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Jorge Corrales Quesada
02/09/2017, 18:26
Sólo se lo envié personalmente a Adrián Brenes y no lo puse en Facebook, pues no creo que a muchos les interese.

LAS TENSIONES EN LA ECONOMÍA AUSTRIACA
Por Arnold Kling
The Library of Economics and Liberty
3 de octubre de 2016

La tensión… entre mitos y logos, entre ideales políticos y el entendimiento, es central en su cuerpo entero de trabajo. Es esta tensión, con la cual ellos lucharon tan profundamente, la que explica la tensión en su trabajo entre un énfasis en la incertidumbre en su trabajo teórico y la convicción de su trabajo político.
─Erwin Dekker, The Viennese Students of Civilization: The Meaning and Context of Austrian Economics Reconsidered. [1] (Página 166).

En The Viennese Students of Civilization, Erwin Dekker brinda una nueva interpretación del trabajo de Ludwig von Mises, Friedrich Hayek, Joseph Schumpeter y otros economistas de la escuela austriaca. En el proceso, él identifica un conjunto de tensiones en su pensamiento: el economista como un observador imparcial versus el economista como participante político; del progreso versus la declinación; de la libertad versus la moderación; del individualismo versus la cultura; de la modernidad versus la tradición y de lo que Jacob T. Levy llamaría racionalista versus pluralista. [2]

Dekker reduce los orígenes geográficos de la escuela austriaca a Viena. Él arguye que la visión de los economistas austriacos estaba influenciada por el hecho de que Viena era un paraíso intelectual, ubicado dentro de un imperio en un estado de declinación.

La vida intelectual vienesa no estaba dominada por las universidades académicas. En vez de ello, estaba centrada en discusiones que se traslapaban entre grupos conocidos como los círculos vieneses. Dice Dekker,

“…el carácter del conocimiento que emergió de estos círculos difería de aquel producido en ambientes estrictamente académicos. En tanto que, en muchos países europeos, las universidades modernas estaban llegando para dominar la atmósfera intelectual, la vida intelectual vienesa tuvo su lugar dentro de la esfera social. Mientras que [en otros lados] la producción de conocimiento se organizó a lo largo de líneas disciplinarias… la vida intelectual en Viena permaneció siendo relativamente amplia e informal.” (Páginas 29-30)

“La conversación, o el seminario, era el centro de la vida intelectual vienesa… No los experimentos, no las observaciones provenientes de enfoques de escritorio, no los métodos estadísticos, no la formulación de modelos, sino hablando.” (Página 44).

No obstante, el hecho de que el imperio austriaco estaba tambaleándose en una serie de crisis, forzó a los economistas vieneses a enfocarse en las causas del progreso y la declinación de las civilizaciones. Por ejemplo, estos economistas estaban inclinados a asumir lo que Jacob Levy llama la visión “pluralista”, de que la sociedad se beneficia de una multiplicidad de grupos e intereses organizacionales. Sin embargo, ellos fueron testigos de la retirada del liberalismo, al no poder el Imperio de los Habsburgos ampliar su participación política, sin dividirse a lo largo de líneas étnicas. Por lo tanto,

“Los liberales germanos en Austria… favorecían a un sistema centralista en el cual sus principios universales pudieran dominar y en el cual los partidos no estaban basados en temas regionales o nacionales, sino alrededor de temas universales, tales como el orden social y económico.” (Página 56).

Otra tensión tiene que ver con el individualismo. Por una parte, los economistas austriacos son conocidos como metodológicamente individualistas. Por la otra, ellos vieron a los individuos como incrustados en la cultura.

“Hayek afirma que la civilización hace posible la autonomía individual y que las acciones individuales contribuyen a esa civilización. De ninguna manera directa esto puede ser llamado individualismo metodológico… Las leyes económicas ya no más son naturales; son procesos culturales o civilizadores.” (Página 65).

El conflicto entre modernidad y tradición involucra el hecho de que los modernistas buscan tener una explicación racional para todo, mientras que los economistas austriacos creían que muchas prácticas culturales habían evolucionado orgánicamente, en vez de ser los productos del diseño racional.

“[Mises] se da cuenta de que es un problema particularmente moderno que sea necesario que exista una justificación racional para cada norma… En la metafísica tradición de la ley natural, la propiedad siempre fue considerada como sagrada. El liberalismo ha destruido esta creencia… la propiedad se ha convertido en un medio para el logro de otros objetivos.”(Página 80).

“… los estudiantes vieneses de la civilización arguyen que no podemos plenamente saber o entender a nuestra civilización y, por tanto, que deberíamos tener mucho cuidado al tratar de reconstruir su racionalidad. Las instituciones crecidas orgánicamente a menudo contienen mucho conocimiento, el cual no siempre es fácilmente asequible al estudiante de la civilización… Hayek afirma que la cultura hace posible la autonomía individual; las instituciones culturales, tales como el lenguaje y los mercados, ‘nos hacen inteligentes’. Para él la inteligencia es un producto cultural y eso implica limitaciones acerca de lo que podemos saber acerca de esa cultura… no podemos movernos a un lado hacia afuera de nuestra propia civilización, para observarla… tal como es el ideal en la ciencia natural.” (Página 12)

También, los economistas austriacos son conocidos por ser fuertes defensores de la libertad individual. No obstante, ven a la libertad como posible sólo si es ejercida con moderación. Escribe Dekker,

“… existe, en contra de mi expectativa, un consenso sorprendente acerca de cuál es el elemento central de cualquier tipo de civilización: la moderación. Hayek… expone que la civilización se ha hecho posible gracias a la moderación: la moderación de nuestras inclinaciones naturales, de nuestros instintos. Pero, además, y esto es especialmente importante para Hayek, la moderación de nuestro racionalismo, el reconocimiento de los límites de nuestras facultades racionales: de nuestra habilidad de saber y diseñar.”(Página 7).

