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Jorge Corrales Quesada
27/02/2016, 12:25
EL ESTADO INEFICIENTE-LOS CHINGOS AL AIRE
Por Jorge Corrales Quesada

El Foro Económico Global, llamado también Foro de Davos, está integrado por políticos, empresarios, profesionales, etcétera, y se reúne anualmente para analizar las economías del mundo. También produce cada año un documento importante, conocido como el Informe Anual de Competitividad, que permite, mediante una metodología uniforme, comparar las naciones en términos de su competitividad relativa.

Obviamente los resultados pueden tener usos muy productivos, no sólo al mostrar las capacidades e insuficiencias comparativas de diferentes países, que, por ejemplo, es algo útil en cuanto a las decisiones de ubicación de la inversión extranjera, sino que, también, es de nuestro interés darnos cuenta del estado relativo de nuestra economía en importantes indicadores, pero ante todo de la evolución en cuanto a la solución de los obstáculos. La impresión general, que veremos luego con mayor detalle, es que nuestro país continúa sin avanzar, como lo demuestran los diversos informes anuales; casi que apenas nos mantenemos flotando, sin notarse un cambio positivo y notable de importancia en las diferentes clasificaciones.

El tema es tratado en la edición de La Nación del primero de octubre, en dos artículos separados, pero complementarios. El primero de ellos lleva por título “País queda atrás en el mundo por mala calidad de carreteras”. El segundo tiene por encabezado “Deterioro de finanzas públicas pone lastre a competitividad del país.” Además, fue objeto de un comentario editorial el 5 de octubre, bajo el nombre “Estancados en competitividad.”

Empecemos por la tendencia de nuestro país en el escalafón general. Habíamos venido creciendo lentamente en dicho indicador durante los últimos tres años, pero el informe del 2015-2016 señala un retroceso de una posición, pues pasamos de la 51 en el mundo de acuerdo con el informe del 2014-2015 al 52. Tengan los lectores presente que, en la mayoría de las clasificaciones que aparecen en el Informe Anual de Competitividad, entre mayor sea el número, relativamente se está “peor.” Alguien dirá que ese descenso es irrelevante, pero creo que señala que ciertas cosas ya no están tan bien y, lo más preocupante, es que podrían ser indicadores de problemas más serios hacia el futuro.

Por otra parte, es cierto que, al menos en cuanto a Latinoamérica, en el informe del 2015-2016 mantenemos un tercer lugar, siendo superados tan sólo por Panamá, con el lugar 50, y por Chile, con un puntaje de 35. Uno casi que puede darse cuenta de que esas dos naciones, Panamá y, en especial, Chile, indican en general un grado de desarrollo de su competitividad más que aceptable para América Latina, tal como también suelen señalarlo informes similares, pero también nos muestra que Costa Rica no debería de conformarse con lo que ya dispone, sino tratar de reponer el lugar que perdió en este año, con respecto al previo, y hasta ir mucho más allá. Tengamos en mente siempre aquello de que no debemos conformarnos, sino hay que ver cómo avanzamos.

Es interesante empezar señalando en cuáles de los doce pilares que expone el Reporte Global de Competitividad 2015-2016 estamos, podría decirse, bien (que tenemos ventajas relativas) y en cuales estamos mal (que debemos mejorar). Esos doce pilares en que el Foro divide su informe son: instituciones, infraestructuras, entorno macroeconómico, salud y educación primaria, educación superior y capacitación, eficiencia del mercado de productos, eficiencia del mercado laboral, desarrollo del mercado financiero, nivel tecnológico, tamaño del mercado, sofisticación de las empresas e innovación. Se supone que estos doce pilares o categorías brindan una impresión adecuada del grado de competitividad de un país. Luego el informe contiene una mayor desagregación de esos doce pilares, en donde se incorporan datos de 114 indicadores diversos.

Lo mejor de Costa Rica está en los pilares salud y educación primaria, y educación superior, en tanto que lo peor (o el mayor rezago) se presenta en los pilares ambiente macroeconómico, desarrollo del mercado financiero, tamaño del mercado e infraestructura.

