Jorge Corrales Quesada
19/06/2016, 12:46
EL ESTADO INEFICIENTE-RÁPIDO A TERMINAR DE QUEBRAR A LA CCSS
Por Jorge Corrales Quesada
Hay que poner mucha atención a la noticia que recientemente divulgó La Nación, en su edición del 29 de febrero, bajo el titular “CCSS condenada a pagar ₡3.800 millones en pluses a enfermeras: Magistrados de la Sala II acogen reclamo de 129 profesionales por sobresueldos desde 1987.” Simplemente tal decisión podría significar el golpe de gracia para esa entidad, que, en mi opinión, los costarricenses mucho apreciamos, si bien consideramos que es necesario reformar muchas cosas, a fin de que siga sirviendo bien a los ciudadanos. Lo descollante del asunto es que el fallo es resultado de una acción legal acogida por una Sala de la Corte Suprema de Justicia, que simplemente ordena el pago, sin tener la más mínima idea de dónde se obtendrán los recursos para pagar el privilegio, excepto que piensen que vendrán de pasarles la cuenta, mediante nuevos y mayores impuestos, a los ya exprimidos ciudadanos.
Resulta que desde el 2002, cuando un grupo inicial de 129 profesionales de enfermería alegó que se debería de hacer valer el Estatuto de Servicios de Enfermería vigente desde 1987, que entre otras cosas pretendía que se equipararan sus salarios a los de funcionarios de una categoría igual que está vigente bajo el Régimen de Servicio Civil. Dicho juicio lo ganaron en el 2010 y ahora se está en la fase de ejecución de sentencia. El golpazo no está determinado en su monto exacto y definirlo llevará su tiempo por diversas razones, pero se estima que podría ascender a ₡3.800 millones, pero tan sólo para ese relativamente pequeño grupo.
También hacen fila judicial, por la misma razón, otros 942 empleados de enfermería de la Caja, lo cual llevaría el total de beneficiados potenciales a 1.071 enfermeras (genérico), con un costo final estimado de ₡109.000 millones, según aseveró el directivo de la Caja, don José Loría. Dijo él que “si se dieran todos los reclamos y se mantiene la decisión de las autoridades judiciales, eso tendría un impacto para la CCSS,” que, en mi opinión, casi que sería un aldabonazo en torno al régimen de salud de la entidad. Muy responsablemente nos indica el señor Loría, que “la institución está siendo asediada por amenazas externas que le imponen responsabilidades con un impacto importante en las finanzas. La sostenibilidad del régimen de salud está influenciada por fallos de jueces. Es la verdad.” Y, con un coraje que demuestra su señorío, el directivo Loría agrega: “manifiesto mi indignación y una profunda tristeza, de que este tipo de acciones estén afectando tan directamente las finanzas.”
No sé cuánto podrá aguantar la Caja con este tipo de cosas, pero no augura nada bueno para la ciudadanía. Es parte, en mi opinión, del serio problema de decisiones de tribunales que inciden fuertemente sobre sus finanzas, no sólo en este caso de otorgar un privilegio más a un grupo sindical organizado, sino como cuando ordenan que la CCSS brinde servicios que hoy día le cuestan sumas impresionantes a la entidad y que usualmente son posibles que existan sólo en sociedades muy ricas. Puede ser, a como se presentan las cosas, que las cortes terminen analizando el caso de quiebra técnica del sector salud de la CCSS. Las cortes siguen creyendo que las limitaciones a los gastos no deben de existir, pues interpretan con suma largueza los privilegios que políticos les han otorgado a ciertos gremios y grupos de presión. Con su aprobación probablemente no habrá plata que alcance.
Publicado en Facebook el 19 de junio del 2015.
Por Jorge Corrales Quesada
Hay que poner mucha atención a la noticia que recientemente divulgó La Nación, en su edición del 29 de febrero, bajo el titular “CCSS condenada a pagar ₡3.800 millones en pluses a enfermeras: Magistrados de la Sala II acogen reclamo de 129 profesionales por sobresueldos desde 1987.” Simplemente tal decisión podría significar el golpe de gracia para esa entidad, que, en mi opinión, los costarricenses mucho apreciamos, si bien consideramos que es necesario reformar muchas cosas, a fin de que siga sirviendo bien a los ciudadanos. Lo descollante del asunto es que el fallo es resultado de una acción legal acogida por una Sala de la Corte Suprema de Justicia, que simplemente ordena el pago, sin tener la más mínima idea de dónde se obtendrán los recursos para pagar el privilegio, excepto que piensen que vendrán de pasarles la cuenta, mediante nuevos y mayores impuestos, a los ya exprimidos ciudadanos.
Resulta que desde el 2002, cuando un grupo inicial de 129 profesionales de enfermería alegó que se debería de hacer valer el Estatuto de Servicios de Enfermería vigente desde 1987, que entre otras cosas pretendía que se equipararan sus salarios a los de funcionarios de una categoría igual que está vigente bajo el Régimen de Servicio Civil. Dicho juicio lo ganaron en el 2010 y ahora se está en la fase de ejecución de sentencia. El golpazo no está determinado en su monto exacto y definirlo llevará su tiempo por diversas razones, pero se estima que podría ascender a ₡3.800 millones, pero tan sólo para ese relativamente pequeño grupo.
También hacen fila judicial, por la misma razón, otros 942 empleados de enfermería de la Caja, lo cual llevaría el total de beneficiados potenciales a 1.071 enfermeras (genérico), con un costo final estimado de ₡109.000 millones, según aseveró el directivo de la Caja, don José Loría. Dijo él que “si se dieran todos los reclamos y se mantiene la decisión de las autoridades judiciales, eso tendría un impacto para la CCSS,” que, en mi opinión, casi que sería un aldabonazo en torno al régimen de salud de la entidad. Muy responsablemente nos indica el señor Loría, que “la institución está siendo asediada por amenazas externas que le imponen responsabilidades con un impacto importante en las finanzas. La sostenibilidad del régimen de salud está influenciada por fallos de jueces. Es la verdad.” Y, con un coraje que demuestra su señorío, el directivo Loría agrega: “manifiesto mi indignación y una profunda tristeza, de que este tipo de acciones estén afectando tan directamente las finanzas.”
No sé cuánto podrá aguantar la Caja con este tipo de cosas, pero no augura nada bueno para la ciudadanía. Es parte, en mi opinión, del serio problema de decisiones de tribunales que inciden fuertemente sobre sus finanzas, no sólo en este caso de otorgar un privilegio más a un grupo sindical organizado, sino como cuando ordenan que la CCSS brinde servicios que hoy día le cuestan sumas impresionantes a la entidad y que usualmente son posibles que existan sólo en sociedades muy ricas. Puede ser, a como se presentan las cosas, que las cortes terminen analizando el caso de quiebra técnica del sector salud de la CCSS. Las cortes siguen creyendo que las limitaciones a los gastos no deben de existir, pues interpretan con suma largueza los privilegios que políticos les han otorgado a ciertos gremios y grupos de presión. Con su aprobación probablemente no habrá plata que alcance.
Publicado en Facebook el 19 de junio del 2015.