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Jorge Corrales Quesada
02/09/2017, 20:02
Un artículo que con gusto traduzco y comparto en Facebook, pues es útil para referirse al tema. Y con el cual estoy de acuerdo.

EEL PROTECCIONISMO EMPOBRECERÁ A LOS ESTADOS UNIDOS, NO LO HARÁ MÁS GRANDE

Por Benjamin Powell
Foundation for Economic Education
23 de noviembre del 2016

La retórica anti-comercial del presidente-electo Donald Trump ha comprobado que una mala economía puede convertirse en buena política. Afortunadamente, después de que el señor Trump asuma su cargo, sus políticas comerciales es posible que sean mejores que su retórica de campaña.

Muchos factores contribuyeron a la victoria de Trump. Sus victorias sorpresivas en el los estados del llamado “Cinturón del Herrumbre” [estados como Michigan, Ohio, Pennsylvania, Wisconsin], los cuales típicamente suelen ser bastiones del partido demócrata, pueden estar ligadas a su promesa de revivir la manufactura estadounidense, restringiendo el comercio “injusto” con México, China y otros países.

Esta promesa resonó bien en los trabajadores sindicalizados. Trump ganó el voto sindical en Ohio, empató con Clinton en los hogares de sindicalistas en Michigan y perdió, pero por un margen estrecho, el voto sindical de Wisconsin, por 8 puntos porcentuales –una mejora considerable, en contraste con el candidato republicano del 2012, Mitt Romney.

La razón por la cual la retórica del señor Trump en torno al comercio resonó en tantos trabajadores de cuellos azules, se debe a que ellos creyeron en una falacia popular: que el comercio internacional destruye empleos en los Estados Unidos.

De acuerdo con encuestas hechas a la salida de la votación, el 50 por ciento de los votantes en Wisconsin y Michigan estaba de acuerdo con la noción de que el comercio internacional destruye empleos en los Estados Unidos. Similarmente, el 53 por ciento de los votantes de Pennsylvania y el 48 por ciento de los votantes de Ohio, creyó en esta falacia. Entre los votantes de esos cuatro estados que expresaron su acuerdo con la falacia comercial, el apoyo hacia Trump osciló entre un 59 por ciento en Michigan a un 67 por ciento en Ohio.

No obstante, como cualquier economista conocedor del comercio internacional lo sabe, la verdad es que el comercio no crea ni destruye empleos.

Cuando aumentan las importaciones frecuentemente se pierden empleos en las industrias domésticas que compiten con estas importaciones. Lo que ellos no se dan cuenta es que esas mismas importaciones crean empleos en otras partes de la economía.

Más de la mitad de todas esas importaciones son de componentes intermedios o de materias primas, que se incorporan en la producción de otros bienes y servicios. Cuando el comercio internacional produce estos materiales y partes de maneras más baratas y los hace asequibles en mayor amplitud, las industrias domésticas que usan esos ítems se hacen más competitivas, permitiéndoles vender más productos, lo cual resulta en una expansión e incrementos de los empleos.

Similarmente, cuando los extranjeros reciben dólares al exportar hacia los Estados Unidos, aumentan su capacidad de compra, lo cual aumenta el mercado de exportación de los Estados Unidos. Esto, también, impulsa la expansión económica y estimula el empleo en las industrias exportadoras de los Estados Unidos.

El comercio internacional cambia la mezcla, no el número, de empleos en los Estados Unidos. En efecto, el caso económico clásico en favor del libre comercio, descansa en esta restructuración de empleos. Esa reorganización permite que los trabajadores de los Estados Unidos lleven a cabo tareas en las cuales son relativamente más productivos, a la vez que los extranjeros hacen lo mismo.

Las encuestas a la salida de las votaciones muestran que tan sólo una pequeña minoría de trabajadores (menos del 13 por ciento) de los votantes en los estados en disputa en el Cinturón del Herrumbre, entienden que el comercio internacional no tiene un efecto neto sobre el número de empleos. El candidato Trump se benefició de esta ignorancia.

Si el señor Trump aspira a una reelección dentro de cuatro años, es posible que a los votantes les interese menos la retórica que el estado de la economía. Las políticas proteccionistas que él prometió durante la campaña encogerían a la economía y empobrecerían a los Estados Unidos.

El presidente Trump tendrá que escoger entre las promesas que hizo el candidato Trump. Puede abrazar al comercio internacional y contribuir a hacer grande a los Estados Unidos o puede optar por seguir su retórica proteccionista, a expensas de la grandiosidad de los Estados Unidos. Pero no se puede obtener de ambas formas.

La publicación apareció originalmente en el Independent Institute

Benjamin Powell es el director del Instituto de Libre Mercado en la Texas Tech University y miembro sénior del Independent Institute. Es miembro de la red de educadores de la Fundación de Educación de la Economía