Jorge Corrales Quesada
27/09/2015, 10:35
EL ESTADO INEFICIENTE-EXPEDIENTES ELECTRÓNICOS DE LOS PACIENTES TAL VEZ PARA EL PRÓXIMO SIGLO
Por Jorge Corrales Quesada
No he encontrado persona alguna en el país quien no haya manifestado que es crucial que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) disponga de expedientes electrónicos de sus pacientes, a fin de terminar con un absurdo sistema de papeles, que de amarillentos ya han pasado a cafés, casi recordándonos papiros egipcios: eso es lo que parecen los ominosos archivos de los expedientes en algunos de los más viejos hospitales de la Caja. Francamente, entrar a algunos de esos aposentos, que más bien parecen cavernas primitivas, en donde se acumulan, desde el piso hasta el techo, los expedientes nuestros, casi que da miedo, además de provocar una carraspera desagradable por el polvo que los suele acompañar.
No sé si alguien pretende mantener dichos expedientes en tal forma, como medio para educarnos en arqueología hospitalaria o tal vez para espeleología médica, pero, en verdad, da grima ver el casi derruido estado en que se encuentran. Más que grima, sin embargo, crean algo que sólo la desidia y el rechazo al progreso y el abandono de la sanidad económica puede producir: tal vez asco sea la palabra que estoy buscando, pero en verdad no la es. Ello porque las autoridades de la Caja llevan más de 20 años gastando plata en una necesaria y elemental evolución de los expedientes en papel y escritos a mano o, casi que con cierto grado de progreso, por medio de una máquina de escribir Smith Corona o Royal o hasta la “muy avanzada” IBM con todo y su margarita. Pero las autoridades de la CCSS no han podido lograr que el país tenga un eficiente, económico, moderno, útil, agradable, expedito, manejable y ágil sistema de información de los expedientes de los estoicos pacientes de la Caja.
Por ello, causa pena y consternación leer en La Nación del 27 de mayo el artículo titulado, “CCSS demora 8 años más el expediente electrónico: Entidad lleva dos décadas en intento de aplicar historial digital de pacientes.” Tan sólo con leer dicho titular, uno se estremece, pues solemos considerarnos una sociedad evolucionada y al día con el cambio, cuando, en verdad, en el estado costarricense es posible encontrar vigente ante nuestros ojos, ejemplares rutilantes de atraso. Lo sorprendente es que hasta el Poder Judicial ha avanzado significativamente en la sustitución del papel por registros computarizados, siendo un ente conservador por naturaleza (se acuerdan de los documentos del Poder Judicial que eran amarrados con cordeles), mientras que la CCSS se ha considerado como una entidad que está más al día con las cosas del momento.
El cambio en la forma de registro de la CCSS no sólo consiste en una ventaja en cuanto a almacenar la información, que en vez de en papel lo sea mediante registros de cómputo, sino que esencialmente facilitaría el acceso de los médicos a los exámenes de laboratorios, de radiografías o a exámenes previos, en vez de tener que hacerlos de nuevo. Además, permite disminuir las odiosas listas de espera, el registro de citas, los horarios de atención al público y de asistencia de médicos y demás empleados, al igual que se controlaría la entrega de medicamentos, los ingresos y egresos de pacientes, entre otras cosas. Pero, ante todo, permitiría la integración de los centros médicos, desde los EBAIS a los hospitales, tanto nacionales como regionales o locales o periféricos y viceversa, mediando un mejor uso de la información y del control administrativo y médico.
El programa de la CCSS llamado EDUS (Expediente Digital Único de Salud) consta de tres partes básicas, por así decirlo, que se deben de integrar entre sí: una de ellas de primer nivel, que se refiere a los EBAIS y a las áreas de salud; luego está el segundo nivel, que corresponde a los 26 hospitales periféricos y regionales y, un tercer nivel, que es el de los tres hospitales nacionales. Es muy importante, porque el desarrollo va de la base o primer nivel y concluye en el nivel más alto. A su vez, el EDUS utiliza tres sistemas que operarían en cada EBAIS. Estos son, en primer lugar, el Sistema Integrado de Expediente en Salud (SIES); el segundo, el Sistema Integrado de Identificación, Agendas y Citas (SIAC) y, el tercero, el Sistema Integrado de Ficha Familiar (SIFF). A la fecha en que esto se escribe (junio del 2015), sólo un 24% de los EBAIS tienen los tres sistemas operando conjuntamente. La presidenta ejecutiva de la CCSS, doctora María del Rocío Sáenz, ha indicado que el EDUS estará operativo en todos los 1.014 EBAIS del país para diciembre del 2016, pero, señala el medio periodístico, “tampoco hay garantías,” de que esté listo para esa fecha.
El artículo no es claro acerca de cuánto ha gastado la CCSS en completar el EDUS, pero un estudio del 2011, llamado Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (PROSIC: que el lector me perdone, pero yo no inventé ese montón de siglas) de la Universidad de Costa Rica, señala que “con los años, la autonomía de los servicios de salud de la CCSS hizo que cada unidad elaborara planes informáticos con sus estándares de programación propios y ‘poca o muy escasa participación’ del nivel central.” Esto es, como que cada entidad se fue por su lado, hizo lo que quiso o consideró apropiado y ahora hay una serie de islas informáticas que han costado mucho lograr comunicarlas, lo cual ha atrasado enormemente el que se pueda contar con el expediente único digital.
