sin hogar de la ciudad.

El citatorio, que ella recibió por transportar la comida en un vehículo diferente de su camión de alimentos que tenía con licencia para ello, significó una multa total de $2.000.

Como es habitual en este tipo de casos, no hay una parte que sea observablemente perjudicada. Aquí el único “crimen” aparente es la violación, ya sea involuntaria o no, de un precepto gubernamental arbitrario. En este caso en particular, nadie llamó a la policía pidiendo ayuda. Cheever estaba haciendo lo que había hecho por más de diez años, excepto que, en esta ocasión, su caridad puso un pie fuera de los parámetros establecidos por un burócrata no electo, del departamento de salud de la ciudad.

PALABRAS DE DESPEDIDA

Estos caso han sacado a la luz un atendencia preocupante que se está desarrollando en los Estados Unidos, que no podían ser resumidas mejor que con las palabras indispensables de Ayn Rand, quien escribió en La Rebelión de Atlas,

“Cuando vea que el comercio se hace, no por consentimiento de las partes, sino por coerción; cuando advierta que para producir, necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare en que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en auto-sacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.”

La esperanza es que la tendencia a criminalizar actividades mundanas e incluso, en sí, a las donaciones caritativas, pueda ser detenida, antes de que alguien más se encuentre del lado de la incumbencia de un estado regulatorio creciente.

Republicado de Learn Liberty

Kelly Wright es uno de los coordinadores de los Programas en Línea del Instituto de Estudios Humanos.