“… el escape del barbarismo tiene su precio… Hayek y Popper… creen que la civilización tiene un precio severo, tanto que debemos concluir que el hombre es (al menos inicialmente) civilizado en contra de sus deseos… Freud…concluye que este precio puede ser insoportablemente alto…”

“… la libertad, para todos estos pensadores, es posible sólo a través de restricciones: la libertad es hecha posible por la civilización. La civilización, las normas e instituciones que regulan la interacción humana, nos permiten ser libres. Un buen ejemplo de una institución que permite la libertad es la división del trabajo. Mediante la división del trabajo, se multiplican las posibilidades para el florecimiento humano, pero eso no significa que nos convirtamos en dependientes de otros, y que sólo produciremos una pequeña parte el amplio conjunto de bienes que deseamos… Nuestra libertad depende del hecho de que otras personas comparten nuestra civilización y que permanentemente no se rebelan en contra de ella.” (Página 8).

Dekker escribe que la teoría austriaca del capital y del interés está ligada a este punto de vista de la civilización como moderación.
“Una tasa de interés relativamente baja puede entonces ser interpretada como una señal de que la gente es fácilmente motivada a abstenerse y los estudiantes vieneses de la civilización no dudaron en considerar a las tasas bajas de interés como un signo de una civilización avanzada.” (Página 85).

La tensión que Dekker enfatiza más es aquella entre el observador imparcial y el participante. Los economistas austriacos respetaron a la civilización como un orden emergente y son escépticos en cuanto a intentos de diseñar la sociedad, usando la experiencia racional. Esto los hace muchos menos inclinados que otros economistas a ser activistas de la política. Dekker nota que algunos prominentes doctores vieneses del siglo XIX, eran similarmente escépticos acerca de la intervención médica.

“El énfasis fuerte en el conocimiento en vez de la curación, combinado con la convicción de que los poderes curativos del doctor estaban limitados por las leyes de la naturaleza, habían conducido a muchos críticos [del médico del siglo XIX Joseph Dietl] a llamarlo ‘nihilista terapéutico’”. (Página 113).

Yo hallé una interesante analogía para ser tomada en cuenta. Imagínese que un doctor, a quien usted le estaba consultando acerca de una enfermedad, le dijera, “no voy a intervenir, debido a que no conozco lo suficiente acerca del cuerpo humano, como para tener confianza de que vamos a hacer más bien que mal. En vez de ello, voy a hacer un estudio del fenómeno de la salud y la enfermedad.”

Históricamente, y aun hoy en día, los doctores han intervenido en formas que dañaron y hasta mataron a sus pacientes, Sin embargo, tenemos una inclinación natural a favorecer a los doctores que proponen tratamientos activos y a menospreciar a doctores quienes simplemente serían observadores pasivos. Similarmente, los ciudadanos y los políticos tienen una inclinación natural a favorecer a economistas que proponen tratamientos para las enfermedades económicas y a despreciar a economistas quienes piensan que el sector privado es mejor, si se le deja sólo, para que se cure a sí mismo.

Dekker señala que, al dedicarse a la escritura polémica, tal como el Camino de Servidumbre de Hayek, los austriacos estaban mostrando que no estaban más contentos con descansar en las orillas. Ellos sintieron una obligación de intentar frenar la declinación del liberalismo.
Como conclusión, yo sugeriría que las tensiones en la economía austriaca que Dekker esclarece, no han sido resueltas. Por el contrario, continúan atormentando a economistas que comparten la visión austriaca.


NOTAS AL PIE DE PÁGINA
[1] Erwin Dekker, The Viennese Students of Civilization: The Meaning and Context of Austrian Economics Reconsidered (http://www.cambridge.org/catalogue/catalogue.asp?isbn=9781107126404). Cambridge University Press, 2016.
[2] Ver la discusión en "Jacob T. Levy, 'Rationalism, Pluralism, and the History of Liberal Ideas' (Mayo, 2016)" (http://oll.libertyfund.org/pages/lm-levy). En línea en Library of Liberty.


Arnold Kling tiene un doctorado en economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Es autor de varios libros, incluyendo Crisis of Abundance: Rethinking How We Pay for Health Care; Invisible Wealth: The Hidden Story of How Markets Work; Unchecked and Unbalanced: How the Discrepancy Between Knowledge and Power Caused the Financial Crisis and Threatens Democracy; and Specialization and Trade: A Re-introduction to Economics (https://www.amazon.com/Specialization-Trade-Re-introduction-Arnold-Kling-ebook/dp/B01GW3SOOM/ref=zg_bs_2596_1). Él contribuyó en EconLog desde enero del 2003 hasta agosto del 2012.