Jorge Corrales Quesada
09/06/2016, 11:13
EL ESTADO INEFICIENTE-LA CRISIS DE RECOPE
Por Jorge Corrales Quesada
No. No me referiré a las burdas decisiones de RECOPE en torno a la cuestionada inversión suya en SORESCO, la refinería que haría en conjunto con un ente chino. Más bien, es a partir de una información de La Nación del 18 de febrero, titulada “RECOPE registró pérdidas de ₡13.000 millones en 9 meses: Facturación de enero a setiembre del 2015 cayó 30% respecto al mismo período del 2014”, que hago este comentario.
Son dos las razones que RECOPE aduce para tal reducción: (1) la afortunada baja para los consumidores del precio internacional del petróleo, que, igual de afortunadamente, se reflejó en una caída de los precios domésticos y (2) “el menor consumo interno de derivados de petróleo”. El tema no es así como muy sencillo de explicárselo porque, por una parte, la propia RECOPE se favoreció con esa caída de los precios internacionales, dado que no sólo no refina, sino que adquiere el producto ahora a precios menores y eso conduciría a menores costos. Pero, por otra parte, nos dice que su descenso en los ingresos se debe a que se consumió menos derivados en ese período, pero es algo extraño, porque el precio interno bajó, lo cual estimularía una mayor cantidad demandada de esos derivados. Entonces aquí pueden haberse dado dos cosas: la primero, que a inicios del período de referencia (9 meses que van de enero a setiembre del 2015), los precios a los consumidores estaban altos y, en el marco de un demanda de combustibles relativamente inelástica a los precios (esto, que ante un aumento porcentual en el precio, su consumo se reduce muy poco), la gente proseguía comprando una cantidad similar. Esto iría “a favor de altos ingresos de RECOPE”. Pero, en segundo lugar, que en los últimos meses de aquel lapso, dichos precios empezaron a caer domésticamente en una proporción mayor que en lo que aumentó la cantidad demanda, de manera tal que se redujeron los previos ingresos altos de RECOPE. El efecto neto de los 9 meses, de acuerdo con RECOPE, es una disminución comparativa de los ingresos, desde aproximadamente ₡1.317.831 millones en los primeros 9 meses del 2014, de ₡376.317 millones, llegando así a ingresos totales durante esos 9 meses del 2015 de sólo ₡941.514 millones. En palabras de la presidente ejecutiva de RECOPE, señora Sara Salazar, la menor cantidad demandada “obedeció a que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) requirió menos bunker para la generación térmica.”
Esto son hechos ante los cuales RECOPE debería de haber actuado oportunamente, a fin de solventar su situación financiera difícil, presuntamente temporal. Igual ha pasado con muchas otras empresas distribuidoras de combustibles del mundo, tanto privadas, como Shell, Exxon, entre muchas otras, así como en empresas estatales, tales como Pemex, Statoil de Noruega, Ecopetrol de Colombia o Petrobras de Brasil (si es que quedó algo después del robo que sufrió). Todas ellas han tenido que reducir sus inversiones, su personal, sus actividades, en general, en busca de restaurar posiciones de rentabilidad en los mercados de valores o bien frenar la salida neta de recursos de los estados dueños. Esto es, han procedido a lo que se debe de hacer en circunstancias difíciles como estas: reducir los gastos a como haya lugar, ante sus mucho menores ingresos de un 30% en los primeros nueve meses del 2015 comparados con el mismo lapso en el 2014.
Pero, ¿Qué ha pasado en el caso de los otros egresos de RECOPE, además de los ocasionados por las compras internacionales de combustibles ya referida? El gasto operativo de RECOPE “creció un 21% durante los primeros nueve meses del 2015”; aumentó de “₡90.000 millones (del) año anterior (2015), frente a los ₡74.161 millones del 2014.” Recordemos que RECOPE, de acuerdo con su presupuesto, destina aproximadamente un 5% de sus gastos a la partida de gastos ordinarios (₡85.000 millones), mientras que un 88% de sus gastos totales de ₡1.7 billones es de millones los dedica a la compra de combustibles en el exterior (un total aproximado de ₡1.500 billones de millones).
Veamos algunas cosas en cuanto a gastos de RECOPE en el período en mención. Y que desde ahorita, no me vengan con el cuento de que “se están tomando las medidas necesarias”, no sólo porque uno no las observa y más bien de acuerdo con informes recientes, el estado costarricense apenas está “considerando” si se llevará a cabo la nueva inversión de la refinería de SORESCO, a pesar de sus ya conocidos serios tropiezos y dudas.