Entre los pilares que muestran debilidades de nuestro país, el informe destaca el ambiente macroeconómico, que nos sitúa en la posición 94, destacando dentro de este pilar el mal desempeño fiscal, con el número 124. Esta es evidentemente, en mi opinión, un resultado bien malo, como es de esperarse cuando tenemos un excesivo y muchas veces ineficiente gasto gubernamental. También dentro de este pilar estamos mal en cuando a formación de ahorro nacional bruto como porcentaje del PIB, pues obtenemos una mala posición (la 105). Por ello a uno le molesta observar que siendo tan bajo el ahorro doméstico, el gobierno pretenda en la actualidad gravar al ahorro personal con mayores impuestos. Asimismo, dentro de este pilar no tenemos una buena posición en cuanto a la deuda general del gobierno como porcentaje del PIB (lugar 64). Esto debe de inquietarnos en momentos en que el gobierno pretende aumentar nuestra deuda gubernamental al pretender obtener en este año un empréstito con el gobierno de China en $5.000 millones para financiar el gasto público.

Asimismo, otra categoría en que el país muestra debilidad (posición 85) es en el desarrollo de los mercados financieros, principalmente por el poco financiamiento obtenido en el mercado accionario local (posición 62). Posiblemente en esto tenga que ver el tratamiento tributario preferencial de la deuda, en contraste con el capital accionario.

También, el país aparece relativamente mal en cuanto al tamaño del mercado (lugar 83 de este pilar), tanto en lo correspondiente al indicador del tamaño del mercado interno (posición 86) -el cual no es fácil de ampliar con cierta prontitud- como por el indicador del tamaño externo (número 86), a pesar del éxito relativo de ampliación de los mercados internacional gracias a la apertura de la economía al comercio internacional. Pero es interesante tratar de mejorarlo, tal vez mediante el ingreso al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, en cuyo proceso de admisión el país avanza lentamente, pero también eliminando una serie de limitaciones arancelarias y no arancelarias de nuestro comercio internacional.

Igualmente relevante es el retraso relativo de nuestro país en infraestructura, en cuya categoría o pilar ocupamos el lugar 71. Contiene algunas subdivisiones en las cuales el país está en una posición bastante mala, lo que vale la pena citar. Por ejemplo, en la subdivisión denominada calidad de la infraestructura en general, ocupamos el relativamente pobre lugar 103 y en la indicada bajo el encabezado calidad de las carreteras, nuestra posición relativa es aún más mala obteniendo el lugar 115. Estos problemas ya son bien sabidos en nuestro medio, pues es muy poco lo avanzado en los últimos años en la calidad de nuestros caminos. Por más que nos diga el ministro de obras públicas, refiriéndose al sistema regulatorio de la contratación de infraestructura pública como responsable del atraso porque “no podemos negar que el sistema es fallido… nuestro sistema actual es muy entrabado. Las partes pueden objetar cuantas veces quieren. La idiosincrasia empresarial es de apelar si no se gana,” uno no observa la presentación de proyecto alguno de parte del gobierno para eliminar esa mala política, transformándola mediante una legislación en la cual, en lo referente a la contratación administrativa, “el que apela y pierde, paga.” Esa reforma podría esperarse que termine con el abuso actual. Lo no se vale es quejarse y no hacer nada al respecto, excepto tratar en ocasiones de alejarse casi totalmente del control necesario de parte de la Contraloría, acudiendo a organismos internacionales para que decidan la asignación de los beneficiarios de los proyectos de obras públicas.

Igualmente, en el informe general nuestro país aparece muy atrasado en infraestructura portuaria (clasificados en el lugar 109). Se puede considerar que esto cambiará mucho, en el momento en que entre en operación el actual proyecto privado en construcción de APM Terminals en Moín. Sin duda revolucionará la calidad del servicio portuario en nuestro país. Aquí hay buenas esperanzas de mejora, pero ojalá fuera así en otros sectores de nuestra infraestructura, en donde más bien se observa un retroceso reciente en cuanto a la utilización de mecanismos de concesión con empresas privadas para la provisión de obras públicas, como carreteras, por ejemplo.