El periódico informa que “habrán pasado casi 30 años [sic] para concretar todo el proyecto, desde que, en 1995 las autoridades de la CCSS manifestaron interés en implementarlo.” Hay un error en la información de La Nación, al menos en este punto, pues sólo habrían pasado 20 y no 30 años. Se indica que en el año 2011 la CCSS estimó la inversión requerida en $100 millones, y ahora se ha expuesto de parte de la presidencia ejecutiva de la CCSS, que se requiere de una inversión extra de $45 millones. Pero sería muy bueno conocer lo siguiente: Primero, ¿en cuánto se estimó la inversión de todo el EDUS, me imagino que al inicio del proyecto en 1995? En segundo lugar, ¿cuánto se ha efectivamente desembolsado en dicho proyecto a la fecha? Tercero, ¿en cuanto se estima será la inversión total al final del proyecto, supuestamente a diciembre del 2016? y, cuarto, la cifra de $45 millones que indicó recientemente la presidencia de la CCSS ¿son adicionales a aquellos $100 millones estimado en el 2011, o es parte de dicho monto?
Lamentablemente, las cuentas aún no están claras, en especial cuando Gabriela Murillo, directora de Infraestructura y Tecnología de la CCSS, ante una pregunta del periódico, indicó que “implementar el expediente clínico digital en los hospitales podría llevar ocho años más; es decir, en el 2023, según la disponibilidad de dinero.” Cuesta, entonces, discernir a partir de la información periodística, qué comprenden esos $100 millones estimados en el 2011 y a cuanto llegará el costo total del EDUS en la CCSS al terminar el proyecto. Cuentas claras y chocolate espeso. Y si uno es el tontico, por no entender bien la información del medio, ya sea por estar mal transcrita o por ser mal brindada por los funcionarios gubernamentales o por mis limitaciones naturales, por favor, aclárenosla bien. Eso lo merecemos. Así como también que se nos informe de la fecha esperada en que estaría listo el EDUS, pues, por un lado, la presidenta ejecutiva habla de que en el 2016, los diputados, por otro, dieron plazo hasta el 2018 para concluirlo y la responsable directa del proyecto en la CCSS, nos habla de que tal vez hasta terminado hasta en el 2023. Por favor, dígannos cuándo estará listo, para así poder pedir cuentas en el momento correspondiente.
Publicado en Facebook el 27 de setiembre del 2015.
Por Jorge Corrales Quesada
No he encontrado persona alguna en el país quien no haya manifestado que es crucial que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) disponga de expedientes electrónicos de sus pacientes, a fin de terminar con un absurdo sistema de papeles, que de amarillentos ya han pasado a cafés, casi recordándonos papiros egipcios: eso es lo que parecen los ominosos archivos de los expedientes en algunos de los más viejos hospitales de la Caja. Francamente, entrar a algunos de esos aposentos, que más bien parecen cavernas primitivas, en donde se acumulan, desde el piso hasta el techo, los expedientes nuestros, casi que da miedo, además de provocar una carraspera desagradable por el polvo que los suele acompañar.
No sé si alguien pretende mantener dichos expedientes en tal forma, como medio para educarnos en arqueología hospitalaria o tal vez para espeleología médica, pero, en verdad, da grima ver el casi derruido estado en que se encuentran. Más que grima, sin embargo, crean algo que sólo la desidia y el rechazo al progreso y el abandono de la sanidad económica puede producir: tal vez asco sea la palabra que estoy buscando, pero en verdad no la es. Ello porque las autoridades de la Caja llevan más de 20 años gastando plata en una necesaria y elemental evolución de los expedientes en papel y escritos a mano o, casi que con cierto grado de progreso, por medio de una máquina de escribir Smith Corona o Royal o hasta la “muy avanzada” IBM con todo y su margarita. Pero las autoridades de la CCSS no han podido lograr que el país tenga un eficiente, económico, moderno, útil, agradable, expedito, manejable y ágil sistema de información de los expedientes de los estoicos pacientes de la Caja.
Por ello, causa pena y consternación leer en La Nación del 27 de mayo el artículo titulado, “CCSS demora 8 años más el expediente electrónico: Entidad lleva dos décadas en intento de aplicar historial digital de pacientes.” Tan sólo con leer dicho titular, uno se estremece, pues solemos considerarnos una sociedad evolucionada y al día con el cambio, cuando, en verdad, en el estado costarricense es posible encontrar vigente ante nuestros ojos, ejemplares rutilantes de atraso. Lo sorprendente es que hasta el Poder Judicial ha avanzado significativamente en la sustitución del papel por registros computarizados, siendo un ente conservador por naturaleza (se acuerdan de los documentos del Poder Judicial que eran amarrados con cordeles), mientras que la CCSS se ha considerado como una entidad que está más al día con las cosas del momento.