Es cierto que se redujeron los ingresos de RECOPE por aquellos factores externos del mercado de combustibles, pues -afortunadamente- se reflejó en el precio doméstico a los consumidores: lo cierto es que hubo una caída del 30% en los ingresos de esos 9 meses, pero los gastos operativos de RECOPE crecieron -sí, aumentaron- en un 21%. Esta no es una paradoja: es un reflejo de una administración lenta en tomar las decisiones apropiadas para mantener a flote una empresa con tales dificultades.
¿Cuáles fueron algunos de los aumentos de esos otros gastos? El rubro presupuestado de salarios para el 2015 fue de ₡50.600 millones (esto es, salarios, cargas sociales, suplencias, dietas e incentivos otorgados mediante la convención colectiva). Entre enero y setiembre del 2015 se habían gastado ₡35.200 millones, lo cual es un 7% superior al gasto equivalente de los nueve primeros meses del año previo. De acuerdo con el medio, los disparadores del gasto operativo de la empresa fueron “el pago de salarios de los 1.700 empleados y la actualización del cálculo de la cesantía. Ambos egresos están ligados a la convención colectiva.” A su vez, “RECOPE modificó el monto de prestaciones legales para sus empleados. De ₡8.230 millones en el 2014, subió a ₡24. 915 millones durante el año” 2015.
No sé si se debe cerrar RECOPE o si se le debe sujetar a una estricta competencia con otras empresas. En todo caso, entre tanto los consumidores estamos sufriendo el impacto de ese desperdicio expuesto en los precios que pagamos de los combustibles. En vez de frenar aquel gasto posible, lo que RECOPE ha hecho es aumentarlo. Creo que les importa poco la posibilidad de quiebra o de ingreso de competencia en su mercado. Por todo lado terminaremos los ciudadanos consumidores pagando tanta ineficiencia. Incluso en conversaciones con los sindicatos de RECOPE ni siquiera ha sido posible introducir el mínimo grado de racionalidad de un salario uniforme, sin privilegios comparativamente con los sectores privados o bien dentro del mismo sector público.
Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 08 de junio de 2016.
Por Jorge Corrales Quesada
No. No me referiré a las burdas decisiones de RECOPE en torno a la cuestionada inversión suya en SORESCO, la refinería que haría en conjunto con un ente chino. Más bien, es a partir de una información de La Nación del 18 de febrero, titulada “RECOPE registró pérdidas de ₡13.000 millones en 9 meses: Facturación de enero a setiembre del 2015 cayó 30% respecto al mismo período del 2014”, que hago este comentario.
Son dos las razones que RECOPE aduce para tal reducción: (1) la afortunada baja para los consumidores del precio internacional del petróleo, que, igual de afortunadamente, se reflejó en una caída de los precios domésticos y (2) “el menor consumo interno de derivados de petróleo”. El tema no es así como muy sencillo de explicárselo porque, por una parte, la propia RECOPE se favoreció con esa caída de los precios internacionales, dado que no sólo no refina, sino que adquiere el producto ahora a precios menores y eso conduciría a menores costos. Pero, por otra parte, nos dice que su descenso en los ingresos se debe a que se consumió menos derivados en ese período, pero es algo extraño, porque el precio interno bajó, lo cual estimularía una mayor cantidad demandada de esos derivados. Entonces aquí pueden haberse dado dos cosas: la primero, que a inicios del período de referencia (9 meses que van de enero a setiembre del 2015), los precios a los consumidores estaban altos y, en el marco de un demanda de combustibles relativamente inelástica a los precios (esto, que ante un aumento porcentual en el precio, su consumo se reduce muy poco), la gente proseguía comprando una cantidad similar. Esto iría “a favor de altos ingresos de RECOPE”. Pero, en segundo lugar, que en los últimos meses de aquel lapso, dichos precios empezaron a caer domésticamente en una proporción mayor que en lo que aumentó la cantidad demanda, de manera tal que se redujeron los previos ingresos altos de RECOPE. El efecto neto de los 9 meses, de acuerdo con RECOPE, es una disminución comparativa de los ingresos, desde aproximadamente ₡1.317.831 millones en los primeros 9 meses del 2014, de ₡376.317 millones, llegando así a ingresos totales durante esos 9 meses del 2015 de sólo ₡941.514 millones. En palabras de la presidente ejecutiva de RECOPE, señora Sara Salazar, la menor cantidad demandada “obedeció a que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) requirió menos bunker para la generación térmica.”