Para concluir esta parte de mi comentario, debo hacer notar un problema que destaca dentro del pilar denominado instituciones; concretamente, en lo que se refiere al desperdicio del gasto público (nuestro país aparece calificado con el número 118). Ello sin duda que aparece reflejado en un creciente malestar ciudadano en lo que trata de la ineficiencia del sector público. De hecho mi frecuente columna bisemanal titulada INEFICIENCIA DEL ESTADO, que aparece en Facebook. Pero, también el país aparece calificado con un puntaje de 118 en cuanto al desempeño institucional del estado, en su partida carga de la regulación gubernamental. Eso es también de esperarse en nuestro medio caracterizado por un estado que suele intervenir en muy diversos aspectos de la economía, con onerosas prácticas regulatorias.

Finalmente, es interesante referirse a los resultados de una encuesta que aparece para la mayoría de los países incorporados en el Informe Anual de Competitividad del Foro Económico Global 2015-2016. Me refiero a Los Factores Más Problemáticos para Llevar a Cabo Negocios. De una lista de 16 factores, se les preguntó a quienes respondieron, que seleccionaran los cinco problemas más importantes en su criterio.

Los señalados en el caso de Costa Rica fueron: (1) Una burocracia estatal ineficiente. En mi opinión, era algo evidente de esperar dadas las manifestaciones constantes del empresariado en este sentido. (2) Una oferta inadecuada de infraestructura. Tal como se señaló arriba, se da especialmente en infraestructura en general, en caminos, puertos -creo que en proceso de solución- e infraestructura ferroviaria). (3) Tasas de un conjunto de impuestos. Esto no lo digo yo, lo señalan los empresarios, que no dudo han de haber tenido en mente las propuestas de aumento y ampliación de los impuestos que actualmente pretende imponer el gobierno, presuntamente para reducir su elevado déficit, en vez de hacerlo mediante una reducción del tamaño, funciones y gasto del estado. (4) Acceso a las finanzas. Aquí es importante destacar la relativamente poca formación de ahorro doméstico en el país, el cual debería de ser estimulado no gravándolo más, sino, por el contrario, más bien promoviendo lo crucial que es el ahorro para la formación de capital en el país, a fin de que las empresas puedan tener acceso a él para llevar a cabo sus proyectos de inversión. Sin embargo las recientes propuestas impositivas gubernamentales tienen incorporados fuertes aumentos impositivos, en especial al ahorro de las personas. (5) Políticas restrictivas en el mercado laboral. Esto último es crucial en momentos en que nuestra economía sufre una de las mayores tasas de desocupación abierta (9.5%) y de un 13.5% se subempleo total en la economía. Debemos impulsar el empleo no mediantes subsidios estatales, sino buscando formar un personal más capacitado, como podría lograrse con esquemas tales como la educación dual. Pero además, para lograr un mayor empleo, debe de promoverse la formación de ahorro que permita financiar la inversión requerida, que es lo que incrementaría la demanda de mano de obra.

Quiero terminar resaltando la importancia de este informe sobre competitividad global, pues nos sirve como una especie de recetario, en donde se nos muestran aquellos sectores o actividades en que estamos relativamente bien, pero también aquellos en que estamos rezagados o mal. Tanto en unos como en los otros, en unos casos para conservar la posición y aún mejor si es para prosperar, y en los otros para salir de las posiciones relativamente malas, se requiere que haya conciencia en la ciudadanía de que, políticas que a veces propone el estado, no toman en cuenta y a veces son hasta antitéticas del objetivo fundamental que hoy debemos lograr, cual es restaurar un crecimiento que se ha ralentizado en los últimos años.

Publicado en mis sitios de Facebook jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad el 27 de febrero del 2016.