El cambio en la forma de registro de la CCSS no sólo consiste en una ventaja en cuanto a almacenar la información, que en vez de en papel lo sea mediante registros de cómputo, sino que esencialmente facilitaría el acceso de los médicos a los exámenes de laboratorios, de radiografías o a exámenes previos, en vez de tener que hacerlos de nuevo. Además, permite disminuir las odiosas listas de espera, el registro de citas, los horarios de atención al público y de asistencia de médicos y demás empleados, al igual que se controlaría la entrega de medicamentos, los ingresos y egresos de pacientes, entre otras cosas. Pero, ante todo, permitiría la integración de los centros médicos, desde los EBAIS a los hospitales, tanto nacionales como regionales o locales o periféricos y viceversa, mediando un mejor uso de la información y del control administrativo y médico.
El programa de la CCSS llamado EDUS (Expediente Digital Único de Salud) consta de tres partes básicas, por así decirlo, que se deben de integrar entre sí: una de ellas de primer nivel, que se refiere a los EBAIS y a las áreas de salud; luego está el segundo nivel, que corresponde a los 26 hospitales periféricos y regionales y, un tercer nivel, que es el de los tres hospitales nacionales. Es muy importante, porque el desarrollo va de la base o primer nivel y concluye en el nivel más alto. A su vez, el EDUS utiliza tres sistemas que operarían en cada EBAIS. Estos son, en primer lugar, el Sistema Integrado de Expediente en Salud (SIES); el segundo, el Sistema Integrado de Identificación, Agendas y Citas (SIAC) y, el tercero, el Sistema Integrado de Ficha Familiar (SIFF). A la fecha en que esto se escribe (junio del 2015), sólo un 24% de los EBAIS tienen los tres sistemas operando conjuntamente. La presidenta ejecutiva de la CCSS, doctora María del Rocío Sáenz, ha indicado que el EDUS estará operativo en todos los 1.014 EBAIS del país para diciembre del 2016, pero, señala el medio periodístico, “tampoco hay garantías,” de que esté listo para esa fecha.
El artículo no es claro acerca de cuánto ha gastado la CCSS en completar el EDUS, pero un estudio del 2011, llamado Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (PROSIC: que el lector me perdone, pero yo no inventé ese montón de siglas) de la Universidad de Costa Rica, señala que “con los años, la autonomía de los servicios de salud de la CCSS hizo que cada unidad elaborara planes informáticos con sus estándares de programación propios y ‘poca o muy escasa participación’ del nivel central.” Esto es, como que cada entidad se fue por su lado, hizo lo que quiso o consideró apropiado y ahora hay una serie de islas informáticas que han costado mucho lograr comunicarlas, lo cual ha atrasado enormemente el que se pueda contar con el expediente único digital.
El periódico informa que “habrán pasado casi 30 años [sic] para concretar todo el proyecto, desde que, en 1995 las autoridades de la CCSS manifestaron interés en implementarlo.” Hay un error en la información de La Nación, al menos en este punto, pues sólo habrían pasado 20 y no 30 años. Se indica que en el año 2011 la CCSS estimó la inversión requerida en $100 millones, y ahora se ha expuesto de parte de la presidencia ejecutiva de la CCSS, que se requiere de una inversión extra de $45 millones. Pero sería muy bueno conocer lo siguiente: Primero, ¿en cuánto se estimó la inversión de todo el EDUS, me imagino que al inicio del proyecto en 1995? En segundo lugar, ¿cuánto se ha efectivamente desembolsado en dicho proyecto a la fecha? Tercero, ¿en cuanto se estima será la inversión total al final del proyecto, supuestamente a diciembre del 2016? y, cuarto, la cifra de $45 millones que indicó recientemente la presidencia de la CCSS ¿son adicionales a aquellos $100 millones estimado en el 2011, o es parte de dicho monto?
Lamentablemente, las cuentas aún no están claras, en especial cuando Gabriela Murillo, directora de Infraestructura y Tecnología de la CCSS, ante una pregunta del periódico, indicó que “implementar el expediente clínico digital en los hospitales podría llevar ocho años más; es decir, en el 2023, según la disponibilidad de dinero.” Cuesta, entonces, discernir a partir de la información periodística, qué comprenden esos $100 millones estimados en el 2011 y a cuanto llegará el costo total del EDUS en la CCSS al terminar el proyecto. Cuentas claras y chocolate espeso. Y si uno es el tontico, por no entender bien la información del medio, ya sea por estar mal transcrita o por ser mal brindada por los funcionarios gubernamentales o por mis limitaciones naturales, por favor, aclárenosla bien. Eso lo merecemos. Así como también que se nos informe de la fecha esperada en que estaría listo el EDUS, pues, por un lado, la presidenta ejecutiva habla de que en el 2016, los diputados, por otro, dieron plazo hasta el 2018 para concluirlo y la responsable directa del proyecto en la CCSS, nos habla de que tal vez hasta terminado hasta en el 2023. Por favor, dígannos cuándo estará listo, para así poder pedir cuentas en el momento correspondiente.
Publicado en Facebook el 27 de setiembre del 2015.