Esto son hechos ante los cuales RECOPE debería de haber actuado oportunamente, a fin de solventar su situación financiera difícil, presuntamente temporal. Igual ha pasado con muchas otras empresas distribuidoras de combustibles del mundo, tanto privadas, como Shell, Exxon, entre muchas otras, así como en empresas estatales, tales como Pemex, Statoil de Noruega, Ecopetrol de Colombia o Petrobras de Brasil (si es que quedó algo después del robo que sufrió). Todas ellas han tenido que reducir sus inversiones, su personal, sus actividades, en general, en busca de restaurar posiciones de rentabilidad en los mercados de valores o bien frenar la salida neta de recursos de los estados dueños. Esto es, han procedido a lo que se debe de hacer en circunstancias difíciles como estas: reducir los gastos a como haya lugar, ante sus mucho menores ingresos de un 30% en los primeros nueve meses del 2015 comparados con el mismo lapso en el 2014.
Pero, ¿Qué ha pasado en el caso de los otros egresos de RECOPE, además de los ocasionados por las compras internacionales de combustibles ya referida? El gasto operativo de RECOPE “creció un 21% durante los primeros nueve meses del 2015”; aumentó de “₡90.000 millones (del) año anterior (2015), frente a los ₡74.161 millones del 2014.” Recordemos que RECOPE, de acuerdo con su presupuesto, destina aproximadamente un 5% de sus gastos a la partida de gastos ordinarios (₡85.000 millones), mientras que un 88% de sus gastos totales de ₡1.7 billones es de millones los dedica a la compra de combustibles en el exterior (un total aproximado de ₡1.500 billones de millones).
Veamos algunas cosas en cuanto a gastos de RECOPE en el período en mención. Y que desde ahorita, no me vengan con el cuento de que “se están tomando las medidas necesarias”, no sólo porque uno no las observa y más bien de acuerdo con informes recientes, el estado costarricense apenas está “considerando” si se llevará a cabo la nueva inversión de la refinería de SORESCO, a pesar de sus ya conocidos serios tropiezos y dudas.
Es cierto que se redujeron los ingresos de RECOPE por aquellos factores externos del mercado de combustibles, pues -afortunadamente- se reflejó en el precio doméstico a los consumidores: lo cierto es que hubo una caída del 30% en los ingresos de esos 9 meses, pero los gastos operativos de RECOPE crecieron -sí, aumentaron- en un 21%. Esta no es una paradoja: es un reflejo de una administración lenta en tomar las decisiones apropiadas para mantener a flote una empresa con tales dificultades.
¿Cuáles fueron algunos de los aumentos de esos otros gastos? El rubro presupuestado de salarios para el 2015 fue de ₡50.600 millones (esto es, salarios, cargas sociales, suplencias, dietas e incentivos otorgados mediante la convención colectiva). Entre enero y setiembre del 2015 se habían gastado ₡35.200 millones, lo cual es un 7% superior al gasto equivalente de los nueve primeros meses del año previo. De acuerdo con el medio, los disparadores del gasto operativo de la empresa fueron “el pago de salarios de los 1.700 empleados y la actualización del cálculo de la cesantía. Ambos egresos están ligados a la convención colectiva.” A su vez, “RECOPE modificó el monto de prestaciones legales para sus empleados. De ₡8.230 millones en el 2014, subió a ₡24. 915 millones durante el año” 2015.
No sé si se debe cerrar RECOPE o si se le debe sujetar a una estricta competencia con otras empresas. En todo caso, entre tanto los consumidores estamos sufriendo el impacto de ese desperdicio expuesto en los precios que pagamos de los combustibles. En vez de frenar aquel gasto posible, lo que RECOPE ha hecho es aumentarlo. Creo que les importa poco la posibilidad de quiebra o de ingreso de competencia en su mercado. Por todo lado terminaremos los ciudadanos consumidores pagando tanta ineficiencia. Incluso en conversaciones con los sindicatos de RECOPE ni siquiera ha sido posible introducir el mínimo grado de racionalidad de un salario uniforme, sin privilegios comparativamente con los sectores privados o bien dentro del mismo sector público.
Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 08 de junio de 2016.