Jorge Corrales Quesada
26/08/2017, 22:38
Por Jorge Corrales Quesada
La Contraloría ha hecho otro importante señalamiento en torno a la administración que hace CONAVI de los recursos públicos. No hace mucho la Contraloría le había informado al país, con base en el análisis de una muestra de 49 contratos realizado por aquella entidad, que en un 65% de ellos se gastó un monto superior a los ₡3.000 millones en el diseño de carreteras que nunca fueron construidas.
Ahora, en su más reciente informe, el DFOE-IFR-IF-09-2016, nos expone que en el CONAVI no hay “un sistema automatizado de administración de carreteras”, a pesar de que ello estaba establecido en la ley de creación del CONAVI “que data de dos décadas atrás.” Incluso el señalamiento, producto de un estudio del período que va del 1⁰ de enero del 2014 al 31 de diciembre del 2015, es aceptado por el ministro de Obras Públicas, señor Carlos Villalta, quien expresa que ese sistema optimizaría “el uso de recursos.” Y agrega de inmediato don Carlos, “No significa que los recursos se hayan estado usando de mala manera", ciertamente dando a entender, me imagino, que no ha mediado corrupción, pero, el hecho de que no se optimice el uso de los recursos, significa que no se han usado de la mejor manera posible, lo cual es obviamente deseable en sí, en particular por los altísmos montos que se manejan allí y que, tan sólo en el 2015, ascendieron al 1% del PIB, lo cual equivaldría a unos ₡290.000 millones. El uso ineficiente es una “mala manera”; simplemente se desperdician recursos escasos, que se podrían usar mejor. Esa es tan sólo una pérdida para la sociedad como un todo, pues, además, puede haber dado lugar a un retraso en las obras, de manera que pospone ingresos presuntamente positivos como resultado de una mejor inversión de los recursos usados en infraestructura.
Ojalá esta llamada de atención no se convierta en otro saludo más a la bandera, y que las autoridades señaladas cumplan con el objetivo de referencia, en especial ante los serios problemas de recursos del fisco que exigen, no ahora más que nunca, sino como siempre deberían serlos: utilizados de la manera más eficiente posible.
La información la consigna la edición de 10 de agosto de 2016 de La Nación, bajo el titular “Contraloría señala gasto ineficiente en CONAVI: Falta sistema de administración de obras.”
Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 7 de noviembre del 2016.
La Contraloría ha hecho otro importante señalamiento en torno a la administración que hace CONAVI de los recursos públicos. No hace mucho la Contraloría le había informado al país, con base en el análisis de una muestra de 49 contratos realizado por aquella entidad, que en un 65% de ellos se gastó un monto superior a los ₡3.000 millones en el diseño de carreteras que nunca fueron construidas.
Ahora, en su más reciente informe, el DFOE-IFR-IF-09-2016, nos expone que en el CONAVI no hay “un sistema automatizado de administración de carreteras”, a pesar de que ello estaba establecido en la ley de creación del CONAVI “que data de dos décadas atrás.” Incluso el señalamiento, producto de un estudio del período que va del 1⁰ de enero del 2014 al 31 de diciembre del 2015, es aceptado por el ministro de Obras Públicas, señor Carlos Villalta, quien expresa que ese sistema optimizaría “el uso de recursos.” Y agrega de inmediato don Carlos, “No significa que los recursos se hayan estado usando de mala manera", ciertamente dando a entender, me imagino, que no ha mediado corrupción, pero, el hecho de que no se optimice el uso de los recursos, significa que no se han usado de la mejor manera posible, lo cual es obviamente deseable en sí, en particular por los altísmos montos que se manejan allí y que, tan sólo en el 2015, ascendieron al 1% del PIB, lo cual equivaldría a unos ₡290.000 millones. El uso ineficiente es una “mala manera”; simplemente se desperdician recursos escasos, que se podrían usar mejor. Esa es tan sólo una pérdida para la sociedad como un todo, pues, además, puede haber dado lugar a un retraso en las obras, de manera que pospone ingresos presuntamente positivos como resultado de una mejor inversión de los recursos usados en infraestructura.
Ojalá esta llamada de atención no se convierta en otro saludo más a la bandera, y que las autoridades señaladas cumplan con el objetivo de referencia, en especial ante los serios problemas de recursos del fisco que exigen, no ahora más que nunca, sino como siempre deberían serlos: utilizados de la manera más eficiente posible.
La información la consigna la edición de 10 de agosto de 2016 de La Nación, bajo el titular “Contraloría señala gasto ineficiente en CONAVI: Falta sistema de administración de obras.”
Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 7 de noviembre del 2016.